jueves, 30 de abril de 2009

Historias de la vida

Quiero compartir con vosotros y vosotras un hecho que, para mí, hoy ha supuesto una enorme emoción y por ello quedará grabado en mi memoria. Cómo no, estoy seguro de que quienes os pasáis por aquí os váis a alegrar por ello, así que aquí os lo pongo.
Resulta que se ha leído, por haber sido elegido como ganador de la semana, el relato que os pego más abajo en un programa de radio a nivel nacional.
Os pongo el enlace para que lo podáis, también vosotros, más bien vosotras, escuchar. Para ello pinchad en el título de la entrada y buscad concurso literario, pone la fecha de hoy y mi nombre. Espero que no tengáis problema para abrirlo.
Me gustaría saber poner el archivo mp3 directamente en el blog para que fuese más directo, pero no sé, así que… En fin, lo importante es que os guste.
Si lo escucháis sabréis en qué consiste la mecánica del concurso.
Buen fin de semana largo y felicidades para las madres, mis mamis que por aquí dejáis vuestra huella.



Mi historia es la de un viaje, uno de esos periplos que, a las personas que ven, se les queda impreso en su retina y a quienes, como yo, están privadas de visión, permanece en los pliegues de la memoria de forma imborrable.
Se trataba de homenajear a Louis Braille, el inventor del código de lectura y escritura en puntos salientes para ciegos, con motivo de que 2009 es el bicentenario de su nacimiento, gracias al cual alguien como yo puede disfrutar de la luz del conocimiento y la cultura.
Además de visitar los territorios en los que él vivió y desarrolló sus actividades (su casa natal, su pequeño pueblo, el colegio donde estudió, el lugar de su enterramiento); lo que me llevó a ese viaje fue el aspirar a sentirme más cerca del genio, una persona humilde, acosada por la enfermedad desde niño y que, sin embargo fue capaz de sobreponerse a ella y dejarnos una lección de vida que en su sencillez se encierra la grandeza de lo legado.
Querría ser capaz de transmitir la emoción que uno siente al estar allí: percibir los sonidos de la naturaleza que le rodearon, tocar las tablillas con tachuelas que su padre le construyó con letras mayúsculas en relieve para que aprendiese, estar a los pies de su humilde sepultura, pasear por donde él paseó.
Cuando a mí la ceguera me llevó a no poder leer durante un tiempo y descubrí que podía hacerlo a través de unos puntitos mágicos el mundo volvió a abrirse de nuevo. Recuerdo el esfuerzo que me supuso adiestrar el tacto, pero cuando, ya licenciado en braille, comencé la novela de Julio Verne “Miguel Strogoff” sentí que volvía a ver. Y todo gracias a un señor del que entonces no conocía nada, pero que soñé con que un día me acercaría a él y a su universo.
La tenacidad, la sencillez, el sobreponerse a la discapacidad, el deseo de ir más allá fueron algunos de sus adjetivos y yo quise hacerlos míos.
Os lo aseguro: se puede, merece la pena. Estoy seguro de que lo poco que yo pueda aportar servirá para dejar una huella que otros puedan seguir. Éste será mi mayor reconocimiento, no sólo a Louis Braille, sino a mis padres que me educaron en la constancia, el esfuerzo y el mirar hacia adelante con ilusión y confianza.
No os negaré que es fácil, que a veces el desaliento quiere adueñarse de mí, pero el tener presente al joven Louis, el saber que si otros se superan, hacen cosas, yo también puedo hacerlas. Es muy hermoso pensar que me puedo valer, con la ayuda de muchas gentes buenas, con mi bastón blanco, con nuevos dispositivos, comprender que soy valorado por las pequeñas cosas que consigo.
¿Y la recompensa, el premio? El tener una vida como la de cualquier otro ciudadano, participar de actividades y sentirse querido, a veces, incluso admirado. ¿Qué más puede uno pedir?
Louis braille nos señaló el camino, nosotros, simplemente, debemos transitar por él.

Alberto Gil Pardo

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miércoles, 29 de abril de 2009

Definición de valentía

No sé quién fue capaz de escribir esta maravilla, pero define muy bien tantas cosas…
No he podido resistirme a compartirla con vosotros.
Pues eso…



La valentía no es el roble majestuoso que ve ir y venir las tormentas; es el frágil botón de una flor que se abre en la nieve.

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Recomendaciones narrativas de abril

Termina abril y aquí estamos de nuevo trayendo librillos que puedan acompañaros. Sin duda que habréis visto muchos estos días, por aquello del Día del libro y ferias sucesivas, pero éstos son los que a mí me han parecido más interesantes de lo que he podido ver por ahí.
Dos ambientados en Barcelona para que Merceditas y Pierre no se quejen. Uno dedicado a Quevedo, el poeta colgado de mi entrada del otro día. Y otros protagonizados por mujeres aventureras, cómo no.
Que os aprovechen…



EL ANTICUARIO
Julián Sánchez Romero
Roca Editorial, 2009. 480 págs.
Enrique Alonso, escritor, recibe una carta de su padre adoptivo, Artur Aiguader, un conocido anticuario de Barcelona. En ella, éste le relata el hallazgo de un antiguo manuscrito redactado en latín y catalán que parece ponerle sobre la pista de una joya de un pasado remoto. Por desgracia, Aiguader no verá cumplido su sueño de encontrarla pues será asesinado. Alonso se trasladará a Barcelona con el objetivo de desvelar la incógnita del manuscrito, localizar la joya y resolver el asesinato.

EL CANADIENSE
Juan Fernández Sánchez
Pre-Textos, 2009. 236 págs.
Con una fotografía aparecida en un periódico escocés con un siglo de antigüedad como única pista, un profesor hastiado de su felicidad rutinaria y su vida previsible, decide poner tierra y tiempo de por medio e indagar qué le ocurrió al joven de la foto, su propio abuelo. Durante el proceso, irán apareciendo como paisanaje al fondo, un rey borbónico, un espadón con ínfulas de salvapatrias, ministros veleidosos, un diplomático compañero de viaje, aristócratas de diverso pelaje, anarquistas irredentos, mujeres amnésicas y una puta de lujo digna de mejor suerte. Con cien años de dilación, el esforzado investigador acabará descubriendo los perversos efectos del eco de la memoria.

CAUTIVA EN ARABIA
Cristina Morató
Ed. Plaza Janés, 2009. 415 págs.
Marga d’Andurain, nacida en Bayona en el seno de una familia de la burguesía vasca, tuvo una vida absolutamente novelesca. Vivió en Argentina, y tras la Primera Guerra Mundial se trasladó con su marido a El Cairo. Desde entonces espió para los británicos, regentó un hotel en Siria, se propuso ser la primera occidental que entrase en la Meca, fue encarcelada en un harén, traficó con opio en el París de la ocupación nazi y acabó sus días de la misma forma en que vivió, cuando se disponía a embarcar en su última gran aventura en el Tánger de finales de los años cuarenta. Gracias a la estrecha colaboración de Jacques d'Andurain, hijo de Marga, Cristina Morató ha podido reconstruir la extraordinaria historia de esta mujer vasca adelantada a su tiempo.

CHIQUITA
Antonio Orlando Rodrigo
Ed. Punto de Lectura, 2009. 672 págs.
Espiridiona Cenda, una joven cubana de sólo veintiséis pulgadas de estatura, llega a la Nueva York de fines del siglo XIX con el deseo de triunfar como bailarina y cantante. Esta biografía imaginaria de un personaje real recrea con libertad y una fabulación ilimitada las aventuras y desventuras de Chiquita, una mujer seductora e independiente que llegó a convertirse en una de las celebridades mejor pagadas de los teatros de vaudeville y las ferias de su tiempo.

EL CORAZÓN DEL HÉROE
Juan José Flores
Ed. Alfaguara, 2009. 232 págs.
Después de haber despertado de un coma del que nadie esperaba verle salir, Lino retoma su vida normal como vigilante en un local de espectáculos de magia. Cada noche, tras aguardar el regreso de su amada Milena, se ve asaltado por un sueño que no alcanza a comprender. Lejos de la rutina, Lino vive cada noche una vida intensa y diferente, la de un valiente general macedonio del ejército de Alejandro Magno. ¿Se trata del recuerdo de una existencia anterior, o es sólo el anhelo de la vida que le habría gustado vivir? Una enigmática enfermera le ayudará a descubrir el secreto que devolverá la paz al corazón del héroe.

GOLPE A VENECIA
Manuel Ayllón
Ed. Styria, 2009. 400 págs.
Francisco de Quevedo, además de poeta y prosista, desempeñó un papel fundamental en la España de Felipe III, donde destacó como uno de los cerebros del espionaje europeo. Amigo de correrías del duque de Osuna, acompañó a éste en sus años italianos, en los que fue virrey, primero de Sicilia y más tarde de Nápoles. Mientras Osuna ejercía estos cargos, con la ayuda de Quevedo armó una escuadra corsaria que le permitió controlar gran parte del Mediterráneo. Quevedo fue, además, el artífice de diversos pactos de los españoles con los piratas berberiscos, que tenían por objeto cercenar el poder marítimo y económico de Venecia. La República de la laguna se convirtió en el gran objetivo del duque Osuna, quien para defender las posesiones de Felipe III en Italia, confió a Quevedo en 1618 una operación secreta para que Venecia pasase a manos españolas…

LA MUJER DE VERDE
Arnaldur Intridason
RBA editores, 2009. 297 págs.
Unos obreros de la construcción en Reykjavik descubren una tumba mientras trabajan. Años antes, esa parte de la ciudad era todo colinas, y Erlendur y su equipo esperan que sea un caso típico de desaparición. Quizá alguien una vez se perdió en la nieve y ha permanecido enterrado durante décadas, pero las cosas nunca son tan sencillas. Mientras Erlendur atraviesa problemas familiares, su caso desentierra muchos otros relatos de dolor familiar.

NADIE ES MÁS DE AQUÍ QUE TÚ
Miranda July
Ed. Seix Barral, 2009. 224 págs.
En estos relatos protagonizados por personas aparentemente ordinarias que viven vidas extraordinarias, la autora revela como un instante puede cambiarlo todo. Una chica da clases de natación a un grupo de señores mayores sin más agua que la de una palangana; una mujer está en la cama, inmóvil, al lado de su marido; las pausas de un profesor en la pizarra... Y de repente la monotonía de la vida diaria es interrumpida por algo completamente inesperado, configurando de nuevo el mundo y abriendo nuevas posibilidades. Miranda July es una autora con una voz y un mundo únicos, llenos de ternura y sorpresa.

NO HAY QUE MORIR DOS VECES
Francisco González Ledesma
Ed. Planeta. 464 págs.
Una niña que vive aislada en una casa que recibe demasiadas visitas, un hombre que acepta el encargo de volver a matar, una novia que dispara a su prometido en plena boda. ¿Tienen algo en común estos crímenes? Tras este comienzo que nos deja sin aliento, se desgranarán todas las pruebas y seguiremos todas las pistas a través de las calles de Barcelona en esta novela apasionante que descubre el alma del asesino. La vida y la muerte conviven en esta trama adictiva, que se convierte en un reto para el lector, demostrándose que la línea entre ambas es más fina de lo que parece.

LA SEDA NEGRA
Rafael Dezcayar
Ediciones Destino, 2009. 250 págs.
En un afamado establecimiento de Bruselas tiene lugar el robo de una preciada alfombra originaria de Nagorno Karabaj, así como el apuñalamiento del propietario, que se negaba a venderla. La acción nos lleva en seguida a la abigarrada ciudad de Bakú, enclave de las nuevas rutas de la seda –los oleoductos de petróleo y gas– y sede de un gobierno dictatorial que está siguiendo la pista de la alfombra, una pieza única y enigmática que por sí sola podría encender el avispero del Cáucaso.

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Carta de Pierre d’Armagnac

Uff, por fin llego a casa. No sé si abra el buzón, total para qué. Más papelotes de propaganda,facturas y recibos de banco. Total para ver cómo mi cuenta bancaria va menguando. Y luego, además, he de escanearl todos esos papeles y que mi querido mr. Jawss, Marciano para vosotras, amigas, tenga a bien verbalizármelos de forma entendible.
Pero en fin… veamos.
Uy, si lo que estoy tocando es un rollo con su cinta y todo. ¿De quién vendrá? ¿Puede ser que sea para mí o se habrá equivocado el cartero? ¿qué me dirá? Desde luego que el papel es de los buenos, más bien parece pergamino.¡Ana, si la tinta se puede tocar y todo! A ver, a ver…
Para maese Alberto
De tu siempre servidor Pierre d’Armagnac.
Vaya, vaya, si es Pierre que me escribe. ¿Cómo lo habrá logrado esta vez después de la otra ocasión en la que se me apareció en sueños?



