domingo, 28 de septiembre de 2008

50 años del Chupa Chups

En la década de los cincuenta una serie de estudios revelaban que el consumo de caramelos en España estaba en manos de niños menores de 16 años (un 67% del total del consumo). Hasta entonces los caramelos no eran más que bolas azucaradas que los niños se metían en la boca.
La génesis de Chupa Chups se produce cuando su futuro fundador y presidente, Enric Bernat idea un sistema por el cual los niños eviten la incomodidad de ensuciarse las manos. -"Sería -recuerda- como tomar un caramelo con tenedor".
La propuesta de Enric Bernat es rápidamente recogida, experimentada y, finalmente, producida. Pero no será un tenedor sino un palo de madera el que permita, por fin, tomar, cómodamente, un caramelo, a partir de entonces, un Chupa Chups.
Desde la primera fábrica, ubicada en Asturias se produce el lanzamiento del primer caramelo con palo industrializado que ofrece una gama de siete sabores distintos.
El precio de mercado de salida fue de 1 peseta. Un precio elevado para los años cincuenta pero sin duda, con la idea de alentar la imagen de un caramelo de calidad.
En 1967 se inaugura una nueva fábrica en Sant Esteve de Sesrovires (Barcelona). Y en ese mismo año nace la primera filial extranjera en Perpiñán (Francia).
Todo ello supone el inicio de la cuenta atrás para el encuentro de la historia con Chupa Chups, uno de los caramelos más populares y mejor posicionados del mundo en la actualidad.

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sábado, 27 de septiembre de 2008

El billete de 500 euros

Pues sí, aunque no lo creáis yo soy uno de ésos que dicen que no existen, que todo el mundo habla de ellos y nadie los ha visto. Pero no os creáis, abundamos más de lo que se piensa.
Os cuento. Soy de color morado o lila y mido 16 cm. De largo por 8,2 de ancho, soy el mayor de mis hermanos, nací en Alemania, el único país donde se nos fabrica y en nosotros se recrean edificios de la arquitectura moderna del siglo XX.
Somos pretendidos por muchos, pero debido a nuestra valía también somos utilizados por gentes no deseables, mafias que nos usan para el pago de sus negocios turbios, drogas, armas y demás.
Pero vaya, parece que a mí me ha tocado mejor suerte que la de pasar por las manos de algún tipejo de esa calaña.
Mi primera y única dueña desde que llegase a esta ciudad, que llaman Madrid, a la sede principal de cierto banco ubicada en… creo que ponía el rótulo de la calle Paseo de la Castellana, es una elegante mujer de algo más de cuarenta años, cuando me poseyó me introdujo en su cartera de piel marrón. Ésta era un lugar cálido y allí conocí a sus pañuelos con olor a lavanda, su perfume francés, su agenda _me dije que debía estar llena de nombres interesantes_, un abanico y fotos en las que aparecían un señor de cabello plateado, aunque poco más mayor que ella, y dos chicos.
Ah, no os he dicho que mi imagen es un edificio que llaman Kursal, creo que está a las orillas de un mar… ¿Cantábrico?, al lado de una bahía con nombre de Concha.
Cuando me recibió noté la calidez y suavidad de su mano, la derecha, impecable, hecha para acariciar.
Nos montamos en su coche, un deportivo color perla y, tras un trecho de viaje, llegamos a una lujosa urbanización en la que, supuse, estaría su casa.
Aparcó en el garaje y franqueamos el porche que daba entrada a la mansión.
Me depositó, junto con el resto de la cartera, en una mesita. Unos instantes después apareció enfundada en una bata corta de seda. Se había quitado los zapatos y el traje.
Se puso al teléfono y esperó, supongo a que respondiera aquel, o aquella, a quien hubiese llamado…
-Rommy, ya tengo el dinero. Sólo queda que me acompañes a elegir el que más nos guste.
-…
-¿Quedamos, entonces, en la esquina de Velázquez? Vale, ahí estaré; a las 6 y luego nos vamos a darnos un capricho de esos tan ricos que nos ponen en la pastelería. Un té con limón y un buen trozo de tarta de trufas.
-…
-Chao, hasta la tarde.
Pasa el tiempo. Mi ama se prepara, en una bandeja, una ensalada muy colorida, un refresco y una barrita. Pone una música que suena a mar, a paisajes verdes, a gaviotas.
Volvemos a salir. Ahora viste un suéter y pantalones vaqueros. Está más guapa, aún que esta mañana.
Creo que vamos a la cita con la tal rommy. ¿Qué planes tendrán para mí?
-Uf, por fin llego. A esta hora el tráfico es horrible. Perdona por hacerte esperar, pero aquí estoy.
-Nada, guapa. Ya sabes que estoy acostumbrada.
Se han dado dos besos sonoros de alegría por verse. La otra, Rommy, es mayor. Luce un moño y unas gafas de intelectual. A lo mejor es profesora. También es muy elegante.
-Bueno Clara. ¿Estás preparada para la compra?
Vaya, mi ama se llama Clara. Bonito nombre.
-Claro. Seguro que me sabes aconsejar bien con tu ojo de aristócrata.
-Bah, no es para tanto. Además el joyero es conocido mío de años y nos tratará bien. Ya puede, con el dineral que le dejo. No es para menos.
Entramos en una tienda pulcramente ordenada repleta de pedrería, diademas, colgantes, brazaletes… Sale de detrás del mostrador a recibirnos, un señor ya mayor y de porte distinguido, la amabilidad hecha persona.
Os preguntaréis cómo sé yo todas estas cosas sobre joyas, porque sí, es una joyería adonde hemos llegado. Pues porque cuando me fabricaron el almacén de depósito tenía esos objetos y lingotes de oro, además. Un día nos exibieron ante un grupo de personalidades que habían venido a tratar sobre medidas de seguridad y el encargado de nuestra custodia hizo todo un despliegue de nombres: rubíes, jades, esmeraldas, diamantes.
-Qué placer verla de nuevo señora Ezquerra. ¿Qué le trae de nuevo a esta casa?
-Hola Ramiro. Espero que todo siga bien. Aquí mi amiga, desearía adquirir una alianza de compromiso de ésas especiales que hacéis.
-Ah, bien, bien. La señorita podrá elegir de entre los modelos de última fábrica, el que más le atraiga. Esperen aquí al lado mientras se los muestro. Tómense un café o un refresco.
Les ha servido un zumo de naranja y las ha dejado solas, sentadas en unos silloncitos. Yo descanso en el bolso de clara. Me temo que mi relación con ella va a ser brebe y esto me apena, me sentía a gusto junto a ella.
-Bien, ya estoy de regreso. Aquí tenemos. Veamos. Les muestra los objetos y eligen uno de fino diseño, con una pequeña filigrana y los brillantitos que lo coronan forman una espiral infinita.
-¿Es lindo, verdad? –pregunta mi ama.
-Creo que es el mejor, acorde con el carácter de Juan. Seguro que le vas a impresionar. Aunque…, chica, ya lo tienes en el bote desde hace tiempo, de todas maneras.
El tal Ramiro ha envuelto el anillo en un paquetito primorosamente decorado, sobrio, pero que invita a la emoción de saber que algo único se encierra en su interior.
-Bien, ya está. Pero no tengan prisa. Es hermoso esto de contribuir a la felicidad de una dama. Sin pretender ser indiscreto, ¿puedo preguntar quién va a ser el destinatario de esta obra de Arte?
-Ah Ramiro, eres tan curioso como genial. La señora intelectual le mira con sonrisa pícara y le roza la mejilla. Se ve que tienen confianza.
Mi ama se sonroja, pero los ojos le brillan de emoción.
Rommy en voz baja de confidente dice:
-Es el duque de armillas. Todo un galán, educadísimo, buena persona, galante y detallista. El pobre no se ha recuperado del todo de la muerte de su mujer en aquel accidente. Aquí, Clara le va a hacer muy feliz.
Y ahora en voz más alta.
-Vamos, Clara. Enséñale al buen Ramiro la foto de tu Juan y sus chicos.
Tímidamente la saca del bolso. Su mano me roza con un cosquilleo. Uf, pensé que ya me tocaba despedirme. Pero no, aún puedo gozar de ese espacio propio de Clara.
Extrae las fotos que había visto al principio.
El joyero las mira con interés y destellos de sorpresa. Debe de pensar que ese Juan es muy afortunado por recibir los amores de una mujer tan guapa. Yo también lo creo. Me parece que Clara podría haber elegido a alguien más joven, más atleta. Pero…
-Bueno, Rommy. Vamos a pagar, que se nos hace tarde. ¿Cuánto le debemos?
-Sólo 500 euros. Créame que los vale. Le hago precio de buena clienta. Que aquí, doña Romina sabe que tiene su casa.
Ahora sí. Ha llegado mi hora. Querría impregnarme de la huella de Clara, pero es tan solo un instante. Paso a un cajoncito metálico. ¿Cuánto tiempo estaré en este lugar frío frente a la calidez pasada? ¿Qué otros destinos me deparará el futuro?
Las dos amigas salen con emoción. Pienso que se irán a aquella pastelería que dijeron, que en ella harán preparativos para el momento en que se entregue el objeto de mi pago, que hablarán de la cena en que vaya a ocurrir, en que habrá de tratar de conservar cierta calma, en que todo saldrá bien… Y si así es, desde el fondo de esta caja yo también se lo desearé.
Que seas dichosa, Clara.

