miércoles, 30 de septiembre de 2015

Obtener



Obtener

Obtener es alcanzar el murmullo de tus ojos, que son como caracolas en las que se guarda el océano de tus provocadoras miradas.
Es conservar la cegadora luz que ilumina tus candentes labios al besarlos.
Es fabricar el oro de tus finas caricias a partir de la materia de tu pasión.
Es lograr la estremecida melodía de tu piel, pulsando las notas musicales que se esconden en sus poros.
Es extraer el néctar de las mejores frutas, ésas que nacen de la semilla de tus entregas.
Es conseguir el aroma de tu melena recién cepillada con el peine del deseo.  

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martes, 29 de septiembre de 2015

Pulgarcito

Frases de cuentos que no son cuentos
De "Pulgarcito" de Charles Perrault: "...Este pobre niño era el sufrelotodo de la casa, y siempre le echaban la culpa de todo. Sin embargo, era el más listo y el más perspicaz de todos sus hermanos y, si hablaba poco, en cambio escuchaba mucho."
Ajá... le echaban la culpa de todo, sin embargo era el más listo... muy bien y... hablaba poco y escuchaba mucho.
 Y es que ya se sabe: el que mucho habla, mucho yerra y el ingenio está por encima de las burlas. ¿Te suena? No lo olvides...
Y por cierto, ¿haría honor Pulgarcito a ese otro refrán que dice hombre narigudo, ingenio agudo? jajajajja. Imagínate...

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lunes, 28 de septiembre de 2015

"Cuando pase la tormenta" de Lucía de Vicente

Lunes de Libros

Como cada semana, comparto contigo una nueva recomendación narrativa que espero resulte de tu agrado.
Se trata de "Cuando pase la tormenta" de Lucía de Vicente, de Eride Ediciones y con una extensión de 528 páginas.
Aquí la sinopsis:
Cuando Mary Mantley recibe el encargo de viajar a Kenya para hacer un reportaje fotográfico, desconoce que esto es solo un pretexto para mantenerla alejada de un riesgo que amenaza su vida debido al descubrimiento de los diarios privados de su padre, el coronel Jonathan Mantley.
   La única persona capaz de protegerla es el ex agente secreto David Silford, frío, orgulloso y manipulador que en la actualidad es propietario de una agencia de viajes en Kenya cuyos exclusivos clientes son varones ricos y en la que jamás acepta mujeres. Mary y David, ajenos a la hábil manipulación de Thomas Silford, se encuentran de nuevo después de muchos años de nula relación. Entre ambos, el rencor del pasado renace con fuerza, pero las circunstancias en las que están envueltos y los motivos personales de cada uno de ellos les obligan a trabajar juntos poniendo a prueba la mutua admiración, la arrolladora atracción física y unos descontrolados y profundos sentimientos que hacen peligrar sus corazones.

Lucía de Vicente es una periodista madrileña que tiene la suerte de dedicarse a hacer aquello que más me gusta: escribir.
 Su profesión le ha facilitado mucho las cosas pero, además, le ha dado la oportunidad de conocer al maravilloso hombre junto al que lucha cada día. Él y su hijo son el motor de su vida…

En el siguiente enlace, puedes leer una entrevista a la autora de esta fantástica novela tan recomendable:
http://nieveshidalgo.blogspot.com.es/2015/03/entrevista-lucia-de-vicente.html

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domingo, 27 de septiembre de 2015

Nuria, Mari Mar y el valor de enseñar



Buena noche de domingo.
Espero que estés bien. Feliz semana.
Aquí mi nuevo cuento, con cariño.
Un abrazo deseoso de enseñar y de que me enseñe.

