viernes, 23 de julio de 2010

La promesa de un nuevo viaje

Como ya dejé caer el otro día, a cuenta de mis andanzas telefoneras, mañana emprendo un nuevo viaje. El destino, Berlín y Praga.
¿Qué espero de él?

Como ya dije y digo siempre: hacer más que ver, sentir, imbuirme de su ambiente, sus calles, las voces de sus gentes con sus tonalidades centroeuropeas y cómo no, adquirir bagajes de anécdotas, gastronomía, costumbres e Historia.
Son pocos días, pero suficientes para fijar en la memoria un nuevo periplo, un destino más, pateado, tocado, olfateado, degustado, atesorado.
Prometo conttároslo.
a

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jueves, 22 de julio de 2010

Un nuevo descubrimiento arqueológico

Pongo aquí una interesante noticia. No puedo resistirme a ello pues ya conocéis de mis aficiones de arqueólogo frustrado.
Debe resultar enormemente emocionante encontrarse con algo así, ser el primero en sacarlo a la luz tras permanecer oculto durante tantos años, devolverlo a la vida.
Ahora se trata de conservarlo y respetar su simbolismo.

Un equipo de arqueólogos ingleses ha anunciado el descubrimiento de un conjunto de pilares de madera dispuestos en corro a sólo 900 metros del famoso Stonehenge de Salisbury. El descubrimiento es, según sus autores, el más interesante registrado en los últimos 50 años.
El nuevo conjunto consta de 24 obeliscos de madera, cada uno de ellos de un diámetro aproximado de 75 centímetros. Los arqueólogos creen que cada pilar podría ascender hasta ocho metros sobre el suelo. El conjunto estaba rodeado por un foso y, lo que es más interesante, está alineado con el Stonehenge y con otro conjunto circular distante en 1.300 metros del primero.
El conjunto data de la Edad del Bronce, hace, aproximadamente, 4.500 años, el mismo periodo en el que se 'construyó' el Stonehenge. El hallazgo está relacionado con otros yacimientos de la zona, vinculados con el monumento de piedra. Así, en los últimos años se han localizado otros corros de piedra, zanjas, avenidas, y asentamientos de viviendas. Aunque no está del todo clara la función de este conjunto, los arqueólogos creen que su sentido era religioso. Algunos expertos creen que el Stonehenge fue un enterramiento, al menos durante sus primeros 500 años de existencia. Y en los últimos tiempos, ha habido incluso quien ha asegurado que el conjunto se dedicaba a la danza,.

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miércoles, 21 de julio de 2010

Una catedral musical en miniatura

Realmente creo que ser un virtuoso del violín es ser algo mágico. Os pongo, un breve artículo sobre él, al tiempo que, si pincháis en el título de la enrada, podréis escucharlo.
Que os guste.

El “Mona Lisa” de los violines' se vende: su precio, 14 millones, hace de él el más caro de la historia. Lo creó Giuseppe Guarneri en 1741 y fue acariciado por los dedos de Menuhin, Perlman y Vieuxtemps Las crónicas venecianas hablan a menudo de la paciente espera que debían cumplir los luthiers en los muelles. Allí aguardaban el regreso de las naves procedentes de las Indias, que traían maderas exóticas de las que había que conseguir la mejor partida. Los días de convivencia portuaria, desde luego, no eran siempre apacibles, ya que cada artesano procuraba hacerse con lo mejor de tan preciado material. Una vez llegada la madera a tierra, la retiraban raudos para evitar que fuera mojada, dado que los marineros echaban sobre ella toneles de agua salada con el fin de fortalecerla e impedir así la polilla, cosa que la haría inservible para el uso musical.Es un prodigio técnico y el testimonio de una época de esplendor Sin duda, entre aquellos violeros debía de encontrarse alguno de los miembros de la familia Guarneri, cuya dinastía contribuyó a prestigiar la llamada escuela de Cremona, ciudad en la que trabajaron los ilustres Andrea Amati y Antonio Stradivari. Precisamente, el primero de ellos fue maestro de Andrea Guarneri, cabeza de una saga insigne de constructores de violines que halló su culminación en el controvertido Giuseppe Antonio (1698-1744), artífice de unas joyas violinísticas que rivalizan con todo merecimiento, al menos las concebidas en su último periodo creativo -a partir de 1730-, con las del mencionado Stradivari.El buen uso de la mejor madera, el corte y el adecuado secado, sin olvidar la importante factura del barniz, contribuyen a la obtención de un buen violín, pero su excelencia, su magia, radica primordialmente en la exacta proporción de las formas, en los estudiados grosores de las paredes y en la sabia distribución de fuerzas que deben soportar las superficies abovedadas del instrumento. De hecho, una caja armónica como la del violín no deja de ser como un templo en miniatura, una nave cuidadosamente labrada, pensada milímetro a milímetro, en la que todo debe resonar en armonía y equilibrio plenos. Y eso es lo que consiguió de manera deslumbrante Giuseppe Antonio: piezas maestras cuya arquitectura genera auténtica sonoridad, una sonoridad que se amplifica, nivela y proyecta con inaudita nitidez y a una gran velocidad.Las manos de este artista, llamado Giuseppe del Gesù porque en sus etiquetas figuraba el monograma IHS, consiguieron plasmar en toda su dimensión la idea barroca según la cual el sonido debe dibujar el espacio que recorre, y así también realzarlo para que la melodía llegue al oído no solo como música, sino como depuración de esta. En tal sentido, puede señalarse que Guarneri del Gesù representa y consuma un ideal, y que ejemplifica en su expresión más alta la poética de una nueva forma de hacer música, que tuvo su exponente en compositores como Vivaldi o Bach.No es extraño que, transcurridas las generaciones de violinistas, el valor de un instrumento construido por este artista continúe en alza, porque adorna y facilita sobremanera el arte de un intérprete. Eso explica que uno de los violines salidos de su taller estuviera en manos de Niccolò Paganini, y que, ya en el siglo XX, hubieran tocado ejemplares suyos tan esenciales nombres del mundo violinístico como los de Arthur Grumiaux, Jascha Heifetz, Isaac Stern, Henryk Szeryng y Pinchas Zukerman. El violín puesto a la venta, un diamante de la acústica, perteneció al virtuoso belga Henri Vieuxtemps, que viajó por toda Europa y Estados Unidos levantando admiración con su inseparable Guarneri. Vieuxtemps decía que su "estimado amigo" le ayudaba a hacer la mitad del trabajo.El valor de este violín tan único no reside únicamente en su calidad, en su prodigiosa concepción técnica, sino también en ser el testimonio elegido de una época de esplendor musical. Su existencia demuestra cómo la materia, tratada con inteligencia, puede transformarse en algo que depara espíritu.Aunque haya sido pagada por él una cantidad ciertamente elevada, su valor es difícil de cifrar. Y, sin embargo, Guarneri, que vivió una vida tormentosa, murió en la cárcel sin descendencia y despojado de todo.Ramón andrés



