sábado, 28 de febrero de 2009

Bícepts

Por aquello de mantener no sólo ágil la mente, sino también el cuerpo, conviene fortalecer los músculos y uno de éstos, es el bíceps.
Veamos cuál es el origen de su término.


Palabra procedente del latín clásico bíceps, (de dos cabezas, de dos caras), pasó al castellano antiguo con idéntico significado:
“Biceps es quien tiene dos cabeças. Biceps assi mesmo se dize de dos partes agudo...”
decía Alfonso de Palencia en su Universal vocabulario de latín en romance, de 1490.
La acepción referida a los músculos del brazo y de la pierna –llamados así porque en su inserción tienen dos cabezas o tendones independientes- es bastante posterior y sólo aparece en un diccionario español, el de Domínguez, en 1853:
Que tiene dos cabezas. Nombre de dos músculos diferentes, uno situado en el brazo, llamado biceps braquial, y otro en el muslo, biceps femoral.
La palabra bíceps está formada por el prefijo latino bi-, (dos), más caput, capitis (cabeza), ésta derivada de la raíz indoeuropea kaput, de idéntico significado, de la cual se han derivado numerosas palabras españolas, tales como 'capital', 'capítulo', 'caudillo', occipital, etc.
A pesar de ser palabra grave terminada en -s, bíceps lleva tilde por ir precedida de otra consonante, como ocurre también con 'fórceps' y 'tríceps', entre otras.

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viernes, 27 de febrero de 2009

Gratuidad en museos para discapacitados

Os pongo una noticia que tal vez a alguien pueda resultarle útil.
Me parece bien que se favorezca el acceso a la cultura, en general, a las personas que pertenecemos a colectivos diferentes, ahora bien, sin negar que a nadie le amarga un dulce, yo apuesto por la accesibilidad más que por la subvención. Accesibilidad en cuanto a audioguías, maquetas que pueda tocar y ver con las manos, cartelería en braille, etc.


A partir del próximo 1 de marzo, entra en vigor la Orden 174/2009, de 29 de enero, del Ministerio de Cultura, por la que las personas con discapacidad, pertenecientes a la Unión Europea o a países hispanoamericanos, y su acompañante, tendrán el acceso gratuito a los 18 museos nacionales españoles: en Madrid, los museos Arqueológico, Cerralbo, de América, del Traje, de Antropología, de Artes Decorativas, de Reproducciones Artísticas, Romántico y de Sorolla; la Casa de Cervantes y el Colegio de San Gregorio de Valladolid; el Museo Sefardí y el del Greco, de Toledo; y los Museos de Arqueología subacuatica (Cartagena), de Arte Romano (Mérida), de Cerámica (Valencia), de Altamira (Santillana del Mar) Y del Teatro (Almagro).

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jueves, 26 de febrero de 2009

Los cuentos y el teléfono móvil

Hablábamos el otro día de la importancia de lo escrito y cómo esto sirve para fijar el conocimiento.
Mencionábamos también la oralidad como transmisión de tradiciones a través de cuentos y refranes. Y hablando de cuentos, quiero compartir con vosotros una reflexión que me ha llegado y que me parece muy acertada.
Es algo larga, pero merece la pena. Que la tecnología no nos robe el poder de la fantasía.


Anoche le contaba a la Nina un cuento infantil muy famoso, el Hansel y Gretel de los hermanos Grimm. En el momento más tenebroso de la aventura los niños
descubren que unos pájaros se han comido las estratégicas bolitas de pan, un sistema muy simple que los hermanitos habían ideado para regresar a casa.
Hansel y Gretel se descubren solos en el bosque, perdidos, y comienza a anochecer. Mi hija me dice, justo en ese punto de clímax narrativo: “No importa.
Que lo llamen al papá por el móvil”.
Yo entonces pensé, por primera vez, que mi hija no tiene una noción de la vida ajena a la telefonía inalámbrica. Y al mismo tiempo descubrí qué espantosa
resultaría la literatura —toda ella, en general— si el teléfono móvil hubiera existido siempre, como cree mi hija de cuatro años. Cuántos clásicos habrían
perdido su nudo dramático, cuántas tramas hubieran muerto antes de nacer, y sobre todo qué fácil se habrían solucionado los intríngulis más célebres de
las grandes historias de ficción.
Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica, en cualquiera que se le ocurra. Desde la Odisea hasta Pinocho, pasando por El viejo y el mar, Macbeth,
El hombre de la esquina rosada o La familia de Pascual Duarte. No importa si el argumento es elevado o popular, no importa la época ni la geografía.
Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica que conozca al dedillo, con introducción, con nudo y con desenlace.
¿Ya está?
Muy bien. Ahora ponga un teléfono móvil en el bolsillo del protagonista. No un viejo aparato negro empotrado en una pared, sino un teléfono como los que
existen hoy: con cobertura, con conexión a correo electrónico y chat, con saldo para enviar mensajes de texto y con la posibilidad de realizar llamadas
internacionales cuatribanda.
¿Qué pasa con la historia elegida? ¿Funciona la trama como una seda, ahora que los personajes pueden llamarse desde cualquier sitio, ahora que tienen la
opción de chatear, generar videoconferencias y enviarse mensajes de texto? ¿Verdad que no funciona un carajo?
La Nina, sin darse cuenta, me abrió anoche la puerta a una teoría espeluznante: la telefonía inalámbrica va a hacer añicos las nuevas historias que narremos,
las convertirá en anécdotas tecnológicas de calidad menor.
Con un teléfono en las manos, por ejemplo, Penélope ya no espera con incertidumbre a que el guerrero Ulises regrese del combate.
Con un móvil en la canasta, Caperucita alerta a la abuela a tiempo y la llegada del leñador no es necesaria.
Con telefonito, el Coronel sí tiene quién le escriba algún mensaje, aunque fuese spam.
Y Tom Sawyer no se pierde en el Mississippi, gracias al servicio de localización de personas de Telefónica.
Y el chanchito de la casa de madera le avisa a su hermano que el lobo está yendo para allí.
Y Gepetto recibe una alerta de la escuela, avisando que Pinocho no llegó por la mañana.
Un enorme porcentaje de las historias escritas (o cantadas, o representadas) en los veinte siglos que anteceden al actual, han tenido como principal fuente
de conflicto la distancia, el desencuentro y la incomunicación. Han podido existir gracias a la ausencia de telefonía móvil.
Ninguna historia de amor, por ejemplo, habría sido trágica o complicada, si los amantes esquivos hubieran tenido un teléfono en el bolsillo de la camisa.
La historia romántica por excelencia (Romeo y Julieta, de Shakespeare) basa toda su tensión dramática final en una incomunicación fortuita: la amante finge
un suicidio, el enamorado la cree muerta y se mata, y entonces ella, al despertar, se suicida de verdad. (Perdón por el espoiler.)
Si Julieta hubiese tenido teléfono móvil, le habría escrito un mensajito de texto a Romeo en el capítulo seis:
M HGO LA MUERTA,
PERO NO STOY MUERTA.
NO T PRCUPES NI
HGAS IDIOTCES. BSO.
Y todo el grandísimo problemón dramático de los capítulos siguientes se habría evaporado. Las últimas cuarenta páginas de la obra no tendrían gollete, no
se hubieran escrito nunca, si en la Verona del siglo catorce hubiera existido la promoción “Banda ancha móvil” de Movistar.
Muchas obras importantes, además, habrían tenido que cambiar su nombre por otros más adecuados. La tecnología, por ejemplo, habría desterrado por completo
la soledad en Aracataca y entonces la novela de García Márquez se llamaría ’Cien años sin conexión’: narraría las aventuras de una familia en donde todos
tienen el mismo nick (buendia23, a.buendia, aureliano_goodmornig) pero a nadie le funciona el messenger.
La famosa novela de James M. Cain —’El cartero llama dos veces’— escrita en 1934 y llevada más tarde al cine, se llamaría ’El gmail me duplica los correos
entrantes’ y versaría sobre un marido cornudo que descubre (leyendo el historial de chat de su esposa) el romance de la joven adúltera con un forastero
de malvivir.
Samuel Beckett habría tenido que cambiar el nombre de su famosa tragicomedia en dos actos por un título más acorde a los avances técnicos. Por ejemplo,
’Godot tiene el teléfono apagado o está fuera del área de cobertura’, la historia de dos hombres que esperan, en un páramo, la llegada de un tercero que
no aparece nunca o que se quedó sin saldo.
En la obra ’El jotapegé de Dorian Grey’, Oscar Wilde contaría la historia de un joven que se mantiene siempre lozano y sin arrugas, en virtud a un pacto
con Adobe Photoshop, mientras que en la carpeta Images de su teléfono una foto de su rostro se pixela sin remedio, paulatinamente, hasta perder definición.
La bruja del clásico ’Blancanieves’ no consultaría todas las noches al espejo sobre “quién es la mujer más bella del mundo”, porque el coste por llamada
del oráculo sería de 1,90€ la conexión y 0,60€ el minuto; se contentaría con preguntarlo una o dos veces al mes. Y al final se cansaría.
También nosotros nos cansaríamos, nos aburriríamos, con estas historias de solución automática. Todas las intrigas, los secretos y los destiempos de la
literatura (los grandes obstáculos que siempre generaron las grandes tramas) fracasarían en la era de la telefonía móvil y del wifi.
Todo ese maravilloso cine romántico en el que, al final, el muchacho corre como loco por la ciudad, a contra reloj, porque su amada está a punto de tomar
un avión, se soluciona hoy con un SMS de cuatro líneas.
Ya no hay ese apuro cursi, ese remordimiento, aquella explicación que nunca llega; no hay que detener a los aviones ni cruzar los mares. No hay que dejar
bolitas de pan en el bosque para recordar el camino de regreso a casa.
La telefonía inalámbrica —vino a decirme anoche la Nina, sin querer— nos va a entorpecer las historias que contemos de ahora en adelante. Las hará más tristes,
menos sosegadas, mucho más predecibles.
Y me pregunto, ¿no estará acaso ocurriendo lo mismo con la vida real, no estaremos privándonos de aventuras novelescas por culpa de la conexión permanente?
¿Alguno de nosotros, alguna vez, correrá desesperado al aeropuerto para decirle a la mujer que ama que no suba a ese avión, que la vida es aquí y ahora?
No. Le enviaremos un mensaje de texto lastimoso, un mensaje breve desde el sofá. Cuatro líneas con mayúsculas. Quizá le haremos una llamada perdida, y cruzaremos
los dedos para que ella, la mujer amada, no tenga su telefonito en modo vibrador. ¿Para qué hacer el esfuerzo de vivir al borde de la aventura, si algo
siempre nos va a interrumpir la incertidumbre? Una llamada a tiempo, un mensaje binario, una alarma.
Nuestro cielo ya está infectado de señales y secretos: cuidado que el duque está yendo allí para matarte, ojo que la manzana está envenenada, no vuelvo
esta noche a casa porque he bebido, si le das un beso a la muchacha se despierta y te ama. Papá, ven a buscarnos que unos pájaros se han comido las migas
de pan.
Nuestras tramas están perdiendo el brillo —las escritas, las vividas, incluso las imaginadas— porque nos hemos convertido en héroes perezosos.

por Hernán Casciari

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miércoles, 25 de febrero de 2009

Los trabajos del futuro

La empresa norteamericana Careercast ha realizado un estudio acerca de los mejores trabajos del futuro en base a parámetros de entorno laboral, ingresos, posicionamiento en el mercado, estrés y esfuerzo físico.
Éstos son:



1. Matemático Aplica teorías matemáticas y ecuaciones para enseñar o resolver problemas en finanzas, educación, industria.
2. Estadístico en seguros. Interpreta estadísticas para determinar probabilidades de accidentes, enfermedades, muertes, pérdidas de propiedades por robos y desastres naturales.
3. Estadístico. Tabula, analiza, e interpreta los resultados numéricos de experimentos y estudios.
4. Biólogo. Estudia la relación entre plantas y animales con su entorno.
5. Ingeniero de Software. Investiga, diseña, desarrolla y mantiene sistemas de software.
6. Analista de Sistemas de Computadores. Diseña y desarrolla sistemas de computación para empresas e instituciones científicas.
7. Historiador. Analiza y registra la información histórica de una época o de acuerdo a un área de conocimiento.
8. Sociólogo. Estudia el comportamiento humano mediante el examen de la interacción de grupos sociales e instituciones.
9. Diseñador Industrial. Diseña y desarrolla productos industriales.
10. Contable. Prepara y analiza los resultados financieros de la empresa para asistir a la dirección de la misma, a la industria o al gobierno.