Relatos a la luz de los valores
Nuria, Mari Mar y el valor de enseñar

Nuria y Mari Mar no deberían conocerse ya que van a cursos diferentes dentro del colegio Luis Buñuel  de cierta gran ciudad, un colegio que nada tiene que ver con aquellas escuelas unitarias de pueblo de los años sesenta y setenta. Es un colegio con más de 500 estudiantes que van desde Infantil al final de la ESO.
Nuria tiene 11 años, es rubita, de cara pecosa y trenzas, espabilada y movida; mientras que, por su parte, Mari Mar, de 13 años,  es más tranquila, dulce y suele llevar pelo cortado a lo chico de color castaño.
Pero es que Nuria y Mari Mar juegan juntas en el recreo aunque resulte ilógico para quienes les presten atención, pocos por cierto. Los papás de la una y de la otra, sin embargo, las animan a juntarse. Bueno, más los de una que los de la otra.
Suelen intercambiar curiosidades, sorpresas y comentarios sobre lo raros que son los mayores. Ah, y eso sí, comparten bocata.
Un día Nuria le explica a Mari Mar cómo son los pájaros de su pueblo cuando vuelve de visitar a sus abuelos; otro, le cuenta lo difícil que es eso de la conjugación de los verbos; otro más, que pilló a su hermana dándose un beso en la boca con un chico y que a ella le dio asco verlos; Mari Mar le pregunta acerca de las estrellas, o sobre las hadas, o por qué el sol se esconde cada día. Nuria tiene respuestas; Mari Mar, preguntas.
 A Nuria las de su curso le dicen que es tonta por hablar con la tonta de la Mari Mar. A Mari Mar nada le dicen, porque apenas si hay alguien que le hable fuera de los maestros.
¿Sabes qué? Que Mari Mar padece Síndrome de Down y todo le cuesta mucho. Bueno, sí, bueno otra vez, todo no. Hay una cosa que no le cuesta, y esa es sonreír. Sobre todo a Nuria. Cuando la siente cerca, para Mari Mar, el mundo, su mundo, se llena de luz y alegría.
¿Y para Nuria? Nuria, ella, tan espabilada, tan lista, tan perfecta _dirían algunos_ ¿qué le hace ser la única amiga de la niña a la que todas las de su clase, llaman tonta?
Seguramente no lo sepa. Tal vez la dulce sonrisa de aquélla, o las preguntas tan curiosas, o… ella qué sabe. Lo cierto es que está a gusto junto a ella y no se aburre con ella.
-Nuria, ¿se pueden contar las estrellas del cielo? Si yo pudiera, te regalaría una.
Puede que sea por estos gestos de Mari Mar por lo que Nuria haga caso omiso de todo el mundo y pase su tiempo de recreo con su amiguita.
También piensa, ha pensado alguna vez, con su mente de niña espabilada, que si ella no acompañara a Mari Mar, acaso nadie la acompañaría y estaría siempre sola en el recreo, sola en aquel rincón apartado del patio.
Así que Nuria ha descubierto una cosa: que le gusta enseñarle a Mari Mar lo que va aprendiendo y que aprende para enseñar a su amiga y que cuando así lo hace, siente que se siente bien. ¿Será eso lo que los mayores llaman valor?
Le preguntará a su abuelo la próxima vez que lo vea. Valor, ¿qué es eso del valor?
Su abuelo le dice que ser valiente es tener miedo y no echarse atrás.
Su papá le dice que valor es lo que vale las cosas que uno tiene.
Y su maestra preferida, la de Cono, le dice que valor es eso que a las personas las hace ser buenas, como eso de ayudar a los demás, respetar a los demás, pensar en los demás…
Sí, todo eso será, pero a Nuria no terminan de convencerle las respuestas de los mayores, así que sabe lo que hará. Por una vez, será ella la que pregunte a Mari Mar.
-Mari, ¿tú sabes que es eso del valor?
-Yo sí, claro, tonta… valor es lo que haces tú conmigo cada día. Valor es ser mi amiguita, la única que tengo de verdad.
Y Nuria, entonces, no supo qué decir. Sólo que sus ojos grandes se llenaron de lágrimas, mientras que Mari Mar reía como siempre, como si en su mente de niña con Síndrome de Down una certeza se hubiera hecho camino: que también ella podía enseñarle algo a su amiga Nuria. Y eso hizo que se sintiera feliz, muy feliz. Claro que la respuesta recibida, a Nuria le ocasionó la misma felicidad.
Así que, para ambas, aquel día quedaría grabado en sus pequeñas mentes para siempre. Y mucho tiempo después, cuando las vidas de las dos se hubieran separado, continuarían recordando aquello que la una y la otra aprendieron ese día. Y hacerlo les ayudaría mucho mucho para no rendirse, ni siquiera, cuando parecía imposible no hacerlo.
¿Querrías enseñarme tú a mí qué es eso del valor?
  



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miércoles, 23 de septiembre de 2015

Anudar



La Vida en 100 Palabras
Anudar

Anudar es enlazar la cinta de tu abrasadora cintura a la argolla de mis apasionadas ascuas.
Es amarrar la perdida barca de mi soledad hambrienta a la certera borda de tu saciadora compañía.
Es liar la bolsa de mis te quieros con el hilo de tus besos.
Es sujetar mis efímeros goces con el pañuelo de tus atenazadoras piernas.
Es juntar la ecuación de mis dudas con el resultado de tus certezas.
Es ajustar el lápiz de mis sentimientos en la vaina de tus atenciones.
Es ligar los cordones que sugetan mis sueños con la roseta de tus golosas manos.   