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martes, 20 de julio de 2010

Odisea de una tarde de verano

Sí, ya lo sé: hace mucho calor como para meterse en aventuras, pero cuando no queda más remedio….
Quiero compartir aquí mis andanzas de esta tarde como una forma más de dar a conocer las vicisitudes de un ciego cualquiera que sólo aspira a ser uno más.
Que no os aburran demasiado.

Resulta que hace tres semanas mi teléfono móvil dejó de hablar. Sí, no es que lo utilice para hablar, que también ,claro; si no que lo tengo adaptado, de tal manera que todo lo que aparece en la pantalla, es verbalizado por una voz sintética. Así que además de para hablar por él, él me habla a mí. En fin, modernidades de hoy en día.
Primero pensé que abía enmudecido por algún problema en el software que le hace parlotearme los mensajes y demás indicaciones, pero luego hube de comprobar que la cosa era más grave.
Como los modelos nuevos son cada vez mas complicados de utilizar, por su diseño táctil, y me manejo muy bien con él, tenía gran interés en repararlo. Sí, el que tenía interés era yo porque los del proveedor de línea y los de la marca parece que sólo les mueve el afán por vender nuevos terminales y no reparar los antiguos.
El caso es que, después de explicarles mi interés por el tema, me derivaron al Corte Inglés de Castellana, aquí en Madrid, uno de los centros más grandes que tiene esta superficie comercial.
Allí que me fui. Para llegar a la meta buscada, obtuve la voluntariosa ayuda de un vigilante de seguridad. Se ve que aquel día no había demasiado trabajo o es que tuve suerte o vaya usted a saber.
Al llegar al mostrador en cuestión, tras recorrer no pocos vericuetos, se me dijo que necesitaban pedir una nueva pantalla y que aún así no me aseguraban su arreglo. Yo, en mi ingenuidad de cegatón, dije que a mí la pantalla me daba igual.La joven médico telefonera me indicó que, tal vez, a mí no me importase pero al teléfono, sí.
Bueno, quedé emplazado a una semana y a que ya me dirían.
Como transcurría el tiempo y no tenía noticias, hoy me he decidido a pasarme personalmente de nuevo y, de paso, emprender una nueva ciegada.
El intento no es fácil por lo grande del sitio y su localización alejada de una línea de Metro que yo frecuente.
La experiencia ha comenzado bien ya que una pareja muy simpática y bondadosa se ha ofrecido a llevarme hasta la puerta. Hemos ido charlando y casualmente han vivido en Berlín, ciudad que visitaré el sábado. Me ha venido fenomenal por su acompañamiento y por las recomendaciones que me arán disfrutar de ese viajecito.
El caso es que me han dejado en la entrada y a partir de aquí viene la odisea.
Recorro unos pasos. Primer vigilante:
-Lo siento, sólo puedo llevarle hasta información y allí alguien le acompañará.
En información hay una señorita que, con acento extranjero, se disculpa aduciendo que está sola y no puede ayudarme. Me pregunta varias veces que adónde necesito ir. Tras un tiempo de espera, me pone al teléfono con otra señorita (parece que de Atención al cliente) a la que, por tercera vez, explico mi caso. Me anuncia que me van a mandar a un vigilante.
Tic tac tic tac.
Llega el señor de marras. En lugar de proceder, le dice a la señorita que debió llamar al departamento al que necesito ir para que, de éste, vengan por mí (parece como si tuviesen que recoger un paquete). Buscan el teléfono (digo la extensión), no contestan, ¿por qué habrían de hacerlo en un departamento de teléfonos? Y, por fin, nos aprestamos a llegar hasta la dichosa oficina de Nokia con mi paciencia al límite y con, no pocas ganas, de haberme decidido a bastonear/palotear por allí, sin que me importase ni la gente con la que tropezase ni las vitrinas que derribase a mi paso. Menos mal que uno es civilizado, que si no…
Llego al sitio de teléfonos y mi impuesto lazarillo se pone a discutir con la médica telefonera sobre la razón por la que no ha querido descolgar el teléfono. Ya se sabe… “en casa del herrero, cuchillo de madera”.
Y toda esta sucesión de sinsentidos ¿para qué? Para nada, ya que la innombrable pantalla no había llegado aún.
Así que vuelta para la calle y lo mismo que diría aqél: como el gallo de Morón… cacareando y sin plumas.
¿Qué queréis? Me he sentido como uno de esos palos que,a modo de testigo, usan los atletas en las carreras de relevos. Y todo porque no hay una ley, como la portuguesa, que obligue a las grandes superficies comerciales a disponer de acompañantes para clientes ciegos.
Vamos, que al final, encima he tenido que darle las gracias al segurata, como si me hubiese hecho el favor de su vida.
Ya se sabe… ¡¡Vivir para ver!!