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martes, 24 de febrero de 2009

Ollas, pucheros y cocidos

Inauguro, con esta entrada, una nueva etiqueta en la que agruparé mi presencia en conferencias varias. Los que me váis conociendo sabéis de mi afán por participar en las actividades de mi entorno, en aspirar a la normalidad, en aprender, en ser uno más.
En esta línea, descubrí hace unos días, por casualidad, buceando en Internet la página del Ateneo madrileño, una institución con tantas reminiscencias culturales que no dudé en fijarme el objetivo de lanzarme a la piscina.
. Vi que se organizaban numerosas actividades, y entre ellas, conferencias muy curiosas. A algunas de las que ponía para el mes de febrero llegaba tarde, pero había otras dos a las que aún podría asistir. Hoy ha sido la primera de ellas y el viernes, será la segunda.
Han debido pensar que era una buena forma de prepararnos para la cuaresma, hablando de ollas, pucheros y cocidos. Todo un lujo para el paladar y una buena forma de empezar con buen pie en el objetivo.



Alguna vez se ha dicho que somos lo que comemos. Pienso que en buena medida, esto es cierto, pues la gastronomía de los pueblos simboliza su evolución, sus recursos, etc.
Bueno, os voy a comentar un poco acerca de la conferencia.
La ha impartido la profesora Matallana, adscrita a la facultad de Farmacia de la Universidad Complutense.
A lo largo de la hora aproximada de duración ha disertado sobre los antecedentes, ingredientes, tipos, variedades y presencia literaria de este plato tradicional de nuestra cocina.
Los antecedentes podrían remontarse a la olla negra de los espartanos, a otra sopa recogida por el romano Apicio y especialmente a la adafina de los judíos (pero en este caso, claro, sin tocino ni derivados del cerdo).
Los ingredientes eran muy variados y abundantes, dependiendo del nivel adquisitivo o clase social de los comensales. En la olla podrida castellana era esencial el tocino como símbolo de cristianos viejos. A él se añadían las verduras (ajo, cebollas, coles, etc.), legumbre (garbanzos) y carnes varias de todo tipo (carnero, gallina, jamón, chorizo, tocino, tocino, aves…).
Se recogen referencias a la olla podrida y luego al puchero en la literatura española del Siglo de Oro, y antes, en el arcipreste de Hita, desde el Quijote cervantino a Calderón.
Se hablaba de olla podrida en doble sentido: por su larga cocción y por su abundancia o poderida.
Se decía también que era el plato del sota, caballo y rey o de triple vuelco: la sopa (sota) ligera, escurridiza y a modo de aperitivo. La verdura y legumbre (caballo) por su energía fibrosa. Y la carne (el rey) por su contundencia y rango.
A fines del siglo XIX, con Alfonso XII se introduce la patata y en los pueblos castellanos se populariza el tocinero, figura que iba de casa en casa con una ristra de tocino, la introducía en el puchero y dependiendo de la duración del rezo del Credo se dejaba más o menos para que diese el gusto necesario. Una vez cobrado el estipendio, pasaban a la siguiente casa.
Los cocidos de ricos eran auténticos banquetes pantagruélicos, pero siempre con esa estructura.
Otro dato curioso ha sido el hecho de que hubiese veces en que se ponía candado a la tapa del puchero para evitar la mengua en los pedazos de carne desde que salían de las cocinas hasta que llegaban a la mesa del potentado señor.
Las posibilidades que brindan estos cocidos, potes u ollas hicieron de ellos más que un plato típico, un auténtico fenómeno sociológico.
En España hay distintas variedades, desde el cocido madrileño, el pote gallego, la fabada asturiana, el cocido maragato, el canario, etc. Aunque en todos ellos la base es la misma. Luego se introducen variantes locales en cuanto a composición o forma de servirlo.
Después de todo lo aprendido, más las fotos (que yo me he perdido) no dudéis en que a uno se le ha hecho la boca agua: el sabor a lo auténtico, lo sabroso de los platos de cuchara y el pensar en que estos platos han de degustarse en un ambiente reposado, placentero y bien acompañado (hacer un cocido o una fabada para uno no llena), ha sido muy enriquecedor.
Termino recordando la última fabada que degusté en un excelente restaurante asturiano, acompañado de mis amigos Elena, Alfonso y Paloma. He evocado aquella magnífica tarde de domingo y aquella frase de Alfonso: “estas fabes están espectaculares”.
Que aproveche.

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La paradoja de la incomunicación

Se dice que hoy en día hay altas dosis de incomunicación y sin embargo los medios para comunicarnos son como nunca lo fueron de abundantes y accesibles.



Se dice que cada vez escribimos peor, que empobrecemos el lenguaje con esas jeroglíficas expresiones que dejamos en sms y chats y, pese a ello, cada vez son más los libros que hay publicados.
Se dice que el ser humano cada vez está más solo y sin embargo las distancias se han acortado notablemente tras la popularización y modernización de los transportes.
Se dice todo esto y, en gran parte es verdad, pero tal vez por esa tendencia natural que tenemos los seres humanos de supervalorar el pasado y menospreciar el presente, podamos estar idealizando algo que antaño no habría sido tan paradigmático.
Cuentan que Kepler envió numerosas cartas a Galileo, allá por el siglo XVII, y que éste nunca las contestó. Parece que eran misivas llenas de circunloquios y loas que las hacían extensas, llenas de hojarasca. Quién sabe si de haber utilizado el lenguaje sintético de hoy en día, el astrónomo y el filósofo no se habrían entendido y podrían haber sumado sus inteligencias para adelantar el progreso.
Vemos, por tanto, que no es cuestión de hoy en día, esa falta de comunicación, que ha sido algo periódico, que se ha venido dando con mayor frecuencia de lo que se cuenta.
Con todo esto me refiero a que debemos poner las cosas en su justa medida, que los medios están ahí, que hay que saber aprovecharlos, pero que, en cada etapa histórica, ha existido esa falta de diálogo, de intercambio tan deseable, pero tan difícil de alcanzar.

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Recomendaciones narrativas de febrero


Termina febrero y vuelvo con esa sana costumbre de dejaros algunas propuestas narrativas para que les echéis un ojo.
Espero que os gusten y os inciten a pasearos por sus páginas.



¿ADÓNDE VAMOS, PAPÁ?
Jean-Louis Fournier
Novela
Ediciones Destino, 2009. 136 págs.
Escrita desde la sonrisa, el estupor, la tristeza, la ternura, la esperanza y el dolor por los que pasa un padre a medida que descubre, acepta y asume las limitaciones, tanto físicas como mentales, de sus dos hijos. Un libro extremadamente emotivo y conmovedor, que huye de la autocompasión y procura decir las cosas por su nombre, revelando una lúcida comprensión de lo que supone cualquier tipo de paternidad. Un libro distinto sobre una realidad muy dura, la de los niños disminuidos, escrito con ternura y sentido del humor.

LA CAZA DEL ASESINO
James L. Swanson
Novela histórica
Ediciones Paidós, 2009. 400 págs.
Basado en documentos de archivo, las transcripciones del juicio y las reliquias de la sangre de Lincoln, éste es un trabajo sólidamente documentado, un relato fascinante de crimen, intriga y traición. Una apasionante narración contada minuto a minuto a través de los ojos de la presa y de los cazadores. Desde el 14 hasta el 26 de abril de 1865, el asesino de Lincoln logró despistar a la Caballería de la Unión y a los detectives a través de las calles de Washington D.C., de un lado a otro de las marismas de Maryland y en el interior de los bosques de Virginia, mientras toda la nación, todavía tambaleante por la recién acabada Guerra Civil, era testigo de ello con horror y tristeza. En el centro de esta historia hallamos a John Wilkes Booth, el más tristemente conocido criminal de América.

CORAZÓN DE NAPALM
Clara Usón
Novela
Ed. Seix Barral, 2009. 368 págs.
En 1984 Fede acaba de cumplir trece años: ya no es un niño, aún no es adulto, sólo es un problema. Se ha escapado de la casa de su padre y su madrastra, dispuesto a vivir intensamente emulando a su héroe Sid Vicious. Pronto entiende que su lugar está junto a su madre, de la que nada sabe desde hace un año. Su aventura transcurre en paralelo con la de Marta, una pintora alocada de hoy, que ve con ironía y escepticismo la trastienda del mundo del arte y la posibilidad de ser feliz. Ésta es la conmovedora historia de amor de un niño por su madre, una novela contemporánea con resonancias clásicas, un Edipo de nuestro tiempo salpicado con pequeñas dosis de comedia de enredo.

LA ENCANTADORA DE FLORENCIA
Salman Russdie
Novela histórica
Ed. Mondadori, 2009. 336 págs.
Finales del siglo XVI. Un extranjero llega a la corte de Akbar el Grande (1519-1605), emperador del Imperio mongol, en la fastuosa ciudad de Fatehpur Sikri, en la India. Es el portador de un secreto que podrá traerle la mayor de las fortunas o costarle la vida. Un secreto digno solo de los oídos del emperador y que tiene que ver con su propia historia, la historia de sus antepasados, concretamente de su tíaabuela, la princesa oculta Qara Köz, descendiente directa de Genghis Kan, también conocida como “la encantadora de Florencia”. Entreverando la Historia con la ficción, Salman Rushdie reconstruye un apasionante periodo histórico y narra la fundación del Imperio Mongol y las luchas que finalmente darían lugar a la India.

LA GEOMETRÍA DE DIOS
Uzma Aslam Khan
Novela
Ed. Alfaguara, 2009. 440 págs.
Durante una excursión a la Cordillera de la Sal, la pequeña Amal y su abuelo, el notable paleontólogo Zahoor, recogen una piedra que esconde en su interior la prueba de las teorías evolutivas que el general Zia insiste en prohibir. Poco después de nacer, Mehwish, la hermana de Amal, pierde la vista: ¿imprudencia paterna o voluntad divina? En cualquier caso, Amal se convertirá en sus ojos y juntas irán descubriendo el otro lado de la realidad y el despertar de la sensualidad y la inteligencia. El joven Noman, hijo de un poderoso líder religioso, encarna como nadie el cotidiano conflicto entre la razón y la religión. Atribulado por el despertar sexual, la conveniente lealtad a su padre y el deslumbramiento ante la bella Amal y el espíritu libre de Zahoor, desencadenará una serie de sucesos que transformarán para siempre la vida de todos los personajes.

MEDIA DOCENA DE ROBOS Y UN PAR DE MENTIRAS
Mercedes Abad
Cuentos y relatos
Ed. Alfaguara, 2009. 216 págs.
Este libro es una colección de disparates cotidianos en el que varios personajes se ven enfrentados a situaciones improbables: Angelina recibe la noticia de que su prometido se ha ahorcado el día antes de la boda, una mujer comienza su vía crucis cuando es reconocida como la cliente un millón de unos grandes almacenes, Verónica busca a su alrededor alguien con quien compartir un premio de la lotería… Lo grotesco y lo increíble se hacen cotidianos en estos cuentos, un cúmulo de situaciones paradójicas en las que la vida es un laberinto y los protagonistas parecen obstinados en no encontrar la salida. Mercedes Abad muestra su gran ingenio y humor en este divertimento, una partida de cartas entre el azar y el destino.

MURCIÉLAGOS DORADOS Y PALOMAS ROSAS
Gerald Durrell
Literatura de viajes
Alianza editorial, 2009. 216 págs.
Éste es un apasionante libro de aventuras, en el que las vicisitudes de los expedicionarios, acosados por el calor, las largas esperas, las lluvias torrenciales y los peligros, se desenvuelven en un marco de enorme atractivo; la reproducción de fragmentos de curiosos diarios de los primeros naturalistas del pasado ayuda a trasladarnos a un mundo deslumbrante, poblado por hombres intrépidos y de espíritu científico, unidos por su amor a los animales.