Estimado maese Alberto:
Una vez más reclamo tu atención, después de que tú dieses, a la luz, mi historia. Gracias por hacerlo de forma tan elegante y por haber callado aqellas cosillas que a alguna dama pudiese haber ofendido.
¿Te preguntarás cómo he logrado que ahora estés tocando mis palabras? Es muy sencillo. Sabes que de mi país surgieron aquellos hombres preclaros que creían en que los ciegos podían hacer algo más que mendigar. Pues un antepasado de aquel Valentin Ahüy fue compañero mío de batallas y él me trae ahora la inspiración y la magia que han fabricado esta tinta legible.
Pues bien, caro amigo. He de decirte que desde que mi historia salió en tu gaceta la paz de mis días se ha visto alterada por atenciones nunca prestadas, gentes hay que me hablan, que quieren oirme y se mofan, claro, porque yo no respondo.
¿Y sabes por qué no lo hago? No por descortesía o falta de galantería, que esto nunca puede decirse de un gallardo galo.
Es que a mi alrededor hay cada vez más ruido y aprendí a lo largo de mis batallas y pendencias que saber distinguir el ruido de la melodía de una voz amiga era esencial para ser sabio. Los años me han hecho sabio y he llegado a lograr esa cualidad. ¿Y sabes cuál es la única voz amiga que tengo cerca? Sí, lo has adivinado: es la de la hermosa Mercedes, bueno ahora Merceditas. Fíjate que ya nos tuteamos y que ella me dice Pierrot.
Hablamos de ti, claro, no creas que demasiado; hablamos de historias; hablamos de vida.
Se me acaba ya el saquito de esta tinta mágica y casi no te cuento el motivo de esta carta.
Es que, pasó otra hermosa mujer que dijo ir camino del mar proveniente de Castilla y lo hizo con una escoba mágica. Vino volando y antes de seguir viaje me emplazó a que os reunieseis en una taberna a orillas del mar.
Dijo que era un sitio al que tú irías encantado, que en él se contaban historias de libros pintados, hazañas de aventureros y se compartían brindis, a los que _dijo_ tú eras muy aficionado.
Así nos podremos conocer de mano a mano la sin par Merceditas, este pétreo tu amigo y otras bellas personas. Me piden que confirmes tu asistencia, aunque se cree que ya la das por confirmada, dado tu espíritu.
Deben preparar la escena, las viandas y la música. Parece que se celebrará el comienzo de algo único. Un francés no puede perdérselo, me apearé de mi sitio real y allá que iré.
No faltes, amigo. Gentes buenas te aguardan.

El final casi no pude leerlo, pues apenas distinguía los trazos marcados, pero me emocionó saber que alguien pensaba en mí, que se preocupaban de la amistad y que la magia iba a ugar su papel una vez más.
¿En qué acabaría todo aquello?

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lunes, 27 de abril de 2009

taberna

Cuántas historias no se han creado alrededor de estos establecimientos. Seguro que nos hace evocar a aquellas historias de piratas y noches invernales ahogadas en ron. ¿Y las tabernas de los puertos?
Veamos alguna cosilla sobre la palabra.



En tiempos de Horacio, una taberna, palabra de origen etrusco, era en latín una cabaña construida con tablas, pero más tarde, fue también un comercio, una tienda. En Cicerón, taberna aparecía con el sentido de ‘palco del Coliseo’, mientras que para el poeta Sexto Propercio, anterior en algunas décadas, designaba un prostíbulo.
En castellano, la palabra está registrada desde comienzos del siglo XIII, en los poemas piadosos de Berceo. En Don Quijote, cuatro siglos más tarde, aunque aparece una única vez, ya tenía el sentido de mesón, posada o almacén de venta al público:
--Lo mejor es que no corran --respondió otro--, porque el flaco no se muela con el peso, ni el gordo se descarne; y échese la mitad de la apuesta en vino, y llevemos estos señores a la taberna de lo caro, y sobre mí la capa cuando llueva.
Sin embargo, el significado original de taberna como ‘choza’ dejó su rastro en español en contubernio, que inicialmente significó ‘convivencia en una misma choza’. En su primera edición, en 1729, el Diccionario de la Academia define contubernio como “convivencia con otro o con otra persona amistosamente”, pero enseguida precisa que “se toma regularmente por cohabitación ilícita o amancebamiento”.
Hoy esta palabra se usa más en política, con el sentido de ‘alianza indebida o vituperable’.

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Una web sobre Astronomía

Por si os interesa el tema, más este año dedicado a las estrellas y demás.
Yo creo que me haorraré la visita, pues las estrellas las suelo ver cuando me choco con las paredes o me pillo el dedo. ¡Y no veáis la de colores que les veo! Ahora que…



La Unión Astronómica Internacional (UAI), una organización que reúne a más de 10.000 astrónomos de todo el planeta, ha lanzado el 'Portal al Universo' con motivo del Año Internacional de la Astronomía. Se trata de una web con la que esta organización pretende informar sobre los últimos grandes avances en la investigación del cosmos.
Para esto se valen no sólo del clásico formato texto, sino de vídeos, blogs, imágenes, y varias aplicaciones que permiten obtener datos casi en directo, como fotografías del Sol, la posición de las naves espaciales o información de los telescopios. Además, contiene un servicio de RSS para que aquellos internautas que se suscriban puedan estar informados de cada actualización de la web.
El director del proyecto, Lars Lindberg Christensen afirmó que la creación de este portal obedece a la necesidad que tienen los astrónomos de tener toda la información reunida en un solo sitio y que sea fácilmente accesible. Además, pretenden añadir materiales educativos y direcciones interesantes como clubs astronómicos, planetarios, y observatorios.
Según Lindberg Christensen, "esta web proporcionará un único punto de entrada a las estrellas y a las galaxias".

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Un poeta colgado

Imaginaos al personaje: con su capa, sus anteojos, su mirada afilada de burlón impenitente… Imaginaos la situación: una noche en el Madrid de los Austrias, en sus callejuelas, con las luces de gas y los duelos prestos a rozar la espada. Imaginaos la comicidad de este hombre colgado… parece más propio de sus sonetos y picardías de aquel su Buscón llamado don Pablos.
Imaginemos…



Cierta noche en la que paseaba Quevedo por la ciudad, en su trayecto, una bella mujer asomada a un balcón le refería bellas palabras insinuándose. Lo que no sabía Quevedo era que se trataba de una broma, al estar la mujer rodeada de amigos escondidos tras ella.La situación se fue animando y finalmente Quevedo accedió a subir al balcón por medio de una polea que había. Obviamente, eran los amigos de la mujer los que izaban la cuerda. A mitad del ascenso, los bromistas dejaron colgado al ilusionado poeta y empezaron a reírse y burlarse de él. Fue tal el ajetreoque motivó esta situación que los viandantes se paraban a ver tan cómica y grotesca situación. Este alboroto alertó a la guardia nocturna, quienes se personaron en el lugar para poner orden. Al contemplar el panorama, preguntaron:-¿Quien vive?Quevedo, siempre con sus oportunas respuestas, respondió sin inmutarse:- Soy Quevedo, que ni sube, ni baja, ni está quedo.

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domingo, 26 de abril de 2009

Te espero aquí

Evidentemente no es mi voz la que pronuncia estas hermosas palabras, pero sí soy yo quien querría haberlas escrito para transmitiros mis deseos. Esto es lo que querría que fuese Tiflohomero y, claro, su creador, para vosotros y vosotras.

Del disco “Te espero aquí” de María Villalón.
Como siempre, para escucharlo pinchad en el título de la entrada. Si alguien se ofrece voluntario o voluntaria, me podéis describir las imágenes.
Feliz domingo y lo dicho…



Cuando notes que del cielo caen espinas de hielo y los labios te sepan a hiel, cuando todo es tan oscuro que no encuentras el futuro, cuando el alma se vuelve un papel. Cuando notes que el silencio te congela por dentro y no puedas luchar contra él, cuando el mundo de tus sueños se vuelva tan pequeño que no te roce siquiera la piel... Entonces, vente aquí, que yo sabré parar el tiempo en tu reloj. Pondré alegría donde crece tu dolor. Sabré curar tus alas para que puedas volar. Te Espero Aquí. Seré tu luna llena, tu locura y tu razón Calentaré tu vida con mi ardiente corazón y cerraré las puertas para siempre a tu soledad. Cuando sientas ese peso que te hunde en el suelo, y existir ya no tenga valor. Cuando todo este vacío, cuando el fuego se haga frío, cuando pierda la fuerza tu voz. Cuando sienta que tu vida es un barco a la deriva, una casa sin luz ni calor. Cuando quieras una mano para unirla con tu mano. Cuando quieras cambiar tu canción. Te Espero Aquí...


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sábado, 25 de abril de 2009

La cita

Iba a ser una tarde de sábado más. La rutina del paseo, tomar algo con los amigos de turno y dejarse llevar. Iba a ser otro de esos días en que no pasa nada, pero…
Sonó el teléfono.



-¿A que no sabes quién soy?
Leches, ya empezamos con las adivinanzas y mira que me joroban estos jueguecitos. ¿Cuelgo o le mando a la mierda?
-Oye, oye. No me cuelgues, que soy Esther. ¿Recuerdas? Me diste tu número de teléfono y te ofreciste a hacerme de cicerone por los madriles. Así que te he tomado la palabra y aquí estoy.
¡Anda, si ya no me acordaba!
-¡genial, Esther! No pensé que te atreverías a venir. ¿Y si luego resulta todo un chasco?
-bueno, pues si así es, al menos me habré dado una vuelta por la capi.
-Vale, vale. ¿Nos vemos entonces de aquí a media hora en la esquina de Mayor, en una pastelería que se llama La Mallorquina?
-ah, es buen sitio, con lo que me gustan a mí las ensaimadas. Seguro que no me voy a arrepentir.
-claro, tú sabrás cómo me identificas. Porque como tenga que ser yo quien te vea… mal vamos.
-jeje. No te preocupes. Aún te recuerdo y además tu bastón y tus fotos de algo valdrán
-Un besito y hasta luego. Que me alegro mucho de que hayas venido.
Bueno, bueno. ¡Qué ilusión! quedar con esta chica después de tanto tiempo. ¿Qué voz tendrá?
Y para allá que me fui. Pensé en dónde llevarla, en contarle cosas curiosas y luego invitarla a comer.
Pero resultó que ella ya conocía Madrid, que en realidad a lo que había venido era a estar conmigo. A mí. Esto casi me dio miedo. ¿Me habría traicionado mi intuición de cegato? Es que ya me lo dice todo el mundo… “ten cuidado con quién vas…”
Hablamos, compartimos recuerdos y confidencias.
Evocamos el día en que nos encontramos en aquella tienda de suvenirs. Yo queriendo comprar una maqueta de la catedral para hacerme una idea de cómo era y ella buscando un regalo para llevar a su novio, también ciego. Me preguntó mi opinión de qué podría gustarle más y empezamos a hablar. Nos intercambiamos direcciones de correo y números de móvil. Cómo pasados unos días, recibí en mi bandeja de entrada un mensaje suyo diciéndome lo bien que había quedado con la figura que le recomendé, la escultura de una mujer vestida con el traje típico de la ciudad y la música que la acompañaba.
El tiempo había pasado, habíamos seguido dándonos noticias y compartiendo, hasta llegar a alcanzar una sólida amistad y ahora volvíamos a reencontrarnos después de aquel fugaz instante.
Nos sentamos en una agradable cafetería. Hicimos el pedido y, por fin, ella me dijo:
-Bueno, la cuestión es que necesitaba tu consejo y lo necesitaba recibir de viva voz, cara a cara. Viendo tu mirada. Luis, aquél que entonces era su novio y con el que ahora mantenía relación estable de pareja, ha diseñado un invento revolucionario, pero para ello necesita alguien dispuesto a ratificar su efectividad. Sabiendo de tus ganas de aprender y tu interés le dije que, yo podría conocer, a un voluntario de lo mejor dispuesto y como él ha puesto tantas energías, pues aquí que me he venido. Tú sabes lo que siento por él, lo mucho que admiro vuestra determinación, vuestro afán por ir más allá.
-Vaya, vaya, Esther: Sí que es un detalle por tu parte pensar en mí, Pero, a lo mejor no soy yo la persona indicada. ¿De qué se trata?
-Él lo ha llamado Simulador de realidad. No sé cómo se lo ha montado, pero lo cierto es que enchufas el invento a cualquier objeto y éste parece cobrar vida, se calienta y según de lo que se trate, puedes olerlo, escucharlo, yo qué sé. A mí me parece una pasada, claro qué no voy a pensar con lo que le quiero.
-Guau, parece muy interesante. ¡Genial!
De su bolso sacó los artilugios, retiró tazas y platos y se dispuso a hacerme la prueba.
-Mira, chico. Esto consiste en poner el objeto, en este caso, una flor artificial, sobre esta placa y darle al botón.
Se oye como un zumbido.
-Está cargando la memoria... Ya está.
Me quedé alucinado. El objeto, antes inanimado, ahora parecía haber tomado vida. Me lo acerqué y pude, con gran sorpresa, percibir una fragancia dulce, cálida. Me recordó a una rosa que me habían regalado cierto Día del Libro. Era increíble.
-¡Pero, Esther, esto puede ser maravilloso!
-Sí, mi Luis dice que para vosotros sería una buena solución y a lo mejor podría tener un mayor desarrollo para otras aplicaciones.
-bueno, pues por mi parte dale el diez. Gracias por haberme ofrecido el privilegio de ser el primero en probarlo, ojala que tenga el reconocimiento que merece, esperemos que encuentre quien pueda financiarlo. Ummm, ahora que me acuerdo. Yo conozco a la directora de marketing de una empresa con la que podríamos quedar.
-Entonces… _casi sin atreverse- ¿crees que puede servir?
-vamos. ¿Servir? Es lo que, al menos yo, he soñado tener desde que algún duende travieso se llevó mi vista, supongo que para jugar con ella. Lo que hará falta es que nos dejen utilizarlo, porque si ahora hay pegas para que toquemos, a lo mejor luego piensan las mentes lúcidas que nos queremos llevar lo que pongamos en el simulador. Y luego habrá que pelear contra la superstición y la ignorancia de muchos. Pero… no dejará de ser la misma historia de siempre.
Esther mira el reloj.
-Dios mío, si el tren me sale de aquí a media hora. Como no nos demos prisa lo pierdo.
Me resultó curioso esto. Media hora para quedar, media hora para despedirnos. Acaso, ¿el destino nos tendría preparada alguna otra coincidencia?
Lo cierto es que, al final, no fue un sábado más como me había temido. Nos despedimos al pie de la rampa transportadora. La próxima vez iría yo a visitarles.