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martes, 23 de septiembre de 2008

Odisea africana de un misionero español

Que se escriban torcidos los renglones de la Historia es algo innato a la naturaleza humana. Pero lo que sin duda es inexplicable es que en el libro de la Historia falte una página. La que escribió en letras de oro Pedro Páez Jaramillo, un misionero jesuita español que fue el primer europeo en alcanzar las fuentes del Nilo Azul en 1618. Pedro Páez ha sido, es, un perfecto desconocido. No se ha levantado un solo monumento en su memoria, ni ha sido objeto de estudio, ni se le ha brindado el reconocimiento que su obra merece.
Sus restos yacen en una tumba deteriorada, en las monumentales ruinas de la capilla principal de la antigua iglesia de Górgora -abandonada-, en el lago etíope de Tana, donde nace el Nilo Azul.Ni siquiera los historiadores, a excepción de un puñado con pasaporte extranjero, han mostrado la más mínima dedicación a él. Tan olvidado anda, que la Historia oficial, tan anglosajona ella, concede al escocés James Bruce el logro de haber sido el primero en pisar el nacimiento del Nilo Azul, pese a que llegó al mismo lugar que Páez; eso sí, 152 años más tarde.
Con todo, en el 400 aniversario de su primer viaje a Etiopía, su figura histórica comienza a reivindicarse. Además de algunos trabajos específicos de jesuitas que estuvieron en aquella misión después de Páez, u otros más contemporáneos como el de Camillo Beccari, la mayoría de referencias a la vida del jesuita madrileño se encuentran en libros sobre la Historia etíope.
En los últimos 40 años, autores como Alan Moorehead, Philip Caraman, George Bishop, Juan González Núñez y Javier Reverte han descrito en sus libros la vida y milagros de Páez en obras que han requerido un evidente esfuerzo documental, ya que las referencias a su vida y a sus fuentes directas -libros y cartas- son escasas y están dispersas. Según explica Reverte en su libro Dios, el diablo y la aventura, no hay enciclopedia española que cite al explorador jesuita, con la excepción de una breve referencia en una antigua edición del Diccionario Enciclopédico Hispano-americano.
Pedro Páez nació en 1564, en el seno de una familia noble, en Olmeda de las Cebollas (hoy Olmeda de las Fuentes), un pueblo situado a 40 kilómetros de Madrid que cuenta actualmente con 208 habitantes, ninguno de ellos con los apellidos del jesuita.Un lugar muy próximo a la entonces recién bautizada capital española, por tanto, desde donde se movían los hilos de un imperio en plena expansión. Estudió en la universidad de Coímbra en los años en los que las coronas española y portuguesa estaban unidas bajo Felipe II y, ya con 18 años, ingresó en la Compañía de Jesús que había fundado Ignacio de Loyola en 1534.
Los intereses estratégicos de un imperio que requería un ejército de misioneros que atrajera a Etiopía como aliado español en el cerco al imperio otomano, y la determinación y sed de aventuras del espíritu jesuita de la época, son las dos claves que justifican que Páez iniciase su periplo misionero por Africa y Oriente.Revelando un perfil ideal para su cometido -espiritualidad, valor e intelectualidad-, salió de España en 1588 y ya jamás regresó.
Viajó primero a Goa (La India), donde permaneció un año y, acompañado del padre Antonio de Montserrat, tomó rumbo a Etiopía. Ambos fueron capturados por los árabes, que los vendieron como esclavos a los turcos, y durante ese cautiverio debieron cruzar a pie el desierto de Hadramaut -al sur del actual Yemen, del que apenas habría datos hasta 1843- y parte del desierto de Rub'al Khali -en la península Arábiga-, siendo los dos primeros europeos en hacerlo.
En una carta de 1596 afirma que los turcos los tuvieron «con cadenas muy gruesas al cuello y en lugares debajo de la tierra muy oscuros y calientes».
Tras siete años, fueron rescatados y trasladados gravemente enfermos de regreso a Goa, donde Montserrat murió. En 1603, tras recuperarse, Paéz volvió a entrar en Etiopía; allí exhibió todas las virtudes de un hombre adelantado a su tiempo: a su impecable formación como arquitecto y políglota añadió una capacidad inusitada para el estudio de la lengua y cultura etíopes, enormes dotes para la tarea pastoral, un fino sentido de la diplomacia y una simpatía definitiva. Ello le permitió ganarse el favor de los emperadores etíopes Za Dengel y Susinios Segued III, a los que convirtió a la fe católica, trazando lo que debía ser el principio de sendas alianzas con Roma y España.
En uno de los viajes con Segued III alcanzó, en 1618, las fuentes del Nilo Azul, enigma geográfico que había perdurado durante cientos de años y hoy, lugar sagrado. Durante siglos fue el reto más importante de exploradores de grandes imperios, como río legendario a cuya vera creció la civilización faraónica.
No fue, con todo, simple curiosidad por el origen del río más largo del mundo: quien tuviera el control de la fuente ejercería un dominio sobre las regiones favorecidas por sus aguas.
Expediciones de egipcios, romanos y griegos no accedieron jamás más al sur de la unión del Nilo Azul y el Blanco. El sabio Ptolomeo dibujó con suma precisión en el año 150 un mapa de sus 6.700 kilómetros. Muchas sociedades geográficas posteriores a Páez pretendieron identificar el origen y trazar su recorrido, a sabiendas de que estaban ante un río con doble nacimiento, en dos fuentes distintas y lejanas, que sólo se unían en un cauce único a partir de Jartum.Sin embargo, fracasaron siempre: se toparon con las dificultades naturales de un río plagado de cataratas y cañones imposibles de franquear en la época.Sólo pudo recorrerse en su totalidad hace ahora algo más de una década. La fuente del Nilo Blanco, a su vez, no fue hasta 1862 que John Hannig Speke diera con ella en el corazón de Uganda.
En los cuatro años siguientes al descubrimiento, el padre Páez levantó, a petición del emperador etíope, un palacio en piedra de dos plantas a orillas del lago Tana, revelando sus extraordinarias dotes también como arquitecto, albañil, carpintero y herrero.Con todo, vivió humildemente y tuvo tiempo antes de morir de escribir Historia de Etiopía, un manuscrito en portugués de enorme valor científico e histórico, que no se encontró hasta 300 años más tarde, ni se tradujo nunca al castellano, ni se editó hasta 1945.
Era el principio de un largo olvido, del anonimato de un personaje de cualidades excepcionales que ni siquiera la Compañía de Jesús, a la que sirvió, alcanzó a irradiar. Fue enterrado el 25 de mayo de 1622 en la iglesia de Górgora, que él mismo había construido.Y olvidado...
Además de ser el primer europeo en llegar al nacimiento del Nilo Azul y en cruzar el desierto de Hadramaut, fue el primero en probar el moka, lo que hoy conocemos como café, y en escribir sobre él. Como arquitecto, levantó un palacio e iglesia en Górgora.
La principal obra de Páez es su Historia de Etiopía, redactada en portugués y finalizada en 1622, año de su muerte. La obra, de incalculable valor científico e histórico aún en nuestros días, sólo se ha publicado en una edición original de 1945.