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lunes, 19 de julio de 2010

Palinodia

Vaya aquí, para mitigar este calor veraniego, el origen de otra palabrilla a fe que bien rara.

Se llama así la retractación pública de algo que se había afirmado anteriormente. En tiempos de la Inquisición, se decía de aquellos que se arrepentían de alguna herejía que 'cantaban la palinodia', esto es, que se desdecían y negaban lo que habían afirmado antes. También se llaman palinodia los escritos y obras literarias cuyos autores se retractan de una opinión o de un punto de vista que habían sostenido en algún trabajo publicado con anterioridad. El primer ejemplo histórico de palinodia como subgénero literario corresponde al poeta griego Estesícoro, que vivió entre los siglos VII y VI a. de C. Estesícoro había afirmado en un poema que la única culpable de la guerra de Troya había sido Helena, la mujer de Menelao, pero fue obligado a escribir una palinodia para congraciarse con los espartanos, que la veneraban. La palabra se formó a partir del griego palin (otra vez) y oidé (canción, poema), que también podemos encontrarla en otras palabras de nuestra lengua, como oda.

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jueves, 15 de julio de 2010

De vacaciones

Esta noche veraniega quiero compartir una utopía. Ojalá que la realidad supere a la ficción.
Que disfrutéis.

Sí, él lo sabía. Sabía que al lugar al que iba a ir de vacaciones estaría plagado de cosas para ver: hermosas mujeres luciendo sus esbeltos cuerpos, exhibiciones acrobáticas, sinfonías de colores. Todo aquello, él lo conocía con certeza y, no obstante, no dejó que le importase al hacer la reserva.
Cuando lo comentó con sus amigos de tertulias y salidas, no parecieron querer comprenderle, alguno hubo incluso que dijo que qué pintaba él allí, que con darse una vuelta en la calle de su barrio, pisando arena y poniendo de fondo un CD con sonidos marinos ya era lo mismo. Mas no por eso cejó en su intento.
Y es que aquel año, estaba decidido a emprender una pequeña proeza: irse solo de vacaciones.
Claro, que tampoco algo así podría parecer tan especial, salvo si aceptamos que Luis Ángel era ciego.
¿Y tenía que irse necesariamente a la playa? ¿Por qué no buscar a alguien que lo acompañase? O, como mucho, ¿no habría destinos más apropiados?
No, iría a la playa. Buscaría el sonido del mar, la textura de la arena al amanecer, la música de después de cenar.
Hola, ¿necesitas ayuda?
-Pues… bueno es que acabo de llegar y estoy de reconocimiento.
-¿Estás solo? ¿O es que has querido aprender a orientarte?
-Sí, solo. Es que no es nada fácil encontrar a alguien con quien pasar unos días de vacaciones. Que ya se sabe: una cosa es quedar para tomar unas cañas y otra, bien distinta, convivir, aunque sea en plan de turismo.
Pues eres muy Valiente.
-Hija, a la fuerza ahorcan. Y además, seguro que me las apañaré.
-Ah, pues si quieres mi marido y yo nos alojamos también en este hotel. Ya te echaremos una mano o nos juntamos en algún momento.
-No quiero molestar.
-que va, si a nosotros nos encanta conocer gente y aprender de experiencias. Hay tiempo para todo, que ya bastante corremos a lo largo del año, como para que nos vayamos a agobiar por una buena compañía. Mira, ahí viene Luis, mi marido.
-Anda, si es tocayo mío.
-Cariño, este señor se hospeda en nuestro hotel. Fíjate, se ha atrevido a venir solo sin ver. ¿Verdad que podremos quedar con él?
-Vaya, traiga esa mano. Sí que es admirable. ¿Y cómo se las va a arreglar?
-De momento, me han dado una habitación al lado de la escalera, la primera del pasillo. Lo suyo es que tuviese el número en relieve o en braille, esto sería la leche. En la llave, como es de las modernas, de ésas de tarjeta, me han puesto una muesca para saber cómo meterla… en la ranura, no vayáis a pensar. Y en cuanto a las comidas, reservé aquí porque son servidas. Es que eso de los bufés, que está muy bien, a mí me agobia porque tengo que decir que me las lleven a la mesa y encima, por no incordiar, me limito a pedir lo básico. Me da rabia porque seguro que me pierdo exquisiteces. En fin. Y aparte de esto, me iré a la oficina de turismo para concertar alguna visita guiada, he buscado en Internet y he visto que hay un castillo antiguo y, según parece, organizan rutas nocturnas de leyenda. En la playa, calcularé el tiempo de ida, para luego, a la vuelta, saber más o menos orientarme. De todas formas, lo que pretendo es pasear y escuchar sonidos, relajarme, superar retos, atesorar sensaciones y, sobre todo, tener la suerte de encontrar gente buena con la que hacer amistad. Y creo que esto ya lo estoy consiguiendo con vosotros.
-Pues oye, nuestra habitación es la 214. Cuenta con nosotros para lo que sea. Sin problemas, ¿eh? Somos vitorianos y buscamos lo mismo que tú: cargar las pilas y vaguear, acompañándonos de buen yantar, como diría aquél.
-Bah, dame dos besos. Me llamo Charo y lo dicho. Nos vemos y… ¡que disfrutes!
Luis Ángel se siente dichoso. Por fin llegó el momento tan esperado de esa prueba. Él, tan viajero, tan zascandil, iba a demostrarse que merecería la pena, que sería una experiencia inolvidable.
Siguió midiendo, imbuyéndose de referencias táctiles, de distancias, de percepciones. Se haría su plano mental y estaba seguro, ya había comenzado a comprobarlo, que encontraría gente amable. Y, quién sabía, ¿y si..? ¿Y si alguna turista solitaria como él, se atrevía a compartir su soledad? Bueno, bueno; de momento, parece que la cosa pintaba bien con esa pareja tan campechanota.
Daría otra vuelta y a comer. Más o menos se estaba haciendo una idea: el cruce para el paseo marítimo, la heladería, un pequeño parquecito donde podría pasar algunos ratos con sus audiolibros, la fuente…
-¿Qué tal se va ubicando? Si necesita cualquier cosa, no dude en llamarnos. Ya sabe, marcando el 9 es recepción. ¿Quiere que le acerquemos al comedor?
-Sí, muchas gracias, guapa.
-Espero que le gusten nuestras comidas. Además, hemos conseguido que la carta esté en su alfabeto.
-Ah, genial. Así me gusta. Como debe ser.
-Qué menos. Bueno, le dejo con Toñi. Ella le buscará una mesa agradable y cómoda. Que aproveche.
Tras elegir, con la satisfacción de poder hacerlo por sí mismo, aguarda a que le vayan trayendo esa ensalada de queso de cabra con frutos secos y miel, ese besugo al horno y esa tarta de crema de orujo con tulipa de helado de frutos del bosque. ¡Vaya banquetazo, que se va a dar! Qué porras, ya volverá a portarse bien a la vuelta. No ha podido resistir a pedir una cervezota como aperitivo y un Viña Esmeralda para que acompañe a ese pescado sublime.
Y, mientras va paladeando los manjares, evoca tantos otros viajes mendigando compañía, cuántos avatares, no siempre gratos. Cada vez está más convencido de que este viaje va a resultar todo un éxito. El mero hecho de estar en ese palacete, ya lo es. Hacerlo pese a su discapacidad, gracias a su esfuerzo diario, saber que se lo ha ganado con su trabajo, ser uno más.
-¿Tomará café, el señor?
-Ah, si; claro. Un descafeinado, gracias.
El deleite que le ha proporcionado el paladar y el buen ánimo le predisponen a retirarse a su confortable habitación, descansar un rato y disponerse a verse inmerso en todo un mundo lleno de promesas. El premio a tantas luchas del día a día. ¿Qé les contará, entonces, a aquellos amigos suyos, del principio, tan excépticos? Él bien lo sabe y vosotros, ¿qué creéis?
Mientras se retira cogido del brazo de la simpática camarera, alguien que le observara vería cómo sus ojos vacuos se han inundado de un brillo, una luz que tiene nombre… ¡Felicidad!