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martes, 22 de septiembre de 2015

"El gato con botas" de los hermanos Grimm

Frases de cuentos que no son cuentos
DE "El gato con botas" de los hermanos Grimm:
"...El pobre hijo del molinero, sin embargo, estaba en casa sentado junto a la ventana con la cabeza apoyada en la mano, pensando que ahora se había gastado lo último que le quedaba en las botas del gato y dudando que éste fuera capaz de darle algo de importancia a cambio. Entonces entró el gato, se descargó de la espalda el saco, lo desató y esparció el oro delante del molinero..."
Ajajá, y creyó el pequeño de los hijos del molinero que le había tocado la peor suerte. Ay ay, cómo nos engañamos a veces creyéndonos los perjudicados sin darnos cuenta que es al contrario. Otra vez más las apariencias engañan.
¿Y las dudas? Cómo no, ¿quién va a pensar que un gato pueda traer un saco lleno de oro? ¿Quién va a imaginar que de lo que creemos nada, obtendremos mucho?
No demos nada por seguro en cuanto a lo que nos toca en suerte, tal vez lo que creemos sernos perjudicial, resulte ser lo más beneficioso.
En cualquier caso, como diría el refrán... "quien quiere sacar beneficio, acomódese con su oficio". jajajajja y... "Cuando se le empina el rabo al gato, no tiene nada en el plato".
. jajajajja, eso de los rabos y los oficios... uuummmm...

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lunes, 21 de septiembre de 2015

"El libro de la señorita Buncle" de D.E. Stevenson

Lunes de Libros
Buena noche, otra semana más, traigo por aquí una nueva recomendación literaria con el deseo de que resulte de tu interés.
Se trata de "El libro de la señorita Buncle" de D.E. Estevenson, publicada por Alba Editorial en 2014 y con una extensión de 384 páginas.
A continuación, su reseña:
Alba Editorial recomienda esta novela deliciosa, ligera, cómica, ingeniosa y un poco malvada, un libro dentro de un libro, de la mano de una autora totalmente inédita en España, la escocesa D. E. Stevenson. Publicada en 1934, narra los aprietos de una solterona que, al escribir con seudónimo un libro sobre sus vecinos, organiza un fenomenal alboroto en el pueblecito donde vive y donde nadie sospecha que pueda ser ella quien ha puesto al descubierto todos sus secretos.
En un tranquilo y pequeño pueblo inglés llamado Silverstream vive una comunidad de vecinos con la rutina impoluta. Sus vidas son monótonas, pero deliciosas y sin sobresaltos. Hasta que a una solterona no muy agraciada se le ocurre escribir una sencilla novela sobre la vida de sus habitantes. Una vez acabada, la manda a una editorial con el pseudónimo de John Smith, que la acepta su publicación de manera inmediata. La obra se convierte en un gran éxito editorial y Bárbara Buncle, su autora, recibe el primer beneficio en forma de billete de cien libras. Pero ella nunca imaginaría que el libro llegaría a oídos de sus vecinos, los cuales, una vez leída la obra, intentarán demandar al autor de ella, sospechando en cada uno de sus vecinos como culpable de su escritura. Pero las cosas se desbordan y la calma se pierde.
En fin, una comedia de costumbres realista y satírica en la que cualquiera de nosotros podríamos vernos envueltos haciéndonos reír y pensar. Muy recomendable.

Dorothy Emily Stevenson (1892-1973), hija de un primo de Robert Louis Stevenson, escribió su primer libro, Peter West, en 1923, al que siguió Mrs. Tim of the Regiment (1932), en el que daba cuenta de sus experiencias como esposa de un militar. En 1934 publicó El libro de la señorita Buncle , que tuvo un inmenso éxito. A partir de entonces escribiría una novela al año, de las que vendería millones de ejemplares en Gran Bretaña y Estados Unidos; entre ellas se encuentran las dos continuaciones de El libro de la señorita Buncle (Miss Buncle Married en 1936 y The Two Mrs. Abbotts en 1943), An Empty World (1936), Music in the Hills (1950) y Gerald and Elizabeth (1969).

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domingo, 20 de septiembre de 2015

La diferencia está en Florencia



Buena noche de domingo.
Aquí mi nuevo relato semanal. Espero te guste y no olvides practicar el valor de la diferencia, jejjejejjeje. Un abrazo diferente.

