miércoles, 23 de diciembre de 2009

Acaba un año


Hace unos pocos días, dejé por aquí mi sentida y sincera felicitación navideña.
Ahora, momento en que procedo a despedir este año tan intenso por lo que respecta a Tiflohomero y a su autor, quiero hacer un pequeño balance de este 2009 que toca a su fin.
Lo que aquí vaya a poner ya lo habéis ido siguiendo a través de vuestra atenta lectura y fidelidad tan grata, pero ¿qué queréis? Me gusta eso de hacer balances.
Por último, antes de reiteraros, otra vez más, mis mejores deseos quiero haceros notar que he vestido este espacio de Navidad. Que os alegre la vista y sea símbolo de mis deseos de alegría.


Que me hayan sido publicados, por primera vez, tres de mis cuentos en libros ha sido todo un triunfo, una enorme ilusión.
Que haya podido viajar, como hacía mucho que no tenía la ocasión de hacerlo, fue toda una aventura.
Que me haya presentado a concursos literarios, gracias al apoyo e impulso de la amiga Mercedes, ha resultado de lo más estimulante.
Que, gracias a Tiflohomero, haya tenido el lujo de encontrar el tesoro de la amistad me ha proporcionado la mayor de las riquezas: el afecto y la compañía, no importa que ésta sea virtual, la noto próxima, a mi lado.
Que os haya podido mostrar un poquito más de mi mundo, y lo hayáis acogido con tanta naturalidad, es de lo más ilusionante.
Y que haya aprendido, junto a vosotras y vosotros, cada día algo nuevo, resulta enormemente fructífero.
Gracias, una vez más, por estar ahí, regalarme vuestro tiempo, alentarme con vuestras visitas y alegrarme con vuestra admiración y afecto.
Besos cariñosos para vosotras y sinceros abrazos para vosotros.
¡¡Feliz Navidad!! ¡¡Feliz 2010!! Para vosotras, vosotros y vuestra gente.

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La primera vez

Bueno, ahora sí que sí. Este es mi último cuento del año.
Lo dicho… ¡Felices fiestas!


_Bueno, Luis. Ya hemos terminado. Nada tengo ya que enseñarte. Ahora, eres tú quien debe volar solo y lo harás. Tú y yo lo sabemos.
-Hija, eso de que no tienes nada que enseñarme… Con lo que sabéis las jóvenes de hoy día.
-Bueno, bueno: no seas picaruelo. Venga, si quieres nos tomamos una última caña de despedida. Aunque, vaya, seguro que nos veremos más veces cuando vayas por la delegación, porque irás, ¿verdad que sí? Quiero que nos veamos y me cuentes.
-Vaale, Anabel. Te acepto la invitación. La verdad es que te voy a echar de menos. Me había acostumbrado a esta rutina diaria, a tus enseñanzas, tus consejos y tus ánimos. Para ti, seguro que seré uno más, pero para mí siempre serás la persona que me enseñó a ser yo de nuevo.
-No creas. Una siempre se encariña un poquito de sus alumnos, siempre. Pero lo que más alegra es saber que el curso haya valido la pena, que no caiga en saco roto. Que el miedo, el qué dirán, la protección familiar, la comodidad acaben enterrando tantas horas de entrenamiento, de esfuerzo. Bah, seguro que tú sí lo vas a aprovechar, que eres una persona con inquietudes y con ganas.
Para Luis, ese jueves, 30 de octubre, va a ser un día histórico. Hoy acaba su aprendizaje de movilidad y técnicas guía con bastón.
Ha pasado poco más de año y medio desde que aquellas malditas esquirlas le saltaran a los ojos, justo en uno de esos escasos momentos en que no llevaba la oportuna protección preventiva. El camino, como el de tantos otros ciegos, había tenido que recorrerlo en soledad. Y no es que su gente le hubiese abandonado, seguían ahí, incluso el Patxi, aquél muchachote brutote, pero noble, que siempre andaba refunfuñándole y que había sido el primero en mostrarle su mano tendida. Ahora que el desconsuelo, la amargura, el miedo, el vencer los complejos y tantas otras sensaciones, todo eso sólo le correspondía a él. Tenía que superar el accidente para luego volver a ser esposo, padre y amigo.
Y ahora esa muchacha, en la que había depositado su futuro, esa profesional amable, comprensiva pero exigente, le dice que ya está, que a partir de ese día, deberá ser él quien tire para adelante. ¿Podría hacerlo? ¿Se atrevería? Con ella detrás, sí se había visto capaz, pero ahora…él solo. El ruido, el tráfico, los obstáculos, los cruces y tantas y tantas otras pruebas se lo iban a poner difícil. Anda que decir que si calibrar una pieza requería precisión y destreza, que engranar una palanca tenía mucha miga y más, y más. Esto de ir por ahí con un palo blanco sí que era chungo, de echarle un par. ¿Cómo iba a saber él qué autobús era el correcto para ir a casa?
-Venga, que te acompaño. Cógete, aprovecha y a partir de mañana…
-Ah, sí, que quiero quedarme con tu brazo, bueno me quedaría con más cosas pero creo que tu novio no me iba a dejar.
-Jejejej.
-Bueno, Charo. Aquí te devuelvo a tu marido sano y salvo. Ya ha terminado el curso de rehabilitación. Ahora a practicar se ha dicho. Y déjate querer, no seas tonta; que él puede hacerlo.
Con gesto escéptico la señora Blasco recibe a los recién llegados. Piensa que todo eso que ha aprendido su Luis está muy bien, pero que ya le tiene a ella para que le vengan todos éstos con bobadas. Con lo que ella quiere a su Luisito.
-¿Te quedas a comer? Ya sabes: donde comen dos, comen tres.
-No, muchas gracias. Que esta tarde tengo un examen. A ver si, por fin, me saco el carnet de conducir. Me marcho corriendo y lo dicho… venga, Luis, dos besos. Por un alumno excelente.
-Gracias por todo. Hasta pronto.
El matrimonio Antolínez Blasco se queda solo.
-Bueno, por fin has terminado el dichoso curso éste. Ya era hora. Qué empeño en que te tires a la calle. Si me tienes a mí, yo que tanto te quiero, ¿qué falta te hace ir por ahí con un bastón blanco? ¿Y encima que te vean los vecinos, la frutera, el…?
-Cariño, sé que me adoras y por eso te pido que me dejes salir solo. ¿Qué me importan a mí todos ésos? Déjame que mañana vaya a hacer la compra. Hazme ese regalo. Confía en mí. No te creas, para mí tampoco es fácil, pero si a la primera ya lo dejo, sé que no habrá servido de nada todo este aprendizaje.
-Bueno, ya veremos. Pero es que no hace falta. Anda, dame un beso y, si te portas bien, igual te doy ese capricho.
Cuando Luis se ha retirado a su cuarto a descansar, Charo envía un mensaje a su jefa: “mañana no podré ir a trabajar. Me ah surgido un asunto urgente. Lo recuperaré”.
-Bueno, querido. Me marcho a currar. Espero que el día sea tranquilo. Y tú, ¿sigues empeñado en hacer la compra?
-Que sí, cariño. Que ya verás qué cosas más buenas te traigo. Y algún día hasta te prepararé la comida y todo. Qué ilusión sería, aunque salga un churro.
Media hora después nuestro ciego protagonista se decide. Está nervioso, titubea, se concentra. Recuerda lo que anabel le enseñó la primera vez: “el bastón es tu tercer pie. Primero va él y luego un paso tuyo y luego otro, y otro. El truco consiste en deslizar la contera, la punta del bastón, a ras de suelo, en una semicircunferencia y ya, así de sencillo.” Pues no; de sencillo, nada.
No sabe Que su mujer le va siguiendo, pocos pasos por detrás. ¿Cómo podía creer él que se iba a ir a trabajar tan campante? DE eso, nada, ni hablar.
Luis lo ha logrado. Ha echado mano de todos sus recuerdos, de lo aprendido y, sobre todo, de las ganas. Cierto era que, el súper no distaba demasiado de casa. Sólo tenía que cruzar una calle y ésta gozaba de semáforo acústico. Y cuando ha llegado, la Merce, ella siempre tan dispuesta, le ha ayudado. Ha comprendido que aquello era especial y le ha obsequiado, a más de con toda su simpatía, con los mejores productos del día.
Ésta ha cruzado la mirada con otra mujer y le ha sonreído en un guiño lleno de significados.
Ya está, ya ha superado lo más difícil: pisar el suelo de la acera, los primeros golpes de muñeca, el pedir ayuda, el pagar (bien que lo ha hecho con la tarjeta), pero está feliz. Aferra las bolsas como lo haría un recién nacido el pecho de su madre.
El semáforo está rojo. Se para, y espera. Aguarda a escuchar el sonido de los pajaritos.
Alguien se sitúa a su lado.
-¿Me permite que le ayude, caballero?
-¡Charo! ¿Qué, qué haces tú aquí?
-¿Qué voy a hacer. Ver cómo mi marido, mi amor, del que tan orgullosa estoy, me demuestra que es un campeón. Vamos, cariño, que te ayudo.
-Pero, pero…
-vale, la próxima lo harás tú solo de verdad, pero es que ésta iba a ser la primera vez y no podía perdérmelo. Ha estado genial. Y eso que creo que he pasado yo más miedo que tú. Cuánto te quiero.
-Bueeeno, te entiendo. Gracias por quererme tanto, gracias por tantísimo. Yo también te quiero, amor.






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martes, 22 de diciembre de 2009

El día de los sueños

Ya se sabe, hoy es el día de la salud por aquello de “no nos ha tocado la lotería, pero salud que tengamos”.
Yo, además de desearos esa salud de alguien que ha tenido al lado el gordo y no quiso salirle al encuentro, quiero hablaros de otro de los signos de hoy: los sueños. ¿qué haríais si os tocase la lotería? Aquí tenéis mi respuesta:


Aparte de aquella fantasía mía de ser arqueólogo y descubrir en las inmediaciones de mi pueblo un hipotético castro prerromano, crearía una librería, cómo no.
Me diréis que eso ya está muy visto, o mejor muy leído. Pero es que…
Ssería una librería cafetería, con un ambiente agradable, propiciador de tertulias literarias y encuentros, con música suave, mesitas con sus velas y decoración agradable, cómodos sillones, mullidas alfombras y ambiente cálido.
En ella, aparte de venderse libros excogidos, se daría cabida a presentaciones de trabajos de autores noveles, se convocaría un concurso de relatos y se representarían lecturas dramatizadas de los clásicos.
Ya la estoy viendo: en un edificio histórico, un palacete de un recoleto barrio. en el pórtico se ha colgado un cartel a modo de pergamino que pone: La atenea del Saber.
¿quéréis pasar? Hoy es su inauguración. Hay canapés, cócteles, cava, y de regalo, como recuerdo, se hace entrega de una edición facsímil de la primera obra que verá la luz en ella: “Memorias de un gurú”. Su autora se pasea por entre los diversos corrillos. Se la ve feliz, sonriente, amable, plena de confianza y simpatía.
Bienvenidos al mundo de la ilusión. La atenea del Saber os aguarda.

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lunes, 21 de diciembre de 2009

El último polvorón

Que os haga reflexionar.

¿Qué podía importarle a aquel último polvorón que se encontrase en una bonita caja de madera con un dibujo de filigranas? ¿Qué más le daba que su envoltorio fuese de papel de seda y que en éste hubiese una frase que rezaba: “lo verdaderamente bueno está en mi interior”?
No se sabía cuál había sido la razón de que nadie se hubiese decidido por él cuando todos los invitados fueron aceptando el obsequio de la anfitriona hasta que…
La señora de la casa se dispone a reponer más provisiones a base de alfajores, roscos de vino, bolitas de coco y turroncitos. No se ha dado cuenta de que en esa caja aún queda algo. La retira y sacan otra nueva, más grande, aunque no tan bonita, con más variedad pero sin polvorones almendrados.
Doña Laura está satisfecha, un año más han alabado su buen gusto y generosidad.
El día de Reyes ha terminado. Es momento de sacar las basuras. Tirar tanto. Botellas vacías, cajas, envoltorios…, restos de tanta ilusión y alegría.
Al día siguiente, unos pillastres se pelean por afanar lo que pueda encontrarse en los montones de un estercolero. Para ellos no ha habido Navidad ni fiestas ni regalos.
El Celes, un mocoso harapiento, olvidado de todos, raquítico, miserable, pero vivo como el águila encuentra algo. Nadie se ha dado cuenta, sus compinches habían quedado deslumbrados por otras sirenas. Ha descubierto una caja.
Es verdad, algo sucia, con los bordes romos, pero…
Me servirá para guardar mis tesoros _se dice_. Un remache de vía, un cromo, un muñeco doblado. Sus míseras posesiones.
La abre y…..
-¡Guuuaaaauuuu! Un polvorón. Y está entero.
Para ese niño, sí; ese año va a haber fiesta. Su Navidad será esa última y abandonada golosina.