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viernes, 24 de abril de 2009

Me saludaste y…

Querida amiga:

Una vez más te escribo, sabiendo el interés con que acoges mis noticias.
Quiero esta vez, al mismo tiempo, darte las gracias y pedirte perdón.
Espero que la primavera siga acompañando tus días con un sol cálido y una compañía que te invite a ese optimismo, hijo de la belleza del entorno, con sus colores y sonidos mágicos.



Bueno, el caso es que te quería agradecer que el otro día, cuando me viste por la calle, me saludases. No creas que es una tontería esto. Para mí, el que me digas algo cuando me ves, es porque deseas hacerlo de verdad, ya que sino quisieses podrías pasar de largo por delante de mis narices y no me enteraría. Entonces, por eso valoro tanto el que me dijeras “Hola, ¿ya vas para casa? Me hizo una enorme ilusión, aunque no lo creas.
Y yo, descuidado de mí, casi no te hice ni caso. Por ello, mil perdones.. Pensarías… ¡tan simpático como parece y ahora ni caso, qué desagradecido!
Peron no es eso, ni mucho menos. El problema es que los ciegos nos basamos en deducciones a la hora de saber con quién estamos y al saludarme tú fuera del entorno en el que habitualmente nos relacionamos, pues no supe que eras tú ni que eras a mí a quien te dirigías.
Eso es lo que sucedió. Si en vez de saludarme como lo hiciste, me hubieses dicho:
“Hola, soy la… ¿ya vas para casa?” y me hubieses tomado del brazo, entonces sí habría sabido quién tenía el gran detalle de alegrarme el día.
De todas formas, querida amiga; la próxima vez me fijaré más. Vaya, que estaré con la antena bien puesta para saber que eres tú. Siempre, claro, que te hayan quedado ganas de volver a decirme algo. Espero que sí.
En fin, éste era el motivo por el que hoy quise escribirte y hacerlo prontito para que despejases tu mala impresión del otro día. Estoy seguro de que lo entenderás. Son gajes del oficio. Es lo que tiene, ser amiga de cegatos. Jejeje.
Y, bueno. Esto es todo por hoy.
Que estés disfrutando de un bonito día.
Seguiré contándote de mis andanzas.
Hasta entonces, recibe un beso cariñoso plagado de amistad.


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jueves, 23 de abril de 2009

Habrá un día un libro

Sí, habrá un día un libro que...


No tenga hojas ni letras. Su contenido estará hecho de vida. Una vida que podrá ser comprendida por todos quienes lo lean, que podrá ser hogar de quienes deseen formar parte de su historia.Que para ser parte de él sólo habrá que querer sentir, ser capaz de entregar y entregarse.Un libro en el que las manos, los sonidos y el perfume llenarán su cuerpo de un mundo de sensaciones que llevarán lejos.En él podremos subirnos a ese barquito de papel que de niños construimos. Ser el palito de las piruletas. El flautista del bazar que, con su música atrae. La gabardina de ese detective que busca y encuentra. El patito feo que simplemente... es diferente...Habrá un día en que ese libro podrá ser leído por todos y a la vez formará parte de la mejor y más grande biblioteca, la de quienes soñaron con que los libros eran tesoros.¿Habrá alguien que quiera destruir ese libro, quemarlo? No, porque estará hecho de la mayor de las fuerzas: la energía de la amistad y la comprensión.

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miércoles, 22 de abril de 2009

Tiflohomero os regala un librillo

Cómo no, Tiflohomero desea sumarse a los actos del Día del libro. Y quiere hacerlo regalándoos uno, qué menos.
Con ello pretende, lo mismo que su progenitor, mostrar su gratitud, una vez más, por vuestras huellas, vuestro afecto, vuestro estímulo para seguir adelante y vuestra simpatía.
Para descargarlo, pinchad en el título de la entrada.
Espero, con ilusión, que os guste.
Se trata de…



LONGITUD
Dava Sobel
Ed. Anagrama, 2006. 204 págs.
El autor narra la historia del científico y relojero escocés John Harrison, un genio solitario cuyos logros fueron rechazados por la elite científica de su tiempo, pero que consiguió resolver un problema aparentemente imposible: descubrir un método que permitiera a los marineros determinar la longitud exacta de su posición en el mar.

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Humoradas

Aquí va un poemita que además de la ironía que destila, no poco cierta, me hace pensar en cómo haré yo si no miro a través de ningún cristal, porque para qué he de mirar. Entonces, ¿de qué dependerá mi verdad o mi mentira?
Ah, y en cuanto a lo de las flores, es que creo que quedan mejor en otras partes que en la sien. Ummm… no sé.



Busqué la ciencia, y me enseñó el vacío.Logré el amor, y conquisté el hastío.¡Quién de su pecho desterrar pudiera,la duda, nuestra eterna compañera!.¿Qué es preciso tener en la existencia?Fuerza en el alma y paz en la conciencia.No tengáis duda alguna:felicidad suprema no hay ninguna.Aunque tú por modestia no lo creas,las flores en tu sien parecen feas.Te pintaré en un cantarla rueda de la existencia:Pecar, hacer penitenciay, luego, vuelta a empezar.En este mundo traidor,nada es verdad, ni mentira,Todo es según el colordel cristal con que se mira.Ramón de Campoamor

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martes, 21 de abril de 2009

Curiosidades de los animales

Os voy a poner hoy algunas cosillas sobre animales y los comentarios que me surgen al hilo de ellas. Todo sea por una sonrisa primaveral.
A ver qué os sugieren.



La hembra de los "Caballitos de Mar" pone sus huevos (hasta 200) en el macho y es éste el que queda preñado. Luego de 6 semanas de gestación dentro de su abdomen tiene lugar el parto, que puede durar hasta dos días.
(Menos mal que no todas las hembras hacen lo mismoo).

Los pájaros carpinteros son animales muy hambrientos. En un solo día se pueden comer 900 larvas de escarabajos o 1.000 hormigas. El carpintero golpea la madera de 15 a 16 veces por segundo, casi dos veces mas rápido que los disparos de una ametralladora.
Su cabeza viaja a una velocidad dos veces mas rápida que la de una bala. La fuerza del impacto de su cabeza en cada golpe es equivalente a 1.000 veces la fuerza de gravedad (más de 250 veces la fuerza que sienten los astronautas en una nave a la hora de salida). Y todo esto lo hacen a veces 12.000 veces por día.
(Eso es ser constante, sí señor)

Uno de los insectos más fuertes es el escarabajo Atlas. Puede levantar más de 800 veces su peso corporal, equivalente a un hombre levantando un tanque.
(Y luego dicen de los levantadores de piedra vascos)

El calamar gigante del Atlántico tiene los ojos más grandes que cualquier otro animal del mundo, con un diámetro de más de 40 cm.
(tendré que hablar con él a ver si me los presta)

Durante la época del celo, el macho del ratón marsupial invierte entre cinco y once horas al día para la cópula.
(Ummm… me temo que terminará algo cansado. No sé yo…)

El lagarto Tuatara de Nueva Zelanda tiene 3 ojos.
(Y dale, a otro que le sobran ojos, aunque pensándolo bien yo también tengo tres ojos y no soy tan raro: dos averiados y otro…)

El Basilisco centroamericano corre sobre el agua apoyado en sus patas traseras, apenas se siente amenazado, cuando está cerca de un río o lago. No se hunde por la rapidez de su carrera, que es mayor a los 12Km/h y por los rebordes en los dedos de los pies, que distribuyen su peso. Se ha visto un basilisco cruzar un lago de 400 mts. de anchura sin hundirse.
(Y luego dicen de los galgos)

El músculo más fuerte del cuerpo humano es la lengua.


(Vaya vaya…)

El corazón humano genera tanta presión cuando bombea la sangre, que podría arrojarla hasta 10 metros de distancia. Con sus aproximadamente 300 gramos de peso, un corazón, con un promedio de vida de 70 años, realiza un trabajo suficiente para subir cinco vagones cargados desde el nivel del mar hasta la cima del monte Everest.
(Uuff, qué cansado)


Un llanto descontrolado e inconsolable produce algo más de 1 mililitro de lágrimas. Mucho menos de lo que parece. Harían falta 5 berrinches sostenidos para colmar apenas una cucharada de té.
(Y total… ¿para eso tanto ruido?)

Aunque el caimán puede cerrar sus mandíbulas con fuerza suficiente como para romper el brazo de una persona, los músculos que las abren son tan débiles, que un hombre puede mantener cerrada la boca de un lagarto adulto solamente con una mano.
(el problema es que esa mano, es precisamente la que se ha comido el dichoso bichito)

El material más resistente creado por la naturaleza es la tela de Araña.
(Tendré que encargarle una buena cantidad para hacerme con ella los pantalones…)

Y mas y más.





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lunes, 20 de abril de 2009

La oreja verde

He hablado antes de los sonidos. Ahora quiero hacerlo sobre la otra parte: de las orejas que los oyen y el sentido que los escuchan.
Para una persona ciega, el sonido es básico: ¿cuántas cosas podemos ver a través del sonido? Aunque, no creáis, a veces, uno se lleva sorpresas. Te crees que es de una manera y…. la realidad demuestra que lo idílico se convierte en…
Pero, como dice la fábula: escuchemos a ese mundo de fantasía e ilusión. No tapemos los oídos a la magia.



Un día, en el Expreso Soria Monteverde, vi subir a un hombre con una oreja verde.Ya joven no era, sino maduro parecía, salvo, la oreja que verde seguía.Me cambié de sitio para estar a su lado y observar el fenómeno bien mirado.Le dije:
-Señor, Usted, tiene ya cierta edad, dígame, esa oreja verde, ¿le es de alguna utilidad?Me contestó amablemente:
-yo ya soy persona vieja, pues de joven sólo tengo esta oreja.Es una oreja de niño, que me sirve para oír cosas que los adultos nunca se paran a sentir:Oigo lo que los árboles dicen, los pájaros que cantan, las piedras, los ríos y las nubes que pasan, oigo también a los niños, cuando cuentan cosas que a una oreja madura, parecerían misteriosas.Así habló el Señor de la oreja verde aquel día, en el Expreso Soria Monteverde.