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miércoles, 14 de julio de 2010

Hotel Formentor: Palma de Mallorca, España


Por si aún no habéis decidido dóne ir de vacaciones, aquí os traigo una humilde sugerencia.
A disfrutar.

Magníficamente ubicado en primera línea de mar en la Península de Formentor, un enclave paradisíaco ubicado al norte de la isla de Mallorca, el hotel Formentor distribuye sus 127 habitaciones y suites, así como sus lujosas instalaciones sobre una superficie de 1.200 hectáreas. La frondosidad del bosque de pinos que lo rodea y las maravillosas vistas del mar Mediterráneo que desde él se observan, han constituido su seña de identidad desde que en 1929 abriese sus puertas de la mano de su creador Adam Diehl. Ese paisaje idílico, junto al exclusivo servicio prestado, atrajo desde el principio a un selecto grupo de clientes entre los que había reconocidos actores y actrices de Hollywood como Gary Cooper, Grace Kelly, Lawrence Oliver, David Niven, John Wayne o Audrey Hepburn, otros como Charles Chaplin, Peter Ustinov, Lucía Bosé o Concha Velasco, escritores como Antonio Gala, modelos como Jane Birkin, políticos como Mijail Gorvachov o Winston Churchill, e incluso el Dalai Lama, entre muchas otras personalidades. Ya en época más reciente cabe destacar que en 1995 el hotel Formentor fue la sede elegida para celebrar la Cumbre Europea y, desde 1999 hasta la fecha, alberga anualmente el Foro Formentor, un encuentro internacional que congrega a jefes de Estado e importantes políticos del arco mediterráneo.
un enclave único en el que un embriagador paisaje de pinos y espectaculares acantilados al borde del Mediterráneo acompaña en todo momento al visitante. A mitad de camino se atisba, entre los árboles, un bello edificio blanco y bajo él, otra inmensa línea, la que diseña con elegancia la Playa de Formentor, un conjunto de aguas cristalinas de color turquesa dan fe de que nada tienen que envidiar a las hermosas playas del Caribe.
Un silencio únicamente entorpecido por el cantar de los pájaros y por el vaivén de las olas saluda al visitante, que al traspasar la imponente verja que anuncia la entrada al recinto del Barceló Formentor (www.barceloformentor.com) se da cuenta, de ipso facto, que se trata de un lugar muy especial. Una escalinata franquea la puerta de entrada y recuerda, con letras escritas en una placa sita a su vera, que este famoso hotel, que en 2009 cumplió 80 años, fue, en 1995, sede de una importante Cumbre Europea.
A partir de ahí le dejamos a Ud. que escriba su propio final, ya que el Barceló Formentor es uno de esos hoteles que permite, a cada uno de sus clientes, escribir su propia historia, una experiencia mágica construida a base de puras sensaciones: colores mediterráneos, olores de azahar y orégano provenientes de su propio huerto, tactos de arena fina y agua transparente, ruidos a puro silencio y el gusto por la cocina tradicional pero exquisitamente renovada.