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sábado, 19 de diciembre de 2009

Mi personal felicitación navideña

Sí, es verdad; otro año más ha llegado la Navidad.
Yo querría agradeceros tanto vuestro afecto, vuestro calor y vuestro aliento que me gustaría hacerlo de una manera especial, auténtica, sentida y personal.
De todas maneras, si queréis alegraros la vista, al tiempo que seguís leyendo, podéis pinchar en el título de la entrada. Espero que eso de poner imágenes a ciegas, no sea otra chaladura temeraria más de las mías.


Es verdad que circulan mensajes y composiciones de imágenes muy bonitas,, que podría reenviaros, pero ¿qué queréis? Aun siendo lo más cómodo, me apetece escribiros algo mío que, sin duda, no será tan bonito, aunque, estad seguros, sí tiene el máximo componente de cariño, entrega y sinceridad porque está hecho desde el corazón de alguien que, ya lo sabéis, aspira a ser uno más, a hacer de este mundo un hogar más cálido y sé que, gracias a vosotros y vosotras, lo voy consiguiendo cada día.
No pretendo que mis palabras os sepan a tópicos, ¿qué voy a deciros?
Con la música de fondo sonando en mi equipo del salón, espero que los dedos que teclean las notas de esta canción lo hagan guíados por lo mejor de mí, que transmitan…

Mi fe profunda en una Navidad que debe ser celebrada a cada instante, porque Jesús nace, en nuestros corazones, siempre que regalamos una sonrisa, prestamos una ayuda, alcanzamos un nuevo logro. Ésta es la luz que debemos ver, una luz de colores brillantes e increíblemente hermosos.
Mi confianza en que cada vez que un AMIGO (con mayúsculas) te dice: “aquí estoy, no estás solo” una estrella mágica se cuela en nosotros. Por eso, mi vida está llena de estrellas que llevan vuestros nombres.
Mi creencia absoluta en que merece la pena atesorar momentos hechos de pequeños aprendizajes constantes, de escuchas, de sueños, de magia. Todo esto es la FELICIDAD. Por eso, yo soy feliz y deseo que vosotros y vosotras lo seáis también.
Sí, es Navidad. Que ésta no sea un paréntesis en uestras vidas, que las luces que adornan la ciudad, los árboles, los sabores dulces y la sorpresa de los regalos no sea algo impuesto, hijo del compromiso, si no sentido, duradero.
Que queramos seguir mirando más allá, buscando explorar nuevos caminos, que sintamos que lo necesitamos, teniendo la dicha de saber que el frío nunca se colará en nuestras almas porque a nuestro alrededor siempre habrá alguien que esté dispuesto a caldeárnoslas.
Y que sigamos estando ahí, dejando una huella tenue pero duradera, algo pequeño, sencillo pero que a alguien, sin nosotros saberlo, le haga sentirse mejor, más feliz.
Con mucho cariño…
¡¡Feliz Navidad!! ¿¿Feliz año 2010!!




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miércoles, 16 de diciembre de 2009

Anécdotas sobre Beethoven

Por aquello de que tal día como hoy, pero de 1870 naciera el genial compositor alemán, Ludwig van Beethoven, quiero compartir algunas anécdotas sobre su biografía, además de una de sus sonatas. Para escuchar ésta, como siempre, deberéis pinchar en el título de la entrada.
Pretende ser un pequeño homenaje a un genio.


Se sabe que Ludwig van Beethoven fue bautizado el 17 de Diciembre de 1770, en Bonn. Su familia era originaria de Brabante, en Bélgica. Su abuelo era el director de capilla de la corte y su padre era cantor y músico en la corte de Bonn, con una persistente inclinación hacia la bebida. Su madre ha sido siempre descrita como una mujer dulce, modesta y pensativa. Beethoven hablaba de ella llamándola su "mejor amiga". La familia Beethoven tuvo siete hijos, pero solo tres varones sobrevivieron, de los cuales Ludwig fue el mayor.
El 26 de Marzo de 1778, a la edad de 7 años, Beethoven hizo su primera actuación en público en Colonia. Su padre anunció que tenía 6 años, para hacerlo ver como más precoz. Por esto, Beethoven siempre pensó que era más joven de lo que era en realidad. Inclusive mucho mas tarde, cuando recibió una copia de su certificado de bautismo, él pensó que pertenecía a su hermano Ludwig Maria, que había nacido dos años antes, y que había muerto a los pocos días de nacido
Beethoven amaba la naturaleza hasta el punto de decir "Prefiero mil veces a los árboles que a cualquier persona". Sólo hay que escuchar su sexta sinfonía, La Pastoral, en la que nuestro compositor es capaz de traducir la imagen de la naturaleza a los sonidos de la orquesta
Beethoven solía ir por la calle con ropas viejas, con los pelos desordenados, gritando las melodías que se le ocurrían a plena voz (él no podía oírse) y anotándolas en un cuaderno. Por no hablar de sus monumentales e históricos ataques de ira, y fue comparado, incluso, con un "animal salvaje", ya que, en ocasiones, llegaba a destrozar las habitaciones donde se alojaba. Aunque con la gente que quería, como su sobrino Karl, sí que era cariñoso y cambiaba radicalmente de actitud.
En 1782, a la edad de 11 años, publicó su primera composición: "9 Variaciones sobre una Marcha de Erns Christoph Dressler" (WoO 63). Mas tarde en 1783, Neefe escribió en la "Revista de Música", acerca de su talentoso alumno: "Si continúa de esta manera, será sin duda, el nuevo Mozart"
Desgraciadamente, los Nazis utilizaron como código en las transmisiones de guerra las famosas cuatro primeras notas de la 5ª Sinfonía, ya que su equivalente en Morse (3 puntos y una raya) equivale a la "V" de victoria
En Junio de 1784, por recomendación de Neefe, Ludwig fue contratado como músico en la corte de Maximilian Franz, Elector de Colonia. Este puesto le permitió frecuentar la música de los viejos maestros en la orquesta. También le permitió la entrada en nuevos círculos sociales. En los que conoció a gente que iba a convertirse en amigos por el resto de su vida. La familia Ries, los von Breuning con la encantadora Eleonora, Karl Amenda, el violinista; también a Franz Gerhard Wegeler, un doctor y muy querido amigo de Beethoven que también viajó luego a Viena, etc. En la casa de los von Breuning, el joven Beethoven conoció a los clásicos y a aprendió a amar la poesía y la literatura.
El conde Waldstein conoció a un jovencísimo aspirante a músico en su Bonn natal. Este joven Ludwig tenía un talento muy por encima de lo habitual, pero sus circunstancias familiares y económicas (es de todos conocido el grave problema de alcoholismo que padeció su padre) no eran las más adecuadas para que pudiera desarrollarlo en toda su plenitud. Así que se convirtió en uno de sus mecenas, y se encargó de enviarle a Viena para que estudiara con los compositores más importantes del momento y para que se rodeara de un ambiente más propicio para la actividad creadora.
Beethoven hizo numerosas relaciones en Viena. Todos en el mundo aristocrático musical de Viena admiraban al joven compositor. Estos amantes de la música se convirtieron rápidamente en sus leales mecenas y sostenedores. Cada tanto tenía una pelea con uno u otro de ellos, y a menudo hacía las paces honorablemente después. Su gran talento les impulsaba a excusar tanto su comportamiento impulsivo, como sus reacciones que en otro caso hubieran sido juzgadas como excesivas. Su fuerte carácter y conciencia de su valor hicieron que pudiera conseguir para si, un respeto y valoración que no habían sido otorgados a nadie antes.
La famosísima bagatela para piano de Beethoven que todo el mundo conoce como "Para Elisa" (compuesta el 27 de Abril de 1810), en realidad es "Para Teresa", ya que es el título que aparece en el manuscrito original de Beethoven. Se cree que un error en los copistas por la mala caligrafía de nuestro compositor provocó esta 'pequeña' confusión.
Beethoven pasó años obsesionado con una cancioncilla que no paraba de tararear, y en numerosas composiciones la incluyó pero sin definir del todo. Lo más llamativo de esto es que hay una pieza anterior a él de Mozart que es casi igual que esta melodía, cantada por un coro. Se desconoce si Beethoven la conocía o fue casualidad, el caso es que el sueño de Beethoven se cumplió al ver esta melodía integrada en la culminación de su Novena sinfonía.
Recientemente se ha analizado un pelo de Beethoven genéticamente, y se ha descubierto que en su sangre había un alto contenido en plomo, quizá, por beber líquidos que estaban contenidos en barriles fabricados con este material. Es posible que su mal genio y la sordera le vinieran de la presencia de este venenoso metal en su cuerpo.
El primer viaje a Viena tuvo lugar cuando Beethoven contaba con tan sólo 17 años; pero duró poco: su madre estaba gravemente enferma, por lo que tuvo que regresar a Bonn al poco de llegar... pocos meses más tarde, su madre falleció. Tiempo después, en 1792, Waldstein convenció al patrono de Beethoven para que le dejara ir de nuevo a la capital austríaca a estudiar con Haydn. Él le sufragaría los gastos del viaje, la estancia y las clases... Sin haber cumplido aún los 22 años Beethoven marchó de nuevo rumbo a Viena, donde se instaló definitivamente. El conde le escribió: Querido Beethoven: va usted a Viena para realizar un deseo expresado hace ya tiempo. El genio de Mozart todavía está de luto y llora la muerte de su discípulo. Encuentra un refugio, aunque no su plenitud, en el inagotable Haydn. A través de él desea todavía unirse a alguien. Con su incesante aplicación, recibid de las manos de Haydn el espíritu de Mozart.
Una anécdota curiosa con respecto a la sexualidad de Beethoven fue esto que le preguntó su amigo Karl Peters en su Cuaderno de Conversación: "¿le agradaría acostarse con mi esposa?" Parece que en esa época era común que los amigos se compartieran sus mujeres, La respuesta de Beethoven no consta, pero sí su anotación de que "ahora iré a buscar a mi mujer" Y al parecer la esposa de Janitschek, quienes se habían separado poco antes, también estaba disponible para los miembros del grupo. Sin embargo, Beethoven aunque era viejo, aún coqueteaba con algunas damas. A Ries, un amigo suyo le escribió que tuviera cuidado porque besaría a su esposa "cuídese, usted cre que soy viejo, pero soy un viejo joven"
En una ocasión,se acercaron dos hombres a un hospital a visitar un paciente.El hombre fue llevado a la cama del paciente,en cuestión,y el acompañante,se quedó esperándolo,pero una enfermera,se le acercó al verlo demacrado,tan sucio y tan mal vestido,que lo llevó fuera,del recinto a un patio anexo,al vestíbulo,lo sentó en un banco,y le dio una Taza de vino,para que se entretuviera. Al rato la enfermera le dice al Doctor que hay un mendigo en el patio,el doctor se acerca y se queda estupefacto. El mendigo en cuestión era Beethoven.

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martes, 15 de diciembre de 2009

La soltería de los pájaros feos


Vaya vaya, de lo que se entera uno. Resulta que no sólo los feos humanos nos quedamos para la soltería. Parece que también lo hacen los pájaros. Es todo un consuelo.


Cerca del 10% de los pájaros optan por la soltería porque no son los suficientemente guapos para encontrar compañera, según se desprende de un curioso estudio de la Universidad de Columbia, publicado en la revista Nature.
Así, en algunas especies de pájaros, los machos son "más guapos" que éstas, cuentan con mejor plumaje, más colorido y llamativo, mientras que las hembras se llevan la peor parte y sus plumas no se salen de lo corriente.
Los científicos han comprobado que los machos tienen que luchar por encontrar a su hembra y sólo "los más guapos" son quienes finalmente la encuentran.
Además, en estos casos, las hembras "son muy exigentes", especialmente en el momento en el que quieren 'tener familia'.
Esta teoría de selección sexual, ya determinada por Charles Darwin, explica por qué muchas especies cuentan con parejas en la que la hembra es "pálida", mientras que el macho es "exhuberante". El trabajo ha sido realizado por los investigadores Rubenstein y su colega Irby Lovette del Laboratorio de Ornitología de Cornell, de la Universidad de Columbia.
Para su elaboración, se investigaron hasta 45 especies de estorninos de África. Esta especie es muy diversa y algunas aves cuentan con crestas muy llamativas, colas brillantes y grandes, y manchas en las plumas.
Los investigadores han podido explicar por qué la selección sexual a veces funciona de la misma manera en machos y hembras. La selección sexual es más fuerte cuando no todos los individuos tienen la oportunidad de reproducirse. Este comportamiento es, sin embargo, más frecuente en los machos. Las hembras de la mayor parte de las especies tienen más éxito a la hora de reproducirse de forma estable.