Gianni rodari


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La Tsar Kolokol

El sonido de las campanas históricamente ha encerrado gran importancia por ser una forma muy práctica de dar los mensajes que afectaban a la vida cotidiana de los habitantes. Desde la indicación de la hora, los momentos de alegría y solemnidad hasta los tañidos por asedios, incendio,etc. Por su influencia en el transcurrir de los pueblos, ha dado lugar a numerosas leyendas e historias. ¿Quién no conoce al Quasimodo de Notre Dame, tan magistralmente pintado por Victor Hugo en Nuestra Señora de París?Recordamos también a esas señoras que ordenaban al servicio mediante su toque y evocamos la entrada a la tienda en nuestra ñiñez.Actualmente pueden ser objetos de colección, a modo de recuerdo de estancia en cada ciudad que hayamos visitado. Para mí, su sonido es dulce y hace que me traslade a otra época.En mi pueblo, en la hermita, está programada (cosas de la tecnología) para que se active un campanillo a determinadas horas como reminiscencia de otros tiempos.Como homenaje a los que, de una manera u otra, estuvieron dedicados al arte de la campanología hoy día casi ya extinguida, quiero hablaros de la campana más grande del mundo...


Tsar Kolokol, en ruso), que significa campana del zar, es una enorme campana que se exhibe en el Kremlin de Moscú, Rusia.Se trata de la campana existente más grande del mundo. Fue encargada por la emperatriz Ana de Rusia, sobrina de Pedro El Grande.Pesa 216 toneladas, con una altura de 6,14 metros y un diámetro de 6,6 metros. Fue fundida en bronce por los maestros Iván Motorin y su hijo Mijaíl entre 1733 y 1735.Los ornamentos, retratos e inscripciones fueron hechos por V. Kobelev, P. Galkin, P. Kokhtev, P. Serebryakov y P. Lukovnikov.La campana se rompió durante un incendio en 1737 y en 1836, la Tsar Kolokol fue colocada en un soporte al lado de la torre campanario de San Iván. Anteriormente hubo dos campanas con el mismo nombre, un molde en el siglo XVII y en 1654 (de aproximadamente 130 toneladas). Este último se rompió durante un incendio en 1701 y sus restos fueron utilizados para crear la Tsar Kolokol.

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domingo, 19 de abril de 2009

Hoy quiero saber

Hoy quiero saber, hoy que la primavera parece, por fin despertar del todo…



Quiero saber quién es esa persona que se sienta a mi lado, cómo es.
Querría preguntarle qué libro lee porque, no sé cómo he intuido, que va leyendo junto a mí y no puedo echarle un vistazo y robarle la respuesta.
Querría saber por qué se ha sentado en ese banco, quién le esperará cuando llegue a su destino.
Tantas cosas querría conocer y que, si me atreviese a preguntar podría intuir a través del timbre y tono de su voz.
Pero no, no debo; no quiero molestar ni hacer creer que sea un impertinente cotilla. Sólo que mi ceguera hace que no pueda saber esas cosas que quien ve, sí pueden: la ropa que porta, el cuerpo que le acompaña, la mirada que le delata.
¿Y a cambio yo… ¿ Yo a imaginar y a soñar con que tal vez algún día, haya alguien que quiera charlar conmigo y decirme:
-Sabe? Estoy leyendo tal libro, querría que charlásemos y pasáramos juntos compartiendo estos momentos de trayectos. Deje sus auriculares, apague su mp3 y compartamos. Quién sabe… tal vez pueda nacer de ello una buena amistad.
Feliz domingo primaveral

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sábado, 18 de abril de 2009

Soy Pierre d’Armagnac

Maese Alberto, quiero dar las gracias a vuesa merced por otorgarme la gracia de poder deciros quién soy y hablar, hablar de mi persona, de mis sentimientos, de lo que me alegran las visitas de cierta bella dama, a la que, ahora he sabido, dicen doña Mercedes. Ah, y he escuchado que ella ha tenido la gentileza de propagar mí recuerdo, por lo que me siento honrado.



Me llamo Pierre d’Armagnac. Nací en 1680 cuando en Francia reinaba el más grande de los reyes. Mi familia era propietaria de unos viñedos, pero yo siempre tuve sed de aventuras y no de vinos, por afamados que éstos fueran.
Quise recorrer mundo, vivir aventuras y para ello nada era mejor que alistarme como mercenario cuando contaba con diecisiete años. Tuve que vencer la oposición de mi madre y hermanas, además de algunas doncellas que soñaban con un futuro junto a mi persona.
El capitán Louis de la Chèrre pasó un día por la propiedad de mi padre para encargarle un cargamento de barricas de nuestro último vino, un excelente caldo recio a la vista y contundente al paladar. Mi padre no quería hacer tratos con él, no se fiaba y sin embargo tuvo que reconocer que éste sería un buen negocio.
Yo no dejé pasar la ocasión y le propuse un trato: a cambio de mi alistamiento, si resultaba ser un buen soldado, a mi padre se le garantizaría la compra de vinos, en exclusiva, por parte del noble a quien servía monsieur de la Chèrre. Parecía que todos íbamos a salir ganando. Un apretón de manos y un brindis selló mi destino.
Después de años de experiencias, batallas, conquistas y amoríos recalé en la ciudad de Barcelona. Había logrado granjearme la estima del patrón, que resultó ser el nieto de sire, llamado Felipe de Anjou y el favor de éste se asentaba aún más en los frutos que le llegaban de mi padre en forma de exquisitos vinos y algunos otros néctares más propios de los dioses que de un aspirante a rey.
La lucha contra los austriacos fue dura, pero al final vencimos y el aspirante alcanzó el trono y vino a traer a estas tierras un nuevo espíritu, más abierto y romántico pero yo apenas tuve la dicha de disfrutar de las mieles del triunfo. Estaba agotado por tanta lucha, pendencias y deseos de aplacar aquella sed de mi juventud. La muerte vino a buscarme el año de 1716, tras unas fiebres que nadie quiso saber de dónde provenían, e incluso hubo sospechas de envennenamiento por parte de una tal Angelina, marquesa de Riera a la que prometí amores eternos y defraudé.
Mi enterramiento fue discreto, pero no por eso tuve el olvido de mi señor, el rey de las Españas. Pagóme un digno entierro y encargó al mejor artista de la Corte una estatua que se levantaría en la plaza barcelonesa de La Victoria, entonces, hoy, avatares de la Historia con otro título que me niego a pronunciar. Me ofende que se mancille la memoria de mi señor.
Y sería en esa plaza porque allí salvé a don Felipe de una emboscada que le habían tendido quienes se negaban a aceptarle como rey, no por su persona, sino por negar lo que venía de nuestro país: un mundo de nueva libertad, mayores progresos y una cultura del amor.
Delante de mí han pasado parejas de enamorados que se citaban a mis pies, algaradas populares en protesta por lo de siempre e incluso desfiles de triunfo. Todo lo he visto inmutable, casi olvidado hasta que hace un tiempo la señora que ahora ha querido devolverme a la vida pasó un día por mi lado. La noté alegre, sentí que quería contarme sus ilusiones, sus triunfos y yo, cómo no, todo un monsieur de la France, no quise defraudarla, no podía ni quería.
¿Y sabes, querido Alberto, a quien lo diferente nos une y por eso sé que ibas a ser tú quien me diese oídos? Se ha hecho necesaria en mi fría y pétrea existencia. Supe que se llamaba Mercedes, porque un día escuché que de muy lejos la llamaban. Era Alguien que se decía Lili o algo así. Le aseguraba que te había conocido, hablaba de no sé qué manicomio, de que habías recalado en él y que se alegraba por ello, que le habías hecho un regalo sin que apenas la conocieses. Le dijo:
-Mercedes, Merceditas; sí, a ti. A ese simpático cieguito hemos de tratarle bien. Parece buena persona.
Y yo, que las escuché cómo te nombraban me dije que tal vez sería cierto y que, si así fuese, podrías ayudarme a decirle a Mercedes que siga visitándome y que no crea que no la escucho o entiendo. Que la espero cada día.

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viernes, 17 de abril de 2009

El buey y el mosquito

Un toque de humildad no le viene mal a nadie.
Yo he aprendido que no hay nadie más que nadie. Por importante que alguien se considere, siempre hay alguien que tiene más que aportar.
Cada uno en su justo lugar, siendo conscientes de nuestro tamaño.



En el cuerno de un buey se posó un mosquito.
Luego de permanecer allí largo rato, al irse a su vuelo preguntó al buey si se alegraba de que por fin se marchase.
El buey le respondió:
-Ni supe que habías venido, ni notaré cuando te vayas.
A veces no somos tan importantes como creemos.
Esopo

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El menú en braille

El autor de estas cartas, osea, yo; cuenta su almuerzo en un buen restaurante.
Que os aproveche.



Querida amiga:

Una vez más, aquí estoy. Espero que alegres y luminosos rayos de sol inunden tus días, a ti y a tu gente.
Quiero hoy hablarte de la ilusión que me ha hecho ir a un restaurante y que el camarero me ofreciese la carta adaptada en braille. Eso de poder elegir a gusto, sin prisas o sin que te recomienden lo que a ellos se les ocurra es genial. Además de lo bien que he quedado, como un señor con cara de intelectual, todo concentrado estudiando el menú.
Es una pena que sean pocos aún los locales que disponen de esta información y sin embargo, qué quieres, los ciegos somos buenos clientes porque el comer se nos da bastante bien, hasta nos llevamos la cuchara o el tenedor a la boca y no a la oreja. Jejejej.
Entré en ese restaurante porque me lo habían recomendado. Me gustan los sitios tranquilos, no esos en que casi tienes al comensal de al lado metido en tu mesa. En los que se dispone de mantel y servilletas de tela y en los que los camareros son amables pero sin pasarse de lisonjeros.
Además, ya de cocina, nos sacaron emplatados los entrantes, que pedimos para compartir y troceado el solomillo. Todo un lujo.
No me gustan los locales en los que se paga por su nombre, no me gustan los restaurantes en los que la profesionalidad brilla por su ausencia, encima de que has de pagarles.
De verdad, querida amiga, fue todo un placer: buen servicio, excelentes manjares, detalles en la atención y lo mejor: una buena compañía que habría mejorado notablemente con tu presencia.
Y cómo no: un brindis sincero: por la amistad, las buenas atenciones y los detalles pensando en todos.
Ya sé, ya; me dirás que se te ha hecho la boca agua. Espero que así haya sido, pero es que la ocasión lo ha merecido, poder leer por mí mismo la carta. ¡Qué emoción!
Y un buen postre, una tarta de yogurt con frutos rojos acompañada de una bola de helado de pistacho y sus dos barquillos. Toda una obra de Arte.
A tu salud.
Te mando un beso y si lo deseas, como así lo doy por cierto, seguiré contando. Narrando mis pequeños triunfos.
Hasta pronto, amiga. Estoy seguro de que ahí seguirás esperándome.

Tu amigo que no te olvida.

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miércoles, 15 de abril de 2009

Los inventos de Leonardo da Vinci

Ya me perdonaréis la extensión de esta entrada,pero es que el genio lo merece.
Pues sí, aprovechando que tal día como hoy de 1452 nacía Leonardo da Vinci, fijaos en qué estuvo metido buena parte de su vida.
Y, claro: si él comía y disfrutaba de la comida, ¿por qué no lo vamos a hacer nosotros?




Leonardo nace el 15 de abril de 1.452 en Vinci, cerca de Florencia, hijo no deseado de la unión entre el notario Ser Piero da Vinci y la dama Caterina los cuales nunca llegaron a casarse ya que al poco de su nacimiento su padre lo hace con otra mujer florentina de dieciséis años y su madre hace lo mismo con un repostero en el paro llamado Accatabriga di Piero del Vacca. Pese a este disentimiento de su padre biológico no abandona la educación del niño y este crece entre las dos casas aunque hace más vida con su madre y su padrastro, el cual le inculca el gusto por los dulces y por la comida en general y se convierte en un niño extremadamente gordo. A los diez años su padrastro casi desaparece de su vida y es su padre el que le obliga a educarse con sus otros medio hermanos. En 1.469 entra de aprendiz en el taller del escultor, pintor, ingeniero, etc. Verrocchio con otro aprendiz famoso Botticelli. Antes de cumplir el año en el taller, Verrocchio decide castigarlo por crapulando, tragón en el término coloquial, ya que se atiborra constantemente de dulces que le envía su padrastro, su castigo consiste en pintar el ángel del panel de la izquierda del cuadro el Bautismo de Cristo que fue encargado por la iglesia de San Salvi, en la actualidad esta obra se encuentra en la Galería de los Uffizi de Florencia y con el castigo inicia un plan para adelgazar.