Libros:
Dios, el diablo y la aventura, de Javier Reverte, sigue las huellas de Páez en un dibujo formidable del personaje, de la España de los Austrias y de las misiones de la Compañía de Jesús.
Etiopía: hombres, lugares y mitos, de Juan González Núñez, es también lectura obligada.
Juan Pablo Cardenal
Diario El Mundo.

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El primer empleo

Al hilo de la experiencia que narra uno de mis mejores amigos, ciego también, me decido a evocar lo que fue mi primer empleo. Seguro que para cada uno de nosotros esta experiencia ha quedado grabada de forma indeleble, como uno de los hitos que marcan la vida.
Pues bien, yo empecé, después de impartir unas clases de enseñanza del braille para adultos, en la delegación provincial de la ONCE en Lérida como responsable de Servicios Sociales para ciegos, un 1 de octubre de 1990.
Llegué allí acompañado de mi madre y hermano. Era todo un reto: la primera vez que salía fuera de casa solo, mi primer trabajo, un idioma diferente, la búsqueda de alojamiento en un hostal…
Recuerdo que la primera reunión a la que asistí tenía que ver con la prestación de servicios sociales a personas mayores. Allá que me fui, con mi anotador parlante y mi inexperiencia. El jefe me dijo: “tú escucha y habla lo justo, que ya tendrás tiempo”. Así lo hice y fue bien. Luego vendrían alguna novatada y más de una metedura de pata, pero al fin lo superamos y me quedó el cariño de no poca gente de allí.
Os invito a dejarme vuestros inicios.

DIEZ AÑOS DESPUÉS
El pasado 1 de septiembre se cumplió una década de mi primera experiencia laboral como profesor de idiomas en el Colegio Espíritu Santo en Alicante.
Mi padre,que DIOS lo tenga en la gloria, y yo arrivamos a la capital de la Costa Blanca la tarde de un 31 de agosto de 1998. El calor era agoviante y ambos decidimos refugiarnos en el primer bar donde hubiese aire acondicionado y tomar un par de cañas bien frías. Lo logramos y al cabo de una media hora, cenamos opíparamente en un restaurante cercano al lugar donde nos alojamos aquella noche. Era el Hostal Galicia, un cuchitril ubicado en el centro de la ciudad.
Al día siguiente mi padre decidió regresar a Huesca ya que no podía soportar ni la humedad tan elevada ni el calor tan asfixiante que hacía en Alicante. Yo monté en la furgoneta del colegio y allí conocí a algunos de los que iban a ser mis compañeros de fatiga; el resto del personal me lo presentaron en el propio Centro de Recursos Educativos(C.R.E.) La jornada fue larga ya que eran tantos nombres que mi cabeza no podía retenerlos todos, aunque con el paso del tiempo lo conseguí.
A las dos semanas de mi incorporación al Centro, se sumaron los alumnos llegados de diferentes zonas de la Comunidad valenciana, Murcia e Islas Baleares. Un total de 83 estudiantes conformaron el alumnado tanto de Primaria como de Secundaria y Educación Especial de aquel curso académico. Ya estábamos todos.
Los primeros días fueron un tanto difíciles ya que nunca antes había impartido clase a grupos de entre 7 y 10 chavales, pero pronto me hice con ello, gracias en parte a los chicos y chicas de 3º de la E.S.O. capitaneados por Mariló Mengual y Sergio Fernández, delegada y subdelegado respectivamente. Ellos me facilitaron mi labor como docente, lo cual empujó al resto. Fueron dos años maravillosos que uno recuerda como si estuviesen pasando ahora. Me sentía totalmente realizado; estaba haciendo lo que realmente me gustaba y eso no se podía pagar con dinero. Era tal la empatía que existía entre el que subscribe este relato y buena parte de los alumnos de Secundaria que, cuando me destinaron a Madrid en el año 2000, la sorpresa fue mayúscula y algunos derramaron lágrimas por mi marcha. El “shock” fue terrible tanto para ellos como para mi, pero no había más remedio. En el C.R.E. Antonio Vicente Mosquete me ofrecían mejoras económicas considerables y la posibilidad de quedarme definitivamente como profesor de inglés, aunque luego eso no fue así, ya que la persona a la que estaba sustituyendo le dieron la incapacidad y amortizaron la plaza, lo cual supuso el que no contaran conmigo para el curso siguiente. Verdaderamente, corrí un riesgo, aunque no me arrepiento de nada.
Diez años después, el colegio Espíritu Santo es un centro en el que no hay niños. Todos han pasado a la integrada ya que la política educativa de la ONCE dice que es necesario que “nuestros alumnos “ formen parte de la educación inclusiva como el resto de estudiantes que carecen de cualquier tipo de discapacidad. Esto puede ser un error a largo plazo porque no todos se adaptarán y algunos tendrán auténticos problemas de integración, pero como los que mandan parece ser que saben más que el resto de profesionales, habrá que dejarles trabajar. Creo que la bofetada va a ser enorme, pero los verdaderos damnificados van a ser lógicamente los estudiantes afiliados a la ONCE.
Para terminar mi resumen, algo incompleto aunque bastante esclarecedor, añadiré que en la actualidad soy agente vendedor del Cupón en Huesca; de momento estoy apartado del mundo docente, pero no descarto la posibilidad de regresar algún día. Parece difícil, sin embargo nada hay imposible en esta vida.
“Life is not easy”, es decir, la vida no es sencilla. Estas fueron las palabras que una tarde de invierno de 1998 nos dijo el profesor de inglés Miguel Hinojar de Inza en el colegio de la ONCE en Madrid. Desde entonces, siempre las he tenido muy presentes a lo largo y ancho de estos diez años de vida laboral donde ha ocurrido de todo, tanto positivo como negativo, pero la fuerza interior que DIOS me ha dado y me sigue dando, me ha permitido encarar la vida siempre con optimismo. Por eso, procuro derrochar alegría y contagiar a los demás; eso es lo mejor que uno puede ofrecer al prójimo para que de esta manera, nuestra existencia tenga sentido. LEMA: VIVE POR Y PARA LOS DEMÁS Y NO DE LOS DEMÁS.
José Mari

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lunes, 22 de septiembre de 2008

El herrero

Mi abuelo materno lo fue.
Os pego un pequeño relato de su profesión con el fondo nostálgico de mi pueblo.