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martes, 13 de julio de 2010

¿Quién tiene razón?

Pongo aquí una anécdota que, a mi entender, no ha perdido vigencia, ni mucho menos.

El filósofo William Leibnitz (1646-1716) acudía con frecuencia a la Universidad de Leyden, donde a menudo sostenía apasionados y polémicos debates con estudiantes y profesores, siempre en latín.
Durante algunas de sus últimas comparecencias, Leibnitz observó que un zapatero de su vecindario acudía regularmente a los claustros. Finalmente, la curiosidad le pudo y un día se acercó a él, preguntándole si conocía el suficiente latín como para seguir el hilo de aquellas controversias culturales.-No _contestó el hombre._- de latín no sé nada, ni tengo intención de aprenderlo. Yo sólo vengo a ver cómo discuten ustedes.-Pero, si no sabe latín, ¿cómo puede saber quién tiene razón en las discusiones? _preguntó el filósofo, cada vez más extrañado_.-¡Oh, eso! Muy sencillo: cuando oigo que alguien grita mucho, sé con seguridad que no tiene razón.

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domingo, 11 de julio de 2010

San Benito: patrón de Europa

Que oy, día 11, se celebre la festividad del patrón de Europa no puedo resistirme a mencionarlo aquí porque tanto mi bisabuelo materno como mi abuelo paterno llevaron su nombre y, aunque al primero apenas si le conocí, del segundo guardo un gran recuerdo. Así que vaya mi homenaje a ellos y a la trascendental figura del fundador de la orden benedictina con su regla ORA ET Labora.
Vaya aquí una breve semblanza de su biografía:
San Benito (Nursia 480-Montecasino 547) nació en una familia noble italiana y creció junto a su hermana gemela, la también santificada Escolástica. Gracias a la buena situación económica de su familia, Benito fue enviado a estudiar en Roma, donde recibió una exquisita preparación.
Pero esta formación, como más tarde diría San Gregorio Magno, no fue lo principal para el Santo quien, lejos de comulgar con el estilo de vida romano, se retiró a Subiaco, donde decidió dedicar su vida a la oración. De esta forma, San Benito estableció su vivienda en una cueva de muy difícil acceso, por lo que estuvo años sin que nadie le descubriera hasta que un día un sacerdote, guiado por Dios según San Gregorio, reparó en la presencia del ermitaño. A partir de este momento algunos pastores y campesinos, sabiendo de su pureza, lo visitaban, proveyéndolo de alimentos y recibiendo de él instrucciones y consejos.
Tras estos años, el Santo se trasladó a Vicovaro donde le nombraron prior de un pequeño convento. Allí introdujo una gran disciplina basada en unas costumbres estrictas que los monjes no toleraron, llegando incluso a intentar envenenarlo. Tras este incidente, San Benito decidió volver a su vida solitaria en Subiaco, donde muchas gentes, atraídas por la gran popularidad que iba adquiriendo Benito, quisieron convertirse en sus discípulos. Cada vez eran más y más fieles que llegaban, hasta haber 12 casas donde se alojaban los nuevos monjes.
De una forma acaso inesperada, San Benito dejó el convento. Tal vez auspiciado por Florencio, un sacerdote que le profesaba una profunda envidia y que intentó por todos los medios deshacerse del gran maestro. Por miedo a que este odio repercutiera en sus discípulos, San Benito se trasladó hasta Montecasino, donde sobre las ruinas de un antiguo templo construyó dos capillas además de otros edificios a su alrededor. Estas construcciones se convertirían en la más famosa abadía de la cristiandad.
San Benito murió, según la crónicade San Gregorio Magno, rodeado de sus discípulos, quienes aseguraron que cuando falleció, un rayo de luz subió hasta el cielo. Era el año 547, su legado había sido asentado.
La Regula Monasteriorum o Regla Monástica, que promulgó, estaba formada por 73 capítulos donde se reflejaba su método y disciplina. La regla encontraba en la frase ora et labora su columna vertebral, viendo el trabajo manual como algo necesario y honroso, imitando de esa forma a Jesucristo y su padre José, quien había sido un dedicado trabajador. La cruz y el arado representaban su pensamiento.
La Regla de San Benito tuvo una gran influencia en los monasterios carolingios. En su expansión definitiva jugó un papel determinante el monasterio benedictino de Cluny que se expandió por toda Europa y cuya representación artística es bien conocida: el románico. Más tarde el Císter trataría de volver a un estricto cumplimiento de sus preceptos al considerar las costumbres de los cluniacenses demasiado relajadas y apegadas a los bienes temporales, pero ésta sería otra historia y otra época, la de las catedrales y el gótico.
Su trascendencia estriba en que supo llenar el vacío dejado por el Imperio romano como vehículo civilizador. Todos conocemos el papel desempeñado por sus monasterios en la preservación del conocimiento a través de los scriptorium y su tarea iluminadora de códices.