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lunes, 14 de diciembre de 2009

El abrelatas y su historia

Ya sabéis que eso de dar la lata, a más de uno se nos da que ni pintado, ahora que abrir una buena lata de ricas conservas… y darse el banquetazo… es otra cosa.
Resulta curioso, a la vez que chocante, observar cómo la lata de conserva se inventó medio siglo antes que el abrelatas. ¿Cómo conseguirían abrir aquellos envases...?


por el comerciante Peter Durand, e introducida en los Estados Unidos de Norteamérica hacia 1817. Pero en esa fecha no se le dio la importancia que tenía dicho adminículo.
En 1812 los soldados británicos llevaban en sus mochilas latas de conserva, pero las tenían que abrir con ayuda de la bayoneta; si ofrecía dificultades se recomendaba recurrir al fusil, y un tiro solucionaba el problema. Y doce años después,en 1824, el explorador inglés William Parry llevó latas de conservas al Ártico: carne de ternera enlatada. El fabricante de aquellas conservas hacía la siguiente recomendación para abrir las latas: "Córtese alrededor de la parte superior con cincel y martillo".
No fueron pocas las ocasiones en que debido al plomo presente en las latas de conserva muchos pagaron con su vida el precio de tanto modernismo.
Cuando a principios del siglo XIX William Underwood estableció en la ciudad de Nueva Orleans, en Lousiana, la primera fábrica de conservas, no consideró importante crear un instrumento para abrir las latas aconsejándose recurrir a cualquier objeto que sirviera al efecto.
¿A qué podía deberse tan absurdo abandono? Tenía cierta explicación. Las primeras latas de conserva eran enormes, muy pesadas, de gruesas paredes de hierro. Sólo cuando se consiguió crear un envase más ligero, con reborde en la parte superior, hacia 1850, se pudo pensar en un abrelatas.
Abrelatas eléctrico
El primero fue idea de un norteamericano muy curioso: Ezra J. Warner. Era un artilugio enorme, de gran volumen, cuya vista impresionaba a cualquiera; era una mezcla mecánica entre hoz y bayoneta, cuya gran hoja curva se introducía en el reborde de la lata y se deslizaba sobre la periferia del envase, empleando alguna fuerza para ello. Entrañaba cierto peligro su manejo, no sólo para quien lo usaba, sino para quienes observaban la operación. La gente optó por ignorar tan peligroso invento, y prefirió seguir con sus sistemas caseros ya conocidos. Pensaban que era mejor quedarse sin comer a morir en el intento.
La lata de conservas con llave fue inventada por el neoyorquino J. Osterhoudt, en 1866. Todos pensaron que era un invento milagroso. Hacía innecesario el abrelatas. Sin embargo, no todas las fábricas de conservas podían adoptarlo. El abrelatas seguía siendo un invento pendiente. Invento que no tardó en aparecer, tal como hoy lo conocemos, con su rueda cortante girando alrededor del reborde de la lata. Fue patentado en 1870 por el también norteamericano William W. Lyman. Su éxito fue instantáneo y fulgurante.
En 1925, la compañía californiana Star Can Opener perfeccionó el abrelatas de Lyman añadiendo una ruedecita dentada llamada “rueda alimentadora”, que hacía girar el envase. Fue esta idea la que más tarde dio lugar al abrelatas eléctrico, comercializado en diciembre de 1931.

Fuente:
“Historia de las cosas” de Pancracio Celdrán

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sábado, 12 de diciembre de 2009

El trozo de madera

Quiero regalaros este pequeño cuento para que, mañana mi patrona, Santa Lucía, protectora de los ciegos, lo tengáis plagado de luz, de afectos, de calor.
Con mis mejores deseos, con mucho cariño.
Que disfrutéis con él.


Aquel invierno estaba siendo, en almudaina del Río, , una estación especialmente atípica, extraña. El frío, menor de lo acostumbrado, era sustituido por un cielo opacado. Otrora, esa atmósfera presagiaba nieve y, sin embargo, ahora no terminaba de extender su lienzo blanco sobre las calles y plazuelas de la población.
Y llegó la inevitable época de cambiar los pequeños escaparates, vestir las puertas y ventanas, mudar sus fríos órdenes por el brillo de sencillos adornos navideños. ¿Quién podía resistirse al ritual?
Sí, un niño había perdido su único juguete, aquél que le regalara el rey Baltasar, hacía ya casi un año. Los demás chicos y chicas de la escuela se habían reído de él porque sólo hubiera tenido ese mísero trozo de madera. Pero, qué quieren, a él le gustaba porque le ayudaba a soñar. Y ahora no lo tenía, no sabía qué podía haber sucedido, si siempre estaba pendiente de él. Corría para llegar a casa y mecerlo, le deseaba buenas noches, se levantaba fijando la mirada en él, lo sentía cerca, era su confidente, su amigo.
Su padre siempre estaba ocupado en el campo y su madre apenas tenía momentos para Luisito, entre sus siete hijos, su marido y las visitas al lavadero para ganarse unas perras extra.
¿Dónde podía estar? ¿También eso le iban a robar? Ya era bastante que se burlasen de su timidez, de su tardío desarrollo, de sus harapos, pero que le hurtasen a su Cabriolo, eso no podía ser.
Si no lo recuperaba, en él, ese año no habitaría la Navidad. Sentía que esa gelidez que en Almudaina faltaba se refugiaría, toda ella, en el hueco más secreto de su alma. Nadie sabría esto, total por un simple tosco trozo de tabla, un pedazo de tronco de chopo. ¿Qué podía importar eso a nadie?
Nadie se percataba de la zozobra del niño, empeñados en envolver Almudaina de lucecitas, campanillas o estrellitas de papel.
-Dicen que Romualdo, el señor alcalde, ha contratado no se sabe a quién para que inaugure la zambomba de este año.
Así dijo la Rosa al resto de comadres que estiraban la ropa con manos azuladas en la era.
-Bah, ese hombre siempre con ínfulas de gran señor. Total para qué. Si con nuestra hoguera, nuestras músicas hechas de botellas de anís y caramillos no nos hace falta más _apuntó la Bernardina_.
-Bueno, bueno, hija; a lo mejor hasta resulta y tó. Escuchemos al Abelardo a ver qué pregona.
-S’hace saber que el día 24 a las 4, en la plaza del pueblo, tendrá lugar la representación del romance “La castañera presumida” pa luego prender la gran fogata. No falte naide, s’asegura el pasarlo de rechupete dándole al moquete.
-Ya te daría yo moquete, ya _refunfuñó la Paula_.
-Vamos Luisito, venga que llegaremos tarde y no veremos ná. ¡Ay, este mocoso, siempre hacendo mala sangre!
-Madree, no quiero ir, quiero quedarme a esperar a mi Cabriolo. Vendrá y no me encontrará. ¿Dónde estará?
-Venga, a que te zurro el culo. A callar y pa fuera. Ponte la bufanda y el pasamontañas, no te vayas a enfriar, encima. ¡Dios, qué cruz, qué hijo!
Francisco, el ciego, se acerca al pueblo. Va montado en un carricoche, tirado por una tordilla conducida por su mujer, la Andrea; y Chispa, el perrillo que siempre le ha guiado bien, aunque ya sea viejo, brinca y mueve la cola espectante, contento siempre. Ah, qué animal más fiel y qué dócil; desde que aquella lejana primavera se acercara a lamerle la mano. Y eso que entonces él lo había visto como un estorbo en sus cuentos. Otra boca más a alimentar, si apenas no les llegaba pa ellos solos, después de que una maladada bala de metralla le hubiese devorado la vista. Quiso morirse, total qué iba a hacer si ya no podría llevar a su moza a los bailes de los domingos ni atender el negocio de su padre. Igual hasta la Andrea le abandonaría y él lo entendería. ¿Quién iba a querer maridar con un inútil ciego? Dijeron que le darían una pensión pero nunca le llegó. Mas su chica había querido seguir a su lado, hacer futuro juntos, fuera como fuese.
Idearon deambular de aldea en aldea, hacerse presentes en las fiestas y aprovechar la inventiva de Francisco y la maña que se daba ella con el carboncillo. Una pizarra, un gorro, un tamboril y pa lante. No les había ido mal. Dios no les había dado hijos, pero sí felicidad, calor, afecto. Esto sí, nunca les faltó. Y lo demás, ¿qué importaba?
Y luego ese animal del demonio. Chispa le habían puesto, que le venía que ni pintao. Se habían acostumbrado a su compañía, a sus muecas, a sus gracias. La gente, se notaba, disfrutaba con ellos y se lo recompensaban como podían, en un tiempo de pobreza.
Como era su costumbre, dejaron el carro y la mula en un corral cercano. Se bajaron, cogieron los trastos y se dispusieron a entrar en otro pueblo más. ¿Y Chispa?
Volvieron atrás, allí estaba entretenido con algo.
-¿Qué hace este bichejo? _preguntó Francisco_.
--está royendo una tabla entre matojos y cantizales.
-Vamos, Chisppi. No nos hagas perder tiempo, que venimos justos y con este frío…
El perro obedeció a regañadientes, negándose a soltar su presa. La llevó a la mano de su amo y se la entregó. Éste la cogió, le dio una suave caricia al cogote de su amigo y sintió algo desconocido, un impulso a no deshacerse de aquello. Lo guardó en el morrarl, ¿para qué?
-¡Ya vienen! _voceó el pillastre del tomás. ¡Un ciego, una guapa moza y un perrillo!
Cada uno hizo su papel. A los almudainenses les gustó aquel romance de ciego, un pliego de cordel con amoríos, tragedia y música. Los actores recibieron una sustanciosa recompensa y Chispa se entretuvo con un hueso que le lanzara la carnicera. ¿Y Luisito? Sólo él estuvo triste hasta que…
Nuestro ciego abrió su morral para guardar la paga y se topó con algo. Lo sacó para hacer sitio.
Un niño abrió los ojos. Gritó.
-¡Es mi querido Cabriolo, mi tesoro!
Francisco había estado tentado de arrojar al montón de leña aquel pequeño pedazo de madera, pero no había podido hacerlo y ahora un niño reía con la voz. Se le había abalanzado para atraparlo, pero él no lo soltó. Preguntó qué era aquello. El muchacho, entre sollozos, contó su historia. Y Francisco le abrazó, le entregó el objeto y más aún. Dijo:
-tu amiguito no puede irse solo. Mi Chispa lo encontró y yo quiero darte algo para él: sacó una peonza, también de madera y se la regaló.
-Para que juegues con ella y te acuerdes de mí.
El alcalde, ajeno a ello, encendió el fuego y unas traviesas llamas rojo púrpura comenzaron a elevarse hacia el cielo. Parecía que quisieran acariciar. Una cara de luna se asomó y pareció besarlas.
Ahora sí, el ambiente, el pueblo, se llenó de luz y magia. Todos eran felices, incluido el pequeño Luisito.








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Un día inolvidable

Acaba un día que, para mí, permanecerá en el recuerdo de una forma imborrable. Quiero compartirlo con vosotros porque sé que os alegráis por ello.


Hoy una familia buena estaba feliz. Y lo estaba porque su hijo, un chico admirable que, además de ciego, tiene otra serie de problemas asociados y que sin embargo es todo un ejemplo de constancia y tesón, se encontraba feliz porque había ganado un premio literario. Y yo sé que ese premio fue concedido en buena parte gracias a mi apoyo. No soy de los que hacen las cosas para que se sepan (creo que hay que hacer sin parecer que se hace), pero sí me enorgullece que, un poquito gracias a mí, esa familia hoy fuese más dichosa que ayer. Ver su emoción me ha pellizcado el alma.
Y he disfrutado además de dos momentos mágicos: la plasmación en sendos libros de dos de mis relatos. Es verdad, no puedo ver que están en ellos, pero sé que en la página 102 del libro “Historias de la vida” de la editorial JdeJ, promocionado por la Cadena COPE y en la 358 del libro “Todos somos diferentes” de la fundación de Derechos Civiles dos pequeñas narraciones mías están allí. Alguien las leerá y tal vez disfrute con ellas, se emocione. Qué orgullo y qué felicidad.
El primer relato ya lo compartí y trataba de las sensaciones que experimenté al visitar los lugares que enmarcaron la vida de Louis Braille y el segundo pretendía poner en valor esa cualidad de la diferencia.
Son instantes pequeños, tal vez, pero enormemente alentadores para alguien como yo, que lucha por superarse, dejar huella y mirar siempre hacia delante.
Gracias por comprenderme y alegraros conmigo.

Además he recibido una carta que seguramente no merezco pero que es toda una declaración de amor hacia una madre. Una misiva en la que expresa sentimientos hacia mí que seguramente son desmesurados pero que son muy alentadores.
Y todas estas emociones de hoy, hacen que mi ceguera se transforme en luz, lo mismo que lográis vosotras y vosotros al leerme y darme tanto apoyo.

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jueves, 10 de diciembre de 2009

El orgullo de acoger


Transcurridos estos días de puente prenavideño en el que he tenido la dicha de estar acompañado, querría expresaros lo que para mí significan esas visitas: acoger a gente que estimo, desvivirme, volcarme.
La foto es una imagen de parte del belén que el ayuntamiento quiso ofrecer a sus visitantes. Una foto en la que estoy muy bien acompañado, por cierto.