LA FRAGUA: LA HISTORIA SE CONCENTRA EN NUESTRO PUEBLO

Aunque pueda parecer increíble, en un pueblo como el nuestro, hubo un tiempo en que la evolución de la humanidad, a partir de sus elementos clave, se hizo presente en Fuentestrún. Éstos, no son otros que: el propio hombre, el fuego, el hierro y los animales. El núcleo en torno al cual giraban era la Fragua y su actor, Alejandro Pardo.
Antes de narrar la experiencia de Alejandro, cómo trabajaba y porqué se dedicó al oficio de herrero, es preciso ampliar un poquito la idea anterior, para ser conscientes de su importancia y de la necesidad de no olvidar los oficios desempeñados por nuestros abuelos, pese a que en épocas, no demasiado lejanas, se acusó cierto desprecio hacia ellos, en haras de una supuesta modernidad. Hoy, afortunadamente esa tendencia se ha olvidado, y se les da el protagonismo adecuado.
Cuando la especie humana empezó a deambular por un camino, sin destino ni final, que a día de hoy, le ha conducido a la era de la informática y la genética; se dio cuenta que poco a poco disfrutaba de más comodidades, que le permitian vivir mejor. Pero estos descubrimientos, durante muchos años, no fueron inmediatos ni provocados sino, debidos a la casualidad y a la observaciónde fenómenos naturales, atribuidos en principio al designio divino. El fuego les defendía de los ataques de otras alimañas, les daba calor y proporcionaba una dieta más sabrosa y nutritiva. Los animales mejoraron el cultivo de los campos y facilitaron el transporte. El hierro, en fin, aportó enseres, y armas más manejables y ligeras.
Todos estos avances se recogían, a través de la tradición oral, en leyendas, cuentos populares y refranes, para reflejar la importancia que tenían en su vida.
En este contexto, ya en la Edad Media, el herrero era uno de los oficios más valorado y así, en unos casos dependía del comandante del ejército y en otros, se integraba en el círculo próximo al rey, en las caballerizas.
Sin embargo, andando el tiempo, esta situación de privilegio, fue desapareciendo progresivamente debido a la paulatina introducción de maquinaria cada vez más útil en las faenas agrarias, que fuer relegando a los animales; y al éxodo de la población que vivía en los pueblos, trasladándose a las ciudades. Todo ello hizo que el oficio
Del herrero, como tantos otros, fuera cayendo en desuso y
A su vez, se destruyeran las fraguas, para Quedar en la actualidad como algo residual y prácticamente inexistente.

Pues bien Alejandro heredó el oficio de su padre, Casimiro que lo inició allá por los años 1880-1890. Nació en 1914 y ya desde su infancia ayudaba a aquél en pequeñas tareas (limpieza, soplado del fuelle…) a la vez que asimilaba la técnica empleada.Gracias a ello, durante el servicio militar ejerció como tal, licenciándose en maestro herrero en la guerra civil. También debemos citar a su hermano Antonino que, hasta que sufriera el accidente en el transformador eléctrico del pueblo, dejándole sin un brazo y únicamente con dos dedos, suceso que acaeció en dicha contienda; ejerció como herrero. Terminada ésta, en 1943, es cuando se inaugura la fragua, que permanecerá abierta hasta principios de los 70, prolongando la actividad todavía, aunque de forma residual, algunos años más, en la cochera de su casa.
En cuanto a la fragua, se alojaba en un local lúgubre y negruzco, pero siempre cálido, propidad del pueblo, de unos 30 ó 40 ms que en la actualidad, después de ser derribado, alberga el quiosco de la música y que además de tener esta función, permite, a los pocos niños que quedan, jugar algunos ratos, como si su inocencia infantil, percibiera de forma intuitiva lo que fuera ese espacio.
Las herramientas de que disponía eran las iguientes:
El fuelle, caja con tapa y fondo de madera con los costados de piel flexible, de tal manera que cuando el aire entra por la válvula se pliegan, reduciendo el volumen, haciendo que salga por un cañón dispuesto al efecto. Era del pueblo y cuando se cerró la fragua pasó al ayuntamiento, sin que se sepa nada más de él .
Taladro a “motor de sangre”, es decir manual.
Tornillo para sujetar el hierro.
2 martillos grandes y 1 pequeño.
Sierras, limas, tenazas en cantidad diferente.
El yunque, o prisma de hierro acerado, con sección cuadrada, encajado en un tajo de madera, para trabajar el metal, por medio del martillo.
El pujavante, herramienta de forma alargada y plana que servía para cortar el casco de las caballerías.
Piedra de afilar, de unos 40 cm de diámetro, se manejaba con el pie.

Por lo que respecta a los trabajos que realizaba, entre otros podemos destacar:
Herraje de caballos, asnos y mulos. El procedimiento consistía en, una vez confeccionadas las herraduras, de distintas tallas, se sujetaba firmemente al animal, aunque algunos, por su docilidad no lo necesitaban. Dotado del martillo, tenazas, clavos y pujavante; se rebajaba el casco y se asentaba correctamente la herradura, que se clava de dentro a fuera, para no dañar al animal y los clavos sobresalen del casco, por lo que se remachan para evitar que se salga la herradura.Cobraba 2 ptas. Por cada una de ellas.
Elaborar y reparar aperos de labranza: aguzaba barrones, es decir les sacaba punta. Cobraba una cuartilla de trigo, equivalente a 2 libras, ó 250 grs; arreglaba brabanes, fabricaba aladros de hierro (siendo ésta la pieza más grande que realizaba), cobrando por estas tareas 400 ptas.
Para que el material fabricado alcanzara una buena calidad, el truco consistía en mantener el fuego a una temperatura constante,aproximadamente de 1000 grados, de ahí la importancia fundamental del fuelle.

Los magros ingresos que Alejandro percibía por esos trabajos los complementaba con el cultivo de unas pocas tierras y con la matanza de cerdos, además de la caza menor, mucho más abundante que en la actualidad.

Pero de todo esto ya no queda nada, sólo restan sus recuerdos y los de otros como élque, desgraciadamente cada vez van siendo menos. No permitamos que se pierdan, pues representan la vida de las personas que con su esfuerzo y tesón, nos precedieron a muchos de nosotros.

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Sin barreras, 2008

Málaga acogió este fin de semana la segunda edición de "Sin barreras", el salón internacional de la discapacidad, que coincidió, además, con el Tercer congreso nacional de accesibilidad universal, impulsado por el Real Patronato sobre Discapacidad junto con la Fundación ACS y la Federación Española de Municipios y Provincias.
El salón contó este año con una sección dedicada al turismo accesible, con el fin de promocionar a las comunidades autónomas que deseen ofrecer destinos turísticos accesibles.
"Sin Barreras" está destinado a los sectores de la discapacidad, la dependencia, la accesibilidad y las personas mayores y pretende convertirse "en un referente en cuanto a la accesibilidad del entorno, mostrando a los asistentes tanto las innovaciones tecnológicas y los servicios que la sociedad pone a su disposición, como la calidad de vida que se les ofrece".
Entre las instituciones que asistieron figuraban representantes del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte, de la Junta de Andalucía, del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y de varios ayuntamientos de la provincia de Málaga.
Con respecto a las empresas, lo harán principalmente fabricantes de elementos técnicos destinados a mejorar la calidad de vida de las personas mayores y con discapacidad, como Vía Libre, Seguronce Mediación, o Centros de audición Gaes, entre otras. Renfe, Viajes Iberia, Arquitectos de Málaga y La Opinión de Málaga confirmaron también su asistencia.
El Salón celebró paralelamente un ciclo de conferencias que versó sobre aspectos de actualidad relacionados con la discapacidad, accesibilidad total, dependencia, movilidad, calidad de vida, deporte, etc.
Asimismo, el encuentro contó con actividades de animación, artísticas y deportivas, como competiciones de baloncesto en silla de ruedas o espectáculos de danza a cargo del Psico Ballet Fundación Maite León, formado por personas con distintas discapacidades, y Danza Mobile.
Por su parte, el III Congreso Nacional de Accesibilidad Universal, "Vivir la Ciudad" tenía como principal objetivo concienciar a la población a través de ponencias y actividades dirigidas "sobre todo, a los no discapacitados", señaló el concejal de Accesibilidad Universal, Raúl López.
"Las personas con alguna discapacidad sabemos dónde están las barreras, pero los que no, no las conocen", destacó el edil, quien recalcó que el objetivo principal del evento "no era otro que el de ofrecer posibilidades sociales y culturales a estas personas".
Más de 400 personas conocieron "a fondo", durante tres días, la problemática que cada día acompaña a las personas con discapacidad física o psíquica, a través de las ponencias de más de 50 expertos de todo el país.
Un total de 17 vocales de distintas administraciones formaron la comisión, para abordar la discapacidad desde un "frente común" con el que se pretende convertir a España en un país "accesible", apuntó.
Además, se abrieron al públicotres exposiciones, la primera sobre los apoyos técnicos a la discapacidad; la segunda, sobre las publicaciones realizadas por el Real Patronato, y en la tercera, municipios y empresas dieron a conocer los productos que ofrecen a este colectivo social.