Relatos a la luz de los valores
La diferencia está en Florencia

No, no es la Florencia de la Toscana de la que hablamos, aunque algo sí tenga que ver y es que la protagonista de esta historia se llama Florencia porque nació en esa artística ciudad de príncipes y artistas, de literatos y conspiradores, de grandes monumentos y galerías..
Florence, Florencia para nosotros nacerá un día de mayo de 1820 y viajará por distintos lugares del Mediterráneo, por aquello de que provenía de familia rica, una familia que habría esperado de ella nada más que cumpliese con los cánones de mujer casadera, dedicada al cultivo de las rosas en la casa inglesa de estilo Tudor de sus padres.
Pero no, no; Florencia tenía otros planes. Se dedicará a viajar por los países del Mediterráneo hasta Egipto y pronto sabrá, cuando visite cierto monasterio en la región alemana de Kaiserswerh cuál va a ser su destino.
En medio de la rebeldía de esta joven de buena familia, en un siglo de tantos cambios como lo fuera el XIX, le tocará vivir una guerra, si quiera desde la distancia: es la de Crimea y en ella, una batalla será famosa: la de Balaklava, allá por las cercanías del mar Negro con Rusia, Inglaterra y el Imperio Otomano como actores de la tragedia.
Ah, las guerras… entonces y siempre provocarán tanto dolor y sangre, pero acaso, también, gestos heroicos y providenciales avances para la humanidad en tiempos de paz.
Florencia, de apellido Nightingale, se desplazará a esa guerra con 34 años para ayudar en el hospital de Scutari. Sí, ella con su afán por reivindicar su sitio en una sociedad tan conservadora, no dudará en aprovechar la oportunidad que le brinde la guerra y allí, marcará definitivamente su principal valía: el de ser diferente a cuantos médicos y enfermeras la hayan precedido.
Le costará hacerse fuerte, no desfallecer a las condiciones higiénicas del hospital, a los desgarradores gritos de los soldados, a la sangre, a las fiebres, al tifus, a las miasmas. No se arredrará ante nada de todo eso e impondrá su ley hasta que se convierta en legendaria.
Pronto será conocida como la Dama de la Lámpara porque, cada noche, iluminada por una tenue lamparilla de gas, pasa de sala en sala para comprobar el estado de los enfermos, para consolarles con su presencia, siempre serena, siempre atenta.
Y Florencia impondrá su ley. Se implantarán sus ideas acerca de la enfermería, ganará distinciones y el juramento de las enfermeras al graduarse llevará su nombre, como el de los médicos lo lleva el de Hipócrates.
A los 90 años fallecerá en la cama de su casa en paz y sabedora de que lo había logrado. Sí, había conseguido que se implantaran sus consejos y prácticas, pero no había sido nada fácil.
Podría haberse quedado en la norma común de mujer de la alta sociedad en meriendas de té y tertulias aburridas pero no quiso, o no supo hacerlo. Quiso ser diferente, diferente al resto de mujeres de su época y a los sanitarios.
Su determinación, su empeño y su constancia la condujeron a la gloria por mucho que ella no la quisiera. Lo único que quería era ayudar a que las muertes retrocedieran en un mundo de supersticiones y malas prácticas.
-Tía Flo, ¿estás malita?
-Ay, mi niña, es que soy viejecita, muy viejecita.
-No quiero que te mueras. Todo el mundo dice de ti que has sido la mejor enfermera del mundo y que hasta la reina Victoria te condecoró.
-Ah, sí. Pero todo eso ya es pasado. Lo importante es los pobrecitos soldados que morían solos allá lejos, muy lejos.
-Tía Flo, yo no quiero que haya guerras.
-Ay, niña. Ojalá que en este siglo que comienza y que a mi no me tocará ver, no tengáis guerras, pero… lo dudo.
La niña le dará un tenue beso a su tía, aquélla que fuera la Dama de la Lámpara y saldrá de la habitación triste, intuyendo con su sabiduría de niña, que esa lámpara que es la vida de su tía se apaga sin remedio.
Y esa niña se hará mayor y tendrá que ver cómo las guerras volvieron y cómo ella siguió la estela de su famosa tía para que su memoria no se perdiera.


  
    

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miércoles, 16 de septiembre de 2015

Fundir



La Vida en 100 palabras
Fundir

Fundir es mezclar tus sueños de bruñido ébano con mis realidades de chopo cuarteado.
Es ser uva dulce en tu dulce boca y aromático almizcle en tu olorosa piel.
Es pegar la brisa fresca de tu susurrante voz a la ardiente calma de mi voraz oído.
Es licuar el duro hierro de mi deseo en el yunque de tu candente fragua.
Es derretir el chocolate humeante de tus goces para construir un paraíso con forma de casita en mi corazón.
Es, sí, claro,  unir el sol de mi dicha al mar de tu felicidad allá, en el horizonte sin fin.
    

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