SAKAMURA, CORRALES Y LOS MUERTOS RIENTES
Pablo Tusset
Novela de humor
Ediciones Destino, 2009. 272 págs.
Tres extranjeros muertos en la costa Brava, los tres con una sonrisa en la boca, los tres coloraos como cangrejos... La cosa parece estar clara para el cabo de la Guardia Civil Rafael Corrales: tiene que haber sido cosa de las medusas, cuyo veneno no afecta al producto nacional. Pero el maestro zen e inspector Sakamura, enviado por la Interpol, prefiere investigar cuidadosamente antes de pronunciarse sobre el asunto. Corrales conoce el terreno y la idiosincrasia del paisanaje; Sakamura utiliza talentos que provienen de una cultura milenaria, y los dos conforman la pareja de investigadores más desternillante de la literatura.

EL SEÑOR DE LAS LLANURAS
Javier Llanes
Novela
Ed. Plaza y Janés, 2009. 720 págs.
La búsqueda de sus orígenes le llevó al más fascinante de los destinos. El deseo de recuperar el mundo perdido de su niñez lleva a un joven periodista a emprender un viaje tras los pasos de su enigmático abuelo, un escocés aventurero que vivió una tumultuosa historia de amor con la abuela del protagonista y que desapareció misteriosamente en África. La investigación le conduce hasta Kenia, a un lugar mágico poblado de maravillosas historias y de personajes fascinantes.

VIRGINIA O EL INTERIOR DEL MUNDO
Álvaro Pombo
Novela
Ed. Planeta, 2009. 350 págs.
Santander. Años veinte. La monarquía se instala en el palacio de La Magdalena. La ciudad gira en torno al veraneo regio. Virginia Montes, una joven soltera que pertenece a una familia enriquecida con el negocio de las harinas y ennoblecida por Amadeo de Saboya, heredera de una considerable fortuna y con inclinaciones sentimentales socialistas, culpa al Rey de la muerte de su amado, el hijo de su cocinera. Un matrimonio excéntrico, Cayo Bárcena y Leonora de Bárcena, que primero divierten y después fascinan a Virginia, celebran una gran sesión espiritista cuyas consecuencias darán el significado de esta novela. Éste es el retrato magistral de una mujer retraída y atrevida al mismo tiempo. Con su excepcional manejo de la prosa y de la arquitectura narrativa, Álvaro Pombo nos traslada a un mundo tan íntimo que podría ser el de cualquiera de nosotros.

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lunes, 23 de febrero de 2009

Las botas de Jonathan Swift

Esta anécdota ingeniosa nos invita a que no caigamos en esa tentación de para qué voy a hacer algo, si luego lo tendré que volver a hacer. Vaya, un antídoto contra la pereza.



-En una ocasión el escritor Jonathan Swift (1667-1745), que escribiera su memorable “Los viajes de Gulliver” decidió darse un paseo a caballo, de modo que le pidió a su criado que le llevara las botas de montar. Cuando
vió aparecer al sirviente con ellas completamente sucias, le regañó, advirtiéndole que en otra ocasión las limpiara antes de traérselas.
-Señor-se disculpó el muchacho-pensé que, como se iban a manchar de nuevo, no merecía la pena tomarse el cuidado.
Ahí quedó la cosa por el momento. El genial escritor montó
en su caballo y advirtióal mozo de que no volvería hasta la noche.
-Amo, os olvidáis de dejar la llave de la despensa...
-Para qué la queréis?
-Para preparar el almuerzo
-No hará falta, ¿para qué queréis almorzar? Después de todo, dentro de unas horas querréis comer de nuevo.

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Abuelo

Como recuerdo a nuestros abuelos, esos seres que tantos bagajes nos dejan con su ejemplo y enseñanzas, del disco de Andy Lucas “Ganas de vivir”.
Que nos sirva para evocar tanta compañía y vida como nos legan con sus historias, sus miradas, sus refranes….
Para reproducir el vídeo, pinchad en el título de la entrada.

El mira hacia el cielo, llorando bajito,Le cuenta a una estrella, creyendo que es ellaLe tira besos, desde su ventana, y le pide a la luna…Que cuando la vea, le diga al oído, que quiere tenerla durmiendo a su vera, con él en la cama tan fría y vacía… y llora de pena, que pena.
Y desde el día en que Dios, se la llevo, una lagrima espita en su corazón a el se le clavo.Recuerda su voz, y tiembla al pensar cuando sueña de noche con ella, y se echa a llorar.
Abuelo, no llores que pronto vendrá la luna, y bajara del cielo una estrella, alumbrando el camino y allí estará contigo la abuelaTe esperara allí arriba en el cielo, y te dirá bajito te quiero, no quiero que me llores abuelo.
Solo, le queda el recuerdo como una condena, que lleva por dentro, y corre sus venas mirando una estrella que en cuatro paredes, se come sus penasSolo tú siempre estas solo, digan lo que digan, te han dejado solo, como dice el dicho, tú cría cuervos y te sacarán los ojos, los ojos
Y desde el día en que Dios, se la llevo, una lagrima espita en su corazón a el se le clavo.Recuerda su voz, y tiembla al pensar cuando sueña de noche con ella, y se echa a llorar.
Abuelo, no llores que pronto vendrá la luna, y bajara del cielo una estrella, alumbrando el camino y allí estará contigo la abuelaTe esperara allí arriba en el cielo, y te dirá bajito te quiero, no quiero que me llores abuelo(bis)Comparte esta noticia:Lista con 14 elementosMeneame


Él mira hacia el cielo, llorando bajito,
Le cuenta a una estrella, creyendo que es ella
Le tira besos, desde su ventana, y le pide a la luna…
Que cuando la vea, le diga al oído, que quiere tenerla durmiendo a su vera, con él en la cama tan fría y vacía… y llora de pena, que pena.
Y desde el día en que Dios, se la llevó, una lágrima espinita en su corazón a el se le clavó.
Recuerda su voz, y tiembla al pensar cuando sueña de noche con ella, y se echa a llorar.
Abuelo, no llores que pronto vendrá la luna, y bajará del cielo una estrella, alumbrando el camino y allí estará contigo la abuela
Te esperará allí arriba en el cielo, y te dirá bajito te quiero, no quiero que me llores abuelo.
Sólo, le queda el recuerdo como una condena, que lleva por dentro, y corre sus venas mirando una estrella que en cuatro paredes, se come sus penas
Solo, tú siempre estas solo, digan lo que digan, te han dejado solo, como dice el dicho, tú cría cuervos y te sacarán los ojos, los ojos
Y desde el día en que Dios, se la llevó, una lágrima espinita en su corazón a el se le clavó.
Recuerda su voz, y tiembla al pensar cuando sueña de noche con ella, y se echa a llorar.
Abuelo, no llores que pronto vendrá la luna, y bajará del cielo una estrella, alumbrando el camino y allí estará contigo la abuela
Te esperará allí arriba en el cielo, y te dirá bajito te quiero, no quiero que me llores abuelo(bis)

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Amistad, la verdadera riqueza

Dicen que hay momentos en que, uno se cruza con personas únicas y que si eres capaz de atraerte su amistad, de saber verlas, te haces auténticamente rico. Por ello, yo me considero especialmente privilegiado,



por saber disfrutar de la amistad de personas generosas que me aceptan y regalan ese don del afecto. Sois, son verdaderos tesoros que uno trata de conservar y de saber ser digno merecedor de ese regalo.
El hecho de que hayan pasado años desde que me alejé de ellas y que sigan manteniéndose fieles.
El que te encuentres con ellas y te des un abrazo, el que puedas seguir hablando como si no hubiese pasado el tiempo, ni te hubieses alejado de su lado.
El que, por otra parte, sin conocerme físicamente, me demostréis vuestra generosa escucha, vuestra disponibilidad.
El que alguien te diga: “no me cuentes nada, ahí estoy. Si lo necesitas, puedes contar conmigo”.
Todo esto me hace afirmar que aquella aseveración del principio, es cierta. La riqueza de una persona no se mide por las posesiones que pueda tener, sino por el número de personas (nunca serán excesivas) que cumplan con estas máximas.
Después de unos días en que Tiflohomero ha estado un poquillo parado vuelvo y lo hago con esta reflexión. Han pasado estos días, pero sé que estáis ahí.
Durante esta breve ausencia, mientras recibía los cuidados de mi familia y la nostalgia de algunos de esos amigos, sé que no os habéis olvidado de lo que por aquí se va dejando.
Comprobé a través de algún encuentro sorpresa que seguían acordándose de mí, que su tono de voz manifestaba alegría y esto me enorgulleció.
Seguro que vosotros atesoráis también una buena cantidad de esta riqueza que equivale a la amistad real. Por ello, enhorabuena. Que sepamos valorarla y mantenerla viva.

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miércoles, 18 de febrero de 2009

La importancia de lo escrito

Me apetece compartir aquí una reflexión que ha surgido en la conferencia que he presentado y moderado esta tarde en torno a la enseñanza del braille. Ésta no es otra que la importancia del texto escrito frente a la transmisión oral del conocimiento.



La cuestión es que ahora, con la ayuda de las nuevas tecnologías, las personas ciegas podemos acceder a la información a través de audiolibros o síntesis de voz y, a mi entender, reducirnos únicamente a estos medios, supondría un retroceso a los tiempos previos a la invención del sistema braille.
Se afirma que uno de los hitos que marcan la entrada del ser humano en la Historia es la invención de la escritura, bien en tablillas de arcilla o jeroglíficos, ya que permitió fijar un saber y unas relaciones humanas, cada vez más complejas.
La oralidad está bien como forma de transmitir historias, saberes ancestrales en torno al fuego o en las noches del desierto, pero resulta insuficiente a la hora de establecer transacciones comerciales, preceptos legales, etc.
Por tanto, con la invención de la escritura, la humanidad da un salto notable hacia adelante en su evolución.
Las personas ciegas tuvimos que esperar hasta 1825 para disponer de un medio de escritura que nos permitiese alcanzar esas mismas ventajas que, el resto de los seres humanos, llevaban disfrutando desde milenios atrás.
Por eso caeríamos en una paradoja si renunciásemos al uso del braille en pro de las nuevas tecnologías, exclusivamente. De una parte volveríamos a las carencias superadas por Braille y de otra dispondríamos de medios avanzados.
No cabe duda que los nuevos medios aportan indudables ventajas, en cuanto a inmediatez, comodidad, almacenaje, etc, pero a cambio sólo el braille, o un método de lectura y escritura tradicional permiten leer un medicamento, saber qué botón del ascensor voy a pulsar, qué producto alimenticio voy a consumir,etc.
No es sólo una cuestión de nostalgia o integrismo en defensa de Louis Braille y de su sistema, sino que, partiendo de la complementariedad en la utilización de cuantas fórmulas tengamos, hemos de asumir que no es suficiente la lectura. La escritura es imprescindible y el leer por uno mismo, ya sea con los ojos o con las manos, ha de ser una aspiración irrenunciable para cualquier persona que se precie de aspirar a una vida libre.
Lo que para un hombre supuso la entrada en el mundo de la oscuridad (el niño Louis se quedó ciego al clavarse una lezna del taller de su padre), para el resto de los ciegos, esa misma lezna u otro punzón análogo nos trajo la luz a través de la escritura en puntos salientes.

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martes, 17 de febrero de 2009

El Robinson español

Sin duda que todos hemos disfrutado con las aventuras de Robinson Crusoe, pero lo que tal vez no sepáis es que Daniel Defoe se inspiró, para ello, en la peripecia de un marino español del siglo XVI, Pedro Serrano. Ésta fue su historia.