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jueves, 18 de septiembre de 2008

Cocinar a ciegas

Al hilo de lo que comentaba Amelche, está muy bien que os diga cómo comemos las personas ciegas, pero se me olvidó hablar de cómo cocinar esas ricas viandas.
Así que ahí vamos y espero que le sacie la curiosidad a esta estupenda profesora que es Ana.
Bueno, la ONCE, Organización de Ciegos Españoles, brinda la posibilidad, como uno de sus servicios, el enseñarnos los trucos básicos para moverse en la cocina y hay algunos aparatos adaptados que nos ayudan (el cronómetro parlante o la báscula de cocina). Los trucos que nos enseñan es a medir las cantidades por medio de una taza o así, a disponer de cacerolas altas para evitar que cuando remuevas su contenido, éste se derrame y a tener a mano cuchara de palo o tenedor de mango largo para no tener que acercarnos demasiado al fuego y tocar, con éstos, lo que se está guisando.
Dos grandes avances que nos han venido a facilitar las cosas han sido el microondas y la cocina de inducción. Es cierto que prácticamente no hay ningún modelo accesible, pero son muy prácticos por su seguridad y limpieza.
Además hoy en día se dispone de alimentos congelados o cocidos que también ayudan.
Os he de reconocer que yo no soy muy buen cocinero, que soy muy cómodo. Suelo comer ensalada, pescado congelado para el microondas y compro otros platos precocinados que están muy buenos.
Y claro, cómo no, están también las delicias que mi madre me prepara y que yo congelo, rotulando en braille los recipientes en que me las organiza.
Éste no es mi caso, pero os aseguro que hay compañeros ciegos muy buenos cocineros y cocineras.
Cuando me da por esmerarme me gusta hacer puré de verduras, lentejas o pollo con champiñones.
En resumen, las ayudas técnicas, la imaginación y lo que ya puede encontrarse en los supermercados son muy recurrentes.
Lo que yo no utilizo, pero otros ciegos sí, es la sartén por miedo a que me salte. Prefiero las cosas guisadas, cocidas o hechas en el microondas.
A este último respecto, os diré que no hace mucho se publicó un libro titulado “Cocinar a ciegas”, editado en el País Vasco con la ayuda de un buen cocinero de por allí en que se sugieren ricas recetas fáciles de hacer con el microondas por personas ciegas.
Y bueno, cuando quiero darme un gustazo acudo a algún restaurante de los que abundan por mi barrio .

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miércoles, 17 de septiembre de 2008

Castillos del Loira

Os invito a un paseo por el renacimiento francés, por el lujo y por la intriga en un tiempo de pasiones.

INTRIGA, ADULTERIO, CONSPIRACIÓN, PASIÓN SECRETA Y CASTILLOS REALES. Parece una receta para cocinar una novela épica... o un guión de película. Incluso
podría servir de breve descripción de una película clásica La Reine Margot (dirigida por Patrice Chéreau y protagonizada por Isabelle Adjani), una adaptación
de una novela homónima de Alexandre Dumas (padre), o de muchas más obras literarias de Víctor Hugo o de Honoré de Balzac.
Haciendo caso omiso de los fragmentos ficticios, sin embargo, los componentes históricos prestan un contexto muy verídico para entender mejor la historia
de los suntuosos palacios de una de las regiones más visitadas de Francia: el valle del Loira. El tramo corto del río Loira -(la vía fluvial más larga
de Francia) entre Orléans y Saumur es, tanto en lo literal como en lo figurado, el lazo conectivo en una zona de Patrimonio de la Humanidad con la mayor
concentración de castillos que en cualquier otra parte del mundo (se construyeron 27 entre los siglos XIV y XVIII).
No causa sorpresa que el valle del Loira, que cobró auge cuando la ciudad de Blois era la corte principal de la monarquía del siglo XV, sea uno de los destinos
más visitados en la nación, luego de París, bien sûr (por supuesto). Se conoce esta región como el Valle de los reyes, en obvia alusión a la realeza que
residía en fortalezas majestuosas, lejos de las intrigas y los ojos vigilantes de París.
La Reine Margot es una verdadera presentación en la pantalla grande de las realidades del siglo XVI. Por ejemplo, en el Château de Chenonceau, uno de los
diseños decorativos repetidos es una H al lado de dos C entrelazadas. La H representaba al rey Enrique II, pero ¿acaso las C entrelazadas sugerían el motivo
de la media luna de su amante favorita, Diana de Poitiers, o la primera inicial de su reina, Caterina de Medici? Los famosos monogramas aparecían en oro
sobre el hogar de la habitación favorita de Diana, donde sin duda ella los admiraba; Caterina consideró también guardarlos al mudarse, ya viuda, a Chenonceau.
El edificio, también conocido como Château des Dames, cuenta con jardines, salas y habitaciones impresionantes, el pabellón en la torrecilla (construido
por la aristócrata Catherine Briconnet, entre 1513 y 1521) y el gran legado de Diana... el puente sobre el río Cher. Aun con todo eso, cobró fama por las
intrigas y rivalidades. Luego de la muerte del rey Enrique II, Caterina desalojó a Diana de Chenonceau, estableció allí residencia y techó el puente para
convertirlo en un salón de baile. Madame de Poitiers se vio obligada a mudarse a otro castillo, situado en Chaumont-sur-Loire. Un detalle curioso: justo
al lado del dormitorio que una vez ocupara la amante en Chenonceau, Caterina estableció el Estudio Verde, desde donde gobernó Francia. Dos hermosos jardines
clásicos dominan el terreno del castillo: el mayor era para Diana, la favorita del rey; el más pequeño y más íntimo fue construido para Caterina.
Caterina era una reina poderosa y omnipresente que dejó su huella en otras estructuras imponentes con historias turbulentas. En la actualidad, el Château
de Blois, que fuera la corte principal, consta de cuatro palacios. El ala François I contiene las cámaras secretas de Caterina donde, según dice la leyenda,
preparaba espantosas pócimas venenosas. Si usted tiene por objeto sumergirse en este mundo de pasiones, debería visitar el Château de Beauregard, a unos
kilómetros de Blois. El castillo, originalmente un hotel de caza para François I, ahora es famoso por la gran colección de retratos de reyes, sus amantes
y famosas cortesanas. Las costumbres apasionadas de la realeza del siglo XIV al siglo XVII están ilustradas 19 kilómetros en más de 320 lienzos.
En medio de un bosque se encuentra Chambord, otro castillo importante, de Blois. Este edificio magnífico, que destaca por sus torres y chimeneas múltiples,
es el mayor castillo de la región, aunque se lo usó principalmente de hotel de caza de grandes dimensiones, con 440 dormitorios y 700 salamandras (el emblema
de François I, cuyo reinado se extendió de 1515 a 1547) esculpidas en los cielorrasos, puertas y paredes. Debido a su estilo renacentista, se conoce a
Chambord con afecto con el nombre de Versailles del Loira. Los historiadores creen que su construcción comenzó en octubre de 1519, cuatro meses después
del fallecimiento de Leonardo da Vinci, a quien se le atribuye el diseño original, en particular la gran escalera de doble revolución, por la cual dos
personas ueden ascender sin encontrarse. Otro atractivo es la habitación de Luis XIV, el rey Sol, la más lujosa de todas.