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sábado, 10 de julio de 2010

Un nuevo síndrome: el de Pulpeítis Aguda

Con asombro contemplo cómo todo un país se vuelve loco no ya por los triunfos de su selección de fútbol, que a mí me parece fenomenal y comparto, si no por…

Sí, por las profecías de un pulpo. Me parece increíble que caigamos en una vuelta al pasado medieval de las supersticiones. En un tiempo, como el que vivimos, supuestamente de progreso y tecnología, de laicismo rabioso, resulta que no se habla de otra cosa que de las profecías oraculares de un pulpo. ¿Es que no hemos avanzado nada? ¿Es que seguimos teniendo que acudir a Delfos, a los augures romanos, a los tantos y tantas profetas del futuro con sus bolas de cristal, sus arcanos y sus cuevas?
Qué queréis que os diga. Que no sean noticia los grandes y pequeños milagros de cada día, hechos de ayuda y sonrisas, pero que sí lo sea el que una mascota de zoológico determine qué mejillón se come como signo de quién obtendrá la victoria, me resulta intolerable.
Disculpad esta rabia mía de hoy, pero no he podido por menos que desahogarme aquí y vale, que pueda ser motivo de Gracieta, muy bien; pero llegar al hartazgo en que se ha convertido el temita, ya se me hace demasiado indigesto (¿quién me iba a decir a mí, con lo que me gusta una buena tapa de pulpo a feira?).
Ah, ¿Que está motivado por este calor de julio, acompañado de una crisis plagada de turbulencias y que ha derivado en síndrome? Eso ya es otra cosa, todo queda explicado. Lo sé, ya nadie recuerda el último septiembre con su Gripe A. ¿Recordaremos, entonces, este otro julio con su Síndrome de Pulpeítis Aguda?
Preguntitas, preguntitas, preguntitas.

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jueves, 8 de julio de 2010

Recomendaciones narrativas verano, 2010

Antes de que partáis de vacaciones, quiero traeros algunas recomendaciones literarias para este verano por si alguna os pudiera ayudar a disfrutar de ellas, además de que os acompañen a la hora de mitigar este calor estival.

Antes de que partáis de vacaciones, quiero traeros algunas recomendaciones literarias para este verano por si alguna os pudiera ayudar a disfrutar de ellas, además de que os acompañen a la hora de mitigar este calor estival.

79 PARK AVENUE
Harold Robins
Ed. Quaterni, 2010. 416 págs.
Novela realista
79 Park Avenue es la dirección de una Agencia de Modelos. Pero tras esa inocente fachada se oculta el prostíbulo más lujoso de Nueva York, una agencia de contactos muy especial para un público muy especial: hombres poderosos dispuestos a pagar hasta 1.000 dólares por unas pocas horas en compañía de las más bellas mujeres. Al frente del negocio se encuentra Maryann Flood, una mujer bella, atractiva y muy inteligente que lo tiene todo para triunfar y sin embargo se ha visto obligada a sobrevivir en un mundo depravado y banal, un mundo corrupto del que nunca pudo escapar. Atrás quedó su verdadero nombre, Marja, como atrás quedaron los años 30, posteriores a la gran depresión, tiempos difíciles en los que el hambre, la pobreza y el desempleo vieron crecer a la exuberante adolescente de ascendencia polaca.

EL CEBO
José Carlos Somoza
Ed. Plaza y Janés, 2010. 496 págs.
Novela de intriga
Madrid. Un brutal atentado terrorista. Un futuro desolador. El Espectador, el mayor y más salvaje homicida de todos los tiempos, anda suelto. La policía va en su búsqueda. Los métodos policiales han cambiado. La tecnología no funciona. Tiene que buscar dentro, en la mente, en los deseos del asesino. Para ello utilizan cebos, expertos en conductas humanas, entrenados para conocer las filias de los delincuentes y manipularlas a través de máscaras. Diana Blanco es la mejor, la más preparada, la única que puede atrapar al Espectador. Cuando la protagonista descubra que su hermana ha sido secuestrada por el asesino, iniciará una carrera contrarreloj para salvarla que la conducirá a la guarida del monstruo. A partir de este momento se desencadena un trepidante juego de sospechas que la llevará a un sorprendente final lleno de acción y erotismo.

CONDICIONES NERVIOSAS
Tsitsi Dangarembga
Ed. Icaria, 2010. 328 págs.
Novela realista
Como todas las niñas de su aldea en la Rhodesia de los años sesenta, Tambú tenía ante ella un destino tan triste como inevitable: trabajar en el campo, criar hijos… Pero a esta joven llena de confianza en sí misma se le presenta una oportunidad de oro cuando muere su hermano mayor y consigue una plaza para estudiar en la misión que dirige su tío. Tambú no tarda en darse cuenta de que no todo es tan hermoso como parece. Su prima Nyasha, que volvió de Inglaterra llena de ideas propias, acaba cediendo a la voluntad de su padre. Y su adorado tío Babamukuru no es tan diferente de los patriarcas de la tribu: en sus manos, la cultura es otro instrumento de poder. Tambú comprende que la promesa de educación no es más que un espejismo si deja que su condición de mujer le impida conseguir sus sueños. Llega el momento de decidir si quiere ser ella misma... aunque tenga que desafiar al mundo.

LA CURANDERA DE ATENAS
Isabel Martín Cordero
Ed. Temas de hoy, 2010. 352 ppágs.
Novela histórica
Siglo v a. C. Helena, hija del filósofo Empédocles, es secuestrada en Sicilia y, tras un largo viaje, vendida en Atenas a Aspasia de Mileto, amante de Pericles. Allí conocerá a Hipócrates, uno de los más afamados médicos de la antigua Grecia, cuya sabiduría ha llegado hasta nuestros días. Junto a él se introducirá en el mundo de la sanación y del verdadero amor. De esclava a hetaira, de hereje a curandera, el personaje de Helena nos muestra en esta novela el momento cumbre de la Atenas clásica, una ciudad por la que en este periodo desfilan los más ilustres filósofos y donde la democracia siembra sus primeras semillas. Novela que narra los inicios de la medicina a través de un personaje sensual y fascinante.