En 1526, un ligero patache capitaneado por Pedro Serrano, parte de La Habana con rumbo a la costa colombiana de Santa Marta. Cruzando el Caribe una fuerte tempestad sorprende a la pequeña embarcación, el embate del temporal rinde las fuerzas del navío e irremediablemente naufraga. La tragedia se cierne sobre la tripulación y tan solo 3 de los hombres consiguen salvarse, llegando a nado y al límite de sus fuerzas a una pequeña isla, hasta aquel entonces, inexplorada, entre ellos se encontraba Pedro Serrano. Los supervivientes en busca de algún alimento para poder resistir en tan ignoto paraje, recorren la isla y pronto perciben que se encuentran en un pequeño islote despoblado no mayor de cincuenta kilómetros de largo y trece de ancho, en el que un sol abrasador castiga sus cuerpos dolientes, sin encontrar apenas vegetación ni manantiales de agua potable. A las pocas jornadas uno de los náufragos muere, quedando tan solo Serrano y uno de sus compañeros en su lucha contra la muerte en este inhóspito lugar. Los días pasan y los náufragos comienzan a agudizar el ingenio para sobrevivir.
Cuenta el Inca Garcilaso en su crónica de los hechos, que Serrano desesperado por encontrar alimentos «halló algún marisco que salía de la mar, como son cangrejos, camarones y otras sabandijas, de las cuales cogió las que pudo, porque no había candela donde asarlas o cocerlas», Pronto localiza otro recurso del que sacaría grandes provechos, tortugas: pone su carne al sol para comerla, bebe su sangre para apagar su sed, y emplea sus conchas para coger el agua que cae del cielo.
La agudeza lleva a Serrano y a su compañero a idear todo aquello que puede serle útil para subsistir: a falta de árboles, hacen con rocas, conchas y corales, una especie de choza para protegerse del sol y la lluvia, con los restos de la madera del naufragio ingenian un pequeño depósito que utilizan como aljibe, y logran hacer fuego chocando guijarros de pedernal con los jirones de sus ropas. Pasan los días, los meses y los años, y la única esperanza que los mantiene vivos es que algún barco español en travesía por el Caribe los saque de aquel infierno. En ocasiones ven pasar por sus cercanías algún navío, al que intentan llamar su atención haciendo fuego con leña húmeda para que desprenda una densa humareda, pero todo les resultó inútil, en ninguno de los casos fueron avistados, «por lo cuál ellos se quedaban tan desconsolados, que no les faltaba sino morir». Y así, alimentados a base de moluscos, tortugas y de los escasos peces que logran apresar consiguen sobrevivir algo más de ocho interminables años. Pero por fin un día su suerte cambia, una nao castellana que navega por las cercanías del islote que les da refugio, al ver las señales de humo, envía su batel a tierra con el fin de rescatar a aquellos dos hombres que greñudos, sucios y cubiertos de harapos, les piden socorro con gritos llenos de esperanza. Cuando son subidos abordo, todos son atenciones por parte de sus rescatadores, pero qué cruel fue el destino con el compañero de Pedro Serrano, que agotado en extremo y a pesar de verse rodeado de hombres amigos que se vuelcan en atenciones con él, va consumiéndose hasta fallecer antes de arribar a tierra española.
Serrano, único superviviente de aquel desgraciado patache, llega a España en 1534, y su relato, transmitido de boca a boca a todo lo largo y ancho del reino, hizo de él un hombre de leyenda. Tan famoso se hizo Serrano, que los círculos cortesanos y la nobleza se disputaban escuchar de sus labios su relato. Las autoridades quedaron de tal manera impresionadas, que deciden llevarlo a Alemania donde entonces se encontraba el rey Carlos V, para que le diera a conocer personalmente el desarrollo de sus aventuras. El monarca, conmovido, le recompensa económicamente con una pequeña fortuna.
Cuando bien podía haber quedado en su pueblo natal rodeado del aprecio y la admiración de sus vecinos, de nuevo se ve atraído por la llamada de la mar, por lo que Serrano vuelve a embarcar rumbo a aquellas aguas que le vieron padecer. Desembarca en Panamá para pasar allí el resto de su vida.
La pequeña isla donde Pedro Serrano vivió sus largos ocho años de aislamiento, figura en la cartografía con su nombre: Isla Serrana.

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Nunca tendré

El cantante argentino Coti publica el próximo mes de marzo su último disco que llevará por título “Malditas canciones”.
Os pongo aquí su adelanto con el estreno del vídeo clip. Para reproducirlo, pinchad en el título de la canción, es decir el título de la entrada.
Que os guste.



Nunca tendré tu amor
nunca tendré tu amor.
Tengo que ser fuerte
ya crecí lo suficiente.
Me choqué 40 veces y aprendí
al menos creo que esto fue lo que aprendí.
Los pies sobre la tierra
aunque pise barro y mierda.
Tengo que quedarme quieto en un lugar
en donde ya nada pueda hacerme volar.
Pero nunca tendré tu amor.
nunca tendré tu amor.
Nunca tendré tu amor
nunca tendré tu amor.
Pasaron muchos años
ya nada parece extraño.
Tengo un día bueno y otro de terror
hasta el cansancio nada fue un error.
Los pies sobre la tierra
aunque pise barro y mierda.
Tengo que quedarme quieto en un lugar
en donde ya nada pueda hacerme volar.
Pero nunca tendré tu amor.
nunca tendré tu amor.
Nunca tendré tu amor
nunca tendré tu amor.
Sin hablarte, sin tocarte
con la música a otra parte.
Sin probar tu nueva droga
sin poder cortar la soga.
Sin pasear perro ni gato.
y darte guerra por un rato.
Sin creerme Don Quijote
sin mostrar mi nuevos dotes.
Sin regalarte me escuchas
que te brinca nena goza.
Sin comer los mejillones
sin mostrarte los millones.
Sin hacerte 100 canciones
Así nunca, nunca, nunca, nunca, nunca tendré tu amor.
Así nunca tendré tu amor
nunca tendré tu amor.
Nunca tendré tu amor
nunca tendré tu amor.
nunca tendré tu amor.
nunca tendré tu amor.
nunca tendré tu amor.

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lunes, 16 de febrero de 2009

El ombú


El ombú o Bella Sombra es una planta arborescente, nativa de las pampas argentinas y uruguayas. Puede alcanzar una altura de 10 a 15 ms. Con una amplia copa y grueso tronco. Se discute, sin embargo, su naturaleza de árbol, arbusto o hierba. De madera esponjosa no sirve para leña pues se pudre con facilidad.
Contiene grandes cantidades de agua y es de crecimiento rápido.
Las hojas son de buen tamaño, unos 20 cms. De largo y de color verde intenso brillante. Sus frutos son bayas de color rojo.
Ha sido fuente de inspiración de innumerables payadas, versos, poesías y cuentos; abrigo y sombra del gaucho; protagonista de bromas pesadas... el ombú sigue viviendo en la imaginación y el sentimiento popular.
Ésta es su leyenda:



“Cuando Dios hizo el mundo, luego de haber hecho la tierra y el mar, al hombre y los animales, cuando iba haciendo las plantas, a cada una le preguntaba qué deseaba ser.
Al llegar el turno del Quebracho éste le dijo a Dios:
- Tata Dios... ió quiero ser fuerte y duro pa’ resistir los golpes de la suerte, y Tata Dios lo hizo fuerte y duro.
Cuando le llegó el turno al Jacarandá, éste dijo:
- Tatita... ió quiero ser bonito y coqueto como una mujer, y así fué.
Luego le llegó el turno al Cañaveral...
¿Qué querís ser vos?... preguntó Tata Dios...
- Ió quiero ser, Tata Dios, largo y duro pa’ ser lanza ‘e soldado y picana ‘e los bueyes en el trabajo ‘e las carretas, dijo el Cañaveral.
Por último le llegó el turno al Ombú, y al ser preguntado por Dios contestó:
- Tata Dios... ió quiero ser coposo para dar sombra y descanso a los caminantes; ió no quiero flores perfumadas, ni colores vistosos, ni jugo, ni siquiera fruto pa’comer. Que mi tronco sea blando y que ni los clavos puedan quedar clavados en mi madera... Tata Dios.. ió quiero hacer el bien a los hombres...
ió quiero aliviarlos de la fatiga cuando cruzan las llanuras y los montes, los ríos y las montañas, bajo el sol calcinante y muertos de sed en medio de la tierra reseca por el fuego y el calor...
Y Tata Dios hizo al Ombú como él le pidió.
Pasaron los siglos... Vino el Redentor al mundo, salvó a los hombres y éstos lo crucificaron. Cuando el Ombú lo supo pidió hablar con Tata Dios... Tata Dios consintió y el Ombú lleno de dolor y angustia le dijo:
- Tata Dios... cuando usted hizo los árboles les preguntaba a todos qué querían ser... y tuitos querían ser bonitos, lindos y fuertes... ió no quería ser nada d’ eso pa’ que jamás pudiera servir de cruz, como sirvieron otros árboles...
- M’hijito... ¡mi hais ienao ‘e satisfación!... A naides había oído hablar tan lindo, dijo Tata Dios... y abrazándolo le dijo:
- Ió te protegeré por toda la eternidad, pa’ que sigas haciendo el bien a los hombres...”

Si queréis saber más de este árbol, podéis leer la novela de Santa Montefiore “A la sombra del ombú”.

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Cambio de ruedas


Como cualquier buen coche que se precie, sea un Ferrari o un Mercedes, mi bastón también necesitaba un cambio de rueda. El pobre hace sus buenos kilómetros, con lo andarín que soy. Así que me he dicho que de hoy ya no podía pasar y más, después de que ayer, en ese paseo por el Retiro, se quedase enganchada en una rejilla y tuviera que pelearme con ella para liberarlo. Se trata de la contera.



La contera actualmente es giratoria y ha supuesto un avance respecto de las antiguas fijas. Mi modelo de bastón es canadiense. Se trata de un modelo plegable de cinco tramos, algo pesado pero muy seguro, que al fin y al cabo es lo importante.
Hay otros tipos que la ONCE nos ofrece pero yo prefiero éste, por lo dicho, primero porque la contera es más duradera que la de los otros y la estructura de doble goma y ensamblaje de los tubos lo hace más resistente.De las versiones de bastones que existen os cuento: están los llamados síbmolo que son simplemente un distintivo de que quien los lleva padece una deficiencia visual. Y los denominados guía que se adaptan a la altura del ciego y que son para los que no vemos nada. Luego tenemos los plegables y los rígidos. Aquéllos son más cómodos pues te permite recogerlos cuando no los necesitas y llevarlos en el bolsillo, pero a cambio pueden perder algo de información; y los rígidos dan mayor información, pero son más incómodos.
En cuanto a la técnica para llevarlos consiste en imaginar que la contera, o punta del bastón, hace de pie, por tanto sabremos que lo que vamos a pisar es seguro, porque antes lo habremos verificado a través del bastón. Se trata de hacer un arco deslizando la contera a ras de suelo. Antiguamente se enseñaba a marcar los puntos, es decir, el ciego iba punteando el suelo, pero claro eso supone que entre punto y punto había una zona intermedia que no se rastreaba, con el consiguiente riesgo.
La cuestión es que la contera sólo detecta los obstáculos o agujeros que hay a ras de suelo, no avisándome, por tanto de lo que haya por encima: el manillar de las motos, los toldos, los carteles… que inevitablemente me llevaré por delante.
Este elemento de movilidad esencial para esa tan deseada autonomía ha de valorarse con la importancia debida, el hecho de portarlo supone que interiorizas que tienes una discapacidad visual grave, y esto no creáis que es fácil asumirlo. Es verdad, da mucha seguridad y te garantiza el respeto de quienes se cruzan contigo, pero a la vez es un estigma de una realidad que cuesta, no poco, asumir.
La ventaja que tenemos es que no necesitamos carnet, aunque sí adiestramiento y por ello no estamos sometidos a la presión de la temida pérdida de puntos. Ahora bien, esto no significa que hayamos de ir por la calle como si de una apisonadora se tratase. Pienso que, por una mera cuestión de respeto hemos de estar pendientes no sólo de no tragarnos los obstáculos, sino de no avasallar.
El mayor miedo que he pasado es el sentir que a tu paso, alguien tropieza con el bastón y cae al suelo: ese sonido de un cuerpo que cae os aseguro que es dramático. ¿qué habrá pasado, se habrá roto algo?
Y bueno, para terminar ppor el principio, como cualquier coche, ha de llevarse limpito, bien cuidado y someterlo a la operación Renove con regularidad.