Un cocinero llamado Leonardo da Vinci:
Tres años más tarde, y para sufragar sus gastos, se coloca por las noches como camarero en una taberna llamada Los Tres Caracoles sirviendo comidas, pero tras la misteriosa muerte por envenenamiento de todos sus cocineros en el primavera de 1.473 Leonardo se ocupa de la cocina abandonando el taller del maestro Verrocchio. En esta nueva aventura intenta revolucionar la cocina tradicional del Renacimiento e inventa lo que hoy llamamos la nouvelle cuisine e ingenia platos primorosamente presentados con pequeñas porciones de comida sobre pedacitos tallados de polenta, cosa a la que no estaban acostumbrados sus conciudadanos, que querían comer hasta atiborrarse, lo cual crea tal escándalo que salva la vida por poco ya que querían matarlo por pensar los hambrientos feligreses que se estaban riendo de ellos y es que la gente hay veces que tiene poco sentido artístico, mucho sentido primitivo y nada de condescendientes.
Vuelve al taller del maestro pero de nuevo retorna a las andadas gastronómicas al arder el negocio del que tuvo que salir corriendo como consecuencia de peleas entre bandas rivales e inmediatamente lo abre de nuevo, en el mismo lugar, de forma improvisada con su amigo Botticelli, el gran pintor, al que llaman La Enseña de las Tres Ranas de Sandro y Leonardo, adornado con dos lienzos pintados por cada uno de ellos. Pero nadie entra en la taberna porque a nadie le agrada pagar por una anchoa y una rodaja de zanahoria perdidas sobre una fuente por más ingeniosamente que estén dispuestas y como es lógico tienen que cerrar. Los siguientes tres años los pasa, como se dice actualmente, en el paro porque no hay restaurante que de trabajo a alguien con ideas tan peregrinas y excéntricas y se gana la vida por las calles de Florencia haciendo dibujos y tocando el laúd, como se puede observar no es novedoso lo que se ve en las bocas de metro de nuestras ciudades porque ya en aquella época estaba inventado, el artista que toca un instrumento, canta o dibuja y pide un dinero.
La gran oportunidad de Leonardo como cocinero:
Como Leonardo debía aburrirse y no se conformaba con la vida que llevaba aprovecha el momento histórico en el que Lorenzo de Médici, señor de Florencia, mantiene una pequeña guerra contra el Papa para enviarle a éste unas maquetas de máquinas de asalto hechas con pasta y mazapán, algo que hizo durante toda su vida, pero que no fue comprendida por Lorenzo y que se la dio a comer a sus invitados por el aspecto tan apetitoso, ante este nuevo fracaso nuestro hombre decide marcharse de la ciudad estado y entonces Lorenzo de Médici le da una credencial recomendándolo a Ludovico Sforza 'El Moro' en compensación por el agravio de haberse comido sus maquetas, pero a leerla ve que sólo hace referencia a su cualidad de tañedor de laúd por lo que él mismo se escribe la presentación que decía textualmente lo siguiente: No tengo par en la fabricación de puentes, fortificaciones, catapultas y otros muchos dispositivos secretos que no me atrevo a confiar en este papel. Mis pinturas y esculturas pueden compararse ventajosamente a las de cualquier artista. Soy maestro en contar acertijos y atar nudos. Y hago pasteles que no tienen igual. Tras la entrevista con Ludovico el Moro este le hace consejero de fortificaciones y maestro de festejos y banquetes de la corte y aquí comienza el principio de nuestra historia.
Tras el primer paso hay que dar un segundo y este se presenta ante la oportunidad que le brinda la boda de una sobrina de Ludovico, así que le presenta el menú de la boda, siempre intentando introducir en la corte su nueva forma de ver la cocina, a lo que el Moro le dice que es mejor que ponga otras cosas más sustanciosas que las que presenta, que dando así la propuesta y lo que al final se tuvo que servir, como se podrá comprobar fue otro fracaso estrepitoso de Leonardo como cocinero
Propuesta de menú de Leonardo da Vinci:
- Una anchoa enrollada descansando sobre una rebanada de nabo tallada a semejanza de una rana.
- Otra anchoa enroscada alrededor de un brote de col
- Una zanahoria, bellamente tallada.
- El corazón de una alcachofa
- Dos mitades de pepinillo sobre una hoja de lechuga
- La pechuga de una curruca
- El huevo de un avefría
- Los testículos de un cordero con crema fría
- La pata de una rana sobre una hoja de diente de león
- La pezuña de una oveja hervida, deshuesada
Encargo que hizo Ludovico el Moro:
- 600 salchichas de sesos de cerdo de Bolonia
- 300 zampone (pata de cerdo rellenas) de Módena
1.200 pasteles redondos de Ferrara
200 terneras, capones y gansos
- 60 pavos reales, cisnes y garzas reales
- mazapán de Siena
- Queso de Gorgonzalo que ha de llevar el sello de la Cofradía de Maestros Queseros
- La carne picada de Monza
- 2.000 ostras de Venecia
- Macarrones de Génova
- Esturión en bastante cantidad
- Trufas
- Puré de nabos.
Tras este nuevo revés se encarga de inventar utensilios para la cocina tras el encargo de Ludovico para el nuevo proyecto de las cocinas del Castello, el gran palacio en el centro de Milán, para lo cual elabora una lista con las principales necesidades que se tenían y que eran textualmente estas:
En primer lugar, es necesaria una fuente de fuego constante. Además una provisión constante de agua hirviendo. Después un suelo que esté siempre limpio. También aparatos para limpiar, moler, rebanar, pelar y cortar. Además, un ingenio para apartar de la cocina los tufos y hedores y ennoblecerla así con un ambiente dulce y fragante. Y también música, pues los hombres trabajan mejor y más alegremente allí donde hay música. Y, por último, un ingenio para eliminar las ranas de los barriles de agua de beber.
Tras lo cual se pone manos a la obra en la invención y fabricación de todos los utensilios que cree que le hacen falta para esta nueva cocina totalmente automatizada y que como veremos fue algo de lo más cómico que he leído en mi vida basado en un hecho real contado por Matteo Bandelli cronista de la corte.
Estudió en primer lugar el poder calórico en la combustión de distintos tipos de madera para llegar al final a la conclusión que lo importante es la cantidad de troncos que se tenga y no la forma o la procedencia e inventa una cinta transportadora que los lleva una vez cortados por una sierra circular que también inventa alegando que de esta forma no sería necesaria la presencia de una persona encargada de la leña en la cocina sin caer en la cuenta de que se le olvidaron los cuatro hombre y los ocho caballos que manejan y mueven la sierra circular.
Diseña igualmente un asador automático para que el personal no estuvieran todo el día dándole vueltas al espetón sobre el fuego, inventando algo tan ingenioso como el introducir en la chimenea una hélice que dará vueltas impulsada por la corriente de aire ascendente y esta a su vez movería el espetón, haciendo que gire lento o rápido dependiendo de la cantidad de fuego que se tenga.
Inventa un circuito para tener una provisión de agua caliente y constante fabricando una especie de caldera unida a tubos metálicos que eran calentados con carbón.
Para que el suelo estuviera limpio idea un sistema de unos cepillos giratorios tirado por bueyes de un metro y medio de diámetro por dos metros y medio de ancho con una pala detrás para recoger lo reunido por el cepillo en lugar de la persona que barre regularmente.
Siguiendo con los inventos para esta cocina 'automatizada' y moderna idea una descomunal picadora de vacas la cual necesita un ejército de hombres y caballos para ponerla en marcha con una gran infinidad de utensilios auxiliares y muy parecidos a los que actualmente existen para picar cerdos y animales pequeños. Y otro de los inventos es la rebanadora de pan accionada por aire.
Para la música en la cocina idea unos tambores mecánicos con manivelas de mano acompañado por tres músicos que tocaran un instrumento que el llama órgano de boca.
Para quitar los malos olores idea unos fuelles que se ponen en funcionamiento por medio de unos martillos conectados a una manivela movida por un caballo.
Para eliminar las ranas de los barriles de agua consiste en una trampa de muelle que se acciona al saltar el animal sobre ella poniendo en funcionamiento un martillo que le da en la cabeza y la deja inconsciente, como se verá todo muy rudimentario y desde nuestra perspectiva de la técnica como algo digno de un cómic de niños.
Y por último un invento revolucionario que consiste en una alarma contra el fuego que esparce agua pulverizada en el caso de que se incendie la cocina, algo muy parecido a lo que existe en muchos edificios de hoy día, pero ¿todo esto puede funcionar con métodos tan primitivos?, serán los propios comensales los que nos lo contarán, pues ha quedado constancia escrita de dicho acontecimiento.
Picadora de vacas

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martes, 14 de abril de 2009

Voy despacio, pero jamás, desandando lo andado

Tal día como hoy, pero de 1865, John Wilkes Boot comete el magnicidio que terminará con la vida del XVI presidente de Estados Unidos, Abraham Lincoln (1808-1865). He querido recordar una de las frases del político que decretó la abolición de la esclavitud en el país.



En ella se expresa algo que me parece necesario recordar y que, no es otra cosa, que la necesidad de progresar poco a poco como medio para consolidar los avances que conseguimos. Muchas veces nos preocupamos más de dar grandes saltos y luego quedarnos varados y, sin embargo, creo que lo ideal es lo que afirmaba el político norteamericano.

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La bibliofilia

Y seguimos hablando de libros, pero en este caso, no para recomendaros títulos, sino para sentir su magia, poseerlos y acariciar sus cuerpos.



La historia de la bibliofilia se remonta a la fundación de la Biblioteca de Nínive por el rey asirio Assurbanipal (669-627 a.C.), aunque el filósofo Aristóteles (384-322 a.C.) ya poseía una colección privada que, al parecer, sirvió de modelo para la gran Biblioteca de Alejandría, fundada por el rey egipcio Tolomeo I Sóter y ampliada por su hijo, Tolomeo II Filadelfo, que llegó a contener hasta 700.000 volúmenes de papiro. En Pérgamo, Eumenes II reunió otra importante colección de libros formada por unos 200.000 pergaminos.Durante la edad media, gracias a los esfuerzos individuales y colectivos, se fundaron importantes bibliotecas en iglesias, monasterios y catedrales. Las universidades lo hicieron a partir del siglo XII. El interés por el coleccionismo de libros se relata ya en el "Philobiblon" (1473), obra de Richard de Bury, obispo de Durham. Animados por el espíritu del humanismo, la aparición de la imprenta y el aumento general del nivel de vida, los grandes comerciantes y gobernantes de los siglos XV y XVI reunieron importantes colecciones de manuscritos y de los primeros libros impresos; así nacieron, entre otras, la Biblioteca Vaticana y la española del monasterio de San Lorenzo de El Escorial.Durante los siglos XVII y XVIII la bibliofilia causó auténtico furor en Europa, especialmente en Francia. Personajes como el cardenal de Richelieu, Giulio Mazarino y Jean-Baptiste Colbert figuran entre los coleccionistas más destacados. Durante esta época se crearon también importantes bibliotecas de corte, que más tarde se convertirían en bibliotecas nacionales.Hacia finales del siglo XIX el centro de la actividad bibliófila internacional se desplazó de Europa a Estados Unidos y, ya en el siglo XX, nació en Moscú la Biblioteca Lenin, la más grande del mundo en cuanto a número de ejemplares.Los libros raros alcanzan precios muy elevados en las subastas y las transacciones privadas. En 1812 se vendió en Londres una copia de la primera edición de El Decamerón, de Giovanni Boccaccio, por 2.260 libras; fue probablemente el precio más alto pagado por un solo ejemplar desde que comenzaran las subastas de libros en el siglo XVII. En el siglo XIX Londres se convirtió en el centro internacional del mercado de libros raros (aquellos que por diferentes causas se convierten en una excepción). Algunos de ellos llegaron a adquirir una especial relevancia histórica, entre los que figuran la Biblia de Gutenberg (impresa en Maguncia entre 1450 y 1456), la primera edición de las obras completas de William Shakespeare (1623), de La Celestina (de origen bibliográfico desconocido), El septenario de los dolores de María Santísima de José Antonio de San Alberto (1781, considerado el primer libro impreso en Buenos Aires y del que sólo se conservan dos ejemplares) o la edición impresa en hojas de corcho de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes.

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Animando a leer

Mirad qué noticia os pongo. Me parece una iniciativa estupenda. Creo que ha de irse por ahí, haciendo cosas sencillas pero prácticas e integradoras. Ese debería ser el camino para una lectura cada vez mejor y más rica.