Cuando personas muy queridas por mí me dicen que si podré acogerles en mi casa siento, a un tiempo, orgullo y preocupación.
Orgullo por poder recibirles y tener la certeza de que me entregaré para que se encuentren como en su casa, con la calidez del hogar.
Y preocupación por si sabré estar a su altura. Cuidar todos los detalles, interesarme porque todo esté a su gusto, mostrarles mmi mundo, cómo me muevo, hacerles de guía, entregarme. No sé.
Y sentir, plenamente, cuando se van, de que lo he conseguido, que una vez más he superado la prueba que me he autoimpuesto. Que todo ha salido bien, pese a mi ceguera, que el tiempo pasado les ha quedado impreso en su memoria y que me manifiestan su gratitud, su admiración.
Esta experiencia, hecha de hospitalidad, es para mí todo un reto que sé, podré superar, y que me proporciona enormes dosis de felicidad porque, bien lo sabéis, compartir momentos y ser el actor de ellos, tiene un enorme valor para mí.

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viernes, 4 de diciembre de 2009

El último parado

A cuenta de la reciente aprobación, por nuestro Parlamento, de una moción para excluir de los centros educativos los síbmolos católicos, se me ocurre la siguiente chaladura.
Que os haga sonreír, al tiempo que reflexionar.


-Pase, pase. Siéntese-El siguiente. ¿A quién atiendo?Otro anónimo ciudadano más se dirige a la ventanilla correspondiente, otro parado más. ¿Será el postrero? Al menos, para Claudia, sí. El último que atenderá ese día, que ya toca echar el cierre a su ventanilla de la Oficina Estatal de empleo (OEE) e irse a cuidar a su niña, y a lidiar con su cotidianeidad.Es uno de tantos, otro más. Nada parece distinguirlo de los del resto de la mañana, y de los de ayer, y de los de anteayer.-¿Su nombre?-Dios.-¿Cómo ha dicho? Déjese de tomaduras de pelo e indíqueme sus datos para poder darle de alta en el sistema.-No, si precisamente lo que ha pasado es que me han dado de baja. Ya ni en los colegios podré contemplar cómo los niños y niñas recitan la lección, ni servir de motivo al disfrute de la gente, ya no quedan fiestas de guardar ni días que reluzcan más que el sol, ni siquiera ya creo que me van a llevar en... Aunque, uy, señorita, veo que usted sí porta mi símbolo en su cuello _hermosa cadenita, ¿es de oro, verdad?_.-No. Oiga, que la cruz la llevo teniendo que aguantar a chalados y bromistas varios. Lo que me faltaba hoy por oír.-No es una broma, tenga fe, créame.-Pero, pero... Ya sé lo de las últimas leyes, pero... es que no salgo de mi asombro. ¿Y qué hago yo ahora?-Pues nada, ¿qué va a hacer? Seguir los protocolos humanos, a ellos que tanto les gusta protocolizar.-¿Pero cómo relleno yo los datos que me pide la ficha. Que no puede ser.-que sí, que es muy fácil. Verá: titulación académica, no reglada; experiencia, constructor; últimos empleos realizados, arreglachapuzas; disponibilidad, plena. ¿Necesita algo más? Ah, sí: color de la piel, azul celeste; dirección de contacto, sin techo; ¿un teléfono?, 101 000 000, lo cogerá Pedro, que le digan que me pase, si no le han despedido a él también.El anónimo personaje, bueno más que anónimo atípico, sonríe a la señorita Claudia. La mira y ella siente cosquillas por dentro. No sabe bien por qué ni a santo de qué, el caso es que tiene ganas de reírse a carcajadas. Y también de pasarle el caso al genio de su jefe, él tan progre, tan moderno. A ver cómo se las apañaba ahora.Dirán lo que quieran pero para ella Dios no está ni mucho menos parado, sigue estando la mar de activo. Y si no que se lo digan a su corazón y a todos esos milagros que, cada día, contempla a su alrededor. Porque, digan lo que digan, son eso: milagros.

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jueves, 3 de diciembre de 2009

Día de la discapacidad

Más allá de palabras grandilocuentes y de mi ya conocida aversión a eso de que haya establecidos días determinados para causas varias, que no ´sé hasta qué punto cumplen con su objetivo, sí quiero hablar hoy de lo que siento respecto a la discapacidad. Al fin y al cabo, hoy, 3 de diciembre, está establecido que sea el Día Internacional de las Personas Discapacitadas. Seguramente no os voy a decir nada nuevo, a quienes, tanto, me conocéis ya.


Bien está que se hable de nuestro mundo y si hay un día para ello, pues muy bien. Alguna vez dije ya que hemos de hacernos visibles porque, hoy día, lo que no se ve, no existe. Gran paradoja: que un ciego diga esto, pero es lo que hay.
Ha de avanzarse en unas leyes que regulen nuestras limitaciones y desarrollen la forma de sortearlas.Debería no tener que acudirse al voluntarismo con los posibles agravios que esto, a veces, puede conllevar. Pero claro, por muchas leyes que haya si no se desarrollan quedan en papel mojado y estos desarrollos no se hacen en un día, por mucho que sea bueno que los haya. Las cosas, los avances, se hacen de forma constante, día a día.
Qué queréis: dicen que es mi día, pero yo no he notado que nada extraordinario se haya producido en mi vida cotidiana. Aunque quizá sí lo haya habido: he salido a la calle con mi bastón, he ido a trabajar en el Metro, he desarrollado mi actividad laboral y he degustado un pisto hecho por mí _¿no es esto, acaso, ya mucho?_. Es verdad, el señor presidente de nuestro inefable Gobierno ha hecho declaraciones de ésas que parecen marcar un punto de inflexión en la cotidianeidad de nosotros, humildes ciudadanos, pero…
Sigue habiendo mucho por hacer, continúa necesitándose que los bienes y servicios que quiero utilizar, como uno más, sean accesibles desde su origen, que si quiero poner el decodificador para la televisión digital que ya haya en el mercado uno que pueda utilizarlo sin necesidad de adaptaciones posteriores, lo mismo que los teléfonos móviles y tantas otras cosas. Me gustaría poder ir a cualquier tienda y comprarme lo que ahora tengo que adquirir en la ONCE.
No quiero la compasión ni el paternalismo, pero sí quiero que se me trate dándome la oportunidad de demostrar que puedo hacer muchas cosas. Cuidado, no quiero decir que pueda hacerlo todo, no olvido que mi ceguera está ahí y que he de ser consciente de lo que ésta conlleva.
Quiero sentirme útil, no quiero que me jubilen antes, que me den una pensión (por grande que ésta sea), quiero aportar, servir de estímulo, dejar huella.
Quiero pensar que por muy discapacitado que sea (hay un certificado oficial que dice que tengo un 89 por 100) soy capaz. ¿Lo creéis así vosotras y vosotros?

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miércoles, 2 de diciembre de 2009

Recomendaciones narrativas de diciembre

Comienza un nuevo mes y, esta vez sí, sin omisiones ni olvidos, llegan puntuales mis propuestas de lectura que espero sean interesantes y os den ideas, quién sabe, para engrosar los regalos navideños.



LA CANCIÓN DEL JARDINERO
Kalpana Swaminathan
Ed. Siruela, 20096. 292 págs.
Novela policíaca
Transcurre un verano tan disparatado como los textos de Lewis Carroll, cuando una serie de acontecimientos irracionales e inexplicables sacuden Utkrusha, el Edificio, y Lalli, antigua detective de Homicidios de la policía de Bombay, ha de hacer frente al asesinato en casa. El Edificio tiene cuatro plantas y cuatro pisos en cada planta, lo que suma un total de dieciséis hogares. A quince de ellos les haría mucha ilusión pensar que algo le podría suceder al señor Rao, quien se dedicó a conocer a todo el mundo, aunque muy pronto todos comenzaron a conocerle a él. Por su curiosidad, el señor Rao era en gran medida como el pequeño elefante preguntón de Kipling. Por él se supo que la ginecóloga de la señora Kamath se había negado de plano a realizar un quinto aborto. Por él se supo por qué la boda de la hija de Ramachandran se suspendió de manera precipitada.

EL CLUB DE LAS AMIGAS INCONDICIONALES
Johanne Rendell
Ed. La esfera de los libros, 2009. 400 págs.
Novela realista
Para ellas, el jardín era su más preciado refugio.Así que cuando alguien amenazó con destruirlo, unieron fuerza y coraje para salvarlo y, de paso, luchar por sus sueños. Escondido entre los edificios del profesorado de la Universidad de Manhattan, existe un pequeño y paradisíaco jardín amenazado. Pero cuatro mujeres que han encontrado en él un remanso de paz harán lo imposible por preservarlo: Mary, esposa del arrogante y ambicioso decano empeñado en derruir el jardín para construir un aparcamiento; Sofia, casada con el mayor experto en Edgar Allan Poe del mundo universitario y madre de dos niños de corta edad; Ashleigh, una abogada que vive todavía bajo el dominio de su padre, un político ultraconservador; y Hannah, ex modelo metida a pintora que acaba de descubrir que su profesor de arte le gusta mucho más que su idolatrado marido.

CONEXIÓN HELSINKI
Pedro M. Domene
Ed. Algaida, 2009. 208 págs.
Novela de aventuras
Un divorcio familiar decide al joven Daniel Márquez aventurarse en tierras nórdicas. Antes deberá convencer a una reticente madre documentándose sobre el extraño país de los samis. Su padre, profesor en una universidad finlandesa y cooperante ecologista, ha desaparecido sin dejar rastro, mientras colaboraba en una campaña para salvar las ballenas del mundo. El joven descubre los valores de una cultura ancestral: lapona, y una singular geografía, cubierta de centenares de lagos y bosques inmensos. Otros valores sobresalen en este relato: amistad, amor, diversidad cultural, o sentimientos que se concretan en la memoria y en el olvido. Ofrece una visión humana de la realidad actual, el respeto a la naturaleza y al medio ambiente, referencias para nuestra juventud, incapaz de otorgarle, en ocasiones, el valor suficiente a los aspectos más trascendentes de nuestro mundo.

CUENTOS DE VIAJES Y VIAJEROS DEL VIEJO CONTINENTE
Clan editorial, 2009. 272 págs.
Cuentos y relatos
Estos relatos del viajero eran, junto a las estampas, la única fuente que tenía un español, un francés, un italiano o un polaco en el siglo XIX de conocer el mundo en el que vivían, más allá de sus fronteras. Este libro refleja esa mirada de aquellos europeos que viajaron por un mundo misterioso y exótico y que la prendieron, con sus palabras, en el imaginario de sus contemporáneos.

MAREA DE PASIÓN
Iris Johansen
Ed. Bookspocket, 2009. 352 págs.
Novela romántica
Nadando desnuda en la noche en compañía de sus delfines, Melis había encontrado por fin la paz y algo parecido a la felicidad. Vivía en una isla solitaria alejada del mundo... pero el mundo no estaba dispuesto a olvidarla. Porque esta muchacha hermosa y aparentemente frágil tiene la clave para el mayor descubrimiento arqueológico de la humanidad, un premio que atrae a los hombres como la sangre a los tiburones. Uno de ellos es Jed Kelby, seductor millonario, curtido ex-comando de la Armada y ambicioso buscador de tesoros. El otro es Hugh Archer, traficante de armas y uno de los más despiadados criminales que existen. Melis resiste bien las presiones, pero cuando la gente comienza a morir a su alrededor se ve obligada a aceptar la colaboración de Kelby. Juntos, zarparán en busca de un sueño y se enfrentarán a la muerte que les acecha continuamente.

SUEÑO MORTAL
Greg Iles
Ed. Mosaico, 2009. 456 págs.
Jordan Glass es una fotógrafa de éxito. Estando de vacaciones en Hong Kong, decide visitar el Museo de Arte. Allí observa que muchos la miran con curiosidad. Al cabo de unos minutos se encuentra con una exposición de un pintor anónimo titulada “Mujeres desnudas en reposo”, que exhibe una misteriosa serie de cuadros que han causado sensación en el mundo del arte moderno. Los expertos han llegado a la conclusión de que las telas muestran mujeres desnudas que no están dormidas, sino muertas... Cuando Jordan se acerca al último cuadro de la serie, la sangre se le congela: la mujer del cuadro es idéntica a ella misma.

EL TRAIDOR DE LA CORTE
Borja Rodríguez
Roca editorial, 2009. 216 págs.
Novela histórica
Castilla, 1360. El rey Pedro I de Castilla, el Justiciero para unos, el Cruel para otros, está empeñado en una lucha contra Aragón y contra su hermanastro, Enrique de Trastámara. Pedro sabe que en sus filas hay un traidor. Uno de los suyos, de sus íntimos, de aquellos en los que más confía. Uno de cinco. Descubrirlo es vital. Pero el único hombre que puede revelarle la identidad del traidor, Martín de Utiel, ha muerto. Todo parece indicar que no ha sido una muerte natural; el cuerpo de Utiel aparece destrozado, se diría que aplastado por una fuerza inmensa. No hay junto a él arma ni asesino. No hay nada. Rodrigo Muriel, recién llegado de un viaje que le ha tenido años fuera de Castilla, debe descubrir quién es el asesino de Utiel, dar con aquél que ha traicionado a su rey. Junto a Pero Ruyz, un veterano ballestero del Rey, y Alfonso de Sirga, pesquisidor real, parte para el Castillo de Llaguno, en busca de las respuestas que Pedro necesita con urgencia.