LA FUENTE DE LAS SOMBRAS
Antonio Plaza
Ed. Vía Magna, 2010. 400 págs.
Novela de intriga
Tres mujeres que sufrieron por amor en siglos diferentes, pero misteriosamente unidas por el hilo de un mismo destino, a través del tiempo y de la Ciudad Eterna, donde la antigua tumba de Cecilia Metella y la Fontana de Trevi ocultan una incógnita que desvelará un final impresionante e inesperado. En la antigua Roma, durante el siglo I a. C, mientras Julio César, Pompeyo y Craso se enfrentan por el poder de la República, dos jóvenes viven un amor imposible en un mundo en el que todo los separa. Sus almas lucharán por unirse más allá del tiempo. Mil ochocientos años después, en el siglo XVIII, un desconocido arquitecto recibirá del Papa Clemente XII el encargo de realizar una gran obra para la ciudad de Roma, la Fontana de Trevi. Una atractiva y misteriosa mujer alterará su destino. En la actualidad, una joven viaja sola, sin sospechar que su vida está a punto de dar un sorprendente giro que la cambiará para siempre.

LA GARDENIA BLANCA DE SHANGHÁI
Belinda Alexandra
Ed. Martínez Roca, 2010. 608 págs.
Novela de aventuras
En la pequeña ciudad china de Harbin, Anya Kozlova, una niña de trece años, vive rodeada del amor de sus padres, unos inmigrantes rusos que huyeron de su país tras la revolución bolchevique. Sin embargo, pocos meses antes del final de la segunda guerra mundial, su padre fallece en un trágico accidente y su madre, Alina, es deportada por las autoridades chinas a un campo de trabajo en Siberia. Sola, desesperada y sin ningún otro familiar al que recurrir, Anya se verá obligada a emigrar primero a Shanghái —una glamurosa ciudad en la que trabajará en la sala de fiestas más famosa del momento— para luego marcharse a la isla filipina de Tubabao, donde se encontrará con otros refugiados rusos, y, desde allí, preparar su posterior partida a la Australia de los años cincuenta, donde, tras muchos esfuerzos, logrará el éxito y reconocimiento personal. Testigo de una época dura, apasionante y decisiva en Europa y en el mundo, recorreremos con Anya continentes, países, paisajes y culturas, la veremos enamorarse, casarse y perderlo todo y asistiremos, también, a su lucha por responder a la única pregunta que da sentido a su vida, ¿qué le ocurrió a su madre?

HEIDEGGER Y UN HIPOPÓTAMO VAN AL CIELO
Thomas Cathcart, Daniel Klein
Ed. Planeta, 2010. 260 ppágs.
Literatura de humor
Aunque no te lo creas, te puedes reír hasta de la muerte. Los autores consiguen arrancarnos una carcajada en muy pocas líneas. Después de explicar la filosofía con mucho humor y reírse de los políticos en sus libros anteriores, ahora han decidido acabar con la idea de que nos tenemos que tomar la muerte muy en serio. Según ellos, como no podemos hacer nada por evitarla, es mejor reírse de ella. Con su estilo habitual y mezclando citas filosóficas de los pensadores más elevados con chistes surrealistas, nos hacen ver la muerte y todo lo que la rodea en nuestra cultura occidental desde una perspectiva muy, muy diferente.

LO QUE NO SUPE DECIRTE
Elizabeth Nunez
Viceversa editorial, 2010. 300 págs.
Novela realista
Ana, editora de gran prestigio en Estados Unidos, es la hija única de una familia caribeña de clase alta. Anna regresa de vacaciones a la isla donde nació y es entonces cuando afloran las diferencias generacionales y culturales que la han ido separando de sus padres. Aun así, Anna luchará por salvar ese abismo... Con gran destreza literaria y una exquisita habilidad para construir personajes universales, Elizabeth Nunez nos ofrece un relato que explora nuestros anhelos por pertenecer a una comunidad, y ahonda con belleza en la complejidad de las relaciones entre padre e hija, entre madre e hija y entre marido y mujer.

¡SIGA A ESE TAXI…! QUE LLEVA UNA HISTORIA
Marta García Aller
Plataforma editorial, 2010. 176 págs.
Cuentos y relatos
Viajar en un taxi que lleva una buena historia es como desnudar la ciudad en movimiento. Sólo hay que dar con el taxista dispuesto a confesar esos secretos que ha visto, oído y callado al otro lado del retrovisor, cuando la vida cree que nadie la ve. Da igual que por la ventanilla se vea el Raval barcelonés, la Torre del Oro o los túneles de la M30, porque el verdadero escenario está dentro, junto al volante. La puerta de atrás abre el telón: travestis majetes, canas al aire, estresados de sí mismos, don nadies de Armani, niñatos de fiesta, putas decentes, guiris borrachos, señoras sin rumbo, cuernos con propina y, si al volante va un tío con suerte, puede que hasta entre una mujer bonita que esa noche no quiere dormir sola y le sonría a ver qué pasa.

TRES MANERAS DE VOLCAR UN BARCO
Chris Steward
Ed. Salamandra, 2010. 192 págs.
Literatura de viajes
Todo comienza de forma fortuita cuando una amiga le ofrece un trabajo tentador: ser el patrón de un velero para navegar en las islas griegas. La propuesta parece un sueño hecho realidad, si no fuera por un pequeño inconveniente: Chris no ha navegado en su vida, ni sabe por dónde empezar. Con abundantes dosis de ingenio e hilarante autocrítica, Chris narra su iniciación a la vela, desde un neblinoso puerto de la costa inglesa hasta su particular odisea por aguas mediterráneas rumbo a la isla de Spetses. Y como guinda, una inolvidable peripecia a través del Atlántico Norte por la ruta del legendario explorador escandinavo Leif Eriksson.