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martes, 16 de septiembre de 2008

Comer a ciegas

Se dice, con frecuencia, que la comida entra por los ojos. Tal vez esto sea cierto y por eso se crean platos decorativos combinando colores y formas. Entonces, si esto es así, ¿cómo una persona ciega puede disfrutar del placer de la comida? Os aseguro que es posible, yo lo hago, aunque eso sí, mejor con una buena compañía.
Los distintos alimentos tienen sus olores característicos y sus texturas peculiares, perceptibles al olfato y al gusto.
El preparar un buen guiso es casi toda una tarea de alquimistas, de aquellos de la Edad Media, que buscaban la magia de la piedra filosofal. Sí, esos productos que salen de la tierra y reciben el cuidado de los agricultores pasan a la mesa a través de la destreza en la cocina.
Para que una persona ciega pueda sentirse cómodo ante esos platos habrá que facilitarle un poquillo la tarea.
Explicarle cómo están dispuestos los ingredientes en el plato, para lo que nos serviremos de la analogía de un reloj… la carne (solomillo, por favor poco hecho) a las seis, los pimientos a las tres, las patatas a las doce, los champiñones a las nueve y en el centro un poco de salsa de trufas, pongamos por caso.
Si es posible, cuando invitéis a una persona ciega a comer preparadle viandas fáciles de cortar, con poco o ningún hueso o espina y luego el postre si es fruta servidla ya preparada, a modo de macedonia, y si es helado en una copa.
Para cortar un filete nosotros tocamos primero con el cuchillo el perímetro y así nos hacemos una idea de cómo es su forma. Después iremos cortando trocitos ayudándonos del cuchillo y el tenedor, que será, además la prolongación del tacto.
En fin, tenemos nuestros trucos para manejarnos en la mesa, aunque a veces la última aceituna de la ensalada se nos resista y cobre vida propia.
Para saber que hemos terminado, pasaremos el tenedor por la superficie para comprobar que no queda nada.
Si queremos beber, verteremos el contenido en el vaso, ayudándonos de las dos manos. Si uno es muy habilidoso, por el oído y el peso sabremos cuándo está lleno. Los que somos más torpes metemos la punta del dedo índice y cuando sentimos, como si fuese una boya, que el líquido entra en contacto con ella, ya está. Así que beberemos con sabor a yema… yema de dedo, claro, no de huevo… jejej.
Que os aproveche y prometo haceros los honores correspondientes a un buen plato.

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lunes, 15 de septiembre de 2008

Va de Olimpiadas

Casi ya tocando a su fin las XVIII olimpiadas de la era moderna, en Pekín, una vez que terminen las “paraolimpiadas” destinadas a atletas con distintas discapacidades, quiero recoger varias anécdotas de los juegos desde su inicio y espero, con ello, además de aportaros algunas curiosidades, haceros evocar las proezas de los competidores. Seguro que todos nos hemos emocionado con el triunfo de Nadal en tenis, las acrobacias de las nadadoras de Sincronizada o la velocidad del campeón jamaicano, Usain Bolt, y espero que también con los logros de nuestros paralímpicos.
Que os gusten.

Las primeras referencias a los Juegos datan del año 884 a.C. cuando Ifito, rey de los eolios, que ocupaban Olimpia, estableció una tregua con Esparta. Estas treguas en las continuas batallas entre los estados griegos fueron la llama que encendieron la celebración de unos Juegos entre las distintas polis griegas.
El primer campeón de la historia de unos Juegos Olímpicos fue Korebo, cocinero de profesión.
Durante las tres primeras ediciones existió sólo una prueba, consistente en dar una vuelta a un estadio de 192.28 ms. pero en la cuarta edición se incluyó el “diaulo“, prueba que al igual que la anterior consistía en correr en la misma pista pero dándole dos vueltas. En la 18ª Olimpiada (año 708 a.C.) se incluyeron la lucha y el pentlatón.
Tan importantes eran las Olimpiadas en la Antigua Grecia que el primer año que se inscribieron los nombres de los vencedores (776 a.C.) se convirtió en el punto de partida del calendario heleno.
En Olimpia sólo podían asistir a los juegos las mujeres solteras y la pena para una mujer casada que observase a los atletas era la muerte, pues los atletas competían desnudos, exhibiendo sus cuerpos como símbolo de perfección y dedicación.
En el año 404 a.C. estuvo a punto de pronunciarse una sentencia de muerte contra un espectador. Este hombre, llevado por el entusiasmo al asistir a la victoria del joven púgil Pisidoro, saltó las barreras para abrazarlo. Al hacerlo, se levantaron sus vestiduras y se puso de manifiesto que en realidad no se trataba de un hombre, sino de una mujer, la madre del vencedor.
En el año 388 a.C. cuatro participantes fueron condenados bajo acusación de soborno, pues se demostró que habían pretendido manipular los juegos.
El emperador romano Nerón era tan aficionado a las carreras de cuadrigas que en una ocasión decidió participar en los Juegos y cuando regresó de Grecia entró en Nápoles en una carroza guiada por caballos blancos y a través de una brecha abierta en las murallas, como acostumbraban a hacerlo los vencedores de los Juegos.
El emblema olímpico está formado por cinco aros entrelazados que representan los cinco continentes: Europa, Asia, África, Oceanía, y América. Fue diseñado
por el Barón Pierre de Coubertin en 1913. Los aros forman dos filas, tres en la parte superior y dos en la inferior. Los de la fila superior son de color azul, negro y rojo, y los de la parte inferior, de color amarillo y verde. Al menos uno de estos colores se puede encontrar en la bandera de cada nación participante de los Juegos Olímpicos. Presentó la bandera olímpica con los cinco aros en el congreso de París, 1914, conmemorando el vigésimo aniversario de la fundación del COI.
En Atenas 1896 se celebró la primera prueba de Maratón desde el mismo lugar donde ocurrió la célebre batalla del mismo nombre y, además, fue ganada por un corredor griego, Spiridon Louis.
En los primeros juegos de la era moderna las medallas únicamente eran de plata y bronce.
“Lo importante no es ganar, sino participar”. Esta frase muy ligada al olimpismo y que fue pronunciada en el año 1908 por el obispo de Penssylvania Ethelbert Talbot, justo antes de las 4ª Olimpiadas, en Londres.
En París 1924 se levantó la primera Villa Olímpica.
El estadounidense Edward Eagan es el único atleta que ha sido campeón olímpico en Juegos de Verano y de Invierno: lo fue de boxeo (peso ligero) en 1920 y de bobsleigh a cuatro en 1932.
Los Juegos de Invierno nacieron sin saber que lo eran. Los de Verano de 1924 se disputaban en París y, simultáneamente, se organizó una Semana del Deporte en Chamonix, con pruebas de hielo y nieve. El éxito fue tan grande que recibió la denominación de Primeros Juegos de Invierno.
Los resultados de la prueba de saltos de esquí de 1924 desde el trampolín largo no se establecieron correctamente hasta 50 años después. Un error en el cómputo de puntos atribuyó la tercera plaza al noruego Thorleif Haug, cuando en realidad correspondía al estadounidense Anders Haugen, que recibió su medalla en una ceremonia especial cuando tenía 83 años.
En Los Ángeles 1932 se introduce el podio para la entrega de medallas.
En Berlín 1936 Hitler pretendió que Berlín fuera el escenario donde comprobar en la práctica la superioridad de la raza aria y mostrar las excelencias del sistema nazi. Un hombre negro, Jesse Owens, ganó la final de salto de longitud, lo mismo que otras tres carreras más, y Hitler abandonó el estadio antes de tiempo para no tener que estrecharle la mano en la ceremonia de entrega de medallas.
En Roma 1960 Cassius Clay ganó la medalla de oro en boxeo con 18 años. Cuando volvió a su país (EE.UU.) le negaron el paso a un restaurante de blancos. Clay renunció al triunfo de su país y tiró la medalla a un río.
En México 1968 Fosbury revolucionó el salto de altura con su técnica de saltar de espaldas al listón.
En Montreal 1976 se descubrió que el soviético Boris Onishchenko tenía trucada la empuñadura de su espada, de forma que el sistema de detección de tocados le daba un unto cuando él apretaba un botón.
En Los Ángeles 1984 Gabriela Andersen concluyó la prueba de Maratón deshidratada y con la mitad de su cuerpo paralizado por calambres, entró haciendo eses y en medio de una de las mayores ovaciones que se recuerdan.
El luchador de grecorromana sueco Ara Abrahamain viajó a Pekín con una meta: el oro. Finalmente se tuvo que conformar con el bronce pero en el momento de la entrega de medallas, una vez subido al podio y con la presea al cuello, el iracundo medallista montó en cólera y tiró el trofeo al suelo. Después salió del recinto al grito de "no me importa”.