VIAJE A LA LUZ: PASEO CON HITCHCOK POR CÓRDOBA Y GRANADA
Alfonso Corominas
Ed. Alena Media, 2009. 168 págs.
Literatura de viajes
El viaje como descubrimiento y rememoración, como proyección de la propia biografía. Todo eso, y más, puede ser un viaje; depende de quién lo haga, de cómo lo haga, por qué y para qué lo haga. Alfonso Corominas nos brinda una manera diferente de conocer Córdoba y Granada en la que el oído, el tacto y el olfato nos descubren una nueva dimensión de las dos ciudades más árabes de Occidente. Con esos medios describe un viaje real a la capital califal y otro imaginario a Granada, en los que se mezclan la emoción del presente con los recuerdos de esos lugares que ha visto y ya nunca podrá ver; pero, ¿acaso no sucede lo mismo en cualquier viaje? El recorrido por Córdoba y Granada que Corominas nos ofrece se convierte así en otra manera de descubrir la esencia y los tesoros de las dos ciudades andaluzas, y se transforma en este libro de viajes, en el que no se renuncia a la belleza de la luz, pese a que su autor sea ciego, porque ese resplandor de Andalucía vive en su cultura y sus costumbres.

VIAJE MÁGICO A ÁFRICA
Jordi Llompart
Roca editorial, 2009. 192 págs.
Literatura juvenil
'A veces necesitamos encontrar a alguien que nos ayude a descubrir el mundo que hay entre nosotros y las estrellas'. '¿Cuál es el mundo real? Eso depende de vosotros. Cada uno escoge cuál es su mundo real. Este es el país de los sueños, la imaginación, la magia y las criaturas mágicas…' 'A los elefantes les gusta mucho que les lean cuentos. Retienen en su memòria las historias que crean los humanos y que llueven del cielo. Guardan en su cerebro la historia de la humanidad'.

EL VIOLÍN NEGRO
Sandra Andrés Berenguer
Ed. Laberinto, 2009. 447 págs.
Novela de intriga
Hace cien años, unos obreros descubrieron en los subterráneos de la Ópera Garnier de París una sala elegantemente amueblada. Contenía las composiciones e instrumentos del legendario Fantasma de la Ópera, pertenencias que no tardaron en perderse en anticuarios de la ciudad. Ahora, un siglo después, la joven Christelle debe averiguar cuál es el secreto del violín que llega a sus manos, el por qué de la música esotérica que engendran las cuerdas y cómo puede devolvérselo al dueño original antes de que su influjo la destruya. Para ello cuenta con la ayuda de Kyriel, un misterioso joven que sabe más de la leyenda lo que quiere reconocer. Juntos viajarán al corazón de París, con sus edificios emblemáticos y catacumbas pestilentes, todo para llegar a la verdad del Fantasma de la Ópera. El secreto está en su violín.

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domingo, 29 de noviembre de 2009

TODOS LO NECESITAMOS

Esta historia me ha sido seleccionada para ser publicada en un libro de creación literaria en el fomento de los derechos civiles.
Un reconocimiento más, un pequeño premio que, aunque no sea económico, sí me sirve de aliento para seguir ahí aunque mi verdadero premio es vuestra admiración y cariño.
Que os guste y feliz tarde de domingo.

A ver, ¿qué es ser diferente? ¿Puedo preguntarlo? ¿Querría decírmelo usted?
No, no puede. Ser diferente no está permitido en el país de los iguales.
Pues lo siento, habrá que apostar por la revolución. De donde yo provengo, siempre se ha admitido como un valor esa característica.
¿Y por qué ha venido, entonces, hasta aquí? Nosotros no queremos complicaciones.
Porque me hablaron de que encontraría a alguien especial, alguien que para ustedes es igual, pero… que, si se la sabía ver, destacaría por encima de todos.
¿Aquí, alguien especial? Imposible.
Sí, sí. Sé que tiene rostro de luna, cabellos de sol y mirada de estrellas. He venido en su busca para darle el papel que le corresponde.
Ah, pues sí así es, llévesela de nuestro mundo, nosotros no la queremos.
Mírela. Ahí está, la tiene delante.
Ah, ¿esa es? No, no puede ser. Es mi lucero. Yo la quiero por esposa y llama de mis días.
¿Lo ve? Al fin, usted también necesita lo que dice despreciar. Todos lo necesitamos, aunque nos neguemos a reconocerlo.

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jueves, 26 de noviembre de 2009

Las voces que me acompañan

Querida amiga:

¿Aún te acuerdas de mí? Hace demasiado tiempo, mucho más del que hubiera querido, que no te doy noticias mías.
Espero que tú y tu gente os encontréis bien y con ilusión. Sabrás que sigues contando con mi afecto y admiración.
¿Y qué puedo relatarte hoy?
Querría hablarte de las voces sintéticas. De lo mucho que me ayudan en mi desenvolvimiento diario. No te negaré, cómo hacerlo, que preferiría las humanas (como la tuya) para afrontar las diversas tareas, pero…
Y esto no significa, ni mucho menos, que abdique del uso y defensa del sistema braille. Sin embargo, desgraciadamente, hay muchas cosas que no me es posible llevarlas a cabo mediante los puntitos mágicos.


Las voces de las que quiero hablarte me acompañan para facilitarme muchas tareas. Y he de decirte que su calidad ha mejorado notablemente, cada vez son más “agradables”, más entendibles, casi más personales (incluso tienen nombres: Mónica, Jorge…).
Desde aquella voz macarrónica que me hacía de anotador parlante, el braille hablado, a las diversas funcionalidades del teléfono móvil, han cambiado mucho las cosas. A las de éste, accedo mediante el programa talks. Él me permite mandar y recibir los mensajes que me envías, los números de la agenda (ya no tengo que memorizarlos), la cobertura de que dispongo, la batería que me resta o la alarma.
Este medio con el que soy como tú, el ordenador, lo puedo manejar gracias al Jawss, revisor que me verbaliza todo el texto que aparece en la pantalla.
En la cocina, la báscula de alimentos me canta la cantidad que voy poniendo en los guisos y el robot con el que cocino me dice el programa que debo seleccionar y el tiempo de cocción.
Otra simpática báscula de baño, muy cantarina y educada ella (me dice adiós y todo) avisa cada sábado de cómo me he portado con los dulces. Si he engordado.
La calculadora, el termómetro, el reloj… todos ellos tienen su correspondiente síntesis de voz.
A veces pienso que ellas están ahí, junto a mí, que son mis compañeras. Pero no, son programas sintéticos. Y, no obstante, qué útiles me resultan.
Luego en la calle, en el Metro se me dice la próxima estación, lo mismo que en el autobús, y se está desarrollando un sistema de localización que me podría guiar en ese afán mío por pasear. Bien que éste aún tiene que mejorar su precisión para que no termine en medio de la calzada, si sigo sus indicaciones.
Y puedo escuchar tus novelas en formato mp3 para sentirte más cercana a mí y disfrutar con tus maravillosas creaciones. Afortunado de mí que las puedo leer.
Y así me voy apañando, amiga.
Sé que esto, que te cuento, te interesa gracias al cariño que me dispensas, así que por eso te lo he contado. Mas, en cualquier caso, tú pregúntame lo que te resulte curioso.
Bueno, y con mis sinceros deseos de que disfrutes de un merecido descanso y afrontes, con proyectos interesantes el fin de semana, me despido mandándote besos cariñosos y un cálido abrazo para ti y los tuyos.

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miércoles, 25 de noviembre de 2009

Historia del sacacorchos

El sacacorchos es, a buen seguro, el elemento más importante desde el punto de vista del somellier, ya que el arte de abrir una botella alcanza la categoría de ritual cuando el vino a degustar es de calidad, cuando los invitados a degustar de él están más o menos inmersos en la cultura del vino, y mucho más cuando la cita tiene cierto carácter protocolario.


La creación del sacacorchos se basa en un utensilio en espiral que era utilizado para extraer las balas del cañón de los fusiles hace aproximadamente cuatro siglos, y su aparición, como tal, data del siglo XIII cuando comienzan a taponarse las botellas con corcho. Hoy en día es un utensilio tan familiar y cotidiano que no sólo es utilizado para el trabajo del sumiller sino que si buscamos en el cajón de los cubiertos de cualquier casa encontramos uno.A lo largo de la historia se han diseñado muchos tipos de sacacorchos de los que citaremos algunos:
Primero fueron los de hélice, también llamados T, que con el tiempo han ido cambiando, ya que al tirar se remueve el líquido.
Los de doble palanca, de gran belleza y práctico manejo.
El más común y personal es el sacacorchos que llevan los sumilleres, llamado de impulso, que casi nunca nos falla.
Los seguros Screwpulls para la extracción del corcho con el mínimo esfuerzo.
Los de pared, sin duda los más rápidos.
Ahora sólo queda citar aquellos tipos de sacacorchos llamados especialistas a los que únicamente se recurre en algunos casos:
El de cava o champagne, con una pinza que agarra el corcho por la parte superior y permite su extracción con facilidad.
El de láminas, especial para botellas muy viejas.
Las tenazas para degollar los oportos vintage, en los que la física-química juega un papel muy importante pues han de calentarse las tenazas al rojo vivo, se abraza en cuello de la botella con ellas y al cabo de pocos segundos se retiran y se vuelve a abrazar con una pinza que previamente ha estado introducida en un recipiente con agua fría, con lo que se consigue un corte totalmente limpio.

La propagación del sacacorchos se sitúa históricamente a partir del siglo XVIII (aunque existen algunos modelos del XVII), coincidiendo con la difusión de las botellas de vidrio soplado y del corcho como el elemento destinado a mantener el líquido en su sitio hasta el momento del consumo. La primera referencia textual a un sacacorchos procede de Inglaterra y corresponde al Tratado de la Sidra, escrito por James Worligge en 1676, donde habla de "un tornillo de acero utilizado para extraer los tapones de las botellas". Técnicamente, no se trataba exactamente de un sacacorchos tal y como hoy lo conocemos, sino más bien de una especie de barrena similar a la que se empleaba para limpiar las armas de fuego. A partir de entonces, y con la imposición del espiral metálico como elemento básico para la extracción de los tapones de corcho, la evolución del sacacorchos se centra en el desarrollo del método más cómodo para realizar la operación, es decir, en el perfeccionamiento del mango y el sistema mecánico.
La primera patente de un sacacorchos es también inglesa, del año 1795, aunque en los años subsiguientes se produjo un boom en el registro de diferentes modelos, en todo el mundo: Francia, Estados Undios, Canadá... Tan sólo en Inglaterra, en el siglo XIX se patentaron hasta 350 modelos diferentes de sacacorchos.Si bien los primeros se basan en el sistema de una básica T con espiral, a partir de 1850 comenzaron a llegar los sacacorchos de palanca, que reducían notablemente el esfuerzo en la extracción. A finales del siglo XIX apareció el modelo primitivo del que quizás sea el sacacorchos más importante de la historia: el de una sola palanca, el preferido de los camareros y sumilleres de todo el mundo, incluso en nuestros días.Evidentemente, de forma paralela al desarrollo técnico se producía la estilización estética, con aplicaciones de madera, nácar, grabados, etc., además de la incorporación de accesorios prácticos como cuchillas, escobillas para limpiar la boca de la botella...
Los sacacorchos para botellas de Champagne tienen su origen a finales del siglo XIX, época a la que corresponde también un invento en forma de grifo que permitía perforar el corcho y dosificar en copas sin que el resto del contenido de la botella perdiera efervescencia.En la actualidad prevalecen algunos modelos clásicos, como el de camarero o el sacacorchos de láminas -adecuado sobre todo para extraer corchos dañados-, que conviven y comparten escaparates con otros de última tecnología, como los modelos de palanca desarrollados por la casa Screwpull, de una gran precisión y comodidad.Mientras el placer por disfrutar de un buen vino se mantenga intacto -y se mantendrá, qué duda cabe- el cerebro humano continuará pergeñando artilugios y nuevos modelos de sacacorchos para hacer más fácil y confortable el momento del descorche, aquel en el que se abren las puertas del placer.

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martes, 24 de noviembre de 2009

El león y el mosquito luchador

Es verdad, a veces nos ciega la euforia por el éxito y no nos damos cuenta de que podemos, inmediatamente fracasar.
No se trata de ser un aguafiestas sino de tener cabeza y celebrar los éxitos pero sin perder de vista la realidad.