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domingo, 15 de febrero de 2009

Ocho sueños

La amiga y siempre atenta Viperina, en su Cofre de los horrores nos lanza una propuesta para que juguemos al Meme, creo que se escribe así
Esta tarde he visto, por fin, una magnífica y emotiva película “Siete almas” en la que también, una de las protagonistas, le invita a su benefactor a imaginar ¿Y si…?
Así que bueno, voy a jugar y coger el guante que lanza Viperina, que, por cierto, me lo pone difícil, ya que sus respuestas, podrían ser perfectamente las mías.
Pero bueno, allá voy:



1.- Me gustaría que una sonrisa mía iluminase la existencia de quienes se cruzan en mi camino y me regalan su ayuda.
2.- Me gustaría que mi afán por dejar huella sirviese para que alguien que duda de sus capacidades, vea que es posible y que merece la pena intentarlo.
3.- Me gustaría que, como en Siete almas, pudiese estar ahí para escuchar y con un cuento mío, ayudase a ser más feliz a alguien que se encuentra agobiado por la tristeza en un pozo del que no sabe o no puede salir.
4.- Me gustaría saber mantener vivos, y transmitir, las tradiciones y valores que me han sido legados por quienes son más sabios que yo.
5.- Me gustaría poder contemplar tantas y tantas cosas hermosas y verdaderamente bellas que me rodean y que a causa de mi ceguera no lo puedo hacer.
6.- Me gustaría que el día de mañana alguien me recuerde y eche de menos.
7.- Me gustaría conocer cosas nuevas: culturas, paisajes, gastronomía, costumbres…que enriquezcan mi espíritu.
8.- Y me gustaría mantener siempre vivo mi anhelo de superación, mi afán por crecer, por aprender algo nuevo cada día, tener la satisfacción de poder decir al final de mis días que aproveché este regalo que me ha sido dado y que, no es otro, que la vida.

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Mi vuelta al Retiro

Después de un invierno de los que hacía años que no se daba por aquí, este fin de semana, en que por fin hemos vuelto a recibir los rayos de un sol vivificante, ayer estuve en el Retiro acompañado con un grupillo de amiguetes. Estaba increíble la tarde y el parque.



Así que se me pusieron los dientes largos, muy largos, y me dije que tenía que retomar mis paseos.
Ni corto ni perezoso he cogido mi bastón y esta tarde allá que me he ido.
Y con gran satisfacción os cuento que, no sólo no se me había olvidado el pequeño itinerario que aprendí de la mano de mis padres, sino que lo he hecho mejor aún. Es como cuando un bebé aprende a caminar que parece que no termina de aprender a soltarse, está un tiempo que incluso retrocede y, de repente… zas, que ya marcha solo. Pues algo así me ha sucedido a mí. Estaba algo desanimado con el tema, pues no terminaba de tener claras las referencias y, por aquello de mi tenacidad, digamos, tozudez, hoy lo he conseguido sin dudar: ese pequeño estanque que me queda a la izquierda, esos dos escalones que he de bajar, ese bordear de hierba y esa rejilla (en la que, por cierto, se me ha enganchado la contera del bastóny por poco consigo sacarla) y ese otro camino de tierra paralelo a la calle. Vaya que, genial. He dado cuatro vueltas (casi me dan, como a los toreros, las dos orejas y el rabo), como un chiquillo con zapatos nuevos, bueno con zapatillas, me he sentido.
Os parecerá tonta esta alegría mía, pero… ya sabéis lo que me gusta superar retos y teniendo un parque tan cerca, no hay tipo que se resista a pasear por él, con lo a gusto que se va y lo que uno escucha.

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sábado, 14 de febrero de 2009

Volverte a ver

A vuestra salud. Os pongo esta canción en la que el amor triunfa por encima de todo. Que para vosotros no sea una historia de dolor, sino de ilusión y felicidad.
Con cariño.
Para reproducir el vídeo de la canción, podéis pinchar en el título o copiar la dirección que os pongo debajo de la etiqueta Canciones.
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Corresponde al disco de Noelia, cuyo título es el de la canción.



Todo este tiempo traté de olvidar
Recuerdos del ayer
Y ha sido casi un milagro volver a empezar
Pero hoy la vida nos vuelve a cruzar
Y de nuevo otra vez pongo a prueba el corazón
Qué sentiré, qué querrá decirme tu mirar
Volverte a ver
Nunca lo pensé volverte a ver
Volverte a ver
Como cuando éramos felices tú y yo
Volverte a ver porque hay unos lazos imposibles de borrar
Porque mas que historia de amor
Esta es una historia de dolor volverte a ver
Yo que juré no volver a llorar nada puedo prometer
Quise enterrar el pasado en el fondo del mar
Pero hoy la vida nos vuelve a cruzar y de nuevo otra vez pongo a prueba el corazón qué sentirás, qué secreto oculta tu mirar
Volverte a ver
Nunca lo pensé volverte a ver
Volverte a ver
Como cuando éramos felices tú y yo
Volverte a ver porque hay unos lazos imposibles de borrar
Porque mas que historia de amor
Esto es una historia de dolor
Volverte a ver
Es una historia de dolor
Volverte a ver
Nunca lo pensé volverte a ver
Volverte a ver
Como cuando éramos felices tú y yo
Volverte a ver porque hay unos lazos imposibles de borrar
Porque mas que historia de amor
Esta es una historia de dolor
Volverte a

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El día de...

Sí, ya sé que hoy es san Valentín, día de los enamorados, fecha en que los medios de comunicación los comercios y demás nos lo recuerdan por aquello de los regalos.
En esta misma línea tenemos el día del padre, el de la madre, etc.



Hay gente que me dice que es necesario que haya un día que nos recuerde este tipo de efemérides para llamar nuestra atención, pero mi opinión es que obedecen más a razones mercantilistas que a otro tipo de sentimientos.
Creo que todos los días debemos apelar a nuestro sentimiento de gratitud y afecto por esos seres queridos sin que hayan de ser fijados por los medios de masas.
Por eso, me parece que el cumpleaños es más natural, más auténtico cuando te felicitan, porque en este caso no hay televisiones o publicidad que te los diga. Ha de ser quien te desee felicitar, quien lo tenga en cuenta.
Y en cuanto a los regalos, yo soy partidario de cosas sencillas, representativas de la persona que las regala: una composición con la voz y la imagen, un tiempo de compañía en torno a la mesa, una invitación para ir a ver un evento cultural, u ofrecimiento de compañía para pasear por lugares diferentes, un pequeño viaje. Algo así.
Otra cosa bien distinta es el año de… como en éste en el que estamos en que se recuerdan hechos históricos trascendentales para el avance de la civilización: Louis Braille, Charles Darwin, la observación astronómica… Sí merecen ser recordados con la brillantez debida y la repercusión merecida. Ahora bien, tampoco me parece lógico que el año en cuestión se vuelquen todos los esfuerzos y cuando termina ya es como si no hubiese quedado nada de todo lo anterior. Este tipo de eventos deben ser una palanca que supongan puntos de inflexión hacia nuevas metas. Éste es el mejor reconocimiento, el mejor homenaje.
En cualquier caso, mis sinceras felicitaciones a todos y todas por este día. Seguro que todos tenemos a quien felicitar y quienes nos feliciten por un día de amor y amistad. Algo hermoso sin duda.

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Cero

Espero no ser un cero a la izquierda. Hacía un tiempo que no hablábamos de etimologías. Aquí va la de ese cero que, según donde se ubique, equivale a la nada o a mucho y más hablando en términos comerciales.



Mientras Europa permanecía sumida en la noche medieval, los árabes, herederos del genio mercantil de los fenicios, desarrollaban el comercio en el Mediterráneo y ponían sus plantas en Europa mediante la conquista de la Península Ibérica.
Más avanzados en matemáticas que los europeos, los árabes contaban con un sistema de numeración que incluía un número hasta entonces desconocido, el cero, que llamaban sifr, la misma palabra usada en árabe para ‘vacío’.
Con el surgimiento de un comercio internacional en Europa en el período previo al Renacimiento, los grandes mercaderes del Mediterráneo ya no eran los árabes, sino los venecianos, quienes crearon el sistema de contabilidad por partida doble que existe hasta hoy en Occidente. Para eso, antes debieron establecer un sistema de numeración que les permitiera hacer las operaciones básicas, lo que no era posible con los números romanos usados hasta entonces, sobre todo por la inexistencia del cero.
En la India, hacia el siglo V de nuestra era, se había adoptado un grafismo numérico que representaba un hueco o vacío, simbolizado mediante un punto o un pequeño círculo. Los árabes se apropiaron de esa idea y crearon el sifr, que los europeos acogieron de inmediato, pues parecía hecho a medida para satisfacer una necesidad que el comercio había tornado apremiante. Hacia el siglo XII, Leonardo de Pisa tomó el sifr de los árabes, dándole el nombre de zephyrum en bajo latín. Tres siglos más tarde, el griego Máximo Planudes usaba la palabra tziphra, de igual origen y con el mismo significado.
¿Cómo se llegó desde zephyrum hasta nuestro cero? Corominas señala que la eliminación de una sílaba intermedia es ajena al ‘genio fonético’ del español, por lo que cabe suponer que la palabra haya llegado a nuestra lengua procedente del italiano zero, pues en esa lengua tal desaparición era común.
En cuanto a la tziphra de Planudes, el otro camino seguido por zephyrum, si bien llegó a la Península Ibérica como cifra, con el significado de cero, muy pronto pasó a usarse con el sentido de guarismo, al igual que en portugués; en inglés, cipher se puede usar tanto con el sentido de cero como con el de guarismo.

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jueves, 12 de febrero de 2009

Chimpancés y homínidos

Bueno y con este último artículo termino de recoger noticias que tuvieron su origen en aquel Charles Darwin, en aquel 12 de febrero de 1809.

Las diferencias entre el genoma humano y el de los chimpancés son diez veces mayores de lo que se creía, según un estudio de un equipo internacional de investigadores, que permitirá cuantificar mejor la separación entre especies y establecer el momento de la evolución en que ésta se produjo.



Los autores del estudio -que la revista Nature publicará esta semana en su número dedicado al 200 aniversario del nacimiento de Darwin- explican que en la última década se había aceptado que las secuencias de ADN de hombres y chimpancés, los parientes vivos más cercanos de los humanos, sólo diferían un 1,24%. La investigación, en la que han participado dos científicos españoles del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), demuestra que ese porcentaje es incorrecto y que puede ser hasta diez veces superior.
El investigador Tomàs Marquès-Bonet, del IBE, ha coordinado este equipo internacional, dirigido por Evan E. Eichler, de la Universidad de Washington (EEUU), junto a Arcadi Navarro (ICREA-IBE). Navarro ha recalcado que las diferencias detectadas ahora no son puntuales sino "elementos funcionales, genes completos que unas especies tienen y otras no".
La clave de este descubrimiento ha sido el estudio de las llamadas duplicaciones segmentales, fragmentos de ADN repetidos a lo largo del genoma, que hasta hace poco tiempo eran difíciles de distinguir por lo que no se tenían en cuenta, y se optaban por estudiar los genomas más fáciles de individualizar. "Se sabían que existían pero eran difíciles de estudiar, los científicos buscamos donde nuestro conocimiento y la tecnología permite", argumenta Navarro para explicar este giro en las investigaciones genómicas.
Las diferencias detectadas ahora no son puntuales sino «elementos funcionales, genes completos que unas especies tienen y otras no»
Ha sido el estudio de las duplicaciones de todo el genoma de cuatro especies de primates -macacos, orangutanes, chimpancés y humanos- lo que ha permitido este avance con el que se ha elaborado el primer catálogo específico de las regiones del genoma. Estas regiones ofrecen novedades evolutivas, equivalentes a los cambios que se dan en las diferentes ediciones de un mismo libro. Las diferencias son "radicales" en la biblioteca de cada especie: colecciones completas de libros que unos organismos tienen y otros no, es decir, únicas para cada especie.
Las duplicaciones segmentales son fragmentos del genoma que debido a mecanismos moleculares muy complejos, en determinados momentos de la evolución, se hicieron múltiples copias que se fueron insertando en diversos lugares del genoma. Como las duplicaciones pueden ser grandes, llegan a contener genes completos y sus copias, que en principio son idénticas y pueden irse "especializando" hasta hacerse diferentes unas de otras y realizar funciones exclusivas de la especie que los posee.
Hace entre ocho y doce millones de años que se produjo la época con mayor número de duplicación de genes, justo antes de la separación de los linajes de humanos y chimpancés Marquès y Navarro explican que las duplicaciones predisponen al genoma a reorganizarse: construcciones diferentes con las mismas piezas, "como si se tratara de un Lego", lo que puede generar enfermedades del tipo del autismo o la esquizofrenia. No obstante, indican que la duplicación no es sinónimo de anomalía sino de variación, que puede ser favorecida por la selección natural o acabar resultando patológica.
Cuando nos separamosHace entre ocho y doce millones de años que se produjo la época con mayor número de duplicación de genes, justo antes de la separación de los linajes de humanos y chimpancés, ocurrida hace unos seis millones de años. Desde entonces, estos nuevos genes han adquirido características propias que separan evolutivamente al hombre y al chimpancé, y gracias a esta mutación los humanos lograron adaptarse a su entorno, un "océano de diferencias" donde hay que buscar los "genes de humanidad" que provocan también sus propias enfermedades.
«No sabemos por qué no hay chimpancés con esclerosis múltiple, que es una enfermedad específica de los humanos»
"Hay que estudiar a fondo estas diferencias, base genética de muchas características especie-específicas, y elementos interesantes desde el punto de vista humanístico y evolutivo: la capacidad que tenemos de resolver problemas, pero también de algunas patologías, ya que no sabemos por qué no hay chimpancés con esclerosis múltiple, que es una enfermedad específica de los humanos", afirma Navarro. El estudio permitirá también investigar cuáles son las regiones del genoma que difieren entre individuos de una misma especie y estudiar con detalle algunos casos concretos.