La Concejalía de Cultura del ayuntamiento de la localidad riojana de Alfaro ya ha cerrado el programa de animación a la lectura que se celebra con motivo del Día del Libro y entre las propuestas destaca la campaña 'Un bebé, un libro', que obsequiará con un libro a los niños nacidos y empadronados en Alfaro (La Rioja) durante 2008. El tema del cuento es infantil, aunque también está dirigido a los padres. El Ayuntamiento entregará además a los nuevos padres la solicitud de inscripción de carné de socio de la biblioteca para el recién nacido o para cualquier miembro de la familia, así como un decálogo o guía de consejos prácticos para formar el hábito lector en los niños. Se pretende con esta actividad fomentar la lectura en el núcleo familiar. «El sitio donde más se debe leer es en casa y por eso se dan unas pautas para facilitar dicha lectura a los niños», con la intención de «crear conciencia social del valor de la lectura y potenciar la imagen de la propia biblioteca como apoyo para las familias en la tarea de formar buenos lectores».
La campaña de animación incluye también la apertura de la exposición itinerante 'Braille cumple dos siglos' y un acto de lectura que se celebrará el día 23 de abril con la participación de personas ciegas y videntes.
También se desarrollarán dos sesiones de cuentacuentos, a cargo de las compañías Tres Tristes Tigres y el Grupo Galeón, en la sala infantil de la biblioteca municipal. Serán los días 22 y 24 de abril a las 17.30 horas, para niños entre 3 y 8 años.
Además, el día 24 de abril se producirá el encuentro con el escritor aragonés Roberto Malo, autor de 'Maldita novela' , 'Malos sueños' y 'La marea del despertar'. El acto será a las 19 horas en la sala infantil de la biblioteca y se realiza en colaboración con el grupo de tertulia literaria.

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lunes, 13 de abril de 2009

Los adoquines del Pilar


Dedicado a Merceditas, para que recuerde sus tiempos dulces de la niñez; sí, esos del siglo pasado, como los míos.
Que os aproveche y a chupar se ha dicho porque de otra manera te puedes dejar los dientes en el intento. Aunque, bueno, si queréis endulzaros de otra forma, también con gastronomía zaragozana os invito a que degustéis las frutas de Aragón, trozos de fruta escarchada y cubiertos de chocolate, o las guindas al Marrasquino, rellenas de licor y cubiertas de chocolate.



Un adoquín del Pilar es un dulce típico de la ciudad de Zaragoza, en Aragón (España). Se trata de un caramelo de grandes dimensiones, aunque se vende en distintos tamaños, que puede alcanzar 500 g. de peso. De ahí su nombre. Puesto que no cabe en la boca, se necesitan varias horas para poder acabarlo.
La parte exterior del envoltorio siempre tiene una imagen de la Virgen del Pilar sobre fondo blanco, mientras que en el interior aparece la letra de una jota aragonesa popular, habitualmente cómica.
Aquí os dejo una de esas coplas:

“Virgencica del Pilar,el Aneto es tu peana,es la más linda del mundo,y es la más alta de España.
Cuando te ronde esta nocheéchame una clavelina,pero procura que seasin maceta, prenda mía.
Cuando oyes cantar la Jotay estás lejos de Aragónes un dardo que penetradulcemente en el corazón.
Cuando oigo cantar la Jotase me alegra el corazón.Tienen lágrimas mis ojosy estoy lleno de emoción.”


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El primer sello postal

Quiero que mi regreso de después de Semana Santa, venga de la mano de un poco de Historia. Recuerdo cómo de pequeño, aún dotado de visión, me gustaba coleccionar aquellas estampillas que encerraban colores y motivos sugerentes. Llegué a tener una buena cantidad de ellas hasta que me desprendí de los álbunes para alejar de mí la tristeza que me provocaba no poder verlas.
En fin.
En España, el primer sello se emitió el 1 de enero de 1850, pero veamos su origen..



La emisión del primer sello postal se enmarca dentro de una profunda reforma del servicio de correos británico emprendida por James Chalmers (1834) y Rowland Hill (1837). Hasta entonces el envío lo pagaba el destinatario en función de los kilómetros recorridos y no por su peso. Hill propuso que el envío lo pagara el remitente según una tarifa uniforme en función del peso y no por el kilometraje.
Según la leyenda, en el año 1835 el profesor inglés Rowland Hill, que viajaba por Escocia se aprestó a descansar en una posada. Mientras se calentaba en la chimenea vio cómo el cartero de la zona entraba en la casa y entregaba una carta a la posadera. Ella tomó la carta en sus manos, la examinó atentamente y la devolvió al cartero alegando:
Como somos bastante pobres no podemos pagar el importe de la carta, por lo que le ruego que la devuelva al remitente. Al oír aquello, surgió en el corazón de Hill un impulso de generosidad y ofreció al cartero el importe de la misiva, pues no quería que por falta de dinero se quedara la buena mujer sin saber las noticias que le pudieran llegar en dicha carta. El cartero cobró la media corona que costaba, y entregó la carta a la posadera, saliendo a continuación para seguir su recorrido.
La posadera recogió la carta y la dejó sobre una mesa sin preocuparse en absoluto de su contenido. Luego se volvió al generoso huésped y le dijo con amabilidad:
Señor, le agradezco de veras el detalle que ha tenido de pagar el importe de la carta. Soy pobre, pero no tanto como para no poder pagar el coste de la misma. Si no lo hice, fue porque dentro no hay nada escrito, sólo la dirección. Mi familia vive a mucha distancia y para saber que estamos bien nos escribimos cartas, pero teniendo cuidado de que cada línea de la dirección esté escrita por diferente mano. Si aparece la letra de todos, significa que todos están bien. Una vez examinada la dirección de la carta la devolvemos al cartero diciendo que no podemos pagarla y así tenemos noticias unos de otros sin que nos cueste un penique.
Hill escribiría un folleto, proponiendo el franqueo previo de la correspondencia. El folleto de Hill, titulado “Post Office Reform”, dio por resultado la designación de un comité de la Cámara de los Comunes (22 de noviembre de 1837) encargado de estudiar los tipos y sistemas del franqueo postal. Este comité informó favorablemente la proposición de Rowland Hill y en 1839 se dictó una providencia autorizando al Tesoro para fijar los tipos de franqueo postal y regular el modo de percibir su importe previo. Los sobres timbrados (los primeros con un valor de 1 y 2 peniques) y los sellos adhesivos los emitiría el Gobierno. Del grabado de los sellos se encargó la casa Perkins, Bacon and Petch, sobre dibujos de Hill. Se decretó que los sellos se pondrían en circulación el día 6 de mayo del año 1840.
Así nace el primer sello postal del mundo: El famoso Penny Black de la Reina Victoria. Hill dibujó en él el perfil de la Reina Victoria, la palabra Postage en la parte superior y en la inferior One Penny (un penique). Omitió el nombre del país por entender que la efigie de la reina bastaba para identificarlo. El día 8 de mayo del mismo año se puso a la venta los dos peniques, en color azul. El nuevo sistema postal dio unos resultados asombrosos, tanto que se triplicó el número de cartas en una semana. Sólo el primer día de venta al público se vendieron 60.000 ejemplares de estos sellos. A la vista de todo ello Rowland Hill fue nombrado director de Correos del Reino Unido, dedicando el resto de su vida a realizar ampliaciones y mejoras en los servicios postales. El nuevo sistema encontró rápida aceptación en otros países y a los pocos años estaba ya generalizado internacionalmente.
La Unión Postal Universal establece que en los sellos que circulen internacionalmente debe aparecer el nombre del país emisor en alfabeto latino. De esta obligación está exento el Reino Unido por ser el primer país emisor de sellos.

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miércoles, 8 de abril de 2009

Días de descanso

Como quiero creer que alguien me echará de menos dejo estas líneas.


No penséis que se me ha acabado la vena y se han agotado las ideas, espero que no. Más ahora que se pueden, además de leer escuchar.
El caso es que me marcho estos cuatro días a pasarlos con mis padres en Zaragoza. Aprovecharé para recibir sus cuidados y para estar con algún amiguete.
Algo me tocará escuchar de sus clásicos tambores de Semana Santa, pero os he de reconocer que las procesiones me agobian porque son muy visuales y masificadas.
En fin, os echaré de menos: abrir el escritorio y escuchar a mi marciano…”hay x comentarios sin moderar”. Es todo un placer ¿quién los habrá dejado? ¿Qué me dirán? Jejejej.
Os deseo que disfrutéis de buenos momentos y actividades interesantes.
Y que, también, por qué no, os llevéis a la boca alguna de esas ricas viandas que se dan estos días: torrijas, garbanzos con bacalao o mona de pascua de chocolate. Qué aprovecheeee.
Un abrazo y hasta la vuelta el lunes.

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martes, 7 de abril de 2009

Petróleo

Estos días, en los que tanto se utiliza el coche quiero hablaros un poco de los albores de la conducción y el uso de ese oro negro que es el petróleo.



El periódico parisino Le Petit Journal convocó en 1894 la primera carrera de automóviles de la historia, que tuvo lugar el 22 de julio de ese año en un trayecto de 126 km entre las ciudades francesas de París y Rouen.
El vencedor de la prueba --en la que participaron 102 competidores-- fue el conde Jules de Dion, uno de los pioneros de la industria automovilística europea, a bordo de un De Dion Bouton equipado con un motor de vapor.
El vehículo del ganador había sido fabricado por la sociedad que De Dion mantenía desde 1882 con Georges Bouton y Armand Trépardoux.
Los demás corredores utilizaron todo tipo de motores: los había eléctricos, varios de vapor y hasta algunos de aire comprimido, pero lo que más llamó la atención fue una máquina nueva, propulsada por un émbolo movido por la explosión de los gases de la nafta, un combustible extraído del petróleo, aceite mineral que hasta entonces se usaba para iluminación.
El conductor de este último coche, cuyo nombre la historia no registró, se quedó, probablemente, sin saber que estaba inaugurando la industria más poderosa de la historia humana, capaz de suscitar guerras interminables y crisis incesantes, derribar gobiernos y construir fortunas sin precedentes.
La palabra fue tomada del latín medieval petroleum, formada por petra ‘piedra’ (en alusión al carácter mineral del producto) y oleum ‘óleo’, ‘aceite’.
Uno de los primeros registros en castellano es de Melchor Gaspar de Jovellanos, en 1778, cuando describe en sus Diarios, un horno para la producción de carbón de piedra en Asturias.
Por el tubo saldrá el humo mezclado con el petróleo y pasará a un lavadero, por dentro del cual han de penetrar otros tubos de barro cocido, para irse refrescando y cuajando el petróleo, que ha de salir a caer en sus receptáculos.
En portugués se mantuvo igual, en francés fue adoptada como pétrole, en italiano como petrolio y en inglés como petroleum y oil, pero en alemán se prefirió Erdöl, literalmente ‘aceite de la tierra’.

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La personalidad de un genio

Hace algún tiempo que no hablamos de Louis braille. Quiero poneros un pequeño esbozo de lo que, según parece, constituyeron los principales rasgos de su personalidad.
Con ello se confirma, una vez más, la necesaria admiración que debe granjeársele.
Que os guste.



Conocer la personalidad de Louis braille no resulta sencillo, pues su correspondencia prácticamente ha desaparecido y las obras, en las que vierte su sistema de lectura y escritura son, en general de lo más impersonal.
De todas maneras sí podemos asegurar que su espíritu estuvo preocupado por la más estricta concisión y por una búsqueda de la perfección. Era alguien que construía pacientemente y con método sus experimentos.
Bajo un aspecto poco expresivo por su temprana ceguera, atesoraba notables cualidades.
Fue un hombre honrado, probo y recto.
No consideraba que el yo fuese odioso, lo usó con gusto, lo cual no equivalía a inmodestia ni a que no reconociese la gratitud debida a quienes les precedieron.
Sus amigos fueron testigos de la enorme esperanza y entusiasmo que había puesto en sus investigaciones.
Siempre resaltó los méritos de los demás y si hubiese querido algún tipo de reconocimiento no habría sido por exaltación personal, sino por la gloria que habría recaído en el cuerpo de profesores, al que se honraba en pertenecer.
En él la amistad era un deber de conciencia al mismo tiempo que un afectuoso sentimiento y a ella habría sacrificado todo: su tiempo, su salud y su fortuna. Quería que su amistad fuese provechosa a quienes la daba. Se preocupaba por su conducta y esto le inspiraba firmes consejos. Cuando había que comunicar alguna cosa desagradable, era el primero en ofrecerse, con una sonrisa y” ¡… bueno, me sacrificaré yo!” Ponía todo su empeño en que no se le escapase nada que pudiera desagradar o contrariar. Sabía mantener una conversación de manera interesante y variada, pasaba de lo jocoso a lo serio, de la gracia a la severidad. Sus frases, ingeniosas, iban de boca en boca, alcanzando enseguida el rango de proverbios.
Su palabra y el tono de su voz llevaban siempre cierto sello de finura que representaba muy bien su fisonomía.
Lo sensato de su espíritu y la rectitud de su razón, así como la penetración de su inteligencia le hacían ser tomado por muchos como consejero y por su franqueza fue conocido con el apelativo de “censor”.
Siempre se le pedía que tomase parte en los distintos consejos de las sociedades a favor de los ciegos que, por entonces, se iban creando y a las que contribuyó de forma inteligente.
A sus palabras unía siempre la acción y la entrega, gustaba de servir de alivio a los sufrimientos de los desgraciados, y cuando hacía el bien, lo hacía con su sencillez y delicadeza habituales. Sabía que no bastaba con entregarse, sino que había que hacerlo con respeto y discreción.
Se cuenta que proporcionaba, de su propio bolsillo libros en relieve y demás materiales a los chicos que eran demasiado pobres para comprarlos.
Tenía un especial cuidado en no hacer nada que pudiese distinguirle, hacerle notar, manteniéndose siempre de acuerdo con las más estrictas reglas del buen parecer.
Contempló la proximidad de la muerte, no sin emoción, pero sí sin miedo. Todo ello por sus profundas convicciones religiosas.
En fin, la fisonomía dulce y apacible de Braille revelaba las amables cualidades de que estaba dotado.
En el monumento que, en 1882, se erigió en la plaza de su pueblo natal se le muestra con su traje de profesor, con su palma en la solapa de la chaqueta y la capa sobre el hombro izquierdo con una expresión de viva y aguda inteligencia.