Un mosquito se acercó a un león y le dijo:
-- No te temo, y además, no eres más fuerte que yo. Si crees lo contrario, demuéstramelo. ¿ Que arañas con tus garras y muerdes con tus dientes ? ¡ Eso también lo hace una mujer defendiéndose de un ladrón ! Yo soy más fuerte que tú, y si quieres, ahora mismo te desafío a combate.
Y haciendo sonar su zumbido, cayó el mosquito sobre el león, picándole repetidamente alrededor de la nariz, donde no tiene pelo.
El león empezó a arañarse con sus propias garras, hasta que renunció al combate. El mosquito victorioso hizo sonar de nuevo su zumbido; y sin darse cuenta, de tanta alegría, fue a enredarse en una tela de araña.
Al tiempo que era devorado por la araña, se lamentaba de que él, que luchaba contra los más poderosos venciéndolos, fuese a perecer a manos de un insignificante animal, la araña.

No importa que tan grandes sean los éxitos en tu vida, cuida siempre que la dicha por haber obtenido uno de ellos, no lo arruine todo.

Esopo

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domingo, 22 de noviembre de 2009

Cuento de Navidad


Es verdad, parece increíble pero de aquí a nada, tenemos la Navidad otro año más.
Qiero compartir con mosotras y vosotros mi último cuento que habla de recuperar una ilusión: la de adornar nuestras casas y, sobre todo, nuestro espíritu, a pesar de todo, de símbolos navideños.
Que os guste. Con cariño.
Buena tarde de domingo.


-Mamá, mamá la nueva profe quiere que este año adornemos la casa de forma especial. Que se celebra el cumple de un señor que nació hace 200 años y que inventó unos puntitos mágicos para que los ciegos pudieran leer. Dice que se llamaba Louis. Nos ha enseñado un libro de ésos y, jo, es muy difícil leer con puntos, pero a mí sí me gustaría intentarlo porque además sientes cosquillitas al pasar la mano.
-Bueno, hija. Pero no me hagas como siempre, que sacamos todos los adornos y luego tú no les haces ni caso y tenemos que ser tu padre y yo los que nos demos la paliza.
-que no, mamá. Que este año quiero prepararlo yo solita. Bueno…. Y con Noralí, aarón y Susana, si me dejas que les invite. Sabes que son mis amigos y… ejem…, Noralí me dijo que ella no podría hacerlo porque a sus papás no les gustan esos rollos. Qué tontos, con lo bonito que es instalar el belén y el árbol y las bolas y los regalos.
A la mamá de Isabel le ha salido una sonrisilla emocionada y triste a la vez, aunque qué bobada: ¿cómo puede haber sonrisas tristes?
-Vale, hija. Tómate la merienda, haz los deberes, que siempre te lo tengo que estar mandando, y diles a tus amiguitos que el sábado se vengan por la tarde. Y después les combidamos a empanada, sandwichs, bocadillos de Nocilla, zumos y pizza.
-Vaale, yuupi. Recuerda que Aarón traerá su silla de ruedas, así que tendremos que despejar el salón. Qué pobre y qué difícil lo tiene para jugar y hacer todo. Lo quiero mucho porque siempre está contento.
Y llegó el sábado. Isabel apenas si había podido dormir la noche anterior de lo ilusionada que estaba. Sentía que lo iban a pasar muy requetebién.
Su casa, vaya, la de sus padres y hermana mayor, la pesada, era bonita. Tenía su jardín y todo, sus dos plantas y bodega. Y lo que a ella más le gustaba: el desván. Aquí era donde se guardaban las cajas con cosas que ya no se usaban. Y las bicis. Y los papelotes de su padre, y los libros. Y disfraces. A ella, todo eso le parecía mágico: cofres de tesoros con los que soñar y crear nuevos mundos.
Nuestra prota era una niña aplicada pero muy fantasiosa. A veces decían de ella que siempre estaba en las nubes. Pero, aparte de que eso no era verdad del todo, tampoco le importaba demasiado porque le gustaba creer que las bufandas eran columnas de catedrales _le había impresionado mucho la que vio en verano: tan grande y con esas ventanas de colores_; que el lápiz de labios de su mamá era un cohete espacial para enanos;o que la boina del abuelo, la tapadera de una olla en la que se cocían las pócimas de la bruja.
Isabel no era muy alta, algo flacucha, ¿pero qué quieren si estaba siempre saltando y brincando? Era rubia, con el pelo como el trigo de junio, que lo solía llevar casi siempre recogido en una coleta. Lo que más gustaba a los mayores de ella, aparte de su gracia, eran sus ojos entre azules y verdes. Y que era bastante buena estudiante aunque algo testaruda.
La campana del timbre sonó.
-¡Ya vienen! Voy a abrir, mamá.
-No, que vaya Rosalía, tu hermana, no sea que en vez de tus amigos, sea Luisito que viene a buscarla para irse a estudiar.
-Sí, sí; para estudiar. Qué morro tiene la lista de mi hermana.
-Ya estamos aquí
Lola, la madre de Susana se había encargado de traer a los tres niños, además porque en su coche cabía bien la silla de Aarón. Venían cargados con los abrigos, y un regalito cada uno.
-gracias Lola. ¿Quieres un café o algo?
-No, deja. Que tengo un montón de líos con eso de que se acercan, otro año más, las navidades. ¿A qué hora me paso a buscarlos?
-Ah, no. Que ya los llevaremos nosotros. Tú no te preocupes. Vete tranquila. Mírales, qué felices se les ve. Y lo bien que unen.
Los cuatro niños se han aislado del mundo de los mayores y han empezado a sacar las bolas, cuidado no se rompan, las campanitas, la estrella, el espumillón, el algodón, en forma de copos de nieve, la bota. Y el árbol, claro.
Aarón, él tan habilidoso con las manos, se ha puesto a recortar el papel brillante que cubrirá el cubo donde apoyar el abeto.
Noralí ha empezado a colgar las cosas según se las van dando las otras niñas.
Isa dice que en la copa habrá de ponerse la estrella de plata.
-¿Y las luces? _pregunta Susana_.
-Ah, eso lo último. Que antes habrá que ordenarlo todo bien y habrá que dejar hueco para enganchar los regalos que dejen Papá Noel y los Reyes.
-En Varela, la ciudad donde yo nací se dan los aguinaldos y a cambio, a los que los traen, con sus cantos, y regalitos, se les obsequia con carato de acupe, dulce de lechoza y leche de burra. Y luego se celebran las patinatas para estrenar los regalos.
-Bah, Noralí no te acuerdes de Venezuela, que aquí también se pasa díver.
-¿Cómo vais, niños? Uy, si ya casi lo tenéis listo. Qué chulo os está quedando. ¿queréis merendar? Que da mucho hambre esto de adornar abetos.
-Va, sí; venga. Que mi mamá nos va a dar cosas ricas.
Mientras los niños devoran todo, Mercedes recoge lo que han ido dejando desperdigado aquí y allá. Ha de reconocer que esta vez el árbol tiene una Luz diferente, un brillo especial. Vuelve a sonreír. Da la espalda para volver a la cocina y por eso no la ve.
No ve a una misteriosa mujer que ha aparecido no se sabe de dónde. Es muy guapa, con un vestido blanco largo adornado y con una cara de ángel. Mira el árbol. Le lanza, con la punta de sus finos dedos, un beso y…
-Ya nos lo hemos comido todo, mamy. ¿Podemos salir a jugar al jardín un ratito? Aún hace sol.
-Buueno, pero sólo un ratito. Que pronto tendremos que marchar.
Mercedes tiene que llamarlos. Se les ha olvidado.
-¡Vamos, niños! Que hace frío y ya anochece casi, Venga que nos vamos.
-Joooo, ¿ya nos tenemos que ir?
-ale, sí. Entrad a lavaros y despediros del árbol.
Así lo hacen, pero cuando lo ven, no pueden creerlo. Abren los ojos todo lo que pueden y siguen sin poder creerlo. El árbol está cargado, ahora de cuatro increíbles cajas. ¿qué contendrán? ¿quién las habrá depositado allí?
-¡Mamáaaa! ¿Tú?
-No, no. Yo no sé tampoco. Pero, cogedlas, deben ser para vosotros.
Cada caja lleva el nombre del destinatario.
Aarón abre la suya. Son unos patines que acoplados a las ruedas de su silla harán que salga volando. Y así podrá jugar, por fin, a fútbol.
Noralí contempla, fascinada, un libro con imágenes de su país. Pero es un libro especial. Cada vez que se fije en una de ellas, se transportará al lugar fotografiado.
Susana tiene un telescopio. Mira a través de él y ve estrellas y planetas. Es lo que siempre había soñado hacer.
¿E Isabel? En su caja hay un duende de trapo y peluche. Es cálido, amoroso y con cara de travieso. Sólo ella le puede escuchar:
¿Yo haré que seas feliz, muy feliz. Y que todos quieran ser tus amigos porque les alegrarás con tu risa y tu bondad. Serás la mejor niña del mundo.

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viernes, 20 de noviembre de 2009

20 de noviembre

Ya sé que lo recordáis, que entre el día de hoy el domingo, 22, hace ya más años de los que uno pudiera creer, en España tuvieron lugar unos acontecimientos que han quedado para la Historia.
Me apetece compartir aquí los pocos recuerdos que conservo de aquellos días. Yo tenía 9 años.



Era jueves y teníamos que ir a esperar al autocar que nos llevaba a la escuela a Ágreda (pueblo a 15 kms. Del mío). Hacía frío y cuando salíamos al esperadero de la carretera, alguien dijo que ese día no había clase, que se había muerto Franco.
Yo no sabía muy bien quién era ese señor, pero me alegré un montón de tener esa fiesta extra. Volvimos a casa, al calorcito de la lumbre.
Luego, en mi mente hay recuerdos de música clásica, una gran cola de gente que se dirigía hacia una sala en la que había un ataúd escoltado por otros señores muy tiesos, muy rígidos.
Y recuerdo, mi padre era el alcalde, cómo en la mesa camilla del cuarto de estar de casa había un libro en el que los mayores venían a firmar.
Y en la tele, en blanco y negro, un señor muy serio, casi llorando decía que “Franco ha muerto”. Luego supe que éste se llamaba Carlos Arias Navarro.
Y aún veo a un joven al que nombraban rey en una iglesia muy grande y bonita, Los Jerónimos. Y la corona depositada en un escabel cubierto de terciopelo rojo.
Y cómo se pusieron carteles en el pueblo con dos discursos: el testamento del Caudillo y el de la toma de posesión de Juan Carlos I.
Y cómo enterraban al fallecido con una losa pesada en un lugar de la sierra de Madrid.
La incertidumbre de los mayores, que hablaban de la guerra, de qué sería de España.
Luego, muchas veces, he vuelto a acercarme a aquellos acontecimientos, bien a través de lecturas o documentales (cómo no, con la voz de Victoria Prego) pero lo que yo veo, en mi mente, es un día más de fiesta, música clásica, mucha gente llorando, incertidumbre.
Gracias a Dios, de aquellos días surgió un futuro en paz. Ojalá que no se olvide la labor de tantas gentes como lo hicieron posible y que no vuelvan a repetirse episodios trágicos de nuestro pasado por la demagogia o estrecheces mentales de algunos.
Un brindis por un futuro en paz y de concordia.

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jueves, 19 de noviembre de 2009

El abedul


Durante el primer mes lunar del año los celtas usaban varillas de abedul para golpear los linderos y alejar el espíritu del año viejo, dos rituales importantes para restablecer los límites tribales y ordenar las estaciones.
En el mes de marzo los druidas hacían incisiones en el árbol y recogían su sabia azucarada para confeccionar un licor con el que celebraban el equinoccio vernal. Esto también constituía un gesto muy simbólico para soltar el espíritu del árbol (driades), en el momento en que también el sol liberaba su luz hacia la humanidad.
Además, en el calendario herbal druídico el abedul tenía un continuo ciclo de usos a lo largo de todo el año, y cada una de las partes del árbol constituyen un remedio o producto específico. Mientras que sus observaciones de las leyes rítmicas de la naturaleza eran fundamentales para sus costumbres sociales y para su calendario agrario, el abedul era, espiritualmente, el alfa y la omega; el principio primero y último que significaba la eternidad de dios y la inmortalidad del alma.
La característica del abedul es la de contener la semilla potencial de todos los signos. Se atribuye a este signo la virtud de la paciencia, un requisito necesario cuando se trabaja con semejante potencial. Las personas nacidas bajo este signo dirigen su energía por medio de estrategias ambiciosas, cada uno de sus pasos llevan en mente una meta específica. No obstante, los obstáculos pueden ser formidables.

Como signo de amor por este árbol os pongo una poesía alusiva que espero os guste.