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lunes, 5 de julio de 2010

El recodo del río


Con mis deseos de que el agua de ríos y mares refresque vuestro cuerpo y purifique vuestra alma, os deseo buena noche y que os guste mi última pequeña creación.

Aquel último recodo del río sería para siempre especial en la vida de Anastasio, Tasio. Desde aquella tarde veraniega, en la que el cielo pintaba su azul de pequeñas nubes recordaría cómo encontró lo que tantas veces había buscado en sus periplos por caminos y veredas.
Y, sin embargo, muchos otros dirían que tampoco era para tanto. Total un simple guijarro, un trozo de piedra negro.
Pero él supo en aquel mismo instante que era mucho más que una forma informe, que un despojo aluvial. Supo que era una fuente de calor, una textura amiga.
Y el caso es que no lo eligió de manera consciente. Se había acuclillado persiguiendo el roce del agua lamiendo sus manos, anhelando que se le llevara las asperezas, las rugosidades de su alma. Había cerrado los ojos, se había dejado invadir del efecto purificador de la impetuosa corriente hasta que algo tropezó con ellas.
Tasio siempre fue una persona inteligente, racional, con mente de matemático pero, no por ello, dejó nunca de querer escuchar la voz de la magia.
Le gustaba imbuirse de la sabiduría auténtica de las gentes sencillas, sabía prestarles toda su atención y atesoraba leyendas, historias y consejos venidos de muy lejos en el tiempo.
Decían de él, quienes le conocían y querían, que era un ser comunicativo, que sonreía con la mirada, que te hacía sentir bien. Mas su interior se poblaba a veces de sombras, sombras que se apoderaban inmisericordes de aquella luz que regalaba a quienes se cruzaban en su deambular cotidiano.
Pudo haber cedido al azar y haber dejado pasar la piedra, igual que había dejado pasar a unos pececillos que se colaron por entre sus dedos y, no obstante,se aferró a ella, como lo hace el bebé al pecho de su madre.
La extrajo de la corriente, la palpó, la recorrió,paseó sus yemas por cada uno de sus milímetros. No era muy grande pero la porosidad de su pátina la hacían agradable en su tocar. Ya vislumbraba dónde la colocaría, cerquita de su almohada. Comprendió que velaría sus sueños y que ya no estaría solo, que sus noches no se compondrían nunca más de eternos vacíos.
Sin apenas darse cuenta, el ocaso se quedó en silencio, la música de la naturaleza circundante había enmudecido. Por primera vez era esencialmente dichoso. Y…
¿Qué hacer después? Continuar el plan previsto? Sus amigos le aguardaban ajenos a semejante milagro entre risas y sorpresas de imágenes extrañas compuestas de babosas,saltamontes, grillos y mariposas que parecían marchar a una fiesta, un encuentro de diminutos alegres con planes de baile..
No habían percibido la transformación de Tasio, si bien empezaban a impacientarse por su demora. La cena les esperaba,un despliegue de manjares deliciosos.
Se obligó a retroceder, a recorrer La pendiente que le separaba de la realidad. Se guió por las voces próximas, no quería aún que viniesen a buscarle, se aferraría al suelo, a las raíces de castaños y chopos cercanos.
Y es que, desde que llegó a aquel pueblo había dejado a su fiel ayudante, su bastón blanco, en la habitación de la fonda. Cedería sus ojos a los brazos de los amigos que le habían invitado a aquel encuentro, se entregaría a su auxilio.
-¿buscas algo?
-No, gracias, puedo ir solo. Pero, ¿quién eres? Tienes una voz bonita.
-Vaya. Vuelvo a mi sitio. El agua es mi lugar. ¿Sabes cuál es el tuyo?
-Qué palabras más extrañas pronuncias con esa dulzura.
-Tal vez tú puedas saber quién soy.
-No, no sé.
-Y, pese a ello, has sabido coger un tesoro. No digas que no sabes. ¿Me darías algo que me pertenece?
-¿Cómo puedo tener yo algo tuyo si nunca nos hemos visto.
-El río es mi hogar y sus guijarros las cuentas de mis collares.
-Entonces… ¿eres acaso una ninfa?
-Soy elusinda, la de los cabellos de oro y sonrisa de nácar. Dame esa piedra que has encontrado y yo, a cambio, te regalaré la pluma de mi cisne favorito. Ella te hará cosquillas para que rías con la risa de los niños, para que pintes palabras de colores, para que crees universos de fantasía.
-¿Y te acordarás de mí cuando esté solo? ¿Velarás porque alguien quiera sostener mi ceguera?
-Eso ya lo tienes. No estás solo. Tu ceguera es luz para muchos. Y si no, no tienes mas que escuchar a ellos que te aguardan. Vamos, ve con ellos.
Tasio nota, al entregar la piedra, un roce de brisa tintineante mientras que en el río se escucha un chapoteo adornado de espuma.
-¡Tasio, vamos; que se nos hace tarde! No, no subas solo. Ten cuidado, no te acerques ahí.
Un gruppo de urbanitas se dirige a cenar, cada uno poseído de sentimientos dispares. Lo que todos ignoran es que para nuestro protagonista, aquella noche será inolvidable y aquel recodo del río siempre permanecerá en su retina.
¿Y elusinda? Elusinda ha hecho algo prohibido: se ha enamorado. Entregando aquella pluma de cisne, se ha arrancado parte de su corazón. ¿Sabrá Tasio conservarlo? ¿Valorará realmente lo mucho que posee?





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