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Una mujer adelantada a su tiempo

Dedicado a todas vosotras, tan geniales como ella.

Sor Juana Inés de la Cruz es una de las figuras más representativas de las letras hispanas. Teniendo en cuenta la época que le tocó vivir fue una mujer que se adelantó a su tiempo logrando superar las fronteras impuestas socialmente en tiempos coloniales a las mujeres.


Nació el 12 de noviembre de 1648 en un pueblo del estado de Neplanta (México). Hija natural de la criolla Isabel Ramírez y Pedro Manuel de Asbaje, de origen vasco, llevó por nombre de pila Juana de Asbaje y Ramírez.Aprendió a leer a los tres años cuando a escondidas de su madre, acompañaba a su hermana mayor a sus clases, y surgió en ella un deseo tan grande de saber leer que le mintió a la maestra diciéndole que su madre ordenaba que también a ella le diese la lección.Su crianza estuvo a cargo del abuelo materno, Don Pedro Ramírez, en una hacienda de Panoayán, México hasta su muerte en 1656, cuando por orden de su madre se dirige a la capital. Allí reside bajo la tutela de su hermana, María Ramírez, y toma clases de latín con el bachiller Martín de Olivas, logrando dominar la lengua con tan sólo veinte lecciones.Cuando tenía apenas trece años, Juana Inés fue llamada a la corte virreinal para servir como dama de la virreina doña Leonor Carreto, Marquesa de Mancera, quien era una señora muy culta y sentía un gran amor por las letras. El ambiente de la corte influyó definitivamente en la formación de Juana Inés, pues los virreyes la protegieron de manera decidida. El virrey, asombrado por la sagacidad demostrada por Juana, convocó a cuarenta letrados de varias facultades para que le aplicaran a la joven una prueba extraordinario y ésta, dejando sin argumentos a los académicos, superó el examen en condiciones de excelencia, lo cual despertó una gran admiración hacia su persona.Entró en el Convento de San José de Carmelitas Descalzas el 14 de agosto de 1667 poco antes de cumplir los 16 años escogiendo así un camino de vida propio, ni la corte ni el matrimonio, del que tantas veces renegó. Tomó esta decisión ya que era la única opción que tenía una mujer para poder dedicarse al estudio. Apenas tres meses después de su ingreso, se vio forzada a abandonar el convento, pues la severa disciplina de la orden hizo grandes estragos en su salud.Un año y medio permaneció en Palacio y después regresó a la vida de religiosa, esta vez en el convento de San Jerónimo, también una orden de clausura, pero más flexible que la anterior. El 24 de febrero de 1669 tomó los votos definitivos y se convirtió en Sor Juana Inés de la Cruz. Allí escribió la mayor parte de su obra y alcanzó la madurez literaria, pues pudo compartir sus labores de contadora y archivista del convento con una profunda dedicación a sus estudios. Aunque le fue ofrecido el lugar de Abadesa del convento, lo rechazó en dos oportunidades.Se dio a conocer con prontitud, y desde entonces fue solicitada frecuentemente para escribir obras por encargo (décimas, sonetos, liras, rondillas, obras de teatro, etc.), entre las cuales destacó "Neptuno Alegórico" en 1689. Sus motivos variaron siempre de lo religioso a lo profano. En 1692 se hizo merecedora de dos premios del concurso universitario "Triunfo Parténico".Su amor por la lectura le llevó a armar una colección bibliográfica de cuatro mil volúmenes que archivaba en su celda y que llegó a ser considerada la biblioteca más rica de Latinoamérica de su tiempo. Poseía además instrumentos musicales y de investigación científica, lo que pone en evidencia que su formación intelectual alcanzó las áreas de astronomía, matemática, música, artes plásticas, teología, filosofía, entre otras.El revuelo que originó una carta suya al obispo de Puebla terminó por volverse en su contra, le instó a dejar las actividades académicas y a dedicarse a las labores del convento. A pesar de que Sor Juana se defendió a través de otra misiva donde reclamaba los derechos culturales de las mujeres y abogó por su propio derecho a criticar el sermón y formar su propio pensamiento, terminó por obedecer y renunciar a sus instrumentos y a su biblioteca. Dedicándose por el resto de sus días a la vida conventual.Murió víctima de una epidemia mientras acudía a las hermanas en el convento el día 17 de abril de 1695. Fue inmortalizada con el nombre de la Décima Musa.De su extensa obra destaca: la silva, al modo gongorino de las Soledades, y el "Primero Sueño", entramada red alegórica de su búsqueda interior. La virreina y mecenas de Sor Juana, su amiga Leonor Carreto, se encargó de la primera publicación de su obra, la colección poética "Inundación Castálida". La edición completa de sus obras la llevó a cabo Méndez Plancarte, y fue editada en 4 tomos por el Fondo de Cultura Económica en 1951.Barroca hasta la médula, Sor Juana era muy dada a hacer retruécanos, a verbalizar sustantivos y a sustantivizar verbos, a acumular tres adjetivos sobre un mismo sustantivo y repartirlos por toda la oración, y otras libertades gramáticas que estaban de moda en su tiempo. Por ello, y porque también gustaba mucho de hacer referencias mitológicas que actualmente caen fuera de la cultura general de la gente, su lectura es bastante escabrosa para el ciudadano de a pie. Sin embargo, tanto por su ideología, su ansia de aprendizaje y sus creaciones merece ocupar un lugar de honor entre las figuras de la cultura universal.
Segunda parte del texto

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lunes, 6 de abril de 2009

¿Por qué nos alivia el rascarnos?

Supongo que estaréis de acuerdo conmigo en que está muy bien el que se investigue, también en este tema, pero si sacan la pastillita de marras, ¿nos vamos a perder el placer que supone que alguien querido (o querida) te arrasque? En fin, bueno es que se avance, pero…



Una picadura, el roce de una pluma, una etiqueta mal colocada… sentir el más mínimo cosquilleo en la piel despierta en nosotros unas ganas irrefrenables de aplacarlo. ¿Quién no ha sufrido por no poder calmar un intenso hormigueo en la espalda? Rascarse -todos lo sabemos- es la mejor solución para el picor; pero, ¿por qué nos alivia? ¿Qué mecanismos intervienen en esta relación?
Numerosos estudios han analizado este asunto, sin que, hasta el momento, se haya llegado a una conclusión definitiva. Pero, esta semana, una investigación estadounidense arroja un poco más de luz sobre el tema. Según sus datos, rascarse funciona porque es capaz de inhibir la actividad de un tipo de neuronas de la médula espinal que transmiten, entre otras sensaciones, la de picor.
Eso sí, tal como explica a elmundo.es Glenn Giesler, principal autor de la investigación, tiene que haber previamente picor para que la simple fricción de la piel sea capaz de bloquear la actividad de estas células, ya que es precisamente esta última sensación la que las hace 'sensibles' al rascado.
"Nuestros datos indican que el picor produce una determinada condición que hace que estas neuronas del tracto espinotalámico [en la médula espinal] se inhiban ante el rascado", aclara.
Este experto de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) remarca que, tal como ha comprobado su equipo, si no existe previamente un estímulo de prurito, el rascado no produce ningún efecto sobre estas células.
Los investigadores, cuyo trabajo aparece en las páginas de la revista ' Nature Neuroscience ', partieron de los resultados de varios trabajos que habían demostrado que el tracto espinotalámico responde a la actividad de determinados agentes capaces de producir picor y se activaba transmitiendo esta información al cerebro.
Para avanzar en los análisis, estos científicos realizaron un experimento en primates que consistía en analizar su respuesta a la exposición de la histamina, una sustancia capaz de generar picor.
Sus resultados pusieron de manifiesto que las neuronas de su tracto espinotalámico mostraban una menor actividad en los instantes posteriores al rascado.
En cambio "la actividad de las neuronas no se reducía si el rascado se había producido antes de la exposición a la histamina o en respuesta a otros estímulos", explican los investigadores en su trabajo.
"Nuestro siguiente paso en la investigación es precisamente comprender cómo se produce ese proceso de inhibición, saber si ocurre por completo en la médula espinal y qué neurotransmisores están implicados", comenta Giesler.
Sus expectativas son buenas. "Esperamos llegar a encontrar medios –quizás medicamentos o algún tipo de estimulación eléctrica- que sean capaces de poner en marcha la inhibición que consigue el rascado sin que éste sea necesario, con lo que se evitarían los daños que sufren [algunos enfermos que] necesitan rascarse continuamente", concluye.

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Llegaremos a tiempo

Os pongo el adelanto del nuevo disco de rosana, que lleva por título “A las buenas y a las malas”. Ésta, su primera canción, es toda una declaración con la que me siento bastante identificado.
Para escucharla, como siempre: pinchad en el título de la entrada.
Que os guste.



Si te arrancan al niño, que llevamos por dentro,Si te quitan la teta y te cambian de cuentoNo te tragues la pena, porque no estamos muertosLlegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.Si te anclaran las alas, en el muelle del vientoYo te espero un segundo en la orilla del tiempoLlegarás cuando vayas más allá del intentoLlegaremos a tiempo, llegaremos a tiempoSi te abrazan las paredes desabrocha el corazónNo permitas que te anuden la respiraciónNo te quedes aguardando a que pinte la ocasiónQue la vida son dos trazos y un borrón.Tengo miedo que se rompa la esperanzaQue la libertad se quede sin alasTengo miedo que haya un día sin mañanaTengo miedo de que el miedo, te eche un pulso y pueda másNo te rindas no te sientes a esperar.Si robaran el mapa del país de los sueñosSiempre queda el camino que te late por dentroSi te caes te levantas, si te arrimas te esperoLlegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.Mejor lento que parado, desabrocha el corazónNo permitas que te anuden la imaginaciónNo te quedes aguardando a que pinte la ocasiónQue la vida son dos trazos y un borrón.Tengo miedo que se rompa la esperanzaQue la libertad se quede sin alasTengo miedo que haya un día sin mañanaTengo miedo de que el miedo te eche un pulso y pueda másNo te rindas no te sientes a esperar.Sólo pueden contigo, si te acabas rindiendoSi disparan por fuera y te matan por dentroLlegarás cuando vayas, más allá del intentoLlegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.Sólo pueden contigo, si te acabas rindiendoSi disparan por fuera y te matan por dentroLlegarás cuando vayas, más allá del intentoLlegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.

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domingo, 5 de abril de 2009

Una ramita de olivo


Querría festejar de forma particular el domingo de ramos a través de la entrega, a, cada uno de quienes os paseáis por Tiflohomero, de una ramita de olivo.



Una ramita que simbolice mis deseos de paz, de mano tendida, de buenos deseos de amistad, de calor.
El olivo, un árbol que se hace casi milenario, que los frutos que propporciona son fuente de vida y salud, y que su olor y colorido invitan a la alegría de los sentidos.
Que disfrutéis de este día primaveral, que permanezca en vuestro recuerdo y que la Semana Santa sea un tiempo de enriquecimiento personal al tiempo que marco de buenos momentos de esparcimiento, sean viajando, en buena compañía o a través de vivencias que nos conecten con un mayor acercamiento a los misterios religiosos más allá de los meramente turísticos.
Un abrazo de paz y generosidad.
Y hablando de esto, siempre que asisto a la misa, cuando llega el momento de darse la paz… me queda la duda… ¿me estarán tendiendo la mano para dármela y yo, por no verla, no la acepto? Es una sensación… extraña. Ya sé, ya; quienes quieran dármela me lo deberán manifestar de una forma añadida, pero ¿y sino caen en ello? ¿Si piensan que les estoy rechazando por mucho que el bastón blanco me identifique?