Con las livianas semillasque al páramo trajo la brisavinieron con alas de aire y prisael adusto pueblo de las maravillas.Cruzaron la línea del rojo senderoDestellos del sol radiante,Los colonos de tronco austeroarraigando en el suelo, en aquel instante.Enraizadas firmes, las fértiles simientesCrearon el bosque de nuestra memoriaEspecie muda que observó nuestra gloriaCayendo en el olvido de nuestras gentes.Protectores fuisteis, de los pueblos alados¡Vosotros, tribu de los abedules!La diosa os prometió los caminos doradosLas sendas hacia los cielos azules.Recuerdos sois, de viejos santuariosDe nuestra tribu, raíces reencontradasSois siempre, mensajeros y emisariosde los alados entes y de las hadas.Os nombro, entre mi gentePara restablecer el círculo sagradoPara madurar en el vínculo añoradoY devenir uno, con vuestra simiente.Viejos amigos, enlazados con nuestra energíaSupremos, sabios y confidentes hermanosPacientes en quietud, calma y armoníaSois nuestros misterios y enigmas arcanos.Sabemos de vuestras riquezas divinasDe vuestras cortezas y mágicas ramasDe vuestras dulces savias y resinasSabemos de curativas medicinasQue sanan febriles cuerpos y ajadas almas.Flores de abedul en nuestros cabellosHechizos en las noches estancasVuestros espíritus como destellosen nuestras ánimas blancas.Hojas de vuestro ensueño y estrellasDe vuestro amanecer vitalOs admiramos como a hadas bellasCuando recorren la noche boreal.No importa las palabras que escribaNo es causa primordialImporta, esta emoción tangible y realVivir lo que el árbol nos inscribaen nuestro corazón tribalImporta lo que el espíritu recibadel abedul estoico y fraternal.Os abrazamos abedulesAspiramos el aroma de vuestras floresSaboreamos vuestros frutos de amoressoñando con Lunas Azules,cuando la diosa, atiende nuestros clamores¡Ya suena la danza de los abedules!Melodías entre zarzasLa diosa muestra sus primoresLa hoguera crepita en los alboresde la noche que se alzacon matices seductores.Se oyen grullas y garzasCon sus coros delatoresSon los compases que ensalzana estos árboles cantores.
Iolair Faol

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miércoles, 18 de noviembre de 2009

Inexorable

Es verdad, demasiado tiempo hacía ya que no ponía ninguna etimología, y creo que ya era hora.
En un mundo en que casi todo se relativiza decir que se ha adoptado una posición inexorable es casi todo un milagro.
Pues bien, veamos de dónde procede este vocablo tan poco usual.


Esta palabra habla de cierta decisión que no va a ser modificada de manera alguna, no importa cuánto se ruegue al que la adoptó.
La palabra proviene del latín inexorabilis, un adjetivo que se aplicaba a aquel a quien no era posible conmover mediante ruegos ni oraciones porque era absolutamente inflexible.
Veamos cómo está compuesta: orabilis es en latín ‘aquello que es posible pedir’. Si se le añade el prefijo ex-, tenemos el vocablo exorabilis, que significa ‘que puede ser disuadido mediante ruegos’, y también ‘que se deja corromper o sobornar’. Inexorable sería, pues, aquel que no se deja convencer, que no es exorabilis. Horacio usaba inexorabilis auro para denotar ‘que no se deja convencer por el oro’.
Cabe añadir que orabilis proviene de orare ‘rogar’, ‘pedir’, ‘solicitar’, que se derivó, a su vez, de oris ‘boca’, presente también en oral, oración, orador, perorata y hasta en el oráculo de la pitonisa.

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martes, 17 de noviembre de 2009

Los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra

Me parece ésta una frase de lo más sugestiva. Se le atribuye al poeta norteamericano James Russell Lowell (1819-1891).


La considero acertada en cuanto a lo que significan los libros de alimento para el espíritu. Al menos, amí me lo proporcionan. Y estoy seguro de que a vosotros y vosotras también.

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lunes, 16 de noviembre de 2009

Los monasterios de Rumanía


Sabéis bien de mi gran afición viajera, así que no me he podido resistir a disfrutar, y hacerlo con vosotros, soñando con darme unna vuelta por los parajes de los que habla este interesante artículo, extraído del suplemento de viajes de El Mundo:
http://www.ocholeguas.com/
Que se os pongan los dientes tan largos como a mí.


Rumanía es un país de naturaleza privilegiada, aire puro y silencios balsámicos, en el que se siente en todo momento con fuerza la cálida amistad de sus habitantes. Romanos, húngaros y sajones dejaron su huella en aquellas tierras montañosas, de verdes esplendorosos, donde el tiempo se ha detenido, conservando hasta hoy una estampa ancestral en la que hay mucho que descubrir.
Ascendiendo desde Sighisoara por las suaves colinas transilvanas, se atraviesa la ciudad de Tirgu Mures, tan famosa por sus flores como por la hermosura de sus mujeres y la peculiaridad de sus tejados y fachadas. Más adelante, Bistrita ha pasado a la historia por ser la ciudad transilvana que eligió Stoker para ambientar las andanzas del conde Drácula. Bistrita fue famosa en los tiempos medievales por los juicios de brujas que se celebraban entre sus murallas y por sus renombrados mercados, pero no conserva otra cosa que el barrio de Sugalete, en la parte vieja, donde vivían los antiguos mercaderes. Hoy día, la ciudad vive más de la leyenda de Drácula que de su propio pasado. Por supuesto, no falta el hotel Corona de Oro, donde Stoker hizo pasar a Harker la noche de San Jorge.
A la salida de la ciudad, camino del paso de Borgo, aguarda como un encantamiento el feliz reencuentro con los Cárpatos, cubiertos aquí de un terciopelo boscoso. La carretera asciende entre laderas tupidas de pinos y robles. Es un paisaje remoto que aleja de la civilización y conduce inevitablemente a la edad media. El tráfico es muy escaso y, a medida que se asciende el puerto, la naturaleza se apodera de todo, enseñoreándose incluso del ánimo del viajero.
El otoño salpica estas montañas de tonos verdes, amarillos y ocres. Los idílicos valles aparecen sembrados de casas con sus característicos tejados de forma semipiramidal, donde relumbran a menudo brillantes cubiertas de latón. Es una tierra maderera por excelencia, rica en pastos y cultivos, que ha permanecido inalterable en el tiempo, sin apenas reflejar los violentos cambios políticos que ha sufrido el país. Los Cárpatos brindan siempre la belleza de paisajes inigualables, como la garganta de Becaz, un estrecho paso entre paredes de granito tan altas que el cielo apenas se ve como una lejana línea de luz azul.
En esta remota región de Europa, el viajero se reconcilia con el pasado y llena su corazón de paz Cuando la garganta se abre entre pendientes laderas jaspeadas de verdes y amarillos, aparece el llamado Lago Rojo, un pequeño ensanchamiento del río erizado de troncos que asoman como alfileres sobre unas aguas ferruginosas que el sol viste de rojo al atardecer. Son pinos petrificados por los sedimentos minerales del agua que han muerto de pie, aprisionados en su mortaja mineral. Desde las iglesias/fortaleza donde el pueblo guardaba sus tesoros, hasta los delicados frescos de los monasterios, pasando por los castillos, las fortalezas medievales, las torres y el paisaje virginal de los Cárpatos, cubiertos por viejos bosques de hayas, robles, arces y abetos, todo lo que el viajero encuentra en esta remota región de Europa le reconcilia con el pasado y llena su corazón de paz.
Pronto llegamos al monasterio de Moldovita, una joya polícroma construida por el hijo de Esteban, el Grande. Los innumerables monasterios de la región presentan unas características semejantes: grandes murallas rodeando el perímetro; adosadas a su parte interior, las celdas de los monjes (o monjas). En el centro del amplio patio, a menudo, un primoroso jardín, se levanta la capilla ortodoxa de tres cuerpos en forma de cruz griega de cortos brazos, orientada al este.
Lo más extraordinario de estas capillas monásticas no es su sencilla arquitectura, sino los impresionantes frescos que adornan sus paredes exteriores e interiores. Los afortunados dibujos de brillantes colores representando escenas bíblicas eran utilizados por los monjes para transmitir las enseñanzas bíblicas. Siguiendo por angostos valles en el corazón de los Cárpatos orientales, se llega a Sucevita, otro monasterio fortificado con impresionantes murallas que, en ocasiones sirvió de acuartelamiento a las tropas que guerreaban por la región.
El monasterio de Voronet, en la Bucovina, está considerado la Capilla Sixtina del Este por la categoría de sus pinturas Pero de todos los monasterios que ocupan los más recónditos y hermosos valles de la Bucovina, ninguno como el de Voronet, considerado la Capilla Sixtina del Este por la categoría de sus pinturas y los brillantes azules que han resistido perfectamente el paso del tiempo, particularmente, el enorme fresco que representa El Juicio Final. Ya en Moldavia, el estilo cambia a ojos vistas. El enorme monasterio de Agapia, por ejemplo, rompe con la tradición de los frescos y alberga a una desbordante comunidad de más de doscientas maikas, o monjas, que, en algunos casos, se ven obligadas a vivir extramuros del monasterio en casitas de madera.
Vralec es el más moderno de los monasterios de la región. Construido en 1807, sustituyó las infranqueables murallas por porches floridos. En el interior hay un jardín jubiloso donde las flores compiten para mostrar sus formas y colores. La iglesia central es grande y blanca como una paloma, mientras en el contorno se suceden las casas y los porches con el único denominador común del estallido floral.

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domingo, 15 de noviembre de 2009

Un nuevo blog ve la luz

Pues sí, hoy domingo, 15 de noviembre, san Alberto Magno nace un nuevo espacio en el que la literatura será la protagonista, aunque más aún el deseo de apostar por la amistad, el cariño y la magia de los sueños.



El espacio se denomina
http://jardindeencuentros.blogspot.com/
Y en él sus creadores, es decir la amiga Mercedes y yo, trataremos de crear historias a dúo para el disfrute de quienes lo visitéis.
OJalá que consigamos ese anhelo de procurar vuestro entretenimiento.
Igual que hace algo más de dos años, cuando empecé la aventura de Tiflohomero, lo hago ahora con la máxima ilusión y empeño, guiado siempre por el deseo de ser uno más, de contribuir a la amistad, el esfuerzo, la constancia y la superación.
Espero que dé tan buenos frutos, tantas satisfacciones como las que me ha dado ya este Tiflohomero.
Que disfrutéis con los cuentos y demás contenidos que iremos ofreciéndoos.

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Veo veo

Con el ánimo de haceros sonreír un poquito, al tiempo que os deseo una feliz semana, os pongo una anécdota atribuida al autor de Casa de muñecas.
Que os guste.




El dramaturgo Henrik Ibsen (1828-1906) iba un día por la calle y vio mucha gente agolpada ante un cartel. Se había olvidado las gafas en casa y no lo podía leer. Entonces preguntó a un desconocido: "¿Qué dice?", "Pues, no lo sé, yo tampoco sé leer."



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viernes, 13 de noviembre de 2009

Aspirante eterno a arqueólogo

Alguien dirá: ¿arqueólogo? ¿Adónde va ese ciego con semejante vocación? Otra de sus chaladuras.
Es verdad, seguramente tenga que darle la razón, pero ¿qué queréis?


Hice la carrera universitaria de Geografía e Historia soñando con descubrir vestigios de otras épocas, hacerme con ellos para tener en mis manos el pasado, por la aventura de explorar lo oculto, lo enterrado. Por la emoción que debe suponer sacar un objeto milenario, limpiarlo, clasificarlo, darle vida de nuevo.
Pero la ceguera se cruzó en mi camino y hube de ceder aquel impulso, acabar como pudiese; por hacer que les valiera la pena el esfuerzo y la entrega absolutas que habían puesto mis padres en legarme esa aspiración.
Y sin embargo, me sigo resistiendo a esa renuncia. Me considero aún, permitidme las analogías siguientes, un viajero en busca de revelaciones
Sigo aspirando a descubrir algo nuevo, que está ahí: nuevas personas, comidas exóticas, viajes, retos.
Continúo con el afán de atesorar, radiografiar con minuciosidad, aquello que me es dado aferrar con las manos.
Persisto en la fe, tal vez romántica, de encontrar algo especial, no visto por nadie más que yo. Y poder luego enorgullecerme de haberlo hallado. ¿Y si en las inmediaciones de mi pueblo se encontrase esperándome un yacimiento?
Mantengo intacto el gusanillo de acercarme a la Historia cuando visito un lugar emblemático. Imagino cómo serían las gentes que lo habitaron cuando surgió, qué pensarían, sus sueños, anhelos y sufrimientos.
¿No creéis que aún puedo soñar con lograr ese triunfo? ¿Sentir lo mismo que debieron percibir los que nos trajeron a la luz Altamira, los palacios de Cnosos, Troya o alguna de las tumbas egipcias?

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jueves, 12 de noviembre de 2009

¿Lo merecía?

Por tantas veces en que se nos hacen regalos, no precisamente materiales, y no los sabemos valorar en toda su grandeza. Son símbolos de afecto supremo.
Buena noche.