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El legado de Darwin

Hoy se cumplen 200 años del nacimiento de Charles Darwin. Quiero, cómo no, sumarme a su recuerdo con este artículo acerca de su memoria.
Ah, y por cierto, ahora me doy cuenta de por qué me gusta tanto el queso. Mira que tener los mismos genes que los ratones…



Con su Teoría de la Evolución, Charles Darwin estableció las bases para la biología moderna. Hoy día, expertos en genética, ciencia molecular y biología celular toman a Darwin como el padre de su actual vocación.


Charles Darwin observaba la naturaleza. Y así, llegó a la revolucionaria conclusión de que todos los seres vivos provienen de una misma especie. En aquéllos tiempos, una suposición así era un atrevimiento, pero Darwin tenía razón. El mejor ejemplo de ello son sus famosas aves darwinianas, todas ellas con diferentes picos: algunos cortos y gruesos, para cascar nueces y semillas, otros finos para penetrar profundamente en las flores, otros curvados o puntiagudos. La evolución les ayuda a adaptarse al medio ambiente.
La genética moderna confirma que Darwin estaba en lo cierto. “Para mí, Charles Darwin es la persona más importante que jamás ha existido” afirma sin dudar el célebre investigador y descubridor de la estructura de Doble Hélice del ADN, James Watson.
Metas en una carrera de fondo
En 1953, James Watson y Francis Crick realizaron un descubrimiento que confirmaba la mayoría de las teorías evolucionistas de Darwin. Encontraron la muestra química gracias a la cual cada ser vivo posee el programa para su propio desarrollo en sus células: el código del ADN, compuesto de cuatro ‘letras’ o bases nitrogenadas, el portador de la información genética. Por este hallazgo, ambos científicos recibieron en 1962 el Premio Nobel de Medicina.
Edward Osborn Wilson, el biólogo evolucionista más conocido actualmente, afirma que “cada época tiene su punto cumbre, y en el caso de la biología moderna, el primer punto cumbre de los últimos 200 años sucedió, para mí, en 1859, cuando se publicó el libro de Darwin sobre el origen de las especies. Y el segundo, en 1953, cuando Watson y Crick dieron a conocer públicamente la estructura del ADN.”
En realidad, entre Darwin y Wilson/Crick hubo otra persona clave que definió de forma definitiva el mundo de la biología moderna: el fraile agustino Gregor Mendel. Vivió en los tiempos de Darwin, y le enviaba los descubrimientos que obtenía mediante una línea diferente de experimentación en guisantes, cruzando plantas de diferentes tipos para observar los resultados. Mendel llamó a las características externas de los guisantes "caracteres", aunque hoy día, los "caracteres" son lo que conocemos como "genes".
Gracias a Gregor Mendel y Watson/Crick, los investigadores han sido capaces de resolver el misterio de las aves darwinianas. En su ADN se puede comprobar no sólo la existencia del proceso evolutivo, sino también los cambios en los seres vivos y sus apariencias exteriores: si se activa un gen, produce una proteína concreta en la célula. Si se activa, por ejemplo, un gen para la proteína BMP4, el pico del ave será corto y grueso. Si se activa el gen para la proteína calmodulina, el pico será fino y prolongado.
Además, los científicos saben hoy que la evolución no se produce mediante cambios en los genes, sino por medio de diferentes activaciones de genes. Este principio de la "genética de activación" explica también que no existe un gen específico para los seres humanos.
Las personas poseemos aproximadamente 21.000 genes, exactamente los mismos que un ratón. Y la mayoría de ellos son iguales que los del ratón. Por tanto, no se precisa de nuevos genes para la creación de una nueva especie, sino que se trata de combinarlos de forma diferente y activar determinadas unidades.
La bióloga de desarrollo Christiane Nüsslein-Volhard investiga área de la ciencia. Recibió en 1995 el Premio Nobel de Medicina, y avisa de posibles intervenciones técnico-genéticas en la evolución: “El error se encuentra en el hecho de que la gente cree que sólo por conocer algo, se puede cambiar. Cuando se descubre un gen poseedor de una característica específica, no significa que pueda cambiarse o manipularse. Un organismo es demasiado complejo. Es prácticamente imposible modificar un gen sin que se cause con ello efectos secundarios.”
Otros investigadores genéticos lo ven de otra manera, como por ejemplo, Ian Wilmut, conocido como el padre de la primera oveja clonada, Dolly. A pesar de ello, ha admitido que ni él ni su compañero Keith Campbell lograron triunfar en el experimento.
Otro científico de esta corriente es el bioquímico Craig Venter, el ‘Señor de los Genes’. Con su compañía privada Celera Genomics, secuenció en poco tiempo el genoma del homre y creó el Proyecto de Genoma Humano, un proyecto de investigación internacional financiando por medios públicos, con gran popularidad.
Su visión de la evolución es frecuentemente aventurera: “Quizás pertenezca todavía a la ciencia ficción, pero el diseño y la selección genética sustituirán a la evolución de Darwin.”
Atrevidos comentarios, acerca de los cuales Darwin, probablemente, sonreiría tristemente, puesto que él siempre fue perseguido por la crítica desde la publicación de su revolucionario libro hace 150 años, a pesar del interés que pronto despertó.
En cualquier caso, la conclusión que se desprende de ello es que Charles Darwin fue una de las influencias más importantes de la historia para los científicos.

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La genética y las inversiones

Ahora, en plena crisis, parece que hasta la economía está regida por la genética.

Alteraciones en dos genes que regulan la neurotransmisión de dos hormonas pueden resultar claves para que un inversor en bolsa sea audaz y decida arriesgar en sus operaciones.



Científicos de la Universidad Northwestern (Estados Unidos) han vinculado por primera vez los papeles que juegan las variantes específicas del gen del transportador de la serotononina y el gen receptor de la dopamina para predecir si las personas son más o menos propensas a asumir riesgos financieros.
En su estudio, publicado por la revista 'Plos One', los científicos proporcionaron 15 dólares a 65 estudiantes --seleccionados de acuerdo con determinados perfiles genéticos-- que realizaron 96 'operaciones' de mercado' tras decidir entre dos inversiones, una arriesgada y otra sin riesgos. Se les comunicó lo que podrían conseguir con la inversión sin riesgo y las dos posibilidades que se abrían con la inversión arriesgada. En la primera los beneficios podrían rondar el 3 por ciento, y en la segunda se podría alcanzar una ganancia del 20 por ciento o una pérdida del 10 por ciento. Hasta el final de la prueba, que duró hora y media, no se proporcionaba información sobre cómo evolucionaban las inversiones de cada ensayo. La media final para los participantes fue de 25 dólares, es decir una ganancia del 66 por ciento.
Desde el punto de vista genético, los científicos averiguaron que las personas con el gen del transportador de la serotonina en su versión corta, el 5-HTTLPR (dos copias del alelo corto) invertían un 28 por ciento menos en decisiones arriesgadas que aquellas con la versión larga del polimorfismo (con al menos una copia del alelo largo). De forma similar, las personas que portaban el alelo 7 repetido del gen DRD4 de la familia de la dopamina dedicaban un 25 por ciento más en inversiones arriesgadas que las que portaban otras versiones de ese gen.
Según la coautora del estudio, Camelia M.Kuhnen, la investigación apunta "por primera vez, a los papeles que juegan las variantes específicas del gen del transportador de la serotonina y el gen del receptor de la dopamina para predecir si las personas son más o menos propensas a asumir riesgos financieros.
Esto muestra que la variabilidad individual en nuestra constitución genética afecta a la conducta económica".

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miércoles, 11 de febrero de 2009

Aldus Huxley y el braille

El escritor inglés Aldus Huxley (1894-1963), conocido fundamentalmente por su obra “Un mundo feliz” protagoniza esta historia que, como buen braillófilo, me hace ilusión compartir con vosotros.
Por cierto, no es muy cómodo que digamos, eso de leer tumbado, pero… si se tercia… Imaginaos: una noche de invierno, tapado hasta la barbilla para mitigar el frío y con el libro apoyado en la tripa….



Aunque no estaba ciego, pero tenía vista deficiente, Aldous Huxley aprendió braille para poder dar descanso a sus ojos doloridos, sin tener que renunciar
a la lectura, de la que tanto disfrutaba. Una de las compensaciones, decía Huxley, era el placer de leer en la cama en la oscuridad, con el libro y las
manos cómodamente bajo los cobertores.

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El libro electrónico

Sabida es la vieja polémica existente entre los que afirman que con las nuevas tecnologías el libro impreso va a desaparecer y los que pensamos que esto no va a suceder porque el tener un libro en las manos, su tacto, su olor, el crujido del papel al pasar las páginas, el abrir un cofre lleno de aventuras, misterios y magia; es insustituible frente a la inmediatez o a la comodidad de acceso.
Os pego aquí la última noticia en relación a este tema.
En cuanto a mí no dejo de reconocer las ventajas de los audiolibros o la posibilidad de leer a través de la síntesis de voz, pero repito que el sentir el libro, en mi caso, en braille, es insustituible y auguro larga vida al libro impreso.