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Gracias, Brujita

Quiero agradecer a la amiga Brujita por el reconocimiento que me hace en su blog de haikus frente al espejo y decirle que no sé si lo merezco, pero que en cualquier caso es un nuevo estímulo para seguir esforzándome en hacer de Tiflohomero un espacio



interesante y acogedor. Un sitio en el que quienes lo visiten se sientan a gusto y al que cada día me gustaría que fuese más útil.
Como ya dije en el momento de su nacimiento, lo que pretendía era demostrar las capacidades que una persona, precisamente, discapacitada, puede alcanzar a base de ilusión, perseverancia y apoyo. No es cuestión de demostrar nada, sólo se trata de ayudar a creer en uno mismo y a mirar hacia delante sin perder los valores que nos han sido legados, además de aprender cada día cosas nuevas.
De nuevo, muchas gracias, amiga.
Feliz domingo.

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sábado, 4 de abril de 2009

Bolonia

Quienes tenéis la gentileza de pasaros por aquí y dejar vuestra huella, ya me conocéis y, por tanto, no os extrañará que cuando he leído el artículo que os pego, no haya podido por menos que compartirlo y estar muy de acuerdo con lo que la escritora Susana Fortes nos cuenta. Claro, yo no saqué, ni mucho menos, matrícula de honor, pero sí soñé, como ella, con otras civilizaciones y culturas. Y ahora ya se ve cómo va la cosa.
En fin, al menos nosotros lo vivimos.



No voy a tirarme aquí el pegote de haber sido una alumna ejemplar. En la más tierna infancia mi profesor de Matemáticas dijo delante de toda la clase que sería más fácil que un camello pasara por el ojo de una aguja que yo aprobara la asignatura. Aquello me impresionó por las resonancias bíblicas. No es que mi expediente académico haya estado libre de descalificaciones, qué va. En otra ocasión el jefe de estudios nos tachó a unos cuantos alumnos de 2ª B de "pandilla de bereberes". Si hubiéramos montado un grupo de rock, con ese nombre habríamos triunfado por encima de Siniestro Total. Tampoco el profesor de Filosofía confiaba demasiado en mis dotes deductivas. ¡A esta chica, la pierde la imaginación! No sabía cuánta razón tenía. En los años ochenta el decano de la facultad llegó a tildarme de trotskista, indocumentada y falaz. Pero el juicio negativo del profesor de Matemáticas me dolió especialmente, porque siempre he valorado mucho a los pitagóricos y sus cosas. Aprobé en junio la asignatura y con matrícula de honor, pero fue solo por llevarle la contraria.
No fue fácil, lo reconozco, no obstante conseguí aprender la suficiente cantidad de cosas inútiles para llegar hasta aquí.
Y así sucede que un día como hoy, al doblar una esquina, te pones de pronto a rebobinar: el mapa de España en la pared y cada provincia de un color; el principio de Arquímedes; Viriato fue un guerrero Lusitano; los chicles Bazoka-Joe; Muerto fue Bellido Dolfos...; todo cuerpo sumergido en un líquido...; Machichaco en Vizcaya; los libros de Enid Blyton; equilátero, isósceles y escaleno; Almanzor agoniza y muere a las puertas de Medinaceli; la función clorofílica; el Cinexim y los juegos reunidos Geyper; H2O; el ciego sol, la sed y la fatiga...; las mañanas de enero con un sol tibio en las paredes del patio; las cajas de zapatos llenas de hojas de morera; el viento morado de la cuaresma; los santos de la iglesia tapados y los capuchones del Ku-Klux-Klan; la rosca de Pascua; la cucaña de fin de curso; la banda de música, la playa y tú corriendo detrás del balón de Nivea bajo un sol de diamante.
Lo de cumplir años es una vaina. Pero a lo que iba, con mis antecedentes solo podía estudiar una carrera de esas que no sirven para nada, pero gracias a ella he pasado momentos inolvidables con Heródoto y Jenofonte, reproduciendo la batalla de Salamina en la alfombra de casa, o recorriendo el Gilf Kebir y soñando con el enigma del rey persa Cambises II. O quizá eso lo aprendí más tarde. Pero no importa. La cuestión es perseverar, como decía Don Marcial (el del camello y la aguja, para que se sitúen). Y fue estudiando una carrera de letras donde me eduqué en esta curiosidad malsana por las civilizaciones antiguas. Allí conocí a algunos de mis mejores amigos, leí a Dante, me enamoré del coronel Lawrence y fue allí donde, en fin, para bien o para mal, se forjó mi endiablado carácter. Todo ello por amor al arte, sin perspectiva de empleo futuro ni rentabilidad alguna. Pero fui feliz soñando con el oasis de Siwa.
Al cabo, aquí me tienen dando clase en un instituto, que no digo yo que sea una profesión de las que saquen al país de la crisis, pero sin la cual, me temo, no habrá nada que sacar de ninguna parte. Así que suerte a los futuros universitarios amenazados por el plan Bolonia. La cultura clásica se va a la mierda, lo cual no deja de ser ni bueno ni malo, pero para mí y cierta clase de personas es una catástrofe.

SUSANA FORTES 03/04/2009

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jueves, 2 de abril de 2009

De obviedades y dobles sentidos

Pretendo, con esta entrada, haceros esbozar una sonrisa, o mejor aún, una carcajada. No es mi intención hacer una crítica sino comentar acerca de las obviedades que, al hablar, solemos decir y luego, por aquello de la ironía traer algunas expresiones de doble intención con las que me encuentro cuando me ayudan. De cualquier manera, ya sabéis que cualquier apoyo que se me brinda lo recibo con la gratitud debida.
Aquí van algunas, pero seguro que vosotras tenéis más.



Esta mañana en la oficina: una compañera dice respecto del ordenador de otro compañero: “es que Fulano lo tiene todo tan chiquitito…”. A lo que quienes nos encontrábamos en la sala rápidamente se nos ha ocurrido la respuesta fácil: “no sabemos si su mujer pensará lo mismo”… claro, el afectado no estaba delante. Todo por minimizar los varios programas en uso.
Otra historia: voy a pasar el torniquete de entrada al Metro y viene una señora, toda amabilidad y me dice: “¿me dejas que te lo meta yo”… ummm… creo que se refería al abono transporte y su lectura en la ranura correspondiente.
En el andén de ese mismo Metro: llego justo cuando se encuentra el tren que debo tomar y un señor me dice: “¿va a subir?” Sonrío, pero para mí pienso…”no, que he venido a contar a los pasajeros, ¡pues qué sino!
Te das de lleno en la cara con el portón de una furgoneta de descarga y viene, se supone, que el repartidor: “¿se ha hecho daño?” Yo… “no, que he creído que era una joven y he querido rozarme con ella… ¡no te digo!”
Como la mayoría de las veces es a mí a quien ayudan, cuando yo puedo hacer algo, no dudo en disponerme a ello: abro la portezuela de salida de los torniquetes del Metro y yo, siempre tan galante, digo: pasa, guapa (guiado por el sonido de los tacones) a lo que me responde: “gracias, pero sino le molesta, me llamo Ricardo y llevo barba”. Pequeño fallo de vista.
Voy con mi bastón en ristre por la calle a lo que un señor me dice: “lleve recto el bastón porque alguien va a tropezar con él y se va a dar una leche”. A lo que yo digo: “perdone, pero es que el bastón se lleva haciendo un arco para mayor seguridad”. El señor insiste: “pero es que, oiga, que alguien va a tropezar y…”. Mire, un poco harto de esa sabiduría enciclopédica propia de los españolitos, le digo: “mire, me han dado el carnet de primera en la conducción de bastones, así que…” Y aprieto el paso no poco irritado. “¡qué manía, tenemos que saber de todo!”
En fin, vivir para ver.
Buena noche.

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miércoles, 1 de abril de 2009

El viejo bolso

Bueno, os pongo aquí otro cuentecillo que mis dedos han querido plasmar en este papel virtual.
Quiere ser un homenaje a esos objetos que nos acompañan en nuestra cotidianeidad y que nos hacen sentirlos imprescindibles.
Que os guste.

Pues sí, aunque no lo creáis soy un bolso y mi dueña no sabe que puedo hablar y que comprendo su voz, sus neuras, sus angustias y cotilleos de café, sus afanes y alegrías, sus encuentros.



Y por eso, sé que me va a retirar y qué quieren que les diga: no me hace ninguna gracia.
Ella nunca se ha fijado en que si ha guardado tantos recuerdos y vivencias es por mi carácter mágico.
Fue siempre olvidadiza e iba metiendo, y metiendo, en mi panza fotos, pañuelos, papelitos donde apuntaba y apuntaba, objetos varios.
Nuestros caminos se cruzaron en un bazar de Estambul. El tipejo que me vendió se creía muy listo, que había engañado a la turista una vez más, pero no; yo me fui encantado y con un propósito: el de servir de depósito de vida.
Y ahora, pasados los años aquella hermosa joven, que llevaba puesta la alegría en sus ojos, me quiere dejar de lado. ¡Con los momentos que hemos compartido!
Había sido tejido a mano con bordados tradicionales por una de aquellas mujeres que, encerradas en el harén, dejaba volar sus sueños al ponerlos en su trabajo que luego irían a parar sabía Dios dónde.
Me hizo de buen tamaño y cuando me terminó pronunció un ensalmo que llevase lejos sus ilusiones y anhelos de felicidad.
Cuando llegué al puesto del vendedor de bolsos aguardé mi oportunidad para cumplir con los deseos de mi creadora y huir de la mezquindad del tratante.
La joven Adela de entonces se fijó en mi de inmediato y noté que no podría resistir el impulso de quedarse conmigo. Yo no sabía cuál iba a ser mi destino, pero sí tenía claro que no defraudaría a aquella que me había dado una existencia diferente.
Pronto me dio la utilidad que nos está destinada. Dejó en mí sus objetos íntimos y me colgó de su hombro. Escuché como le decía a su acompañante, un hombre alto, erguido, que quería ver en mí el regalo de alguien especial. El chico le sonrió y le robó un beso. Mi nueva dueña dijo que yo sería el símbolo de un futuro de unión con aquel cari.
Luego me enteré que la pareja estaba de viaje de novios, que estrenaban su existencia en común.
Me trajeron a una ciudad pequeña, nada que ver con la otomana, en belleza, pero al fin y al cabo similar en sus gentes y calles.
Transcurrieron los años, vinieron dos hijos, la pareja cumplió con sus esperanzas, compartieron viajes, salidas con amigos, nuevos trabajos, pérdidas. Y Adela siempre me llevó consigo.
Mi existencia ha transcurrido tranquila, sabedora de que era querido y, por tanto, en mí se cumplía el sueño de quien me creó: una familia, amor, alegrías y tristezas, pero en el fondo una vida plena.
Y hoy he oído que aquella joven de entonces, ahora ya mayor, va a entregarme al destierro de su compañía. Y esto, ¿por qué?
Estoy en una mesita a la entrada de la casa. Me resulta extraño.
No dejan de acudir gentes y más gentes. ¿vendrán a mi despedida?
Parece exagerado pensar esto, pero es que quienes llegan portan semblantes serios, trajes oscuros, miradas perdidas que se aferran a mi dueña para darle consuelo, al menos eso expresan quienes entran.
Al fin me entero en un aparte de sus hijos:
-Mamá debe seguir viviendo, no puede dejarse vencer por la soledad…
-Sí, Luis; estoy de acuerdo. Creo incluso que ella lo va a intentar. Sino, ¿por qué me dijo que entregase su viejo bolso al olvido, que lo guardase donde ella no volviese a verlo? Me dijo, también, que hoy que papá se alejaba para siempre de su lado, el objeto que había simbolizado su vida en común debía también alejarse de ella…
Entonces entendí. Lo que Rosita explicaba a su hermano era que mi salida de la vida de mi anciana dueña no era un desprecio, sino muy al contrario: era un signo del amor que tuvo a su marido y que comenzó aquel lejano día del bazar de Estambul y concluía hoy con la muerte de Andrés. Lo sentí, él había cuidado bien a Adela, me había visto muchas veces con la mirada cargada de memoria de un viaje inolvidable lleno de proyectos, del que yo fui un comienzo y un testigo.
Le deseo a Adela que siga adelante, mi creadora, sin duda, así lo habría querido. Yo me quedaré arrinconado en algún estante en el que el polvo irá cubriéndome con su manto de paz hasta que, tal vez, otra niña me encuentre y quiera tenerme por compañero de su futuro. ¿Será, tal vez, otra nueva Adela?

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