Hubo, hace muchos años, en un lejano país de arena un buen hombre, abnegado y luchador pero triste, solitario. No era famoso por sus acciones heroicas en la batalla o la caza, nunca buscó el poder, parecía poca cosa y, casi siempre, vagaba solo por las veredas alejadas del poblado. Su mejor saber consistía en narrar historias, seguramente aprendidas de las estrellas.
Y sin embargo, un día recibió un regalo mágico, un presente que muchos anhelaban poseer. Y resulta que le fue otorgado a él. Sabía que no tenía derecho, que no le debería haber sido entregado, pero así fue.
Se quiso preguntar por la razón de semejante don. No entendía, él que creía ser el último.
Quien se lo concedió, lo hizo al ocaso de uno de aquellos tantos días en que deambulaba taciturno. Quiso, por una vez, verle verdaderamente dichoso.
El hombre, Kalil, se dejó llevar y lo aceptó con el placer de creerse, por una sola vez, resarcido de tantos momentos de olvido. Lo tomó en sus manos, lo mimó, exploró y atesoró. No supo cómo devolver aquello, sino a través de la entrega y el recuerdo.
Pasaron los días y siguió evocando el instante glorioso de la cesión. Seguía diciéndose que no podía ser, pero lo era.
Y al final no pudo resistir más. Se dirigió a la Madre, la sanadora y sabia de la comunidad. Para ello tuvo que atravesar una duna y penetrar en la cueva.
-Madre, tú que todo lo sabes. Bien conoces del regalo que me han hecho poseedor. Pero la ansiedad me corroe: ¿soy merecedor de él, pese a que no tenga derecho? ¿Por qué me fue dado?
-Ay, los hombres. ¿qué importa saber, si quien te lo otorgó lo hizo porque quiso? Necio de ti. Valóralo, siente su presencia y sé feliz. Y ya.
Os preguntaréis por la naturaleza de semejante obsequio para que le tuviese tan atormentado. Pues bien: se trataba de la Luz,envuelta en una bola de colores brillantes, una luz única, resplandeciente., para otros muchos cegadora, mas para nuestro protagonista, auténtica fuente de libertad.
Y sí, desde aquel día quiso hacer caso a la que todo lo sabía y se dio cuenta de lo que realmente importaba: que poseía esa Luz por su persona, por lo que era. Y que la mayor muestra de gratitud para con su protectora, sería dejar de lado sus fantasmas y buscar nuevas metas, nuevos caminos. Al fin y al cabo, ahora podía hacerlo con el mejor de los apoyos: el de la Luz genuina
Pero, ¿quién fue quien se la había regalado? Sólo os diré que si sabéis mirar, vosotros también podréis desccubrirla. Tiene cara de luna llena.

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miércoles, 11 de noviembre de 2009

Recomendaciones narrativas de octubre

Pidiendo mis sinceras disculpas por la omisión de mi habitual entrada con propuestas narrativas, y con mi gratitud a Mercedes por habérmelo recordado (ah, esos rabitos de pasas), aquí os las traigo, por fin.
Que alguna de ellas os seduzca. Todo por ayudar a ese sano vicio de la lectura.


LA COSTURERA
Frances de Pontes Peebles
Ed. Suma de Letras, 2009. 700 págs.
Novela realista
En el Brasil colonial de los años 30, dos hermanas huérfanas conviven con un trasfondo de inestabilidad política y desastres naturales. Emília y Luzia dos Santos, dos hermanas con una excelente destreza para la costura, sueñan con escapar de su pequeño pueblo, un anhelo que separa sus vidas. Luzia sufre una deformidad desde que un accidente en la infancia la dejara lisiada y se convierte en una muchacha ruda. Su única oportunidad de conseguir la independencia y la felicidad será casarse con el bandido que la secuestra, Antonio, el Halcón. En cambio Emília es delicada como una flor. Quiere una vida acomodada y refinada en la ciudad, por lo que contrae matrimonio con el hijo de un rico médico, a pesar de no estar enamorada de él. Los caminos de las dos hermanas se volverán a unir cuando la vida de una de ellas corra peligro, aunque ya no son las mismas que en el pasado: Emília se siente sola y desgraciada y Luzia se ha convertido en una forajida a la que apodan, la Costurera.

LO INESPERADO CUANDO SE ESTA ESPERANDO
Mary K. Moore
Ed. Vía Magna, 2009. 272 págs.
Literatura de humor
De modo que la prueba de embarazo ha dado un resultado positivo y lo único que aumenta más rápido que el deseo de comer fritos es la lista de preguntas: ¿Cuánto tiempo me queda antes de tener que comprar la ropa premamá que vale un ojo de la cara? ¿Existe algún modo para evitar que se apodere de mí el instinto que te lleva a preparar álbumes de recortes? Lo mejor es relajarse. Los consejos que ofrece este libro son tan fáciles de digerir como la cafeína que a estas alturas ya tienes prohibida y que solías beber en cantidades industriales. De acuerdo, el que tus riñones dupliquen su tamaño para convertirse en el sofá de esa personita suena bastante deprimente, pero ésa es una de las razones por las que toda mujer embarazada necesita una parodia tan divertida como ésta. Mary K. Moore no sólo explica las cuarenta semanas de embarazo, sino que también aborda el estupor de los seis primeros meses de vida del bebé, incluyendo temas como: Escoger el nombre del bebé: ¿Qué es mejor el nombre de una fruta o usar un verbo de acción? Planificar el parto: El parto de tus sueños, el toque humorístico del médico.

LA LUNA DE CLEA
Edward Wgright
Novela de intriga
Ed. Pamies, 2009. 304 págs.
Novela de intriga
Una vez fue Sierra Lane, el héroe en innumerables películas de serie B del oeste. Ahora, después de dos años en prisión, John Ray Horn vive de forma muy modesta en el Los Ángeles de después de la Segunda Guerra Mundial. Su mujer le ha dejado, los estudios de cine le tienen en su lista negra, y se gana la vida cobrando deudas de juego para Joseph Cuervo Loco, su antiguo compañero en la gran pantalla. Una noche, Scotty Bullard, un antiguo amigo cuyo padre —un poderoso promotor inmobiliario— acaba de morir, le telefonea. Entre las cosas del viejo Bullard, Scotty ha encontrado una serie de fotografías obscenas de chicas menores de edad, una de las cuales, tomada ya hace varios años, cree que es de Clea, la hijastra de Horn. Dos días después, Scotty muere de forma violenta y Clea, que ahora tiene dieciséis años, desaparece sin dejar rastro. Horn siente que el asesinato de su amigo y la desaparición de la joven están relacionados, y que alguien poderoso está detrás de todo.

ME LLAMO NOYUD, TENGO DIEZ AÑOS Y ESTOY DIVORCIADA
Noyud Ali, Delphine Minoui
Ed. Martínez Roca, 2009. 160 págs.
Literatura de testimonio
“Me llamo Noyud y soy una niña yemení. Tengo 10 años, o eso creo. En mi país los niños campesinos carecen de documentos, ya que no se les registra al nacer. Mi padre me casó a la fuerza con un hombre que me llevaba treinta años. Me ha pegado y ha abusado sexualmente de mí. Sin embargo, una mañana, cuando salí a comprar el pan, me subí a un autobús y me refugié en un tribunal hasta que un juez me quiso escuchar”. Este libro es la historia de una pequeña yemení que ha tenido la valentía de desafiar las arcaicas tradiciones de su país pidiendo el divorcio... ¡Y lo ha conseguido! Toda una conquista en Yemen, donde más de la mitad de las muchachas son entregadas en matrimonio antes de cumplir los dieciocho años. La propia Noyud, que ha podido volver a estudiar, y cuya máxima ilusión es convertirse en abogada para defender a otras niñas como ella, nos cuenta su historia. Lo hace para romper el silencio y animar a otras muchachas de su edad a no caer en la misma trampa.

MUJER BLANCA
Kira Salak
Ed. Belacqua, 2009. 360 págs.
Novela de aventuras
Marika Vecera, una veterana reportera de guerra de treinta y dos años, está cubriendo el Congo cuando unos soldados rebeldes la capturan y casi la matan. Al regresar a Boston se ve inmersa en una relación con Seb, un psicólogo que le permite vislumbrar un mundo menos hostil. Pero cuando se entera del suicidio de su héroe, el famoso periodista Robert Lewis, premio Pulitzer de periodismo, no sabe si algún día se recuperará de su pérdida. Empieza a escribir su biografía cuando recibe una sorprendente carta de un misionero que afirma haber visto a Lewis con vida en una remota selva de Papúa Nueva Guinea. No puede sino preguntarse: ¿Y si, en realidad, Lewis no ha muerto? Resuelta a averiguar si la carta encierra la verdad, deja a Seb y emprende un viaje agotador a través de uno de los lugares más peligrosos del planeta.

LA PLUMA DE LA VERDAD
Julián Contreras Ordóñez
Ed. Martínez Roca, 2009. 256 págs.
Novela romántica
Un niño criado en un orfanato es adoptado a los 14 años por un maestro que le iniciará en una educación exquisita: lectura, música, informática, idiomas y. lo que es más importante, el camino del conocimiento interior a través de la sabiduría de la cultura japonesa y los principios ancestrales del arte de la guerra. El joven, convertido ya en el Caymán, estará listo para plantearse el resto de una vida diferente, una existencia plagada de aventuras ante el desafío de ser el ladrón de guante blanco más famoso del mundo. Pero una bella mujer trastocará sus planes y su corazón. Tendrá que recurrir a su control y su inteligencia para salir airoso de la prueba más difícil: el amor.

UN SOMBRERO LLENO DE CEREZAS
Oriana Fallaci
Ed. La esfera de los libros, 2009. 840 págs.
Novela histórica
Esta fascinante saga lleva al lector desde el último tercio del siglo XVIII hasta finales del siglo XIX y permite a la autora regalarnos un retablo de personajes inolvidables como Francesco, marino y negrero, o Giovanni, soldado, revolucionario y enamorado de Teresa.También es la historia de mujeres como Caterina, quien, para que su futuro esposo, Carlo Fallaci, pueda identificarla, acude a la feria con un sombrero lleno de cerezas. No sólo es la suma de las increíbles aventuras de todos estos personajes, sino el extraordinario homenaje de una autora imprescindible a la historia de su país y de Europa.

SONATA DE AMOR: CUARTETO DE CUERDA
Blanca Álvarez
Ed. Anaya, 2009. 168 págs.
Literatura juvenil
Carmen, una chica de diecisiete años que toca el violín, necesita dinero para viajar con su novio a Normadía. Decide formar un cuarteto de cuerda con el que poder hacer bolos y así ganar dinero. Para ello, pone un anuncio en el conservatorio y enseguida recibe las llamadas de las que se convertirán en las integrantes del cuarteto: Carla, una chica bien aparentemente tímida; Celia, muy resuelta e independiente; y Cloe, una francesa que vive en Oviedo tras la separación de sus padres. Estas cuatro adolescentes compartirán alegrías y tristezas, deseos y decepciones, mientras descubren la increíble historia que envuelve a la "Sonata de amor", en tres tiempos y un lamento de Glenn Glondelier.

EL TIBURÓN DE DOCE MILLONES DE DÓLARES
Don Thompson
Ed. Ariel, 2009. 338 págs.
Ensayo
¿Por qué razón invertiría un banquero multimillonario de Manhattan hasta 12 millones de dólares por la carcasa de un tiburón en proceso de descomposición? ¿Qué misteriosa alquimia hace que la pintura nº5 de Jason Pollock se venda por 140 millones de dólares? ¿Cómo llega una chaqueta de cuero con una cadena plateada tirada en una esquina a Sotherby’s dejando a la casa de subastas la suma de 690.000? En este recorrido ameno y fascinante por las casas de subastas, las galerías y el mundo de los coleccionistas, el autor desvela los secretos económicos y las estrategias de marketing que impulsa al mercado a producir los precios astronómicos a los que se cotizan las obras de Hirst, Koons, Tapies o Jasper Johns.

UNA TORMENTA
Imma Monsó
Ed. RBA, 2009. 288 págs.
Novela de intriga
Una escritor a se dirige a ofrecer una charla literaria en un pueblo del Pirineo catalán, y en la carretera, en plena tormenta, se encuentra con una ambulancia que transporta a un joven que ha sufrido un accidente mortal en el bosque. Los únicos indicios para averiguar su identidad son un teléfono móvil y el último mensaje que dejó alguien que le esperaba en casa. La escritora descubre gracias al mensaje que el joven asistirá probablemente a la conferencia, sin saber que la tragedia se cierne sobre su futuro. El conocimiento del destino ajeno y la ignorancia sobre la identidad precisa del joven originarán en ella un complejo y angustiante embrollo en el que se entremezclan la responsabilidad, el respeto y la necesidad de saber. El tema principal de la conferencia, el miedo, propicia un acercamiento a la verdad oculta. Y a medida que los miembros del público intervienen y dejan entrever su personalidad, la escritora va desvelando quién es la persona cuya terrible suerte conoce.

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