2009 será el año del libro electrónico en España
FUERA DE NUESTRO PAÍS YA HA TRIUNFADO. EN ESTADOS UNIDOS, AMAZON, QUE MAÑANA PRESENTA SU NUEVO KINDLE, HA VENDIDO MEDIO MILLÓN DE ESTOS EQUIPOS. EN ESPAÑA, SEGÚN GRAMMATA, SE HAN VENDIDO 8.000 EL AÑO PASADO
El número de Kindle vendidos por Amazon durante 2008 podría superar el medio millón, según varias consultoras. La compañía presentará una nueva versión. 2009 será el año en el que el libro electrónico entre en España de forma decidida. Sony traerá sus lectores y el contenido empezará a crecer. Las búsquedas de libros se han doblado en 2008.
Nunca hay que juzgar un libro por la cubierta, y menos en el caso de Kindle.
Cuando salió al mercado a finales de 2007, los libros electrónicos eran el sueño desgastado de la industria de la electrónica. Desde finales de los años 90 varios dispositivos habían intentado, sin éxito, atacar al viejo libro de papel. «Si viajamos en el tiempo vemos cómo el paisaje está lleno de cadáveres de lectores digitales», dijo Jeff Bezos, fundador de Amazon, durante la presentación del dispositivo. Caros, sin un estándar definido y con un catálogo esparcido en varias tiendas diferentes y con precios variables, había más bien pocas razones para hacerse con uno.
Durante los últimos 12 meses, sin embargo, la actitud del mundo editorial y de los consumidores ha cambiado. El libro electrónico ya no es un capricho de tecnófilos. Las búsquedas de libros en la Red se han duplicado en Estados Unidos y el Reino Unido, y el catálogo crece a un ritmo vertiginoso. Kindle, por ejemplo, empezó su andadura con 88.000 títulos disponibles y ahora tiene ya más de 230.000 con precios sensiblemente inferiores a los de los libros impresos -menos de 10 dólares, aunque depende del título y la antigüedad-, todos listos para descargar en menos de un minuto sin necesidad de tener un ordenador cerca, usando tan sólo la conexión a la red de telefonía integrada.
ÉXITO. En 2008 Amazon ha vendido más de medio millón de dispositivos Kindle, según datos de varias consultoras, un 30% más de lo que predecían los analistas más optimistas en el año 2007. Pero esa es sólo una parte de la historia.
Gracias a la exposición que ha tenido en medios de comunicación generalistas, la idea de un libro electrónico ya no suena a una novela de ciencia ficción para el usuario medio. El pasado mes de octubre la popular presentadora estadounidense Oprah Winfrey, que tiene un inmenso poder en el mercado editorial gracias al éxito de su club de lectura y las recomendaciones que hace a sus telespectadores, llevó a su programa el lector de libros electrónicos de Amazon. Desde entonces, hacerse con uno ha sido una misión casi imposible, especialmente durante las navidades. El éxito de Kindle se ha contagiado a otras empresas, como Sony, que vende modelos similares aunque con funciones algo diferentes –sólo el modelo de Amazon permite la descarga directa desde Internet a través de la red de telefonía-.
Ni siquiera el usuario típico responde al perfil del entusiasta tecnológico.
La mitad de los lectores de libros electrónicos son mujeres, por ejemplo, cuando tradicionalmente los hombres suelen tener mayor peso en los mercados de adopción temprana, los 'early-adopters'.
Del nuevo Kindle apenas se conocen aún detalles, pero desde la consultora Citigroup Internet Research se apunta a que podría repetir el precio de la versión actual, que por ahora sólo está a la venta en Estados Unidos a poco más de 300 euros al cambio, y convertirse en un negocio de más de 1.000 millones de dólares para la compañía durante el presente año.
Si la segunda versión funciona y Amazon consigue solucionar la disparidad entre oferta y demanda, Kindle podría convertirse, realmente, en el iPod de los libros, un equivalente en el mundo editorial de lo que ha sido el iPod para la industria de la música.
Es precisamente en el iPod, o mejor dicho, en su evolución, el iPhone, donde Amazon podría encontrar un serio competidor. Stanza, una aplicación para la lectura de libros electrónicos ha sido descargada más de dos millones de veces de la App Store de Apple. Cuatro veces más que los Kindles en circulación, y eso sin contar otra docena de aplicaciones que permiten leer textos electrónicos en la pantalla del teléfono. Los teléfonos móviles gozan de cierta popularidad como dispositivos de lectura en Asia, pero hasta ahora ninguna gran editorial en Occidente ha intentado dirigir sus esfuerzos de digitalización hacia este tipo de dispositivos. Con móviles dotados de pantallas cada vez más grandes y detalladas, sin embargo, la competencia para lectores electrónicos basados en tinta electrónica, como el Kindle, podría ser muy real, incluso a pesar de la incomodidad que supone leer en una pantalla TFT comparado con la claridad y contraste de la tinta electrónica, que se comporta de forma similar a la tinta real y el papel impreso.
La nueva versión de Kindle, además, podría mantener la exclusividad con el mercado estadounidense, como en su primera versión.

Aunque existen varios lectores de libros con características parecidas en España, construidos con una pantalla de tinta electrónica de proporciones similares, ninguno dispone de un catálogo tan amplio y el acceso inalámbrico de Kindle.
Los precios de estos dispositivos oscilan entre los 300 y los 600 euros según el tamaño de la pantalla, la memoria y otras funciones, como la presencia de un teclado, conexiones WiFi o pantallas táctiles.
La gran mayoría pueden funcionar como reproductor MP3 —la idea es escuchar canciones mientras se lee— y algunos permiten la anotación manual o mediante teclado de los textos mostrados en pantalla, una característica muy útil, por ejemplo, para estudiantes que buscan añadir sus apuntes a los materiales de lectura de las clases. Durante el año 2008 se vendieron en España 8.000 lectores de libros electrónicos.
Cybook Gen3 de Bookeen es uno de los modelos más económicos —300 euros—.
Incorpora una pantalla de seis pulgadas, 512 Mb de memoria y una autonomía de más de 8.000 páginas por carga. El peso es de sólo 174 gramos y puede recargarse desde el puerto USB de un PC. El iRex IlIad, otro de los productos disponibles en España, cuesta 200 euros más, pero incluye una pantalla de mayor tamaño —8,1 pulgadas— y mayor resolución. Sony no vende aún de forma oficial sus lectores en España, pero se espera que lo haga a mediados de este año.
Los contenidos aún son escasos pero, si se busca bien, es posible encontrar buenos títulos. Cervantes Virtual, un repositorio de grandes clásicos de laliteratura española, dispone de versiones electrónicas gratuitas de varios miles de obras. Ni siquiera es necesario registrarse, basta con acudir a la página web —www.cervantesvirtual. com— y descargar lo que se quiera. Todas las obras están libres de derechos de autor.
Leer-e —www.leer-e.es—, distribuidores de los dos lectores arriba mencionados, dispone de una página web con una gran selección de títulos con precios que rondan entre los dos y los cinco euros. Recientemente se han incorporado a la lista las obras representadas por la agente literaria Carmen Ballcells, que tiene los derechos, entre otros, de Cortázar, García Márquez, Cela o Vargas Llosa. Grammata —www.gram mata.es—, que vende en España el lector Papyre —300 euros— dispone también de un catálogo gratuito de 500 títulos.

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martes, 10 de febrero de 2009

La historia del perfume


De todos los sentidos, el olfato se caracteriza por ser el más rápido en poner a funcionar nuestro cerebro, transportándonos a un mundo de emociones y de sentimientos distinto y más profundos, que el que nos sugiere la visión de una imagen o la percepción de un objeto.Y sin embargo el olfato se ha considerado siempre el más bajo de los sentidos, del que se puede prescindir más tranquilamente porque altera nuestra percepción en menor medida que la vista o el tacto. Puede ser cierto, aunque sin olfato seríamos privados de ciertas emociones. ¿Cuántas veces un aroma nos ha traído el recuerdo de alguna persona o de una época pasada de nuestra vida?
Para mí es un buen acicate a la imaginación: los ricos pasteles de esa panadería por la que paso, la belleza de esa chica que se cruza en mi camino, los colores de las flores que acompañan mis paseos.
Hablemos del perfume, de su Historia.



Casi con toda seguridad, el perfume nació en estrecha relación con la religión, empleado como purificante del alma y también como ofrenda a los dioses. El incienso, que se lleva utilizando desde hace 5.000 años, se empleaba en las ceremonias religiosas y, al igual que hoy en día, se despedía a los muertos con flores. En la mayoría de los casos era el sacerdote el encargado de mezclar los aromas en las proporciones adecuadas. Prueba de su uso en rituales lo tenemos en los relieves egipcios y en la artesanía griega y romana. Desde la India se importaban hacia Egipto, Grecia y Roma grandes cantidades de sustancias aromáticas que eran muy valoradas, como las especias y el sándalo.
Las fragancias pasaron de Oriente a Egipto, donde, los que disponían de agua vertían una pequeña cantidad en los baños, y al salir de ellos se untaban el cuerpo con más de veinte aceites diferentes, creyendo así, estar más cerca de los dioses.
De Egipto pasaron a Grecia. Los gimnasios griegos contaban con una parte para el aseo personal, y allí se podían encontrar infinidad de productos fragantes de diferentes formas y colores: talcos que aplicaban en su piel, aceites, resinas mezcladas. Incluso fueron los primeros en comercializar estas sustancias en los mercados, naturalmente, entre un público muy seleccionado. Pero fueron los romanos los que, ocupados por un aseo personal diario, lanzaron el consumo de los perfumes a todos los escalones de la sociedad.
La perfumería también se encuentra desde la antigüedad asociada a la ciencia médica. En Grecia, Hipócrates, padre de la medicina, utilizaba pequeños concentrados de perfume para combatir ciertas enfermedades. La capacidad curativa de las plantas o aromaterapia tiene su origen en este país, aunque posteriormente, en la Edad Media, los perfumes se siguieran utilizando para luchar contra las epidemias y como desinfectantes hasta bien tarde, como por ejemplo en la peste que azotó Londres a mediados del s. XVII.
Paradójicamente con la llegada del Cristianismo y sus mensajes de humildad y pudor, el uso del perfume por parte de las mujeres (mayores consumidoras de perfume a lo largo de la historia) cayó en desuso. Esto, junto con la caída del Imperio Romano, marcaron un periodo de declive del desarrollo general (principalmente cultural) en occidente.
Fue de nuevo la civilización árabe la que comenzó a experimentar con perfumes tras la aparición de una nueva ciencia, la alquimia. La alquimia aplicada a esta materia pretendía arrebatar las propiedades a las plantas, extrayendo así su quintaesencia. De esta forma, la planta seleccionada era destilada infinidad de veces hasta que sus cualidades pasaban a otro estado.
Con la llegada de los árabes a España la perfumería se extendió al resto de Europa. Los países mediterráneos contaban con el clima adecuado para el cultivo de flores y plantas aromáticas, principalmente el jazmín, la lavanda y el limón, por lo que las costas de España, Francia e Italia se vieron de repente rodeadas de plantaciones cuyos frutos eran aprovechados por los árabes, haciendo del perfume la principal herramienta de su comercio.
Por oriente, el perfume es introducido en Japón a través de China, que ya contaba en el s. VI con grandes artesanos de la jardinería natural que destinaban parte de sus cosechas al prensado de pétalos para la fabricación de perfumes. En este país se le concede al perfume un gran poder, y el sentido del olfato, siempre desplazado frente a los otros cuatro, es colocado en la posición que le corresponde. Una de las artes obligatorias que recoge el Kamasutra es, precisamente, perfumarse, para así formar una sólida alianza entre olor y amor, favorecedora del encuentro erótico entre sexos.
Aunque en la Edad Media la utilización del perfume quedara relegada gracias a la iglesia, sí se siguió usando entre las clases sociales más favorecidas.
Como la higiene personal dejaba mucho que desear, las mujeres se perfumaban con fuertes y persistentes aromas, como el ámbar, que alejaban, aparentemente, el mal olor. En los castillos se aromatizaban algunas estancias, naciendo así el primer ambientador de la historia.
La aparición de la industria del perfume:
Es aproximadamente en el año 1200 cuando tiene lugar el acontecimiento más significativo relacionado con el desarrollo de la industria perfumista tal y como hoy la conocemos. El Rey Felipe II Augusto sorprendió a los perfumistas, que hasta ahora habían trabajado por su cuenta, con una concesión mediante la cual fijaba los lugares de venta de perfumes y reconocía la profesión como tal, así como la utilidad social de estas sustancias. Fue entonces cuando se empezaron a crear las primeras escuelas donde se formaron los primeros aprendices y oficiales de esta profesión, que tras cuatro años de estudios pasaban a ser maestros perfumistas que supervisaban los trabajos de prensado de pétalos, maceración de flores, mezclado de ingredientes, y, en resumen, expertos encargados de conseguir la fórmula del perfume deseado. Esta concesión a los artesanos fue apoyada posteriormente, en 1357, por Juan II, en 1582 por Enrique III, y, en 1658, fue ampliada por Luis XIV. Se convierte así Francia en la cuna del perfume.
En el Renacimiento, etapa de progreso en todos los campos, los avances en la química permiten perfeccionar las técnicas hasta ahora usadas en la extracción del perfume mediante la destilación. Anteriormente el prensado de pétalos y la maceración de las flores eran las únicas técnicas empleadas, pero ahora, este método permitía la separación de las partes volátiles y menos volátiles de las plantas, consiguiéndose diferentes calidades de productos, todos ellos pertenecientes a una misma materia prima. Ahora es posible perfumar todo, desde la ropa y los complementos (guantes, abanicos, pelucas…) hasta a los animales de compañía.
El s. XIX aporta la posibilidad de obtener productos aromáticos mediante la síntesis, o sea, la reproducción de los olores naturales y los no naturales.
Así por ejemplo, en 1893 se obtiene la ionona, sustancia de olor casi exacto a la flor de la violeta. Con esta técnica queda cubierto uno de los grandes problemas de la industria perfumista: la estabilidad. Las sustancias obtenidas mediante este procedimiento, aunque no sean naturales, son más estables, menos volátiles, haciendo que el perfume permanezca duradero por más tiempo. Y no solamente esto, también se abaratan los costes de producción.
Como ya se ha mencionado antes, Francia, y concretamente París, fue la cuna del perfume en el mundo. Hemos visto como los monarcas favorecieron su desarrollo y los perfumistas aprendieron rápidamente las técnicas de extracción de perfume adecuadas. Pero el protagonismo de Francia en el mundo del perfume se debió a razones puramente sociológicas. Mientras que en otros países europeos la austeridad era una característica destacada del modo de vida de sus sociedades, en Francia el lujo era símbolo de desarrollo de una sociedad más avanzada.
Al igual que ahora existen determinados países que ofrecen la posibilidad de "ganarse la vida" de una forma más rápida y con más medios, París ofrecía residencia a aquellos que pretendían conseguir un buen lugar en el desarrollo de su profesión, principalmente en las artes. Fue en este país donde se crearon y evolucionaron las nuevas corrientes que pasaron al resto de Europa y también es allí donde las creaciones están más sujetas a las modas, tan volátiles en sí mismas como el propio perfume.
Junto a la industria perfumera apareció la industria de la alta costura, símbolos ambos del refinamiento y la vanguardia.