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domingo, 14 de septiembre de 2008

Nuevos libros para el otoño

Mario Vargas Llosa ha desvelado que su próxima novela le exigirá explorar mundos que desconoce. El autor peruano narra la experiencia vital del irlandés Roger Casement, controvertido cónsul británico en Congo a principios del siglo XX y camarada del escritor Joseph Conrad. Fue precisamente Casement quien describió a Conrad las atrocidades de los colonos belgas, una tragedia envuelve las obras maestras del literato. Para Vargas Llosa, el irlandés es un personaje “fascinante” que alzó la voz en toda Europa para que se movilizara contra el genocidio. Su prestigio tornó en desconfianza al ser acusado y ejecutado por facilitar armas a los nacionalistas irlandeses, aunque aún hoy no hay pruebas que demuestren tal imputación. Hace un par de meses, Vargas Llosa anunció su título provisional: “El sueño del celta”.
El autor norteamericano Paul Auster, padre de “Trilogía de Nueva York” o “Viajes por el Scriptorium” y galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006, regresa este mes con “Un hombre en la oscuridad” (Anagrama).
Estoy solo en la oscuridad, dándole vueltas al mundo en la cabeza mientras paso otra noche de insomnio, otra noche en blanco en la gran desolación americana. Arriba, mi hija y mi nieta están cada una en su habitación, también solas: mi hija única, Miriam, de cuarenta y siete años, que se acuesta sola desde hace cinco, y Katya, de veintitrés, única hija de Miriam, que antes dormía con un joven llamado Titus Small, pero ahora Titus ha muerto, y mi nieta duerme solaAsí comienza la historia de August Brill, quien ha sufrido un accidente de coche y recupera su dolor físico y temores en casa de su hija. No consigue conciliar el sueño e inventa historias en la oscuridad. En el trasfonfo, Paul Auster, es decir, realidad y ficción de la mano y pinceladas de su visión sobre la política americana actual, en la que los Estados Unidos combaten desde hace décadas contra ellos mismos.
Goytisolo y Murakami, el análisis y las antípodas de lo imaginable Juan Goytisolo ha incumplido su palabra de no volver a publicar novelas tras “Telón de boca” (2003), aunque ya advirtió en alguna ocasión que no escribe cuando no tiene nada que contar. Este reconocido erudito de la cultura árabe y residente en Marrakech —donde se marchó durante el franquismo-, bien podría ser el protagonista de su “El exiliado de aquí y allá", publicada por Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores y que relata el feroz consumismo que envuelve a nuestra sociedad y del terror como mercancía, una reflexión personal al fin y al cabo en forma de novela de un, aunque hermético, excelente analista de nuestro tiempo.
Aunque el título "After dark" nos remita a Paul Auster, se trata de la nueva novela del sorprendente escritor japonés Haruki Murakami, el autor de más proyección internacional. En “Kafka en la orilla” (Tusquets, 2006), el protagonista es capaz de comunicarse con los gatos callejeros, o hacer que lluevan arenques, pero la historia envuelve, sobrecoge y evade, en un viaje hacia un mundo como este, pero con personajes pintorescos y situaciones surrealistas. “After Dark”, también de Tusquets, comienza en el bar de una gran ciudad y con un encuentro casual. Murakami genera admiración o perplejidad, pero nadie queda indiferente tras leerle.
Captamos esta imagen desde las alturas, a través de los ojos de un ave nocturna que vuela muy alto. En el amplio panorama, la ciudad parece un gigantesco ser vivo. O el conjunto de una multitud de corpúsculos entrelazados. Innumerables vasos sanguíneos se extienden hasta el último rincón de ese cuerpo imposible de definir, transportan la sangre, renuevan sin descanso las células. Envían.
Además, el otoño depara otras sorpresas, como el “Dietario voluble” de Enrique Vila-Matas (Anagrama), en el que a través de textos cortos habla de literatura, amigos y viajes; el nuevo libro de relatos de Juan José Millás (“Los objetos nos llaman”, Seix Barral); o el regreso de los premios Nobel Doris Lessing (“Cuentos europeos”, Lumen), Orhan Pamuk (“Otros colores”, Mondadori) y José Saramago con El viaje del elefante, que recrea el viaje épico y real de un elefante que, en el siglo XVI, viajó de Lisboa a Viena.

Fuente: www.elimparcial.es

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sábado, 13 de septiembre de 2008

El arriero

Arrieros somos y en el camino nos encontraremos. Así reza aún uno de los dichos del refranero castellano.
Mi abuelo paterno lo fue y muchos otros de mi pueblo también lo fueron. Para ellos va mi recuerdo. Aún hoy mi padre me cuenta anécdotas de aquellos tiempos como aquel que se encomendó a la Virgen del Pilar en medio de una granizada cuando iba con el carro y como ésta le salvara, pintó el toldo con su imagen o aquellos que al no cantar el gallo a la hora acostumbrada, en una posada, lo raptaron y lo llevaron a “arreglar” en un buen guiso de pepitoria.
En fin…

El arriero fue, durante siglos, el alma de los caminos. Su oficio consistía en conducir bestias de carga, bien para llevar mercancías de un lugar a otro o para comerciar con los géneros que transportaba. Digamos que era un poco como el camionero actual y, sin él, los géneros no hubieran llegado a parte alguna.
En ocasiones, llevaba reatas de caballeríasa ferias y mercados para su venta, o simplemente porque había que transportarlas de un lugar a otro.
El arriero ajustaba su paga y allá que iba por esos mundos de Dios.
Tenían fama de ser bebedores y de pararse en todas las posadas. Quizás las largas jornadas, solos, en compañía de los animales, despertaban en ellos la necesidad del contacto humano que podían encontrar en tabernas y fondas, además de ser aficionados a tentar a las mozas que atendían estos establecimientos que, en un mundo de hombres, ya estaban curadas de espanto. Sabido es que en estos lugares, y en esas épocas, el vino corría en abundancia porque era la única bebida conocida que estaba al alcance de todos. Consecuencia lógica de catar el vino generosamente, es que la lengua se les soltaba y tenían también fama de echar votos y reniegos. Si ya es difícil entenderse con los humanos en su mismo idioma, qué no sería hacerlo con bestias de carga y andar trajinando con ellas el día entero.
Al que le gustaba correr mundo y aventuras, el oficio le venía que ni pintado, aunque era duro, con frío o calor, con lluvia o nieve, andar transitando por caminos que distaban mucho de ser seguros y cómodos. Entonces, el tiempo no tenía el valor que ahora le damos, y es de suponer que se tomasen el viaje con calma, siempre que no llevasen mercancías perecederas o tuvieran que llegar a una feria en un día concreto.
Los arrieros empezaron a desaparecer cuando evolucionaron los medios de transporte y las caballerías se fueron acabando con la llegada de los vehículos de motor y se produjo el éxodo rural a las ciudades, con el consiguiente despoblamiento de los pueblos. Hoy, las mercancías, los animales racionales e irracionales, nos desplazamos en coche, camión, ferrocarril o avión. Con las prisas de nuestra sociedad, no hay posibilidad de hacerlo de otra forma. Pero con el arriero, además de un oficio, desapareció toda una forma de vida.