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La realidad de los niños soldado

Sé que es duro lo que os pongo a continuación, pero creo que es necesario que estas cosas se sepan para que, ojalá, algún día, queden definitivamente erradicadas.

El juicio al ex líder miliciano congoleño Thomas Lubanga retomó hoy la declaración de un niño soldado que describió ante la Corte Penal Internacional (CPI) que las tropas del acusado les "golpeaban hasta morir" y que las niñas eran violadas "nada más llegar" a los campos de entrenamiento.



El ex niño soldado, que dijo que en el momento de ser reclutado tendría "unos once años", declaró hoy por segunda vez, después de que en su primer intento la presencia de Lubanga en la Corte y el temor a ser acusado en la República Democrática de Congo (RDC) le indujeran a interrumpir su testimonio y a retractarse de sus primeras declaraciones ante los jueces.
Tras haber recibido asesoramiento legal y de que se le asegurara que su testimonio en La Haya no puede ser la base para un juicio en la RDC, el niño relató su historia de corrido.
Explicó que los hombres de Lubanga, pertenecientes a la Unión de Patriotas Congoleños (UPC), les "golpeaban delante de todos", dormían "a la intemperie", porque tenían que "proteger a los soldados (...)".
Y añadió: "Si estábamos enfermos, también nos pegaban, saltaban sobre nosotros, nos cimbreaban en la planta de los pies y cuando apenas teníamos fuerzas por los golpes, nos entregaban los uniformes", explicó el niño, que declaró con la voz y su imagen distorsionadas.
El testigo contó también que las tropas de Lubanga le reclutaron un día al regresar del colegio junto con un grupo de amigos.
"Os vamos a llevar para que seáis entrenados y podáis colaborar en la seguridad del país", relató el testigo con respecto a las palabras de los soldados.
"Si les replicábamos, nos golpeaban, con lo que tras andar unas dos horas de camino, llegamos al campo", especificó.
Según el joven, las niñas reclutadas eran "algunas mayores y otras menores" que él, "cumplían las mismas órdenes que los niños (...) pero las violaban nada más llegar y tenían que estar con los soldados mayores".
Sin que el público tuviera acceso a ningún dato de su biografía, el ex niño soldado se refirió reiteradamente en su relato a los maltratos que sufrían de manos de las tropas de la UPC: "Si perdíamos el arma, nos golpeaban, incluso dos o tres personas a la vez, (...); si no podíamos correr porque nos daban zapatos demasiado pequeños, también nos golpeaban; si queríamos escapar, nos golpeaban o disparaban".
"Yo mismo vi con mis propios ojos cómo algunos niños murieron por intentarlo (...), sufrimos demasiado", reflexionó.
Cuando la fiscal Fatou Bensouda le preguntó por lo que sintió la semana pasada, cuando tuvo que interrumpir su declaración, el testigo respondió: "Me vinieron muchas cosas a la mente, estaba enfadado y no era capaz de declarar".
Lubanga, cuyo juicio comenzó el pasado 26 de enero, está acusado de reclutar niños menores de 15 años en la RDC entre 2002 y 2003.

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lunes, 9 de febrero de 2009

La lámpara y el ciego

Parece que la musa de la escritura ha decidido pasarse por aquí unos días y me ha dejado que os cuente otro relatillo.
A ver qué os parece.

¡Ya está bien! ¡Estoy harta de que todo el mundo se olvide de mí!
Sí, soy la lámpara de ese mocoso llamado Aladino. Todos me utilizan y todos sueñan con poseerme, pero nadie se ha preocupado de mi origen, de dónde fui a parar a manos de aquel malvado brujo avariento.



Resulta que mis antepasados se remontan a los sabios griegos y que hemos sido utilizadas para dar luz, ofrecer seguridad y proporcionar calor. Y después de todo eso, de mi pasado heroico, de las filigranas con que fui dibujada, a nadie le importo.
Pues ya estoy harta. La próxima vez que alguien quiera que deje paso al genio me voy a negar.
Me han tenido olvidada, arrinconada, han dudado de mi utilidad y sólo les ha interesado lo que podían sacar de mí.
Ya viene otro a buscarme. ¿O no? Ah, pasa de largo, ni se ha fijado. Y el caso es que hace cosas raras, parece que va barriendo el suelo con un palo blanco. No lo entiendo: ni es una esclava ni el palo es una escoba. ¿Quién será?
Ruedo a sus pies, me hincho para brillar más y ni por esas…
-¿Qué es esto con lo que me tropiezo? Voy a agacharme no sea que me dé otro golpe de tantos. ¡Mira qué hay mierda por el suelo siempre!
¿Qué hará ese tipo? Pone su mano encima de mí, pero no noto que me frote como lo hacen siempre. Parece que es otro tocar. Umm… tiene la mano fina.
-¿qué será? Parece un zapato… una caracola de mar… pero noto que da calor. Se oye como un chisporroteo… ¿qué será?
Mira que es tonto ese hombre. No sabe que soy una lámpara. O no ha sido niño al que le leyesen mi historia o la ha olvidado, como los humanos olvidan todo lo que no sea tener.
-¿Y?... ¿Si fuera…? Pero no puede ser. Tendría gracia que un ciego vaya a encontrarse con… sí sí, con una lámpara. Vaya vaya. Pues ya podía hacer el milagro la dichosa lamparita…
Sigue acariciándome. Parece que sea la caricia del viento en primavera. Me gusta. Querría quedarme con él. Al menos no es como todos, esos que enseguida que me agarran quieren sacarme riquezas, joyas, amantes… Éste no.
Voy a hablarle:
-¿Quién eres?
Anda, si hablas. Pues un ciego que iba dando su paseo y ha tropezado contigo.
-¿Un ciego? ¿Eso que es? Es que yo pertenezco a la clase de las lámparas, además de las buenas de siempre.
-Pues un ciego es alguien que no se lleva bien con vosotras, pero ya que te has cruzado en mi camino… no me disgusta tu compañía.
-¿Puedo quedarme contigo? Es que pareces diferente.
-Bueno, es gracioso: el ciego y la lámpara. Podemos hacer buenas migas.
-Siempre y cuando no te empeñes en sacarme lo que todos.
-Pues lo que se dice brillo, brillo; no creo. Me conformo con que me des calorcito.
-Te daré algo más. Te daré una riqueza que es única: brillo, sí sí; aunque lo dudes, brillo del mejor, brillo cinco estrellas. Nos verán de lejos y nos admirarán. A ti por haber sabido ganar mi confianza y a mí por hacer algo bueno de verdad.
Y allá que nos vamos. Me he puesto encima de su hombro y tan contentos.
Le cuento, mi historia y se ríe. Dice que no cree que el brujo, por muy brujo que sea, pueda pensar que estás conmigo. Y si viene por ti, tendrá que vérselas con el Caballero del Palo Andante. Tú haz lo tuyo que yo haré lo mío.
Y oigan que estoy tan contenta. Mi nuevo dueño es amable y muy interesante. Disfruto con él como nunca había disfrutado hasta ahora. Así que con él me quedo y que nadie más venga a frotarme.


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La caja del milagro

Con la ternura de esas historias que acaban en leyenda, con el sabor de la tierra asturiana y con el halo de misterio del pasado, os pongo esta historia que publica hoy La nueva España de Oviedo y que nos hace evocar aquellos otros cuentos y consejas de nuestros pueblos.
La realidad suele ser más prosaica que la fantasía de las gentes.



Una historia fantástica de realidades, leyendas y otra vez realidades: así fue la doble restauración de la Cruz de la Victoria.
El primer proceso de recuperación de la santa joya, ya en la posguerra, chocó con un problema aparentemente insalvable: faltaban muchas piedras. La Cruz cuenta en la actualidad, como asimismo antes del atentado de 1934, con 172 piedras, de las que 142 están en la cara delantera y 29 en la posterior.
Las autoridades lanzaron una campaña a través de los periódicos suplicando la donación de piezas de valor para completar la joya.
«La gente entregó bastantes cosas. Fernández Buelta sabía quién había dado cada una, así que hasta eso se podría documentar», comenta ahora el orfebre Carlos Álvarez, hijo de Pedro Álvarez, que dirigió las distintas restauraciones de las joyas tras los destrozos de 1934 y de 1977.
José Fernández Buelta, periodista de LA NUEVA ESPAÑA, destacado estudioso del arte y de la cultura asturiana, formaba parte de la «Pepancia» -era uno de los Pepes junto al vicario general José Cuesta, el catedrático José Serrano...-, nombre popular de la comisión oficial encargada de la recuperación de la Cámara Santa y de las cruces. Una leyenda urbana asegura que un miembro de la «Pepancia», in artículo mortis, confesó que el alma de madera de la joya -o sea, la genuina Cruz de Pelayo-, muy deteriorada, fue sustituida por un trozo de madera nueva tras el atentado de 1934.
Pues bien, un día llegó a la joyería Pedro Álvarez una señora, humildemente vestida, con una caja en la que había unas piedras coloreadas con las que, según dijo, jugaban sus hijos. No sabía si eran o no buenas y en tal caso si podrían servir para devolver a la Cruz su perdido esplendor. «Bernardo, el oficial de la joyería, llamó a mi padre, vieron las piedras, comprobaron que encajaban y sin más la señora las donó. Y desapareció», comenta Carlos Álvarez.
La anécdota corrió como la pólvora por la ciudad. Chocaba especialmente su humilde apariencia, tan poco apropiada para hacer donaciones, dada la pobreza reinante en la posguerra; también extrañaban el anonimato y lo oportuno de la donación, porque las piedras encajaban casi como por maravilla en los huecos de la Cruz.
En seguida la historia cogió vuelos y se empezó a especular si la señora en cuestión sería una enviada de la Providencia para completar la Cruz. Todo el mundo hablaba de la caja del milagro. Pero, como siempre ocurre, el tiempo acabó sepultando aquel suceso fantástico.
En 1977, sin embargo, con la nueva destrucción de las joyas de la Cámara Santa, depositadas en la catedral de Oviedo, la anécdota reapareció porque Carlos Álvarez, que sabía de aquel hecho, decidió investigarlo. «Buelta me dijo que aquella señora tenía un sobrino que se apellidaba Monasterio y que vivía en Cangas de Onís. En una ocasión, estando de excursión en Cangas con unos amigos, pregunté en una pastelería por ese paisano. Y una chica de mi grupo, que estaba en ese momento a mi lado, interrumpió y me dijo que era su tío. Una casualidad enorme: ¡era tío de una de mis amigas, y yo, buscándolo en Cangas de Onís! Me dijo, además, que aquella señora de las piedras era su tía abuela y que se llamaba Tomaida Cuesta Vega, hermana de un canónigo, prelado doméstico de Su Santidad. ¿Habría aún en algún lugar piedras originales de la Cruz de la Victoria? Mi amiga me dijo, además, que aquella caja, que popularmente se llegó a denominar como caja milagrosa, estaba aún en su casa y tenía algunas piedras. Increíble. Vivía en la plaza de América. Fuimos hasta su casa y, efectivamente, allí estaban, pero eran apenas vidrios sin valor y no procedían de las cruces de la Cámara Santa». Así se completó el ciclo que empezó como un hecho, se convirtió en leyenda y acabó como historia maravillosa.
Una hipótesis: un ladrón robó las piedras, las devolvió bajo secreto de confesión al canónigo -¿Cuesta, el vicario?-, que las entregó a su hermana para que discretamente las entregase. Más que un milagro sería una cadena de milagros.
La inscripción de la Cruz de la Victoria dice: «Hoc signo tuetur pius. Hoc signo vincitur inimicus», que se puede traducir como: «Con este signo el piadoso es protegido. Con este signo el enemigo es vencido».

Toda una historia, digna de novela.

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