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viernes, 12 de septiembre de 2008

Internet para autistas

LAS VEGAS.- Las barreras que diariamente tienen que esquivar muchos discapacitados, también están presentes en las nuevas tecnologías. Un ejemplo son los afectados de autismo, que se ven desbordados por la cantidad de información, elementos y colores presentes en los navegadores de Internet. Por eso, un informático ha creado, con asesoramiento de profesionales del tratamiento del autismo, un 'webBrowser' específico para estos enfermos, que ha puesto a disposición de todo el mundo de forma gratuita en la Red.
Un abuelo coraje de Las Vegas, informático y con un nieto autista, se dio cuenta de que Internet podría ser una buena herramienta para la rehabilitación de su nieto de seis años. Sin embargo, lo único que consiguió fue el desánimo tras constatar que para el pequeño Zac la gran cantidad de colores, los banners y los contenidos estridentes de la Red no lo ayudaban en nada. Con sus dotes de programador, John LeSieur diseñó un navegador web específico para niños autistas, que simplifica la búsqueda de contenidos y elimina los elementos que afectan a la mente de quienes sufren esta enfermedad.
John LeSieur, programador informático afincado en Las Vegas, se dio cuenta de que él mismo podría facilitar la vida a su nieto si creaba un navegador más sencillo. Aprovechando su pequeña empresa de 'software' llamada People CD Inc., se dio a la tarea de proyectar el navegador. LeSieur sólo buscaba ayudar a su nieto Zackary Villeneuve, que vive en Saint Remi, Quebec (Canadá), pero una vez que publicó en Internet su proyecto, muchos padres quisieron probar el 'Navegador Zac para niños autistas'.
Preguntando a pedagogos y rehabilitadores de autismo, el abuelo de Zac incorporó numerosas prestaciones a su navegador, como el bloqueo de algunas teclas y funciones del ordenador para que el niño no se distraiga con elementos secundarios, como el botón derecho del ratón o la tecla 'Imprimir pantalla'. "Algunas partes de la Red tienen mucho material extraño que puede estar distrayendo y para un niño que se comunica de forma no verbal, no habría ninguna posibilidad para que utilice esta información", señaló un investigador de la Brown University de Rhode Island Stephen Sheinkopf.
Otros elementos del navegador, como los iconos simplificados y su gran tamaño, ayudan al pequeño a acceder de forma directa a juegos, cuentos o ejercicios mentales. "Estamos tratando de evitar aquellos sitios web que sean oscuros, agresivos visualmente o muy complicados, porque todo esto tiene que ver con su propia autoestima. Si ellos no sienten que tienen el control, se frustrarán fácilmente", dijo John LeSieur en declaraciones recogidas por Otr/press de la web 'Newsvine.com'.
Zac también puede beneficiar a los demás niños, pues el filtro que utiliza bloquea contenidos violentos, sexuales o para adultos, una de las mayores preocupaciones de los padres a la hora de dejar a sus hijos frente al ordenador. Sin ánimo de lucro, LeSieur ofrece la posibilidad de descargar el 'software' totalmente gratis desde 'www.zacbrowser.com'.
Aunque LeSieur se informó con pedagogos y expertos en este tipo de desorden del desarrollo del cerebro para crear el navegador, éste no está todavía homologado.
Sin embargo, todas las experiencias y opiniones sobre el navegador Zac son satisfactorias. "Es una muy buena idea", dijo la directora del Centro de Enseñanza e Investigación sobre el Autismo de la Pace University de Nueva York Dianne Zager.
Pero otros expertos van más allá de darle la enhorabuena a LeSieur. El jefe de la oficina de innovación del Centro de Educación Especial Heartspring de Kansas Crhis Vacek, ha asegurado que está planteándose la posibilidad de introducir el navegador Zac en el centro. Según Vacek, la máxima ventaja del navegador es que es gratuito, ya que "muchas de las tecnologías asistenciales tienen un coste superior a 5.000 dólares y sólo funcionan con dispositivos especializados".

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Piloto una nave espacial

Pues sí… imaginaos. Me he puesto el traje de astronauta, parezco el primo del muñeco de Michelín y el casco casi me lo han tenido que hacer a medida… pero ya está, vaya que estoy hecho un pincel.
Ahí voy un poco patizambo a la nave, un artefacto plateado, en forma de huevo y plagado de antenitas, casi como un puercoespín.
Entro en la nave subiendo la escalerilla. Me acerco a la cabina, me ato el cordón de seguridad y allá que te va. Botones de colores y musiquita que se va encendiendo. Despegamos dejando un chorro de humo líquido, un subidón de adrenalina.
En un instante estamos por las alturas. Todo se ve enano, pero los visores y displays lo controlan todo. La cosa marcha.
Allí abajo se han quedado los terrícolas. Mi misión es darme una vueltecita por la estrella XJ-311 en la que parece que unos malvados han derramado jugo de gominolas en los acuíferos y se ha declarado una epidemia de diarrea repentina.
La teletransmisión ultraatómica me lleva. He puesto el automático y me he tumbado a pensar en la rubia de la esquina que no me hace ni caso. Ella que siempre piensa en las estrellas… yo las voy a pisar, qué pobre ilusa.
Me gusta esto de pilotar: ponerte boca abajo, del revés, largarte y dejar a los pesados sabelotodo con el gaznate viéndoseles de cómo abren la bocaza de asombro.
Por la ventanilla se ven luces naranjas, blancas y puntitos verdes y azules. Ah, pero también se ve mucha basura: cacharros arrumbados, plástico, carcasas de megaordenadores y yo qué sé, cómo está el cielo de sucio. ¿Será que los celebasureros están de huelga?
Ya llego, amerizo con precisión de experto… la multitud me aplaude. ¿Será porque aguardan mi intervención milagrosa o porque saben que un ciego ha llegado con su nave espacial? Jejejejej.
Y es que el que me dio el carnet de piloto de naves espaciales aquel día había salido con mi vecina, la rubia.

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jueves, 11 de septiembre de 2008

Novedades

Claro, cómo no, ya sabéis de mi afán porque esta ventana a la que, tan amablemente, os asomáis, os resulte interesante.
Evidentemente no puedo cambiar las señas de identidad de Tiflohomero. Su carácter de transmisor de valores, vehículo de cultura y lugar en que deseo plasmar mis aficiones, reflexiones y dificultades no pueden perderse. No obstante, como todo aquello que crece debe evolucionar y aportar algo nuevo.
En ello estoy en estos momentos. Entre lo que me habéis manifestado, a través de la encuesta y comentarios, y lo que a mí se me ha podido ocurrir estos días de atrás, será el resultado al que me gustaría invitaros.
Mi querida Margee me ayudará a cambiar la apariencia, por aquello de nuevos atuendos, el color, el tipo de letra y algunos otros detalles que lo hagan atractivo a la vista.
Y nuevos contenidos traducidos en nuevas etiquetas:
Imagino que… Una invitación a la fantasía. En ella jugaremos a imaginar, a soñar.
La noticia: me propongo revisar los diarios digitales para resaltar alguna noticia que me llame la atención y que considere curiosa o interesante.
Oficios tradicionales: un tributo a mis mayores y a todos aquellos que trabajaron con unos medios limitados pero, por ello, muy meritoriamente.
Pueblos de Soria: describiré localidades de mi provincia natal como una forma de dároslas a conocer y reconocer el valor de los que en ellas viven frente a la soledad y el abandono.
Anécdotas: para hacer de Tiflohomero un lugar un poquito más divertido que os arranque una sonrisilla de vez en cuando.
Y, claro, por lo dicho al principio, seguiré con temas ya clásicos, como recomendaciones de libros, canciones, poemas o divulgación científica o pasearnos por la Historia, además de fotos y vídeos.
Ojalá que merezca la pena el esfuerzo. Todo sea por dejar mi huella y ayudar a hacer de este mundo ese hogar más cálido que todos queremos.
Espero vuestros comentarios.

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De encuentros y reencuentros

Sí, ya acabó el verano. Espero que todos estéis ahí, que hayáis vuelto, que lo hayáis disfrutado y se hayan visto cumplidos los buenos deseos con que nos despedimos allá por los primeros días de agosto.
Bueno, pues eso. Encuentros y reencuentros. Gente nueva con la que nos encontraremos y gente con la que hemos departido buenos ratos en las vacaciones.
Ha sido una satisfacción el saber que Tiflohomero es visitado incluso por un señor que desde Chile echa la mirada a su pueblo (que es el mío).
Compartir instantes, impresiones, saludos, buenas viandas, tradiciones, historias. Tomarse una pausa para charlar y recuperar aquella sana costumbre de la conversación.
Por todo ello retomo la actividad con ese propósito, con el del encuentro, que no del encontronazo. Con el ánimo de que, además, sea grato y os merezca la pena, tanto como a mí.
Os invito a atesorar esos encuentros de los que, sin duda, habréis tenido ocasión de compartir. Que el curso os depare otros nuevos que os hagan crecer. A ello aspiro yo.
Gracias por encontraros conmigo y dejar que yo os encontrase.

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